⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Punto de vista de Cynthia.
—Eso dolió... ¿Tienes algo contra mi pie ahora, Harold?—
—Tengo algo en contra de que digas cosas innecesarias.—
El intercambio de Harold y Cody disolvió toda la tensión acumulada.
Aunque había una gran diferencia de edad entre ellos, parecían dos viejos amigos a los ojos de Cynthia. Esto no le sorprendió. Cody había venido muchas veces a visitarla después de que su marido se quedara postrado en la cama, así que ella conocía su personalidad brillante y directa. Sentía que él sería capaz de hacerse amigo de casi todo el mundo.
Por otro lado, Harold era tan poco amistoso como Cody había dicho. Con su forma de hablar dura y excesivamente franca, era fácil adivinar que era de los que hacen muchos enemigos.
Pero aunque sus palabras eran afiladas como cuchillos, por alguna razón habían golpeado y conmovido el corazón de Cynthia mucho más que cualquier estímulo que recibiera en el pasado.
En el fondo, tal vez se había rendido. Su marido había estado enfermo durante cinco años, no había esperanzas claras de recuperación para él y los ingresos de Cynthia estaban disminuyendo, lo que hacía imposible que un médico viera a Finnegan. En algún lugar de su corazón, sin darse cuenta, puede que pensara que ya no tenía la fuerza necesaria para afrontar esta crisis y que la situación no se podía evitar.
Pero parecía que este joven, a pesar de su edad, había visto directamente su renuncia.
Porque entendía lo que ella había estado pensando, la hizo elegir. ¿Iba a perder y escapar de la dolorosa y fría realidad o iba a luchar contra ella por su propia voluntad?
Le dio esas opciones por su propio bien.
Para que fuera más fuerte como esposa y como madre.
«Sus palabras... eran egocéntricas y duras... pero eran amables.»
Considerando las circunstancias, no había necesidad de que un noble como Harold le diera opciones a Cynthia o incluso la reconociera. Si tenía algo que ganar con la curación de Finnegan, entonces no tenía que discutir nada con ella. Tanto si tenía éxito como si no, un plebeyo como Cynthia no tenía derecho a quejarse.
Harold le dijo que su única opción era elegir, pero dada su posición, incluso esa opción era más un favor que un derecho. Podría haber empezado el tratamiento en Finnegan de inmediato, como pretendía en un principio.
Sin embargo, no le gustaba la idea de obedecer sumisamente a los poderosos. A pesar de que él mismo era poderoso.
Viendo que Cynthia se enfrentaba a una situación en la que no podía hacer nada, él le había tendido la mano.
Pero una vez que ella tomó esa mano y se puso de pie, él quería que ella comenzara a caminar hacia adelante por su propio poder.
Eso fue lo que las palabras y acciones de Harold mostraron desde la perspectiva de Cynthia.
Ella se había conmovido como nunca antes. Había sido duro en su acercamiento, pero este noble había hecho todo lo posible para alentar a una plebeya como ella. Sería extraño que ella no se sintiera así.
Al final, se dio cuenta de una cosa. Este joven llamado Harold Stokes era un noble en el verdadero sentido de la palabra.
—Bueno, supongo que está bien. De todas formas, deberíamos darnos prisa y empezar. —
—¿Ahora mismo?—
—Sé que es repentino pero Harold está muy ocupado. —
—Y aún así me arrastraste hasta aquí.— Se quejó Harold, antes de levantarse de su asiento.
Mientras Cynthia lo seguía con los ojos, Harold la miró directamente antes de hacerle una pregunta.
—Déjame confirmarlo por última vez. La cura que estoy a punto de usar no está garantizada que tenga éxito. Puede hacer que se recupere, pero también puede ser completamente ineficaz, y no puedo excluir la posibilidad de que añada complicaciones inesperadas a su condición. Sabiendo eso, ¿todavía quieres que lo haga?—
—... Sí. Dejaré a mi marido a su cuidado.—
—... Ya veo.—
Harold empezó a caminar inmediatamente, como si dijera que no había necesidad de decir nada más.
Probablemente ya había comprobado dónde se alojaba Finnegan, viendo que se dirigía directamente hacia allí.
Mirando dentro de la habitación después de encender las velas, Finnegan parecía estar dormido, con los ojos bien cerrados.
Harold se puso delante de él y puso su mano en el mango de su espada.
—... ¿Qué estás haciendo?—
Sin embargo, antes de que Harold pudiera sacar su espada, Cody le agarró la mano y lo detuvo.
—Esa es mi línea. No puedo dejarte ir tan lejos, ¿de acuerdo?—
Los dos hombres se miraron en silencio. Cynthia no entendía lo que estaba pasando, pero se imaginó que había algunas circunstancias que no conocía.
Después de unos segundos, Cody fue el primero en hablar.
—Conociéndote, probablemente has estado pensando todo este tiempo que tienes que encargarte de esto por tu cuenta. ¿Me equivoco?—
—...—
—Pero no puedo dejarte hacer esta parte. Soy el que te pidió que vinieras, así que déjame asumir la responsabilidad. —
—... Como quieras.—
Harold cedió. Le pasó su espada aún envainada a Cody.
Cody la recibió y sacó la espada.
—Disculpe... ¿Qué piensa hacer con eso?—
—Es un poco difícil de explicar, pero la espada de Harold tiene un poder especial. Podríamos ser capaces de curar a Finnegan con ella.—
¿Un poder especial? ¿Iban a usar una espada como cura?
«No va a cortarlo con ella, ¿verdad? De ninguna manera.» Cynthia no podía imaginar cómo se usaría una espada para curar a alguien. Sin prestarle atención, Cody abrió y cerró los ojos dos veces, luego tres, mientras respiraba profundamente.
Entonces, el cristal de la espada comenzó a brillar. Al principio, sólo mostraba una luz tenue, pero rápidamente se volvió más y más brillante.
Cynthia observó en silencio el proceso, hasta que Cody comenzó a gemir de dolor.
—¡Ugh...!—
Tenía problemas para respirar y había gotas de sudor en su frente. La luz del cristal parpadeó repetidamente y se debilitó gradualmente. En poco tiempo, desapareció.
Todo esto tomó sólo unos minutos, pero para cuando la luz se apagó, Cody había caído de rodillas, con la espada aún en la mano.
—Ahh... Esto es agotador...—
—¿Estás bien?—
—Sí, estoy bien. —
—¿Qué pasó allí? No parecías estar bien en absoluto. —
—No, no, hay...—
«nada de qué preocuparse» era lo que Cody quería decir cuando se puso de pie. Sin embargo, eso no ocurrió, porque cuando intentó ponerse de pie, la espada se le cayó de la mano.
El sonido metálico de la hoja de acero golpeando contra el suelo resonó dentro de la habitación.
—Ríndete. Es imposible para ti.—
—... Podrías haberlo aclarado antes, hombre. No pensé que fuera tan intenso.—
Cody habló con una sonrisa autodespreciativa. Supongo que por el intercambio que tuvo con Harold antes, probablemente se sintió deprimido porque este era su papel y no lo pudo mantener.
Sin embargo, todavía alcanzó su mano a la espada por segunda vez, pero Harold la cogió antes que él.
Una vez que la recogió, Harold miró la espada fijamente, aparentemente perdido en sus pensamientos. Esto duró un poco.
—Oh, así que eso es lo que pasó.—
Después de murmurar así, Harold se volvió hacia Cody y sin piedad le explicó lo que pasaba.
—No puedes manejar esta espada.—
—No me dirás que elige a su dueño, ¿verdad?—
—Cualquiera puede blandirla, como cualquier otra espada. Sin embargo, no tienes suficiente maná para usar sus funciones.—
—Si tu maná es la referencia a seguir aquí, entonces eres más o menos el único que puede usarlo, Harold...—
Con aspecto abatido, Cody se sentó de nuevo en su silla. Parecía completamente agotado.
Cynthia sabía que Cody era una de las personas más poderosas de la orden de los caballeros santos.
Si alguien como él estaba agotado sólo por tratar de usar la espada, eso significaba que probablemente ponía una carga considerable en su portador.
Entonces, ¿cómo es que Harold podía sostenerla tan despreocupadamente? ¿Qué decía esto de él?
—Así son las cosas. Así que qué tal si te callas mientras te muestro cómo se hace. —
—Está bien, lo entiendo, lo entiendo. Jaaaa... Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que sentí tanta lástima por mí mismo.—
—Es sorprendente. Y yo que pensaba que tu vida entera era lamentable. —
—Lástima que tengo la piel tan gruesa que no me importa. Ya me conoces, no tengo ni idea de lo que es la vergüenza.—
Aunque Cody estaba bromeando, su cara mostraba que realmente estaba amargado.
Cynthia se alegró de ver que se sentía tan sinceramente implicado en ayudar a Finnegan. Aunque él no había podido empuñar la espada, ella estaba feliz de saber que todavía había alguien que no se había rendido con su marido.
Aún así, él no había mostrado nada más que entusiasmo hasta ahora, así que Cynthia no pudo evitar pensar que tal vez había alguna otra razón por la que se sentía deprimido de repente. Ella no sospechaba de él, pero estaba preocupada por su anterior uso de la palabra «responsabilidad».
Empezó a preguntarse si su intento de ayudar a Finnegan era de alguna manera arriesgado para ellos.
—Entonces usa esa piel gruesa tuya para volver a tu habitual despreocupación. No puede ser peor que el despertar y ver tu cara amarga después de cinco años de sueño.—
—Está bien, estaré tan seguro de mí mismo como siempre.—
—Lo mismo va para ti, Cynthia. ¿Se supone que esa es la cara de una esposa que espera el regreso de su marido? No tengo necesidad de que creas en mí, pero al menos podrías creer en Finnegan.—
Las palabras de Harold sacudieron la amargura de Cody y la inseguridad de Cynthia como si nunca hubieran existido.
«Vaya, no importa lo duro que se muestre, es muy amable.»
Sus palabras y su confiable espalda fueron suficientes para dar a cualquiera el coraje para enfrentar la adversidad. Mientras pensaba eso, Cynthia sonrió espontáneamente.
—... Yo sí creo en Finnegan. Y también creo en usted, Sir Harold.—
Tal vez porque estaba satisfecho, Harold se volvió hacia la cama de Finnegan sin añadir una palabra más.
Una vez que preparó la espada, el cristal comenzó a brillar como antes. Sin embargo, la luz era claramente más fuerte que cuando Cody lo hizo. Esto probablemente mostró la diferencia en el poder mágico entre ellos.
La atmósfera de la habitación se volvió agitada. Aunque Cynthia no podía usar la magia, incluso ella podía sentir algún tipo de energía reuniéndose alrededor de la luz de la espada.
Una vez que Harold pareció haber reunido suficiente magia, sostuvo la espada con ambas manos y empujó su mango hacia el abdomen de Finnegan. A partir de ahí, hubo un cambio inmediato.
—... ¡Ah... ah!—
Finnegan abrió los ojos, los mismos ojos huecos que había tenido desde que se acostó en la cama, y soltó una pequeña voz.
Finnegan y Harold estaban actualmente envueltos por una deslumbrante luz verde pálida. La escena parecía la pintura de un dios que hacía un milagro. No, para Cynthia, esto era realmente un milagro.
Una bendición que vino a despertar a su marido de su largo sueño después de que ella pasara los últimos cinco años tratando de curarlo sin éxito.
Eso era lo que ella estaba presenciando.
—Date prisa y vuelve ya. —
Cuando Harold murmuró repentinamente así, la luz del cristal se hizo instantáneamente más fuerte antes de estallar y desaparecer por completo.
Después, hubo silencio. Las velas de la habitación ya no estaban encendidas. La débil luz de la luna que entraba por la ventana era la única luz que permitía a Cynthia ver a Finnegan en la oscuridad.
Esperando a ver si se despertaba o no, Cynthia no pudo evitar estar ansiosa. Su corazón latía tan rápido que parecía que resonaba por toda la tranquila habitación.
El silencio duró varios segundos.
Y entonces sucedió.
—Uh... ¿Qu-.? ¿Dónde estoy...?—
Finnegan estaba hablando. Su voz era ronca y débil, pero en realidad estaba hablando.
Todo parecía borroso a través de las lágrimas que se acumulaban en los ojos de Cynthia. Tenía un nudo en la garganta y estaba a punto de llorar, pero hacía todo lo posible por contenerse y encontrar la fuerza para saludar a su marido a través del torrente de emociones que surgían en su corazón.
—Querido...—
—...¿Cyn... thia? ¿Por qué... estás llorando…? —
—¡Querido...!—
Cynthia ya no podía decir una palabra.
Aunque Finnegan estaba despierto, no parecía que pudiera levantar su cuerpo todavía, pero ella todavía se aferraba a su pecho y lloraba abiertamente al sentir sus latidos y el calor de su cuerpo.
Finnegan estaba seguramente confundido, sin embargo, no había manera de que Cynthia le explicara nada dado su estado actual. Todo lo que podía hacer era gritar su nombre y sollozar con su cara enterrada en su pecho. Con todo el tiempo que había pasado en la cama, probablemente estaba tan débil que sólo levantar los brazos sería doloroso. Aún así, Finnegan movió silenciosamente su ahora flaca mano derecha para acariciar amorosamente la cabeza y la mejilla de Cynthia.
Ambos se sumergieron en este momento compartido, hasta el punto de no sentir el paso del tiempo. Pero después de Dios sabe cuánto tiempo, el sonido de un golpe vino a interrumpirlos.
«¡Ah!» Cynthia levantó su cara para mirar hacia la puerta, cuando escuchó una voz que venía del otro lado.
—Hola chicos. Siento interrumpir esta reunión emocional, pero por ahora, debería explicarle la situación a Finnegan, si está bien. —
—¡Mis disculpas!—
Cynthia abrió la puerta rápidamente.
Mirando a la ventana de la habitación, algunos indicios de luz empezaron a llegar desde el exterior. Ya era casi el amanecer.
Después de entrar en la habitación, Cody se acercó directamente a la cama de Finnegan.
—Hola, Finnegan. ¿Cómo estás?—
—¿Co... dy...? Pareces... mayor que... la última vez que te vi, pero...—
—Eso sería porque has estado durmiendo durante los últimos cinco años. Supongo que ahora parezco un poco dandi.—
—... ¿Qué?—
—También quiero explicarte esa parte ahora mismo, pero primero, háblame de tu cuerpo. ¿Sientes algo anormal?—
—Bueno... apenas puedo... hablar... y... todo mi cuerpo se siente... como si estuviera hecho de plomo... pero... si he estado durmiendo... durante todos estos años, entonces... puedo ver el porqué...—
—Si tienes dolor, podemos hablar de esto otro día si quieres.—
—No, está bien... dime. ¿Qué me ha pasado... a mí...? —
—Bien, entonces lo contaré en el orden en que ocurrió.—
Dicho esto, Cody comenzó a explicar.
Habló de una batalla de hace cinco años, en el bosque Bertis, que involucró tanto a la orden de caballeros como a la tribu Estelar.
Explicó que Finnegan fue seleccionado como uno de los jurados en el juicio de un nuevo recluta sospechoso de actuar como espía en esa batalla.
Luego, Cody habló de cómo, cuando le preguntó a Finnegan sobre el juicio, de repente se volvió loco y empezó a hacerse daño. No se había lastimado demasiado, pero después de ser sometido, había perdido el conocimiento y siguió durmiendo durante los siguientes cinco años.
—... Entonces, hace un rato, finalmente despertó. Y ahí es donde estamos.—
—Ya veo... Cynthia... Lo siento por... todo lo que has pasado...—
—Está bien, ya estás despierto, querido, así que todo está bien...—
—Y Cody... ¿tú eres el que... me salvó?—
—Ojalá lo fuera, eso hubiera sido muy bueno de mi parte. Pero el que te salvó es Harold Stokes. ¿Lo recuerdas? —
—... Ah, sí. El que está en el corredor de la muerte... lo recuerdo... Así que él es... el que... me salvó.—
—¿Q-qué quieres decir?—
—Es una larga historia, pero básicamente Harold cayó en una trampa en la batalla que mencioné antes.—
Según Cody, Harold fue incriminado y sospechoso de ser un espía, y alguien presionó al tribunal para que lo hiciera para que recibiera la pena de muerte por ello.
Pero en realidad, lejos de ser un espía, Harold había expuesto los planes del imperio Sariano y había puesto su vida en juego para evitar el inicio de un conflicto entre la orden de caballeros y la tribu Estelar.
Aún así, fue sentenciado a muerte, pero eso resultó ser sólo un pretexto para usarlo y explotarlo. Como consecuencia, la vida de Harold seguía en riesgo ahora, después de todo este tiempo.
—Finnegan, corrígeme si me equivoco, pero ¿alguien amenazó a tu familia para que aceptaras darle a Harold la pena de muerte?—
—Eso es... correcto... Si no lo hiciera... mi familia... estaría... en peligro...—
—¡Pero eso es...! ¿Es el señor Harold consciente de...?—
—Sí, él lo sabe. Pero no le guarda ningún rencor a Finnegan. —
—... Harold... ¿está aquí...? Si es así... me gustaría disculparme... y agradecerle...—
—Bueno... En realidad, tenía una emergencia que atender, así que se fue de la ciudad inmediatamente después de curarte. Me quedé para explicarte todo y comprobar su estado. —
Cynthia se sorprendió, no pudo agradecerle nada a Harold.
Él le había dado bondad, coraje, felicidad con el hombre que amaba, y una mente que ahora aspiraba a ser más fuerte.
Y aún así, se levantó y se fue justo después. Y basado en lo que Cody había dicho, no había garantía de que ella lo volviera a ver en esta vida. En otras palabras, él había hecho todo esto sabiendo que posiblemente se iría para siempre después y nunca recibiría un agradecimiento.
—Pero tenía un mensaje para ustedes dos. «A partir de ahora, son libres de vivir como quieran.» Eso es todo lo que dijo. Lo sé, podría haber dicho algo un poco más considerado.—
—... No, no hay nada malo con estas palabras, son más que suficientes.—
—¿Es así? Bueno, eso es genial entonces.—
El sol salió y la ventana de la habitación dejó entrar completamente su luz blanca. Era excesivamente deslumbrante, pero para Cynthia, se parecía a la luz que irradiaba Harold. Al ver el sol de la mañana, ella miró espontáneamente al suelo. Aunque pensó que había dejado de llorar, descubrió que había nuevas líneas de lágrimas corriendo por sus mejillas.
Sabía que sus palabras no le llegarían, pero no podía evitar decirlo. —Gracias, por todo.—
—Mami, ¿por qué estás llorando? ¿Estás herida? —
—Mihai...—
Viendo a Cynthia llorar y frotarse los ojos, Mihai trató de consolarla con un abrazo. Aparentemente se había despertado temprano.
—No te preocupes Mihai, mamá está bien. Ve a saludar a tu padre, ¿vale?—
—Sí, mamá... Buenos días, papá.—
—...¿Mihai? Oh, estás... crecido...—
—¡Ah! ¡papá! ¡estás despierto!—
Mihai saltó a los brazos de Finnegan, que se había levantado con la ayuda de Cody.
Cuando Cynthia lo pensó, Mihai nació justo después de que Finnegan se enfermara. Así que esta fue la primera vez que padre e hijo interactuaron entre sí.
Mihai hablaba con su padre con una sonrisa inocente, y Finnegan le escuchaba atentamente mientras sonreía y lloraba al mismo tiempo. Esto fue todo. Esta era la visión de felicidad que Cynthia había estado esperando todos estos años.
Mientras pensaba en eso, Cynthia notó que Cody parecía estar pensando en algo.
—Cody, ¿hay algún problema?—
—No te preocupes, no es gran cosa. Me preguntaba, ¿cuántos hijos tienes?—
Cynthia no entendía por qué Cody estaba preguntando eso. Ciertamente había pasado un poco de tiempo desde la última vez que vino aquí, pero en los últimos cinco años, había venido a visitarnos muchas veces. ¿Por qué preguntaba sobre la composición de la familia después de todo este tiempo?
Mientras se preguntaba qué pasaba con la extraña pregunta, Cynthia respondió como si fuera obvio.
—¿De qué estás hablando de repente? Mihai es nuestro único hijo, Cody. —
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