Noche de amor
"Uf......he terminado".
Euphemia mostraba con orgullo una sonrisa de satisfacción mientras admiraba el par de calcetines de color blanco que acababa de tejer para los pies de un bebé.
Después, se acarició con ternura el vientre, emocionada por la llegada de su bebé.
Ya que la joven madre no sabía el sexo de su bebé, escogió un color neutro que le serviría tanto para uno como para otro.
"Se está tardando un poco".
Aunque su esposo le había informado de que debía ocuparse de un asunto importante, eran casi las 8 de la noche. .....
Así que ella no pudo evitar preguntarse cuándo estaría de vuelta.
"Ah......"
Las puertas de la mansión se abrieron.
Y un carruaje que portaba el escudo de Brutein entró en la propiedad.
Ya que solo habían 2 personas que podían viajar en un carruaje así, Euphemia agarró una bata sencilla para cubrir su camisón blanco y fue a dar la bienvenida a su esposo.
*TAP-TAP.*
El primer piso de la mansión.
A decir verdad, Euphemia podía haber esperado a su esposo adentro, pero ella abrió las puertas principales y se adentró en el estacionamiento con el paraguas abierto.
Ya que él le había jurado que sería un buen esposo.
Entonces......Ella también se esforzaría por ser una buena esposa para él.
*Crujido.*
Las puertas del carruaje se abrieron.
Cuando se dio cuenta de eso, Euphemia aceleró el paso para alcanzar a su esposo y protegerlo de la lluvia con su paraguas.
"Bienvenido...…de vuelta......"
"Estoy de vuelta."
A pesar de que su tono era tranquilo, Ferzen estaba un poco sorprendido por esta situación.
No es que estuviera sorprendido por el comportamiento de su esposa, sino porque el olor de Yuriel estaba profundamente arraigado en su ropa, y Ferzen no tenía ninguna intención de permitir que Euphemia lo percibiera.
"¿Te vas a quedar ahí de pie?"
Euphemia refunfuñó, todavía sosteniendo el paraguas para igualar la altura de Ferzen.
Esta escena hizo que Ferzen pensase en una manera de salir airoso de esta situación.
Pero él no podía usar un paraguas diferente para sí mismo sin ofender a Euphemia......
"Ven conmigo."
Cogiendo el paraguas de los cansados brazos de ella, Ferzen le puso la mano en la cintura y la sujetó sobre ella, guiándola hacia el jardín de flores.
"¿Vamos a ir por la parte de atrás?"
"Sí."
Él sabía que el jardín tendría un fuerte olor a tierra, mezclado con la fragancia de las flores, lo que ayudaría a camuflar el olor de Yuriel que había en él.
Euphemia, por el contrario, no estaba consciente de sus intenciones y simplemente pensó que él quería caminar con ella.
Ah......
Sin embargo, los pensamientos de Euphemia se vieron interrumpidos cuando notó que los hombros de Ferzen se mojaban por la lluvia.
¿El paraguas es demasiado pequeño para los dos?
De repente, la joven madre sintió una punzada de pesar por no haberse dado cuenta antes.
De modo que se inclinó un poco más hacia él, rozando con su cuerpo la mano que sujetaba el paraguas.
'......'
Pero entonces fue cuando percibió un aroma dulce que salía de su ropa.
Un aroma de mujer.
Porque no había forma de que un hombre usara un perfume tan dulce.
Y para que estuviera tan arraigado en su ropa, quería decir que habían estado en la misma habitación durante un buen rato......O que habían tenido contacto físico.
'Esto......'
Las llamas de los celos se avivaron en su corazón.
Euphemia no tenía forma alguna de saber que ese era el aroma natural de Yuriel, el cual había sido modificado por la Fruta de la Fragancia, así que no pudo evitar sumirse en sus delirios.
Pero por mucho que intentara ocultar su disgusto, no fue suficiente.
"Euphemia."
Ferzen pronunció su nombre cuando dejaron de caminar.
Sin embargo, la joven madre no contestó a sus llamados, en su lugar, extendió la mano hacia su corbata y, tirando de ella hacia abajo, hizo que inclinara la cabeza por la fuerza.
Entonces se aclaró la garganta.
Y hundió la cara en su cuello, aspirando el olor extraño de su ropa.
Para no olvidar nunca ese olor tan particular que se negaba a abandonar a su esposo.
"......"
Ferzen ya sabía por qué se comportaba así.
Mientras continuaba con la cabeza inclinada, Ferzen alzó el paraguas para protegerla de la lluvia.
"Hah.......Hah......."
Pero en lugar de calmarse, las manos de Euphemia recorrieron hambrientas el cuerpo de Ferzen, mientras presionaba su pecho contra su cuerpo.
El aroma arraigado en su ropa ya se estaba desvaneciendo.
Pero incluso esta débil fragancia debió haber servido para avivar sus frustraciones.
"Euphemia, ¿hay algo que quieras de mí?"
"Mi.....Mi...... ombligo"
"¿Quieres que lo acaricie?"
"No......"
Sacudiendo la cabeza, Euphemia continuó presionándose contra él.
La joven era consciente de que no debería estar haciendo esto, pero la sensación de calor en su interior aumentaba a cada momento.
"Quiero que lo beses......"
"Así se hará".
"Hm......"
Volviendo a poner firme el paraguas, Frezen le acarició la espalda mientras abría la boca.
"Pero primero, vayamos al baño, esta lluvia puede hacer daño a nuestro bebé".
Asintiendo ante la sabiduría de su esposo, la pareja se dirigió hacia la mansión, mientras las manos de Ferzen continuaban acariciando la espalda de ella.
Tan pronto como entraron en el cuarto de baño y se separaron del personal de la mansión.
Sus cuerpos desnudos se sumergieron en las cálidas aguas.
Con el rostro profundamente ruborizado, Euphemia se acurrucó en el regazo de Ferzen como si fuera un cachorro que se reencuentra con su amo desaparecido.
Ella nunca había sido tan atrevida.
Pero a Ferzen no le importaba esta nueva faceta suya.
"Ah......"
Entonces, tal y como había prometido, sostuvo su esbelta cintura, la levantó y......
La besó.
Besó suavemente su ombligo.
Nada podría haber preparado a Euphemia para este acto.
"¡Hnggg.....Hm!....Ha......."
Ella podía sentir el amor que él sentía por ella, y por el bebé que crecía en su vientre.
*Crujido.*
Euphemia entonces se sentó en el regazo de Ferzen, frotando suavemente su dureza contra su cuerpo ardiente.
Podía sentir su largo y grueso miembro retorciéndose contra ella.
De repente, se preguntó cómo una cosa tan perversa había podido caber dentro de ella.
*¡Pinchazo!*
"Ahng~~"
Euphemia gimió cuando su glande presionó contra su ombligo mientras ella se inclinaba hacia él, alineando su vientre con su poderoso miembro......
'Hah.......'
Euphemia besó y lamió su nuca torpemente.
‘Ella es muy buena, sin embargo......’
Euphemia era como una niña, probando cosas nuevas y adaptandose a ellas sobre la marcha.
Y por ello, era bastante torpe a la hora de satisfacer tanto sus deseos como los de su pareja.
Si las cosas avanzaban de esta manera, Ferzen se preguntaba cuánto tiempo les llevaría.
Así que, inclinándose hacia delante, él mordió el lóbulo de su oreja.
"¡Ah!"
Con eso.
Su carnosa feminidad.
Se estremeció.
Sólo por este simple acto.
Ferzen entonces, suavemente acarició su pecho, que había crecido debido a su embarazo.
"¡Aah~~!"
Sus piernas se debilitaron.
Si no fuese por su bebé, Euphemia sin duda se hubiera inclinado contra su rígida vara.
No, ella ya estaba a punto de intentar tal cosa, pero Ferzen la detuvo.
Su parte racional entendía el significado de la moderación.
Pero en ese momento, Euphemia no era racional.
Por eso, miró a Ferzen como si fuera una niña a la que le han quitado su juguete favorito.
Luego, malhumorada, se llevó las manos desde su vientre hasta su feminidad, buscando el límite seguro.......
"Aquí...... No llegará al bebé...... Así que está bien......"
"......"
"Por favor......Sólo tres veces......Por favor......"
Ella suplicó con un tono lleno de desesperación.
Para un hombre, ¿acaso podía existir algo más seductor en este mundo?
Los ojos de Ferzen se estremecieron.
Su lujuria era insoportable, así que sacó a Euphemia de la bañera, la tumbo y le lamió el agua que tenía en el cuello.
Luego, agarrándola por la barbilla, le levantó su cabeza......
"Enséñamelo".
Euphemia había puesto sus manos alrededor de su pecho, mientras sus ojos recorrían la habitación.
"Aquí.......Sólo hasta aquí......"
Luego de señalar el lugar que consideraba seguro con su mano derecha, Euphemia usó la izquierda para abrir su feminidad, dejando al descubierto su carne rosada.
"Mnnn......"
Ella se estremeció.
Cuando su glande penetró en su interior, Euphemia tensó sus músculos, como si tuviera miedo de dejarlo ir.
Ella sabía que si relajaba sus músculos, el proceso sería más placentero.
Pero no podía hacerlo.
*¡Succionar!*
"Hnnggg~"
Los pliegues húmedos de Euphemia producían ruidos vergonzosos mientras Ferzen se introducía con fuerza en su interior.
Cuando Ferzen penetró un tercio de su cueva.
Se detuvo.
"Euphemia."
"Hah......S-Si......."
"Haz la cuenta regresiva."
Ella comprendió lo que él quería decir.
Entonces, poco a poco......
A medida que su miembro se retiraba.
"Mnnn.......Ahng~"
Sus pliegues se negaban a dejarlo ir.
*¡Succionar!*
Entonces, justo cuando su miembro estaba casi fuera de su agarre.
Ferzen golpeó dentro de ella una vez más.
"Ahhh.....Hah....Uno....."
"......"
Esa simple palabra contenía tanta lujuria.
Ferzen mostró una sonrisa orgullosa mientras le besaba la mejilla.
Su hermoso cabello verde estaba ahora despeinado y pegado a su cuerpo húmedo.
Su piel pálida, antes inmaculada, ahora contenía rastros de su pasión.
"Hunggg~!"
Una vez más Ferzen retiró lentamente su miembro fuera de ella.
Pero Euphemia rodeó su cintura con sus piernas.
En un inútil intento de retrasar lo inevitable.
Pero ella no pudo sobreponerse a su fuerza, así que en un ataque de pánico, sus pliegues rosados se aferraron desesperadamente a su glande y se negaron a soltarlo.
*¡Succionar!*
"¡Ahhh.....Anggg......!"
Su cuerpo se había vuelto tan sensible que estaba a punto de perder la cabeza.
"Do-Dos......"
Sólo quedaba un empujón.
Su estancia en tan dichoso paraíso se acercaba a su fin.
Euphemia rodeó el cuello de Ferzen con sus brazos y lo besó intensamente.
"¡Ah!"
Una última vez.
Ferzen tenía confianza en su miembro.
Fue más profundo que las dos primeras.
Había alcanzado casi la mitad de su cueva.
Ambos sabían que ésta sería la última.
Así que permanecieron sin moverse, disfrutando del calor corporal del otro en completo silencio.
"......"
Y en tal silencio, Ferzen esperó pacientemente que Euphemia le enviara una señal.
Pero ella no hizo tal cosa.
No deseaba anunciar el final de su placer.
Pero Ferzen no la reprochó por eso.
*¡Succionar!*
Y así, la pareja continuó en su pasión.
* * * * *
"*Jadear*, *Jadear*........."
Euphemia que había quedado exhausta al final de su sesión se dio la vuelta dejando al descubierto su espalda.
Debido a esto, su trasero regordete estaba ahora expuesto.
Y desde su interior, se podía ver un espeso chorro de un líquido blanco turbio que brotaba perezosamente.
Frotando su miembro contra el trasero regordete de Euphemia, Ferzen le manchó la espalda con su semilla.
"Ugh......"
Se dice que algunos animales bañan a sus parejas en sus fluidos, para marcarlas.
Si uno pensara en eso, entonces la actual Euphemia......
Sin duda pertenecía a Ferzen.
* * * * *
"......"
El placer que había nublado su mente se estaba desvaneciendo.
Euphemia, que ahora había recuperado la razón, jadeaba entrecortadamente mientras permanecía en el regazo de Ferzen.
Sus orejas eran de color rojo brillante, como prueba de su vergüenza.
"Euphemia."
"......"
"No eres una mujer vulgar."
"......"
"No...... Tú eres simplemente encantadora, Euphemia."
"Ah......"
Por un momento Euphemia pensó que estaba soñando, mientras intentaba girar su cabeza hacia otro lado.
*Beso.*
"Hn......"
Euphemia tímidamente aceptó su afecto, mientras Ferzen besaba su nuca.
Ahora estaba claro que.
Euphemia El Lauren Louerg.
.......era su esposa.
Y que.
Ferzen Von Scweig Louerg.
.......era su esposo.
La noche se hizo más profunda.
Deseosa.
Y hermosamente.
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