⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 295 – Búsqueda sin fin
– ¿Volver? Desde el momento en que optó por entregarme al malvado ladrón, no tengo marido. No lo culparé, pero nunca lo perdonaré. Si esta hermana menor puede cumplir sus palabras de venganza, entonces con la lámpara de Buda guiándome, no hay nada que pedir–. Zhang Ya escuchó esas palabras, su rostro ahora tenía un rastro de color horrible.
Liu Ming escuchó esto, y su mirada se movió un poco, pero después de un rato dijo con un suspiro:
– Desde que la Hermana Zhang, realmente se decidió, naturalmente no me opondré. Ven conmigo. ¡Te llevaré a un lugar!
– ¿A dónde iremos?
– ¡Oh, naturalmente, hay un lugar donde nadie te molestara, puedes concentrarte en el cultivo!
Tres años más tarde, en un valle inusualmente desolado, una hermosa joven con túnica verde bailó con una espada larga y otra corta en sus manos, dos resplandores rodeaban la esbelta forma de su cuerpo.
De repente, la joven saltó y su muñeca tembló. Las dos espadas se convirtieron de inmediato en dos resplandores de luz fría.
Después de dos 'Bang' 'Bang'
Estos dos resplandores afilados aparecieron en un pino gigante a unos pocos pies de distancia perforando hasta la mitad del tronco, mostrando una gran fuerza.
– Muy bien, Hermana Zhang, tengo que reconocer que su espada de luz azul es la mejor de todas, incluso yo no soy rival. Si está destinado a un golpe mortal, no hay mucha gente que pueda escapar en el mundo–. Hubo un estallido de aplausos desde un lado, cerca de la plaza. Había un joven en bata de cuero que no se supo cuándo llegó y dijo a la joven con una sonrisa.
– Gran hermano Liu, este es el resultado de tu arduo trabajo. Además, esta niña entiende que exageras mucho con lo que dijiste. Puedo entender claramente que si lucho contra ti, solo duraría diez golpes.
Esta joven es naturalmente Zhang Ya, pero en este momento, es obviamente más hermosa que hace tres años, y su cuerpo es más maduro y atractivo.
– No exageré en lo que dije. ¿No te enteraste cuando practicabas la esgrima? ¿Es mucho más fácil de manejar que otras armas verdad? – Liu Ming dijo con una leve sonrisa.
– ¡Yo también estoy algo confundida! En estos años, el Gran Hermano también me enseñó muchas otras habilidades, pero solo usé la espada muy fácilmente, como si lo hubiera practicado antes–. Zhang Ya escuchó estas palabras, pero inmediatamente respondió con una sonrisa.
– Esto demuestra que tienes un talento muy especial en el arte de la espada, ¡tal vez eras un personaje fuerte del arte marcial en otra vida!– Liu Ming dijo pensativamente.
– Gran Hermano, te estás burlando de nuevo. Está bien, ¿crees que puedo matar al ladrón malvado ahora?– La mujer negó con la cabeza y preguntó con odio:
– Con tu nivel actual deberías poder confrontarte cara a cara con el bandido. Sin embargo, si es solo un ataque furtivo, hay grandes posibilidades de éxito–. Después de que Liu Ming escuchó, suspiró ligeramente.
– Ya que el Gran Hermano Liu lo dijo, debe ser cierto. La hermana menor se irá mañana y saldrá a buscar al malvado ladrón–. Dijo Zhang Ya con una expresión animada
– ¡Mañana! ¿No es esto un poco demasiado urgente?– Liu Ming levantó la vista
– Gran Hermano, sabes cómo he pasado estos tres años. Cada noche cierro los ojos y pienso en la apariencia de mi hijo muerto. Ya no puedo quedarme aquí–. Zhang Ya dijo tristemente.
– Entiendo. En este caso, no te detendré. Quédate otra noche y vete mañana al amanecer–. Liu Ming escuchó esas palabras y solo pudo asentir y estar de acuerdo.
Por la noche, la mujer deliberadamente hizo una buena comida y preparó un poco de sake, diciendo que le gustaría agradecer a Liu Ming por los tres años de enseñanza. Liu Ming fue persuadido por la mujer. Inconscientemente, bebió unas cuantas tazas de más y pronto regresó aturdido a su casa y se fue a la cama.
Esa noche, el joven tuvo un hermoso sueño primaveral.
En el sueño, una mujer con un rostro vago se acercó a su cama, se quitó toda la ropa sin decir nada y lo abrazó con un cuerpo sedoso y suave, fue una noche muy absurda en su mente.
A la mañana siguiente, cuando Liu Ming se despertó con un dolor de cabeza, a excepción de la familiaridad de la fragancia del cuerpo de la mujer en la cama, no había nadie.
Al lado de la cama, había un pedazo de papel que tenía rastros de un poco de lágrimas.
Después de que recogió apresuradamente el papel y lo examinó de nuevo, no pudo evitar sonreír.
Tres meses más tarde, en una casa de té cerca de cierta carretera oficial, habían practicantes que descansaban aquí para tomar té, cuatro de ellos eran hombres grandes, robustos y fuertes, la mayoría llevaba espadas. Todos parecían ser caminantes de los ríos y lagos.
También hay dos vendedores y una anciana de pelo blanco, cada quien en una mesa, todos bebían té en silencio, y no se atrevieron a cruzar la tímida mirada con esos hombres grandes.
En ese momento, un sonido de cascos llegó desde lejos en la carretera oficial.
Luego, un caballo negro galopó llegando a la casa de té en un momento, y fue detenido por el jinete.
La persona de arriba era un joven feo que vestía una túnica verde, sus ojos solo miraron el local, saltó del caballo sin decir nada y se dirigió al interior.
– Invitado, ¿no quiere tomar un poco de té?– Un mesero se apresuró y llevó al joven a una mesa junto a la guarnición, hablando con una sonrisa.
– No digas tonterías, dame la botella más cara–. El joven feo dijo después de que su cuerpo se balanceara porque era necesario pasar cerca de la anciana.
El mesero escuchó con gran alegría, y cuando quiso adular con algunas palabras, el cuerpo tembloroso de la anciana de repente se puso frío, y una espada larga y otra corta aparecieron en sus manos agitándose en el aire contra el joven.
El joven feo se sorprendió, pero con un movimiento de su brazo, un cuchillo suave que era igualmente brillante se balanceaba desde su cintura, fue capaz de pararse contra los dos bordes afilados e inmediatamente gritó con rabia:
– ¿Quién se atreve a atacar a este tío?
– Bandido, quiero tu vida, ve al infierno para encontrar mi nombre–. La anciana estaba llena de odio, la voz era agradable al oído pero su apariencia era feroz. Una gran insatisfacción apareció en su rostro, pero las dos espadas en las manos no dejaron de bailar y se convirtieron en dos grupos de luz fría que salían contra el lado opuesto.
– Oye, este tío tuyo tiene muchos enemigos y no hay manera de recordarlos todos–. El joven escuchó las palabras, pero se echó a reír, y agitó la mano para encontrarse con ella sin miedo.
En un abrir y cerrar de ojos, las dos figuras lucharon juntos espada contra espada.
En cuanto a las otras personas en el local, es natural saber que es común para ellos encontrarse con venganzas en lo largo de sus vidas, y decidieron evitar mezclarse.
Sin embargo, después de que las dos personas lucharan por un tiempo, el joven feo de repente tropezó y se dirigió directamente al caballo fuera del cobertizo. Al mismo tiempo, dijo con una gran carcajada:
– Este abuelo todavía tiene algo que hacer, ¿cómo puedo tener tiempo contigo? ¡Nos vemos!
– Quieres irte, déjame tomar tu vida primero–. La anciana gritó persiguiendo, y las dos espadas en su mano temblaron, y se convirtieron en dos disparos de luz fría.
El destello de la espada larga rompió la cabeza del caballo directamente y el de la corta entró un poco en el hombro del Joven Feo.
El rostro del joven se volvió malhumorado y adolorido, después de un solo suspiro de alivio, saltó en otra dirección. Luego de unos cuantos rebotes, tomó la espada corta en su hombro y huyó de las inmediaciones de la casa de té. Hacia el bosque.
La anciana se tambaleaba, y una ligera brisa hizo retroceder la larga espada cerca del cuerpo del caballo, y cambio su dirección hacía los bosques.
Después de un rato, el sonido de una pelea de espadas se escuchó de nuevo en el bosque.
Esto hizo que las personas en el cobertizo se vieran pálidas y no pudieran evitar verse entre sí.
Un cuarto de hora más tarde, a unas pocas millas en un río en movimiento, la anciana estaba en la orilla con una espada, mirando la corriente frente a ella, sus ojos estaban rojos.
Se golpeó la cara con la palma de la mano, e inmediatamente reveló la cara de una hermosa joven, pero su garganta estaba llena de gritos de odio:
– Bandido, recuerda, incluso si escapaste con vida esta vez. Incluso si necesito diez veces, cien veces, mil veces, aplastaré tu cadáver para denunciar el odio de mi hijo.
Después de decir esto, la joven se volvió y ya no dudó más en irse.
Tres años después, en un desierto, un hombre y una mujer se enfrentaban mientras corrían hacia adelante.
– Mujer loca, esta es la quinta vez que te has enredado conmigo. ¿De verdad crees que no puedo matarte? – El joven feo frente a ella agitó su cuchillo suave y gritó con ira desde lo más profundo.
– Oye, si estás dispuesto a irte conmigo, puedes matarme. Mientras pueda vengar a mi hijo, no hay necesidad de seguir viviendo en este mundo. Definitivamente lo arrastraré a la tierra de Jiuquan–. La joven sostenía dos espadas en la mano, ejecutando las mismas tácticas de ataque, de modo que el joven feo en el frente no se atreve a enfrentarla, solo puede bloquear algunos golpes, y luego huía de nuevo. La mujer joven siguió persiguiéndolo naturalmente. De repente, las dos personas en la pendiente alta desaparecieron.
Diez años más tarde, en una gran ladera montañosa, dos rayos de luz se pueden ver desde la parte superior de la cordillera y de vez en cuando se escuchan 'Dang, dang' de ellas. Es una pelea con armas.
– Loca, este es el ataque número 16 contra mí. Oh, pero ¿cómo puede este abuelo hacerte realmente desearme tanto? – Se escucho la voz de un hombre fuerte y extrovertida.
– Lo dije antes, diez veces, cien veces, ¡incluso te perseguiré miles de veces hasta matarte! – Respondió una fría voz de mujer.
– ¡Tienes que tener mucha más habilidad, incluso si lo intentas! – La ira del hombre era muy fascinante. Después de un tiempo, las dos figuras cayeron en el bosque de abajo.
Después de veinte años, en un desierto caluroso y sin vida, un hombre y una mujer se atacan desesperadamente. En un abrir y cerrar de ojos, los dos estaban llenos de marcas de sangre.
De repente, el hombre feo con túnica verde cargo con su espada y luego se dio la vuelta para retirarse sin decir nada.
La mujer de mediana edad que está detrás, también lo persiguió después de sostener un par de espadas en silencio.
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