2025, 20 de enero

'Todo mi duro trabajo finalmente ha dado sus frutos'.

"Yo, James Francis Ford, juro solemnemente que ejecutaré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos, y que, a mi mejor capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de…"

¡Boom! Sonó una explosión.

"¡Aaaah!"

"¡Corran! Noooo-"

Los gritos y voces resonaban entre la multitud aterrada. El Servicio Secreto y el ejército rápidamente notaron la perturbación y rodearon la zona. Las personas de poder que hasta ahora estaban de pie con arrogancia estaban aterradas, dándose cuenta que todo su poder y riqueza no podían comprarles la seguridad de la vida.

Sus ojos cayeron entonces al podio, donde yacía el cuerpo del presidente electo, anteriormente un ex director de la CIA. Yacía sin cabeza en el suelo como si hubiera explotado como una sandía. El micrófono en el que el hombre estaba hablando ahora no era más que pedazos.

En momentos como este, los periodistas tenían más coraje. En lugar de gritar y correr, intentaban capturar tantas fotos y videos como fuera posible.

Beep… Beep… ¡Ting! ¡Tr-trinngg!

De repente, cada teléfono móvil en esa área, sin importar a quién perteneciera, sonó con notificaciones. Algunos sacaron sus teléfonos y echaron un vistazo; había un mensaje con un enlace. Unos pocos audaces hicieron clic en él y encontraron una transmisión en vivo de un apuesto anciano hablando. Su rostro parecía arrugado, los signos de envejecimiento y cansancio.

Al hacer clic en el enlace, la gente allí no sabía que todo el mundo había recibido este mensaje en cada teléfono móvil. En unos pocos minutos, el número de espectadores alcanzó los 1.6 mil millones. Algunos pensaron que la transmisión era aburrida, pero no la cerraron. Era porque el anciano en el video sostenía un cartel, con las palabras escritas, "Yo maté a James".

El video continuó.

Todos aquellos, incluyendo los que estaban en el sitio de la explosión, ya fueran ciudadanos comunes o personal de seguridad, observaban con curiosidad y miedo mientras el hombre se presentaba.

“Mi nombre es Johnathan Colt Westerling. Soy un huérfano de 85 años, que trabajó para la CIA desde 1959 hasta 1980. Fui un espía en la Unión Soviética bajo la cobertura de un acaudalado industrial llamado "Artyom"”.

“Mi esposa también era espía de los Estados Unidos allí y, a pesar de tener que vivir ocultos, tuvimos nuestros momentos y concebimos un hijo. Era 1980, un mes antes de que mi trabajo se completara. Iba a volver a casa con mi esposa embarazada para comenzar una vida normal. Sin embargo, ¡nuestra cobertura fue descubierta!”

"Mi… mi esposa fue asesinada, pero yo permanecí. Más tarde, descubrí que, al igual que yo, muchos más espías estadounidenses han sido asesinados de la misma manera. Tan solo unos días antes de completar su misión. Pasé décadas buscando al traidor, pero cuando lo encontré, resultó ser el hombre más poderoso del país. ¡James Francis Ford es un traidor!"

El anciano apretó los dientes y continuó.

“James mató a docenas de nuestros espías a cambio de dinero de los soviéticos. Sin otra opción, me vi obligado a matarlo. Hombres poderosos como él rara vez son castigados, sin importar el crimen. Tengo pruebas de todo, suficientes para hacerles creer a todos que lo que dije es cierto. ¡Ahora, todos recibirán un enlace para acceder a ellas!”

"Solo espero que lo que…le pasó a mi esposa… no le suceda a otros. Aquellos a los que juré proteger destruyeron mi hogar… y ahora, espero que esto termine de una vez por todas. Dios los bendiga a todos. Dios los bendiga”.

La transmisión terminó y, con eso, cada teléfono móvil en el mundo recibió otro mensaje. Al hacer clic en el enlace, los llevó a un sitio web con contenido interactivo. Allí se enumeraban cronológicamente todos los crímenes de James Ford con pruebas. Documentos, fotos, audio o video - todo.

Esto encendió el mundo, un fuego por la justicia donde los poderosos oprimían y utilizaban diversos esquemas para salirse con la suya.

…

Unos 15 minutos antes de que terminara la transmisión.

Howard Jack estaba en la escena cuando ocurrió la explosión. Como un destacado investigador del FBI, sabía que su carrera despegaría si podía atrapar a este anciano. No le importaba especialmente el presidente electo muerto, de todos modos. A nadie le importaba.

Así que mientras la transmisión en vivo estaba en curso, se escabulló y subió a su coche para rastrear la fuente. Para su sorpresa, ni siquiera estaba enmascarada. El anciano estaba transmitiendo abiertamente. Así que pisó el acelerador, encendió las sirenas y se disparó por las calles concurridas.

Al mismo tiempo, utilizó una computadora asistida por voz para buscar información sobre este hombre.

"Botcop, busca el nombre Johnathan Colt Westerling, nacido entre 1935 y 1950", instruyó.

El sistema respondió al instante. "Bip. Se encontraron tres resultados. Johnathan Colt Westerling - nacido en 1935 - murió en Vietnam en 1965. Johnathan Colt Westerling - nacido en 1940 - huérfano - [Acceso Denegado]. Johnathan Colt Westerling - Cantante de Jazz - Murió en 2000”.

Howard frunció el ceño y ordenó un momento después, "Busca el segundo. ¡Usa el código de acceso SPAFBI 40200609!"

"[Desclasificado] - Johnathan Colt Westerling - Padres desconocidos - Nacido en Brooklyn - Ingeniería Mecánica en el MIT - Se unió al ejército en 1959 - Muerto en acción en la Guerra Civil de Laos…"

"¿¡Eso es todo!?" exclamó Howard, y trató de mirar la pantalla. Pero justo entonces, la IA volvió a hablar. "[Desclasificado] - Artyom - BUSCADO - Industrial ruso - Miembro del CCCP - Nombre de la esposa Antonina - muerta - Nombre del padre, Konstantin - muerto".

A partir de todo esto, Howard Jack se dio cuenta de que lo que el anciano había dicho en su mensaje en vivo era cierto. Parecía que efectivamente había sido traicionado. Los documentos publicados sugerían lo mismo. Pero ahora, estaba en conflicto sobre si debería incluso buscar a este hombre.

"Supongo que obtener más información de la base de datos nacional será imposible. Tal vez pueda hacerle preguntas yo mismo", murmuró Howard.

Condujo directamente al cementerio donde se detectó la ubicación. Solo informó a las demás agencias de aplicación de la ley después de su llegada. Pero parecía que las personas que vivían cerca también vieron el video y rápidamente llegaron aquí al darse cuenta.

Prontamente se dispuso a arrestar al hombre… ¡pero se llevó una gran sorpresa!

…

A Johnathan no le importaba nada de esto. Quería que el hombre estuviera muerto, y ahora lo estaba. Dejó que los crímenes se hicieran públicos porque no quería ser tildado de terrorista y luego ser utilizado para iniciar una guerra en algún país no relacionado.

Había transmitido en vivo desde el cementerio donde descansaban su esposa, su hijo no nacido y su adorable gato, Simba. Todos estos años, intentaba mantener su cuerpo y mente en forma y fuertes para seguir luchando. Pero ahora, era como si toda la fuerza lo abandonara, y cayó de rodillas.

"Lo hice, Diana… ¡Lo hice!" Acarició la lápida. "Te traje justicia, a todos aquellos que fueron perjudicados. E-Espero que me aceptes ahora, porque he perdido todas mis ganas de vivir. No pasa un solo día sin que sueñe con nosotros, nuestro hijo, nuestro gato… lo que podría haber sido la vida, nuestra pequeña casa de ensueño—todo se ha ido”.

Sacó un medallón con una foto de ellos y lo miró cansado. Había algo en el aire hoy. Este era el final del camino, y Johnathan lo sintió.

Pronto, sintió que su respiración se hacía más difícil y su vista borrosa.

Arrodillado junto a la tumba, acarició la piedra suavemente para limpiarla y tomó su último aliento antes de ella, "Estoy… cansado, Diana. Espero que haya una vida después de la muerte… donde pueda encontrarte”.

De repente, como si los cielos le hubieran respondido, el cielo nublado pareció formar una hendidura, ¡dejando caer un rayo de luz solar sobre el cuerpo de Johnathan!

Las flores y la hierba se refrescaron, pero el anciano permaneció arrodillado, con la cabeza baja, el medallón en sus manos, una foto de él y su querida esposa abierta. Su viejo rostro arrugado se congeló y sus ojos se sintieron pesados. Sin embargo, no había tristeza ni lágrimas. Había estado esperando morir desde el día que Diana lo dejó solo.

Wooo… Wooo…

Las sirenas resonaron. Era la era moderna, y no tardó mucho para que la gente se diera cuenta de dónde provenía la transmisión en vivo. Pronto, una avalancha de policías, miembros del servicio secreto, periodistas e incluso gente común llegaron al lugar.

Allí vieron la concentrada luz dorada del sol cayendo sobre el cuerpo del anciano, haciéndolo parecer algún ángel. La etérea escena dejó a la gente impresionada. Las cámaras comenzaron a parpadear mientras los periodistas tomaban fotos, y la policía restringió el área circundante con cintas. Howard Jack entró para arrestar al hombre, pero cuando puso su mano sobre el hombro, el cuerpo de Johnathan se desplomó. Sin vida, como una muñeca.

El rostro de Howard se descompuso cuando exclamó: "¡E-Está… muerto!"

Revisó el pulso de Johnathan y confirmó que el anciano ya no estaba en este mundo. Más tarde, en la autopsia, se reveló que la muerte fue natural. Johnathan Colt Westerling murió recordando a su esposa.

Las fotografías de la escena circulaban por todo el mundo, por todo el internet. Era el poder de los medios de comunicación masiva, y rápidamente se convirtió en el mayor símbolo de la lucha contra la gente corrupta en el poder.

Viendo el tamaño del escándalo, el gobierno tuvo que tomar medidas drásticas. Las pruebas de Johnathan tenían los nombres de muchos senadores, representantes, gobernadores, policías, oficiales del ejército, oficiales del servicio secreto, CIA, FBI y otras personas influyentes de todo el mundo. Seguramente iba a ser una pesadilla en los próximos años para el gobierno.

¿Pero a quién le importaba, a quién le importa ahora?

A Johnathan no, eso es seguro.

…

¿Qué sucede después de que uno muere? Nadie lo sabía. Bueno, al menos nadie vivo lo sabía. Johnathan experimentó lo que no podía describir con palabras. Al principio, sintió como si su cuerpo estuviera volando en el cielo, pero notó su propio cuerpo en el suelo, aún de rodillas cuando llegó la policía.

Después de que su alma llegó al cielo, todo se volvió negro. No tenía sentido del tiempo, el espacio, la dirección o el tacto. Sin embargo, mantuvo su sentido de la vista y podía ver algo. En este espacio oscuro, había serpientes blancas brillantes, todas idénticas entre sí. Eran incontables, pero no lo atacaron en absoluto.

Parecían espeluznantes y repugnantes, pero se acostumbró a ellas.

'¿Soy yo uno de ellos?' se preguntó.

El tiempo pasó. Johnathan no sabía cuánto, pero su esperanza de llegar al más allá y encontrar a su esposa se encogió lentamente como la luz de una vela que se apaga. Se preguntó si ella también estaba pasando por esta experiencia, atrapada en algún lugar. ¿O tal vez ella era una de estas serpientes?

"Argh…" De repente, sintió como si algo lo estuviera apretando y empujando. Intentó resistir pero no tenía control sobre esta sensación. Luego, vio que las otras serpientes también estaban siendo empujadas en una dirección.

Las serpientes blancas, con cabeza gruesa y cola delgada, se aceleraron lentamente. 'Esto… ¡espera!' Un pensamiento alarmante vino a su mente, uno que esperaba que fuera falso. 'Yo-Yo… soy un—'