lotm-capitulo-214
LOTM Capítulo 214
27883
214

Tierra de la Esperanza

Traductor: Morganxc

Capítulo 214: Tierra de la Esperanza

¡Chu-chu!

El silbato de un tren resonó en cada rincón de la estación, mientras una gigantesca máquina de metal con forma de locomotora de vapor llegaba a una lenta parada, arrastrando más de veinte vagones.

Vestido con un esmoquin y sombrero de copa, Klein cargaba una exagerada maleta que parecía incongruente con su figura. Dio un firme paso sobre el suelo de Backlund, la capital del Reino Loen.

Esta ciudad estaba dividida en dos regiones por el Río Tussock, que fluía hacia el sureste. Las dos tierras estaban conectadas por el Puente Backlund y transbordadores, con una población que excedía los cinco millones de personas. Era la capital más próspera de los Continentes Norte y Sur.

Klein miró a lo lejos y vio tenues neblinas amarillentas por todas partes. La visibilidad era terrible, y las lámparas de gas colgando sobre la plataforma del tren ya estaban encendidas para disipar la oscuridad.

¿Apenas son las seis y media? Parece que son las nueve o diez... Klein movió la cabeza imperceptiblemente. De repente recordó un chiste que leyó en Tiempos de Tussock.

Un caballero que acaba de llegar a Backlund se pierde en la espesa neblina. Desesperado, le pregunta a un caballero empapado que pasa: "¿Cómo llego al Río Tussock?" El caballero le responde amablemente: "Siga caminando sin parar. Acabo de nadar desde allá".

Cada vez que leo periódicos o revistas de Backlund, los reporteros y editores se burlan de la contaminación del aire o del aumento en los días de niebla, de todas las formas imaginables... Anteriormente, el Periódico Diario de Backlund incluso hizo estadísticas y encontró que pasó de unos 60 días al año hace treinta años a los 75 días actuales... Por esto, mucha gente visionaria estableció organizaciones como la Asociación para la Reducción del Hollín, Asociación para la Reducción del Humo... Al parecer, hubo un proyecto de ley en septiembre que señalaba la necesidad de establecer el Consejo Nacional de Contaminación Atmosférica... Klein bajó su enorme maleta y se apretó la nariz para respirar mejor ante la repentina incomodidad.

Luego, siguiendo su cadena dorada, sacó de su chaleco un reloj de bolsillo dorado. Lo abrió y miró la hora.

Cuando realmente se despidió de sus hermanos, había visitado especialmente una tienda departamental y gastado 4 libras y 10 solis para comprar un reloj de bolsillo dorado, que combinó con una cadena dorada de 1 libra y 5 solis.

No saber constantemente la hora exacta le provocaba una sensación de horror.

Klein había planeado comprar un reloj plateado, pues sentía que combinaba más con su temperamento. Pero tras considerar la verdadera esencia de un Payaso, finalmente eligió un reloj más ostentoso y exagerado.

6:39... No es mucho más tarde... Klein guardó su reloj y sostuvo su bastón y maleta mientras caminaba lentamente con la multitud para salir de la estación de la locomotora de vapor.

De repente, dio un giro brusco, haciendo que una persona que lo seguía a escondidas extendiera su mano vacía al meterla en su bolsillo.

Klein no se inmutó por este episodio, siguió el camino pavimentado de cemento y se mezcló entre la multitud, llegando a una intersección frente a él.

Había un césped y jardín rodeando una columna parecida a una chimenea.

No, es muy probable que sea una chimenea... Klein vio humo espeso saliendo del extremo superior de la columna.

Una porción del humo flotaba hacia el cielo, mientras otra se condensaba en diminutas gotitas líquidas que se esparcían por todas partes.

Klein hizo otra pausa y dejó su equipaje. Abrió con la otra mano el periódico y mapa que había estado cargando.

Ya en la locomotora de vapor había planeado a dónde iría después y qué haría.

Las experiencias que había tenido, y la experiencia mental de disfrazarse de payaso en la mañana, finalmente hicieron que Klein entendiera la verdadera esencia de un Payaso: "Aunque se es capaz de saber un poco sobre el destino, uno sigue siendo indefenso ante él; por tanto, bien se puede usar una cara sonriente para esconder todo el dolor, tristeza, confusión y depresión".

En ese momento, sintió claramente cómo la poción de Payaso se "digería", y creyó que si continuaba "actuando" así, no pasaría mucho tiempo antes de poder intentar otro avance.

Pero ahí estaba el problema: no conocía el nombre correspondiente a la poción de la Secuencia 7, y mucho menos su fórmula exacta.

¿Cómo debería obtener la fórmula? La Orden Secreta rara vez aparece. Solo parecen estar interesados en los objetos de la familia Antigonus... Esta es también la razón por la que otros saben tan poco sobre ellos. Sí... debo considerar dos aspectos. Uno, necesito entrar en contacto con los círculos de Beyonders locales para ver si encuentro pistas. Dos, debería tender una trampa y usar el tesoro de la familia Antigonus como cebo para atraer a la Orden Secreta. Después de todo, poseo conocimiento de la extraña pupila vertical formada por los numerosos símbolos misteriosos.

Pero eso es demasiado arriesgado. Debo tener cuidado pues el cebo no puede ser ni demasiado bueno ni demasiado malo. No despertará su interés si es muy malo, y si es demasiado bueno podría terminar atrayendo a un tiburón, un tiburón que puede tragarme entero... El líder de la Orden Secreta, Zaratul, es una figura que guió al Emperador Roselle. Quizás obtuvo el mayor botín durante aquel banquete revolucionario... Claro que podría ya no estar vivo, pues eso ocurrió hace doscientos años...

En medio de sus pensamientos, Klein sintió el frío de Backlund y no pudo evitar temblar. Decidió encontrar residencia lo antes posible.

Pasó las páginas del periódico y volvió a revisar la sección de rentas, donde tenía circulado un anuncio.

Calle Minsk 15, Distrito Cherwood... casa adosada... Renta semanal de 18 solis...

Klein había pensado muy bien en qué zona quedarse. Aunque Backlund tenía una población de más de cinco millones, aún debía cuidarse de toparse con los Halcones Nocturnos locales. Ya fuera el recién transferido Daly, Lorotta, Aiur Harson y Borgia, a quienes había conocido antes, definitivamente podrían reconocerlo.

Por tanto, Klein eliminó el Distrito Norte donde estaban la sede de la Diócesis de Backlund de la Iglesia de la Diosa de la Noche Eterna y la Catedral de San Samuel. También descartó áreas con la mejor seguridad y el extremadamente vigilado Barrio Emperatriz y el Distrito Oeste. Estos dos pertenecían a los nobles y magnates más ricos, con más nobles viviendo cerca del Barrio Emperatriz.

Tras eliminar las zonas obreras, el puerto, el Distrito Este y el Puente Backlund, adonde iban los más pobres, a Klein le quedaban pocas opciones. La primera era Hillston Backlund, donde estaban la Bolsa de Valores de Backlund, la Cámara de Compensación, el Centro de Futuros, las sedes de los siete principales bancos, diversos Fondos Fiduciarios, compañías ferroviarias y navieras. Se le conocía como el centro financiero, comercial y económico del Reino Loen. La segunda opción era el Barrio Cherwood, con muchas pequeñas empresas y edificios residenciales.

Ambos tenían mucha gente, y la seguridad era relativamente buena para esconderse. Tras seria consideración, Klein eligió el más barato, Barrio Cherwood.

La razón por la que no buscó organizaciones como la Compañía de Mejoramiento de Viviendas de la Capital o la Asociación de Mejoramiento de Viviendas de la Capital fue porque requerían identificación, algo que no tenía en ese momento.

Si no logro encontrar dónde rentar hoy, buscaré un motel que no pida identificación para pasar la noche... Klein juntó sus cosas, tomó su maleta y según el mapa caminó hacia lo que parecía la entrada a una tienda departamental.

Era la entrada al Metro de Backlund.

Sí, ¡un metro!

La primera vez que Klein vio la palabra "metro" en los periódicos y revistas, casi saltó del susto. Nunca esperó que ese medio de transporte fuera una realidad en esa era sin electricidad.

Había nacido hace veinticinco años. Primero conectó ambas orillas del Río Tussock y ahora se había expandido a los distritos claves. Por supuesto no había muchas estaciones.

Por la puerta principal, Klein siguió a la gente frente a él y caminó hacia las taquillas.

Tras hacer fila unos minutos finalmente vio a una cajera con hermoso cabello dorado.

La mujer no levantó la mirada, solo señaló el tablero de madera junto a la ventanilla con los precios.

Horas pico (7am-9am, 6pm-8pm): cada 10 minutos.

Cada 15 minutos el resto del tiempo.

Asiento de primera clase: 6 peniques

Asiento de segunda clase: 4 peniques

Asiento de tercera clase: 3 peniques.

Los viajes de ida y vuelta cuestan respectivamente: 9, 6, 5 peniques.

Pase Anual

Primera Clase: 8 libras

Segunda Clase: 5 libras y 10 solis

Tercera Clase: No hay Pase Anual

Es más barato de lo que pensaba... De hecho no hay restricción de distancia... A Melissa definitivamente le encantaría más que un carruaje de caballos. Esto es la culminación de la maquinaria... Pensó Klein, y de repente se sintió afligido.

Mostró una brillante sonrisa, sacó 4 peniques y se los dio a la cajera.

"Asiento de segunda clase".

¡Paf! La cajera arrancó un boleto, lo selló y se lo dio a Klein.

Tras encontrar la línea hacia el Barrio Cherwood y pasar por los no muy estrictos controles de seguridad, Klein bajó por las escaleras y rápidamente llegó al andén. Siguió las etiquetas en el piso y encontró el lugar correspondiente a los asientos de segunda clase.

¡Chu-chu!

No esperó mucho antes de oír el traqueteo del tren y el atronador silbato a vapor. Vio una enorme locomotora a vapor.

Su gran y sinuoso cuerpo, junto con su lustroso color negro metálico y compleja maquinaria, se mezclaban para formar una belleza única.

El metro de Backlund aún usaba locomotoras a vapor. El humo que expulsaban estaba especialmente diseñado para entrar por una tubería sobre él y viajar a través de una chimenea hacia el exterior.

Ese también era el verdadero uso de los jardines y césped en las calles.

Entre el chirriante sonido del metal, Klein primero esperó a que los pasajeros descendieran antes de llevar lentamente su bastón y maleta. Luego permitió que el conductor revisara su boleto.

A diferencia de los asientos de tercera clase, los de segunda tenían un asiento por persona, así que no había problema de que le quitaran el lugar. Apenas Klein se sentó, guardó su equipaje y se apoyó en su bastón, de repente oyó pasos apresurados.

Subconscientemente miró hacia la puerta y vio a un delgado muchacho adentrarse al vagón.

El chico llevaba un abrigo demasiado formal para su edad. Usaba sombrero redondo y cargaba una desgastada mochila. Mantenía la cabeza muy baja.

"Lo siento. Me subí al vagón equivocado. Vengo de tercera clase..." Mostró su boleto y se disculpó con los pasajeros antes de dirigirse rápidamente al vagón de tercera clase.

Klein retiró la mirada y una vez más confirmó su destino mientras esperaba que se cerraran las puertas del vagón.

En ese momento, oyó pasos apresurados y caóticos. Luego vio a unos cuantos hombres con abrigos negros y sombreros de copa a medio poner irrumpir en el vagón.

¿Estarán persiguiendo a ese chico de quince años? Klein tuvo instintivamente ese pensamiento.

Movió suavemente la cabeza y siguió leyendo su periódico y mapa, como los demás pasajeros del vagón.


mode_commentComentario de Morganxc

Que lo disfruten!

Cualquier error me avisan.

Reacciones del Capítulo (9)


Comentarios del capítulo: (2)


Uju... Ignoramos los problemas :v

0

Holy shit, Here we go again

1

lotm-capitulo-215
LOTM Capítulo 215
27884
215

Señora Sammer

Traductor: Morganxc

Capítulo 215: Señora Sammer

"¿Vieron a un chico adolescente? ¡Está usando un abrigo viejo!" Uno de los hombres que irrumpieron en el vagón le preguntó ferozmente al conductor.

Klein miró al hombre de reojo. Era delgado y fibroso; su piel de un tono oscuro por la prolongada exposición al sol. Sus ojos estaban más hundidos que el ciudadano promedio del Reino Loen.

¿Un montañés? ¿O un mestizo? Asintió pensativamente.

En medio del Continente Norte, donde comenzaba la cordillera de Hornacis, había un altiplano extremadamente caluroso y seco. La mayor parte pertenecía al Reino Feynapotter, mientras el área oeste a la República Intis. El área este era del Reino Loen. Sus nativos eran delgados y bárbaros, pero valientes y hábiles en la guerra. Hace mucho, fueron uno de los mayores problemas para las tres naciones. Pero con los avances en pólvora y los cambios en la forma de hacer la guerra, estos montañeses finalmente reconocieron la realidad y se sometieron.

Muchos dejaron las tierras altas y entraron a Backlund, Trier, Ciudad Feynapotter y diversas ciudades o puertos prósperos en el Continente Norte. Algunos eran trabajadores, otros matones de las tríadas locales. Se atrevían a matar y no les temían a situaciones espinosas.

El conductor era un hombre de unos veinte años. Retrocedió asustado ante eso y señaló hacia el vagón de tercera clase.

"Lo vi... Fue para allá".

El líder, con abrigo negro y sombrero de copa, asintió imperceptiblemente. Guió a sus hombres y corrió al vagón de tercera clase, sin importarle los pasajeros alrededor.

Si yo fuera ese chico ya me habría bajado del vagón de tercera clase... Klein leyó su periódico mientras dejaba divagar sus pensamientos.

Casi un minuto después, el tren silbó y se cerraron las puertas del vagón.

¡Chucuchú! El metro a vapor comenzó a acelerar mientras avanzaba. Pero en ese momento Klein sintió algo y alzó la vista hacia la puerta que llevaba a los otros vagones de segunda clase.

El chico adolescente entró lentamente al vagón con su viejo abrigo, sombrero redondo y desgastada mochila.

Lucía adolescente, con facciones refinadas. Sus ojos rojos eran sobrios y solemnes.

...Impresionante. ¿Se bajó del vagón de tercera y dio la vuelta para volver a entrar por el de primera? ¿Temía que sus perseguidores tuvieran cómplices esperándolo en la estación del metro? Klein estaba ligeramente sorprendido. Sintió que el manejo de la situación del chico era bastante maduro y cuidadoso. Estaba mucho mejor que la mayoría de gente de veinte años.

Presionó ligeramente su molar izquierdo y activó secretamente su Visión Espiritual. Examinó al chico y vio que estaba fatigado. Sus emociones estaban tensas y desanimado. Sin embargo, aún mantenía un azul que representaba calma mental.

Impresionante... a su edad... Murmuró Klein en silencio mientras bajaba la cabeza y seguía leyendo sus papeles.

El chico no notó que lo había examinado un Beyonder, se dirigió de nuevo al vagón de tercera.

El resto del viaje ocurrió estable y tranquilamente. Veinte minutos después Klein llegó a una de las tres estaciones de tren en el Barrio Cherwood.

Tomó un carruaje alquilado por casi diez minutos antes de encontrar la calle Minsk. Según las descripciones del periódico, llegó a la Unidad 17, junto a la 15, y tocó el timbre.

¡Cucú! ¡Cucú!

Mientras resonaban sonidos dentro de la casa, sobre la puerta saltó un pájaro mecánico no muy elegante. Tenía el tamaño de una palma y estaba hecho de engranajes y otras piezas. Asentía constantemente la cabeza emitiendo el sonido de un cuco.

No es un juguete malo. Simplemente no está muy bien elaborado... Klein hizo una evaluación objetiva.

Casi veinte segundos después, la oscura puerta se abrió. Una joven doncella vestida de blanco y negro miró a Klein con cautela y preguntó:

"¿En qué puedo ayudarle?"

Klein sonrió y agitó su bastón que ahora envolvía los periódicos.

"Vengo a ver a la Señora Sammer por el alquiler de una casa. Supongo que aún no se ha rentado, ¿verdad?"

El nombre completo en el periódico era Stelyn Sammer.

"En absoluto. Por favor espere un momento". La doncella inclinó educadamente la espalda.

Se apresuró al interior y le informó a su señora. Momentos después, salió y lo invitó a pasar. Luego lo ayudó a dejar su bastón y equipaje en el recibidor, y colgó su abrigo y sombrero en el mismo lugar.

Una cálida ráfaga de aire lo inundó, dispersando el frío que Klein había traído. Examinó el área y primero vio una chimenea de diseño único. Dentro ardían pedazos de carbón rojo sin humo.

La sala de los Sammer era bastante amplia. Casi equivalía en área a toda la primera planta de los Moretti. Ciertas zonas estaban decoradas con alfombras o pinturas de hermosos paisajes.

La doncella llevó a Klein al sofá y dijo a su señora con vestido amarillo pálido: "Señora, el invitado está aquí".

La señora tenía unos treinta años. Rubia y de ojos azules, se veía bastante atractiva y había preservado bien su juventud. En su mano tenía un abanico enjoyado de plumas reales.

Como estaba en casa y la chimenea proporcionaba calidez, no llevaba nada alrededor del cuello, dejando ver su blanco busto y largo cuello brillante.

"Buenas tardes, Señora Sammer." Klein se llevó una mano al pecho e hizo una reverencia.

La Señora Sammer sonrió de manera reservada.

"Buenas tardes. Por favor, siéntese. ¿Desea café o té?"

Klein se sentó en el sofá y respondió con franqueza: "Té, por favor".

"Julianne, Té Negro Marqués", indicó la Señora Sammer. Luego dirigió la mirada a Klein y preguntó: "¿Cómo debo dirigirme a usted?"

"Sherlock Moriarty. Puedes llamarme Sherlock". Klein ya tenía pensado ese nombre falso.

En ese momento captó un aroma desde la cocina y vio tuberías complicadas.

"Jeje, esos son diseños de mi esposo. Aunque su trabajo real es gerente de la Compañía Coim, es un entusiasta de la maquinaria. También es miembro de la Asociación para la Reducción del Hollín del Reino", explicó sonriendo la Señora Sammer al notar la mirada de Klein.

Señora, no necesita entrar en tantos detalles. No vine a tener una cita a ciegas con su esposo... Klein se burló internamente mientras decía sin que su sonrisa decayera: "Señora Sammer, deseo rentar la Unidad 15".

La Señora Sammer enderezó la espalda y se sentó elegantemente. Dijo sonriendo:

"Debo recordarle ciertas cosas. La Unidad 15 no tiene esas tuberías, sillas reclinables, mesas de juego, gabinetes de cocina de caoba, fina porcelana, cubiertos de plata, juegos de té chapados en oro o alfombras removibles..."

Fue señalando las cosas en su casa mientras las enumeraba una a una. Luego agregó:

"Originalmente le pertenecía a mi hermana mayor y cuñado, pero debido a problemas en el negocio, mi cuñado no tuvo más opción que mudarse al Continente Sur. Tienen una plantación en Balam. Sin embargo, no estoy de acuerdo con su decisión. Es muy injusto para mis sobrina y sobrino. Allá no hay buenas escuelas de gramática, ni siquiera un buen tutor en casa".

Señora, eso no es algo que me gustaría saber... Klein asintió sinceramente y dijo: "Aparte del clima, ningún lugar en el Continente Sur puede compararse con Backlund".

Su acuerdo satisfizo enormemente a la Señora Sammer, cuyos ojos brillaron levemente.

"Esta casa aún tiene contrato de arrendamiento por tres años. Desearía que pagara un año de renta de una vez. 18 solis a la semana. El uso de los muebles costará 1 soli. Puedo cobrar un depósito de 50 libras".

Klein meneó la cabeza y sonrió.

"Señora Sammer, usted debe poder deducir que acabo de llegar a Backlund. No sé qué pueda pasarme con el tiempo. Pagar 50 libras de depósito disminuiría mi capacidad de resistir cualquier riesgo. Mi límite es medio año. 25 libras".

Aún planeaba rentar otro apartamento de un dormitorio en el Distrito Este de Backlund. Lo usaría para cambiarse de ropa, disfrazarse y evitar cualquier seguimiento. Era necesario para lo que planeaba hacer.

Stelyn asintió ligeramente y preguntó: "¿Estudió en una escuela de gramática?"

Klein se rio y dijo: "Sí, luego estudié historia por mi cuenta".

"¿Tiene alguna identificación?", preguntó Stelyn casualmente.

"Lo siento. Tuve prisa al salir de casa y olvidé traerla conmigo. Jeje, olvidé presentarme. Soy de Midseashire", dijo Klein deliberadamente con el acento que solía usar su compañero Welch.

Cuando dijo “olvidé”, le recordó al Capitán Dunn Smith. La sonrisa en su rostro se volvió aún más brillante.

En ese momento, la doncella Julianne trajo una taza de té negro. La taza era blanca con clásicos patrones florales. Algunas zonas estaban chapadas en oro.

Klein dio un sorbo y encontró el aroma distante. La mezcla de acidez y dulzura era perfecta, y claramente era mucho mejor que el té negro Sibe que solía beber.

"Té Negro Marqués muy auténtico", elogió con una descripción impecable.

La señora Stelyn Sammer frunció los labios y dijo: "Entonces, hagamos medio año de renta. 25 libras".

Klein le agradeció y conversó con ella algunos minutos hasta que otra doncella encontró un contrato de servicios en el estudio.

Luego de que ambas partes firmaron, Klein contó 25 libras sintiendo el golpe y se las entregó a la Señora Sammer.

Stelyn las contó en silencio antes de sonreír.

"Señor Moriarty, supongo que estará buscando trabajo en Backlund, ¿no?"

"Sí", respondió Klein, sintiéndose un poco perdido.

Las comisuras de la boca de Stelyn se curvaron hacia arriba.

"Puedo darle algunas sugerencias. Con un salario semanal menor a 3 libras, le sería difícil vivir en el Barrio Cherwood. Sumando la renta, gastos de comida, agua, gas y carbón, transporte y todo lo demás, le costará al menos 2 libras y 5 solis. Créame, esto es Backlund. Aún debe considerar ropa nueva, buenos cubiertos y juegos de té..."

"Un salario semanal de 3 libras es el mínimo. Si su salario semanal llega a 5 libras, puede contratar una doncella. Con 6 libras puede considerar un chef. Con 7 libras puede agregar un sirviente. Con 8 libras puede contratar otra doncella..."

Señora Sammer, creo que está alardeando de su riqueza... Alguna vez gané más de 10 libras a la semana... Klein mantuvo su sonrisa mientras escuchaba con atención.

En ese momento, la puerta se abrió de repente. Entró un hombre corpulento, vestido con traje negro de doble botonadura y guantes de cuero del mismo color. Sobre su labio tenía bigotes elegantes.

"Luke, él es el señor Moriarty. Será nuestro vecino", la Señora Stelyn Sammer se acercó y lo presentó.

Obviamente el amo de casa, Luke se quitó el abrigo y se lo entregó al sirviente junto a él. Sonrió cortésmente y dijo:

"Señor Moriarty, ¿le gustaría acompañarnos a cenar?"

Este es el gerente de alguna Compañía Coim, miembro de la Asociación para la Reducción del Hollín del Reino Loen... Klein dijo sonriendo: "Lo siento mucho, Señor Sammer. Ya comí en la locomotora de vapor; aunque ese sabor sí que deja una profunda impresión".

Tras intercambiar algunas cortesías, Klein fue guiado por Julianne para salir de la casa e ir a la vecina Unidad 15.

El diseño era muy similar a la casa de al lado. La primera planta tenía una enorme sala, un comedor bien iluminado, dos cuartos de huéspedes, un baño, un sótano, y una cocina que se extendía hasta atrás. En el segundo piso había cuatro dormitorios, una sala de recreación, un solario, un estudio, dos alcobas y un enorme balcón.

"La Señora Sammer desea decirle que puede rentar parte de la casa, pero no a trabajadores ni tener este lugar muy congestionado o ruidoso. Oh... en un momento le traeré sábanas, cobijas y fundas limpias", dijo Julianne antes de retirarse a casa de los Sammer.

Luego de desempacar, Klein finalmente se instaló en Backlund.

Sentado en una sala vacía, de pronto se sintió solo. Así que se obligó a pensar en sus planes futuros.

Quisiera o no, la venganza y el avance no podían lograrse en un abrir y cerrar de ojos. Por tanto, debía obtener un trabajo lucrativo para evitar problemas financieros.

Sin embargo, el trabajo no podía restringirlo ni afectar sus movimientos y planes. En otras palabras, necesitaba suficiente libertad.

Tras meditarlo y eliminar trabajos inadecuados, a Klein le quedaban tres opciones.

Podía volverse autor convirtiéndose en plagiante. No obstante, su identidad era delicada, así que mientras más famoso fuera, más problemas significaría. No tuvo más remedio que renunciar a esa idea.

La segunda opción era ser reportero de noticias. Era considerado un trabajo bastante decente para la época. Sin embargo, las solicitudes de empleo requerían sus certificados educativos y otros documentos. Klein estaba indefenso en ese aspecto.

Finalmente, eligió el tercer trabajo.

¡Detective privado!

Esa también era la razón por la cual había adoptado un nombre falso.


mode_commentComentario de Morganxc

Que lo disfruten!

Cualquier error me avisan.

Reacciones del Capítulo (14)


Comentarios del capítulo: (2)


Sherlock Moriarty xd

9

Sigue siendo el señor de los misterios

1