⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Volumen 2 Capítulo 1
Entrando en el Palacio Imperial
El sol se alzaba más alto que un palo de bambú, similar a una gran bola de fuego que colgaba en el cielo oriental, su luz era como alambres de acero dorado que corrían hacia la Tierra.
La reina Sofía se sentó en el interior de una silla de ratán de 100 años, con una enorme sombrilla apoyada sobre la cabeza, rodeada por un grupo de sirvientas del palacio, así como algunos guardias personales del imperio.
Dichos guardias llevaban una larga espada en la cintura y se mantenían de pie majestuosamente alrededor de un radio de 10 metros de la Reina, observando con su aguda capacidad de percepción las circunstancias dentro de ese perímetro. Todos los elementos peligrosos posibles estaban perfectamente cubiertos bajo la mirada de los guardias.
Siguiendo a una criada del palacio, Aiwa caminó hacia la zona de reposo de la Reina, pasando por un lago artificial en el camino; Una piscina creada por la Reina, que también era su zona de baño y natación durante el verano. El agua del lago era cristalina; Incluso los peces vagando por dentro eran claramente visibles.
- Camina por este lado.
Aiwa se adelantó, teniendo cuidado del carril bajo sus pies, de vez en cuando miraba hacia la enorme sombrilla, midiendo su distancia de Su Majestad la Reina. Cada uno de sus pasos lo hacía sentir más nervioso. Esa no se parecía a su última reunión, porque el mirar la figura lejana de la reina, a quien asistían un grupo de personas, lo hacía sentir que al reunirse con ella a solas, podría actuar con amabilidad pero estar frente a muchas personas con expresiones serias era la razón principal de su nerviosismo.
Mientras caminaba, pudo percibir que una enorme bola de fuego se dirigía hacia él, pero solo pudo escuchar el sonido de la explosión cuándo pudo esquivarla alejándose del lago por instinto, pero antes de poder volver a sus sentidos, otra bola de fuego exploto a su izquierda haciéndolo volar unos metros por el cielo.
Apenas dejo de sentir el piso bajo sus pies, Aiwa pudo notar que volaba hacia el lago, al no tener la capacidad de moverse en el aire solo podía dejarse caer libremente en el agua.
¡Plaf!
Pudo sentir el impacto.
Aunque el lago no era muy profundo fue suficiente para ahogarlo, las criadas del palacio estaban conscientes de que Aiwa no sabía nadar por lo que simplemente lo vieron flotar levemente antes de hundirse.
- Gurghhgh guh...
- Seegle, deje de estar allí haciendo el tonto y entra rápidamente a sacarlo del agua.
Al oír el mandato de la Reina, Seegle dejo de reír y se precipito rápidamente al agua, tratando de salvarlo. Pero para ese momento Aiwa ya había bebido dos bocados de agua, si nadie iba a salvarlo, definitivamente se habría ahogado. Sin embargo Aiwa ya estaba alcanzando la orilla, Seegle rápidamente trató de agarrar su brazo; Cuando Aiwa, que estaba poseído por la voluntad de sobrevivir, vio que alguien se acercaba a tratar de salvarlo estiro la mano tratando de agarrar la que le extendían colgándose del cuerpo de Seegle.
- ¡No me agarre!
En ese momento, Aiwa sintió que dos orbes de carne blanda se extendían sobre su espalda, pero estaba tan ocupado en intentar sobrevivir, que fue incapaz de apreciar el suave cuerpo de la criada del palacio que lo abrazaba por detrás.
Aunque la figura de Seegle era muy pequeña, emitió un qi vigoroso dentro del agua; Nadó hacia la orilla arrastrando a Aiwa con ella. Al llegar, estaban completamente empapados, especialmente Seegle, con sus ropas pegadas a su exquisito cuerpo, con dos picos erguidos sobre sus pechos. Después de mirar los ojos blancos de Aiwa, se olvidó del agua fría del lago.
- Los dos rápidamente vayan a cambiar sus ropas.
Sin embargo, los pocos guardias imperiales a su lado si rieron con entusiasmo, todos sabían que Aiwa iba a mantener la misma posición que ellos convirtiéndose en un guardia imperial de la Reina, no esperaban que ese chico ya probara las burlas de Seegle. Aiwa echó un vistazo a los guardias imperiales quienes aun reían maliciosamente, pero no se fue.
Seegle agarro a Aiwa y fue al vestuario, simplemente desprendiéndose de la ropa mojada, se secó el cuerpo y se cambió.
- ¿Qué debería hacer?
- ¡Quítate la ropa!
Después de haberse cambiado de ropa, Seegle, estaba preocupada por Aiwa.
- ¿No puedes traerme ropa primero?
- Dije quítatela pero si no te disgusta el frio entonces déjatela yo me iré.
- ¡No te vayas.... Te lo estoy pidiendo, tráeme ropa para cambiarme, estoy congelándome a muerte!
- Entonces quítate la ropa con rapidez.
Aiwa no tenía otra opción más que acatar órdenes y quitarse la ropa, de todas formas no tenía miedo de ser observado por una mujer, Seegle solo echó una ojeada al cuerpo bien construido de Aiwa, mientras quitaba la ropa de las manos de este. Aiwa estaba tratando de encontrar un paño para secarse el cuerpo, pero al mirar la ropa que Seegle estaba sosteniendo. Con una rapidez increíble, noto que la ropa ya se había secado, todo eso había ocurrido en un abrir y cerrar de ojos.
- ¿Tan feroz?
Aiwa la siguió y regresó delante de la reina.
Al mirarlos, el capitán de la guardia imperial caminó desde la espalda de la reina, y midió a Aiwa, preguntando.
- Ya que piensas convertirte en guardia imperial de Su Majestad, ¿qué habilidad tienes?
- Haha Haha… Usted joven no es capaz de soportar ni siquiera el 30% de mi fuerza ¿y todavía piensa en proteger a Su Majestad la Reina? ¿Incluso es capaz de protegerse a sí mismo?
- Rudolph, si un joven de 17 años es capaz de recibir un golpe así ¿seguirá siendo capaz de permanecer como capitán?
- Su Majestad, eso no significa que deba dejar que un hombre inútil esté a su lado. Además, lo que hice fue por su propio bien, si una persona supiera que el hijo del general Kyle es como un perro en un pesebre, ¿no es eso perder la cara del general Kyle?
- Creo que ya has hablado bastante, Rudolph.
Al oír a la Reina reñirle, Rudolph todavía no se reconcilió y simplemente preguntó a Aiwa.
- ¿Qué habilidad especial tienes?
- Naturalmente tengo habilidades especiales.
- Entonces, habla rápidamente. Yo también quiero escuchar.
- Sólo puedo dejar que Su Majestad la Reina escuche.
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