Despejar Terreno y Cultivar
⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Al día siguiente de la ceremonia de sacrificio, Jiang Xuan comenzó a probar su nueva fuerza frente a la casa de bambú.
Con ambas manos, levantó una gran roca del suelo, elevándola lentamente por encima de su cabeza. ¡La piedra pesaba al menos trescientos o cuatrocientos kilos! Antes de recibir la bendición del dios de la enredadera, Jiang Xuan no habría podido ni moverla, pero ahora la levantaba sin esfuerzo y sin que sus manos temblaran.
—¡Boom!
Jiang Xuan lanzó la roca al suelo, creando un gran agujero en la tierra.
Mirando sus manos con asombro, no podía ocultar su emoción ante esta nueva fuerza.
A continuación, se adentró en el bosque de bambú para probar su velocidad.
Con un rápido movimiento, trepó fácilmente a un bambú grueso y comenzó a saltar de un bambú a otro con la agilidad de un mono.
Después de un rato, volvió a bajar y caminó hacia Chishao, quien lo observaba desde un costado.
—Hermana, con mi fuerza y velocidad actuales, ¿cuántos colores de guerrero soy?
En las tribus del sur, los guerreros se clasificaban según su fuerza, y esto se representaba con diferentes colores pintados en sus rostros. Un guerrero de un solo color era el más débil, mientras que un guerrero de cinco colores era el más fuerte. Por ejemplo, un guerrero de un solo color pintaba una línea verde en su rostro, mientras que un guerrero de dos colores añadía una línea roja, y así sucesivamente.
Cuanto más fuertes eran los guerreros, más líneas y colores tenían en su rostro, y esto les otorgaba más respeto y recursos dentro de la tribu.
Jiang Xuan tenía curiosidad por saber cuántos colores valdría con su nueva fuerza y velocidad.
—Eres un guerrero de un solo color —respondió Chishao con seriedad.
—¿Solo un color? —Jiang Xuan quedó atónito, claramente no esperaba una clasificación tan baja.
—No subestimes a los guerreros de un color. En la Tribu del Ciervo, el líder más fuerte solo era un guerrero de tres colores —le explicó Chishao.
—Entonces, ¿y tú, hermana? ¿Cuántos colores tienes?
—Yo también soy una guerrera de un solo color —respondió Chishao, señalando a Gouteng, Shiqiu y Nanxing—. Todos nosotros somos guerreros de un solo color.
—¿Cómo es posible? —preguntó Jiang Xuan, desconcertado—. Hermana, tú has estado en el equipo de caza. Pensé que serías mucho más fuerte que nosotros.
—No soy mucho más fuerte que ustedes —dijo Chishao—. En los buenos tiempos de la Tribu del Ciervo, solo aquellos que eran guerreros de un color podían unirse al equipo de caza. Pero en los últimos años, la tribu comenzó a decaer, y los requisitos bajaron. Al final, cualquier persona que cumpliera trece años y estuviera físicamente completa podía unirse.
—Yo entré el año pasado, pero solo estuve en el equipo de caza durante seis meses antes de que la tribu fuera destruida.
Al hablar de esto, la tristeza se reflejó en el rostro de Chishao. Gouteng y los otros chicos también guardaron silencio. La caída de la Tribu del Ciervo seguía siendo una herida abierta para todos.
Jiang Xuan rompió el silencio:
—Hermana, no te preocupes. Cuando la Tribu de la Enredadera sea lo suficientemente fuerte, nos vengaremos de la Tribu del Cuervo.
—¡Sí! —respondió Chishao con determinación, mientras los tres chicos apretaban los puños, llenos de deseo de venganza.
Jiang Xuan preguntó:
—¿Y cómo se puede llegar a ser un guerrero de dos o tres colores?
—Escuché en el equipo de caza que un guerrero de un solo color debe tener el doble de fuerza y velocidad que una persona común. Para ser un guerrero de dos colores, debes cazar solo a un jabalí adulto —explicó Chishao—. Para ser un guerrero de tres colores, tienes que cazar solo a un búfalo adulto, y para ser un guerrero de cuatro colores, debes cazar a un tigre de colmillos gigantes. En cuanto a los guerreros de cinco colores, deben cazar a un oso salvaje ellos solos.
—¡Cazar un jabalí adulto para ser un guerrero de dos colores! —exclamó Jiang Xuan, sorprendido por lo que acababa de escuchar.
Esto significaba que un guerrero de dos colores debía tener al menos la fuerza, velocidad, reflejos y habilidades de combate necesarias para cazar a un jabalí de ese tamaño por sí solo. En este mundo, los jabalíes eran bestias extremadamente peligrosas, con un peso que podía superar los 500 kilos.
Además de su gran tamaño, los jabalíes tenían colmillos afilados, una velocidad asombrosa, piel gruesa y un temperamento feroz. Cuando resultaban heridos, se volvían prácticamente imparables, siendo capaces de hacer retroceder incluso a las fieras más temidas.
Estos animales solían frotarse contra los pinos, y su piel se impregnaba de resina, creando una especie de armadura natural que hacía que las armas primitivas, como las lanzas de piedra o hueso, fueran ineficaces, salvo que se golpearan en puntos débiles como los ojos o el ano.
La dificultad de cazar un jabalí por cuenta propia era inmensa.
Los búfalos, tigres de colmillos gigantes y osos salvajes eran aún más peligrosos, y en ese momento, la Tribu de la Enredadera no tenía la capacidad de enfrentarse a esas criaturas.
—¿Y cómo se puede mejorar la fuerza? —preguntó Jiang Xuan, intrigado.
—Entrenando, cazando y comiendo mucha carne se puede mejorar poco a poco —respondió Chishao—. Aunque, también se dice que comer la carne de bestias exóticas o los frutos de algunas plantas raras puede acelerar el proceso.
—Y, como ayer, recibir una bendición de los dioses durante una ceremonia también ayuda a mejorar la fuerza rápidamente.
Jiang Xuan memorizó todo lo que Chishao había dicho, especialmente sobre las formas de aumentar su poder.
Sabía que cuanto más fuerte fuera, más probabilidades tendría de sobrevivir en este mundo peligroso. Y solo sobreviviendo podría hacer que la Tribu de la Enredadera creciera y prosperara.
Habiendo aclarado estas dudas, Jiang Xuan volvió a concentrarse en sus tareas. La primavera había llegado, y era el momento ideal para arar la tierra y plantar cultivos.
Jiang Xuan decidió abrir un terreno frente a la casa de bambú para intentar cultivar alimentos.
La agricultura y la ganadería eran métodos más estables para obtener alimentos que la caza o la recolección. Jiang Xuan quería empezar por la agricultura, y si todo salía bien, eventualmente podría establecer la ganadería, ampliando así las fuentes de alimento de la tribu.
Entró en la casa, tomó su herramienta de hueso y llamó a Chishao y a los demás. Juntos se dirigieron a un terreno vacío frente al bosque de bambú.
—Corten toda la maleza. Luego la quemaremos —dijo Jiang Xuan.
—Entendido, líder. ¡Déjanoslo a nosotros!
Los tres jóvenes, emocionados por haber sido recientemente clasificados como guerreros de un color, estaban deseosos de demostrar su valía, y no les preocupaba el trabajo duro.
Usando las herramientas de hueso, cortaron la hierba seca y la aplastaron contra el suelo, cubriendo toda el área. Luego, siguiendo las instrucciones de Jiang Xuan, cavaron una franja alrededor del terreno para crear una barrera contra el fuego y evitar que el incendio se propagara.
Finalmente, Jiang Xuan volvió a la casa, tomó una rama en llamas del fuego y encendió la maleza.
—¡Crep, crep! —Las llamas se extendieron rápidamente. La hierba estaba bien prensada y, gracias a la barrera contra incendios y la falta de viento, no había peligro de que el fuego se descontrolara.
—Líder, ¿por qué estamos quemando esta maleza? —preguntó Gouteng, curioso.
—Vamos a limpiar este terreno para sembrar —respondió Jiang Xuan.
—Ah, ya entiendo.
Las tribus también cultivaban la tierra, pero todavía usaban métodos primitivos de tala y quema. Limpiaban un área, quemaban la vegetación y usaban la ceniza como fertilizante. Luego, cavaban agujeros en el suelo y plantaban semillas, sin prestar mucha atención al proceso. Solo volvían en otoño para recoger la cosecha.
Este método era extremadamente ineficiente, pero requería poco esfuerzo, lo que permitía a las tribus centrarse en la caza y la recolección, sus principales fuentes de alimento.
Gouteng y los demás pensaron que Jiang Xuan usaría el mismo método, pero pronto se dieron cuenta de que estaban equivocados.
Después de media hora, toda la maleza y los arb
ustos pequeños habían sido reducidos a cenizas, cubriendo el suelo con una gruesa capa de ceniza.
El terreno tenía unos cien metros cuadrados, ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Jiang Xuan planeaba usarlo para plantar tubérculos y plantas comestibles que crecían en la naturaleza.
—¡Crack!
Jiang Xuan clavó su herramienta de hueso en el suelo, girándola para voltear la tierra, y continuó removiendo una porción más de tierra.
—Líder, ¿no basta con cavar un hoyo y plantar las semillas? —preguntó Gouteng.
—Al voltear la tierra, se airea el suelo y eso ayuda a que las plantas crezcan mejor y den más fruto —explicó Jiang Xuan.
Gouteng estuvo a punto de preguntar por qué airear la tierra ayudaba al crecimiento de las plantas, pero Chishao lo interrumpió con una mirada severa.
—Deja de hacer preguntas. Si el líder dice que se haga, solo hazlo.
—Oh… —Gouteng cerró la boca de inmediato. Los tres jóvenes tenían cierto respeto y temor hacia Chishao, que siempre era muy decidida.
Shiqiu y Nanxing también bajaron la cabeza y comenzaron a trabajar con seriedad.
La tierra era dura y estaba llena de raíces y piedras, lo que hacía que el trabajo fuera agotador. Además, las herramientas de hueso no eran muy afiladas.
Afortunadamente, los miembros de la tribu eran fuertes por naturaleza, y estos cinco acababan de ser bendecidos con más fuerza. Su ritmo de trabajo era bastante rápido.
Después de medio día de trabajo, finalmente habían despejado el terreno de unos cien metros cuadrados. Limpiaron todas las raíces, piedras y restos de vegetación, apilándolos en un costado.
Al observar el terreno listo para sembrar, Jiang Xuan sintió que algo profundo dentro de él se despertaba, un instinto primitivo relacionado con la agricultura.
—Esta es nuestra primera parcela de cultivo en la Tribu de la Enredadera. En el futuro, habrá una segunda, una tercera, ¡y muchas más! —exclamó con entusiasmo.
Chishao y los tres jóvenes no estaban tan emocionados. En su experiencia, la agricultura no daba grandes resultados y era menos eficiente que la caza y la recolección.
Jiang Xuan no les dio importancia. Sabía que una vez que vieran los frutos de su trabajo y las cosechas abundantes, cambiarían de opinión sobre la agricultura.
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