Capítulo 124: Terminando el Trabajo

Klein estaba escondido en las sombras de un edificio a docenas de metros del edificio objetivo. Escuchó el leve sonido de disparos y el aullido de vientos violentos.

Si el enemigo corre hacia mí, ¿debería sacar mi arma o debería pretender que no lo vi? Pensó mientras temblaba en un sudor frío.

Un Beyonder que podía, por varios medios, acortar las vidas de otros definitivamente no era un Beyonder de Secuencia 9 o Secuencia 8. Ciertamente no serían alguien con quien un Vidente como él pudiera luchar cara a cara. Incluso si se sacrificaba, quizás no podría retrasar lo suficiente al objetivo para que Dunn y Leonard pudieran alcanzarlo.

Fue afortunado que la Diosa de la Noche Eterna, la Señora del Desastre, pareciera escuchar las oraciones de su "leal" guardia. Nadie corrió hacia la ubicación donde Klein se escondía.

Después de unos minutos, escuchó una melodiosa canción proveniente del edificio objetivo.

Inclinando sus oídos para escuchar mejor, Klein confirmó que era la popular tonada local que Leonard Mitchell siempre tarareaba. Estaba llena de palabras bajas.

Uff. Soltó un suspiro de alivio. Sostenía su arma en una mano y su bastón en la otra. Luego caminó fuera de las sombras hacia el edificio objetivo.

¡La popular tonada local era la señal de reunión en la que había acordado con Dunn y el resto!

Klein dio dos pasos y de repente hizo una pausa. Se apoyó en la valla metálica y cambió el revólver a su otra mano.

Luego, se quitó la cadena de plata que tenía dentro de la manga y dejó que el colgante de topacio colgara naturalmente.

Klein esperó hasta que el topacio se estabilizara e inmediatamente cerró los ojos y entró en un estado de Cogitación. Recitó una declaración adivinatoria: "El canto anterior fue una ilusión”.

"El canto anterior fue una ilusión".

...

Después de repetir siete veces, abrió los ojos y vio que el colgante giraba en sentido antihorario.

"No es una ilusión..." Klein guardó su péndulo, agarró su bastón y rápidamente se acercó a la puerta arqueada de metal que conducía al edificio objetivo. Luego pasó el bastón negro a su mano derecha y lo sostuvo con el revólver.

Extendió las manos para tocar la valla, con la intención de empujarla para abrirla, pero de repente sintió un escalofrío penetrante. Era como si alguien hubiera vertido un balde de hielo por su cuello sin previo aviso.

Klein siseó y retiró las manos, apretando los dientes.

"Es como si fuera invierno aquí..." Bajo la tenue luz de las estrellas y las lejanas farolas, miró a través del jardín detrás de la valla metálica. Vio las ramas marchitas, las flores caídas y las hojas cubiertas de escarcha blanca sobre el suelo marrón.

¡Asombroso! Klein se maravilló en su cabeza. Dobló los dedos y se dio unos golpecitos en la frente para activar su Visión Espiritual.

Devolvió su bastón con incrustaciones de plata a su mano izquierda y lo empujó contra la valla para abrir la puerta cerrada.

La puerta chirrió, y él pasó por ella de lado. Pisó el camino de piedra que conducía directamente al edificio de color gris azulado. A ambos lados del camino había plantas retorcidas que parecían necrófagos en la oscuridad.

La escena le recordó a Klein varias historias de terror y películas paranormales.

Subconscientemente, redujo su respiración y caminó más rápido. Sin embargo, después de dar sólo unos pasos más, alguien de repente le dio una palmada en el hombro izquierdo.

¡Tump! ¡Tump!

El corazón de Klein se saltó un latido y luego comenzó a latir rápidamente.

Levantó la mano derecha, apuntó con su revólver y lentamente se dio la vuelta para mirar.

En la tenue luz, vio una rama débil que casi se había caído.

"¿Esto es lo que llamamos 'asustarnos a nosotros mismos'?" Klein contrajo la comisura de los labios, agitó el bastón y derribó la rama.

Siguió avanzando mientras se escuchaban leves sollozos en sus oídos. Borrosas y traslúcidas "sombras" aparecieron ante sus ojos.

Estas sombras habían aparecido en enjambre al sentir el aliento de una persona viva y el calor de la carne y la sangre.

Klein se asustó y de inmediato corrió hacia la puerta del edificio de color gris azulado.

¿Esto es a lo que se refería el Capitán con “sentir la atmósfera”? Da mucho más miedo que la última vez que ayudé al Señor Deweyville... El resentimiento de ese espíritu agraviado es más "rígido" que las sombras. Ella no había tomado la iniciativa de atacar en ese entonces... Pensó mientras caminaba hacia el altar en el medio de la sala de estar. Era una mesa redonda llena de títeres toscamente hechos. Tres velas apagadas se encontraban entre los títeres.

Dunn Smith estaba justo delante del altar de espaldas a Klein. Tomaba un títere tras otro y los miraba.

El Coleccionista de Cadáveres Frye miraba las sombras flotantes y extendía la mano en un intento de consolarlas, pero todo lo que hacía su mano era pasar a través de ellas sin poder hacer nada. Las sombras no lo atacaron, reconociéndolo aparentemente como uno de los suyos.

Cuando Leonard Mitchell notó la llegada de Klein, cambió su tono, volviendo su voz más suave pero encantadora.

"Serena es la mañana sin un sonido”.

"Tan serena como para consolar una aflicción más calmada”. 

“Y sólo a través de la hoja apagada”. 

“El castaño golpea el suelo".

...

En la reconfortante recitación del poema, Klein pareció ver un lago claro reflejando la luz de la luna y una luna carmesí colgando tranquilamente, muy alta en el cielo.

Las inquietas sombras se calmaron y dejaron de perseguir el cálido aliento de los vivientes Halcones Nocturnos entre ellas.

Dunn dejó el títere que tenía en la mano, se dio la vuelta y le dijo a Klein:

"Este es un ritual para una maldición aterradora. Es afortunado que ya lo hayamos destruido”.

"Primero prepara un ritual para consolar a los espíritus restantes, luego intenta comunicarte con los espíritus de los muertos y ver si puedes obtener alguna pista de ellos".

Klein, que se dio cuenta de que ya no era una carga, inmediatamente se irguió y dijo:

"Sí, Capitán".

Llegó al altar en unos pasos y extendió las manos para barrer los títeres de la mesa redonda.

En ese momento, notó por el rabillo del ojo que cada títere tenía un nombre y un mensaje correspondiente.

"Capitán, ¿descubriste a alguien que conoces?" Preguntó Klein al pasar.

Luego, miró a Dunn mientras Dunn lo miraba. Ambos guardaron silencio.

¡Soy tan tonto...! ¿Por qué haría alguna pregunta que ponga a prueba la memoria del Capitán! Klein casi se cubrió la cara y suspiró.

Si fuera cualquier otro jefe, definitivamente encontrarían una oportunidad para complicarme la vida por esto. Afortunadamente, el Capitán lo olvidará... Me pregunto si eso es una ventaja o una desventaja. Pensó, mitad contento, mitad bromeando.

Después de un breve silencio, Dunn pareció finalmente ser capaz de diferenciar la realidad del mundo de los sueños. Respondió:

"Hay alguien que conoces".

"¿Quién?" Klein se detuvo, con la mano todavía extendida para devolver una vela a donde se suponía que debía estar.

"Joyce Mayer, el sobreviviente de la tragedia de Alfalfa", respondió Dunn simplemente.

¿Joyce Mayer? El prometido de Anna... Klein de repente pensó en Salus en el asilo. Parecía haber sido instigado y engañado por alguien, lo que le llevó a liberar su ira y a cometer el incendio provocado.

Klein retrajo la mano derecha y dijo con voz profunda:

"¿Instigador Tris?"

"¿Utilizó las vidas que se vieron acortadas como sacrificio, con la intención de maldecir a todos los sobrevivientes de la tragedia de Alfalfa? Porque no sabía quién descubrió su participación y presentó un informe policial..."

Si Tris hubiera tomado venganza directamente, habría sido imposible eliminar a todos los objetivos esparcidos por Tingen. Después de dos o tres asesinatos, los Halcones Nocturnos, los Castigadores por Mandato y la Mente Colmena de la Maquinaria lo habrían notado. Entonces, habría perdido su oportunidad de continuar con su ola de asesinatos. Klein rellenó los espacios en blanco sobre por qué Tris había empezado todo esto.

Dunn asintió primero, luego negó con la cabeza.

"No a todos los sobrevivientes, sino sólo a los sobrevivientes en Tingen. Su ritual de maldición sólo puede afectar a las personas dentro de este rango".

"Además, el anfitrión del ritual es una mujer, no Tris".

Klein frunció el ceño y preguntó:

"Quizás sea un experto que la Orden de Teosofía envió para ayudar a Tris”.

"Sí, los orígenes de la Orden de Teosofía podrían involucrar a la Secta de las Demonias. Es bastante normal que sus expertos sean mujeres".

Dunn sonrió y dijo con su voz profunda:

"Estoy de acuerdo con tu juicio. Aunque sólo nos encontramos con esa mujer y no con Tris, hay conjeturas que podemos hacer. Como que la mujer y Tris no se quedan juntos. O que Tris había salido a buscar personas que estaban muriendo pronto".

Klein no dijo nada más. Colocó las tres velas en su lugar, sacó el Aceite Esencial de Luna Llena, el sándalo carmesí y otros ingredientes, y preparó el altar rápidamente.

Después de usar una daga de plata para hacer un muro sellado, comenzó a rezarle a la Diosa de la Noche Eterna, la Señora de la Calma y el Silencio. Oró para que las sombras dentro y fuera de la casa fueran reconfortadas por completo.

Desafortunadamente, en el subsiguiente intento de comunicarse con los espíritus de los muertos, Klein sólo pudo ver un poco de lo que los espíritus habían visto antes de sus muertes. No había pistas útiles.

Después de asentar a las sombras en un sueño pacífico en la oscura noche, finalizó la ceremonia y eliminó el muro de espiritualidad. Luego negó con la cabeza y les dijo a los demás:

"El contragolpe del ritual interrumpido causó graves daños y las imágenes residuales de la anfitriona se perdieron".

Dunn no se sorprendió. Señaló las escaleras y dijo:

"Echemos un vistazo en el segundo piso e inténtelo de nuevo".

"De acuerdo". Klein, Leonard y Frye asintieron.

Los tres Halcones Nocturnos subieron las escaleras hasta el segundo piso y se separaron para registrar cada habitación.

Al final, se reunieron en un dormitorio que estaba lleno de un aroma tenue. Vieron vestidos desordenados tirados por todas partes y cajas abiertas.

Dunn tomó una caja del tocador y la olió antes de preguntar:

"¿Son cosméticos?"

"Para ser exactos, son productos para el cuidado de la piel. Desde el Emperador Roselle, no se agrupaban con un término amplio", explicó Leonard con una sonrisa. "Capitán, como caballero, hay ciertas cosas que debe saber".

Klein no se unió a su discusión, sino que dirigió su mirada hacia el espejo del tocador.

Había una grieta obvia en el espejo, y había pedazos rotos sobre la alfombra debajo.

"La Beyonder se fue apresuradamente. No lo destruyó por completo..." dijo de repente con voz profunda. "Tal vez podría intentar esto".

"Te lo dejo a ti", respondió Dunn con confianza.

Klein rápidamente subió las velas desde el primer piso y las encendió frente al espejo roto.

Bajo la mortecina y parpadeante luz de las velas, sacó los artículos como Aceite Esencial de Luna Llena para crear un muro de espiritualidad.

Después de que Klein preparó todo, se paró ante el espejo que reflejaba las luces de las tres velas y recitó en Hermes:

"Ruego por el poder de la noche oscura”.

"Ruego por el poder del misterio”.

"Ruego por la gracia amorosa de la Diosa”.

"Ruego para que el espejo reciba una breve restauración, ruego para que muestre a todas las personas que reflejó en el mes pasado".

...

Mientras se recitaba el encantamiento, de repente aulló un fuerte viento dentro del muro espiritual.

Los pedazos rotos del espejo se arremolinaron fuera del suelo y regresaron a sus ubicaciones originales.

El espejo que estaba cubierto de grietas de repente se onduló con un brillo lúgubre. Klein pasó las manos sobre él y de repente apareció una figura humana en el marco. Pero esa figura no era Klein.

Era una dulce y gentil doncella de cara redonda. Quizás porque el espejo estaba roto o quizás debido al contragolpe del ritual interrumpido que también afectó al segundo piso, sus rasgos faciales eran borrosos y su apariencia real no era exactamente clara.

Pero aun así, Klein encontró a la persona inusualmente familiar.