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Capítulo 161-1 – ¡Carta de Tian’er! (1)

El aura autoritaria del Príncipe León era feroz e imparable. Agarrando a Zhou Weiqing por el cuello, la luz en sus ojos estaba brillando con un fulgor asesino, pero él sólo dijo fríamente: “No te voy a matar hoy. ¿Sabes por qué?”

Por desgracia, en este punto, Zhou Weiqing estaba siendo agarrado firmemente por el cuello y no podía hablar en lo absoluto, por lo que era naturalmente incapaz de dar una respuesta.

“Eso es porque el corazón de Tian’er ya se me ha devuelto. Matarte sólo ensuciaría mis manos. Esta es una carta para ti de Tian’er…” Cuando dijo eso, una luz brilló en sus manos, y apareció una carta. Empujándola hacia adelante, la golpeó en el pecho de Zhou Weiqing, donde se pegó a la sangre enmarañada. Luego, lo soltó, y su cuerpo golpeó contra el suelo.

“Por su bien, te dejaré ir una vez. Después de todo, una vez le gustaste. Sin embargo, si me dejas verte de nuevo, te destrozaré…”

Después de decir eso, Gu YingBing dio a Zhou Weiqing una patada final, mandándolo a volar a una docena de yardas como un saco de basura.

“Vamos.” Gu YingBing lo miró un momento más, ligeramente reacio, al críticamente lesionado Zhou Weiqing. Moviendo las manos hacia sus dos guardias, se volteó hacia el norte.

…

“Hermano mayor, te ruego por favor, te lo ruego. No lo mates. Yo… estoy dispuesta a casarme contigo, siempre que lo dejes ir, ¿De acuerdo? De lo contrario, sólo conseguirás mi cadáver.”

“…”

“Hermano mayor, estoy dispuesta a escribirle una carta para hacerle saber que ya no lo amo, para que se rinda a perseguirme. En el futuro, seré tuya, una buena esposa, cuidándote bien. Por favor, te lo ruego. Esta es mi última petición. Después de todo, una vez lo amé, y no quiero que muera por mí. Hermano mayor, por favor, te lo ruego, déjalo ir.”

Al fin… “De acuerdo. Pero debes hacer lo que dijiste.”

“Hermano mayor, entonces debes jurar no matarlo. No lo volveré a ver en el futuro tampoco…”

…

Gu YingBing era, después de todo, un príncipe, y naturalmente no haría algo como romper su palabra hacia la mujer que amaba. No importaba lo mucho que quisiera, finalmente no aterrizó el golpe mortal. A pesar de sus renuentes sentimientos, finalmente se fue.

“¡Pequeño Gordito!” Shangguan Fei’er voló hacia Zhou Weiqing. Por desgracia, aunque finalmente llegó a él, no se atrevió a tocarlo en lo absoluto.

La apariencia actual de Zhou Weiqing era extremadamente aterradora. Tanto sus brazos como su pierna izquierda estaban claramente rotas, torcidas en una posición extraña. La sangre brotaba de todos sus orificios, su pecho estaba ligeramente hundido, y algunas de sus costillas y clavícula también estaban claramente rotas.

Mirándolo así, Shangguan Fei’er sintió como si su corazón estuviera en tal dolor, casi sin poder respirar. No sabía cómo ayudarlo, ni siquiera se atrevía a infundir Energía Celestial en su cuerpo.

“Pequeño Gordito… Pequeño Gordito…” Llamó suavemente, con lágrimas corriendo por sus mejillas.

Zhou Weiqing abrió lentamente los ojos. Estaban llenos de ira, odio, arrepentimiento y falta de voluntad. Había perdido, perdido tan fácilmente contra su rival en el amor, tal vez incluso perdiendo a Tian’er. El dolor en su corazón superaba por mucho el dolor en su cuerpo. De hecho, como sus lesiones eran demasiado críticas, en la actualidad sentía todo su cuerpo entumecido, y en realidad no sentía mucho dolor.

“Fei’er… abre… la… carta… en… mi… pecho… y… léela… para… mí…” Zhou Weiqing apenas pudo pronunciar esas palabras.

“Ya estás así, ¿Y todavía quieres mirar una carta? Tú estúpido playboy, si no fuese por eso, ¿Cómo podrías…?” Shangguan Fei’er casi quería darle otra paliza en ese momento.

“Léela…” Los ojos de Zhou Weiqing se abrieron de par en par, con sus pálidos labios temblando mientras decía con firmeza.

Al final, Shangguan Fei’er no pudo soportar ignorar su petición, y ella cuidadosamente recogió la carta de su pecho, empapada con su sangre. Al abrir el sobre, sacó un pedazo de papel.

Echando un rápido vistazo a ella, su rostro cambió, y una expresión vacilante se reflejó en sus hermosos rasgos.

“Qué…” Dijo Zhou Weiqing con una voz temblorosa.

Shangguan Fei’er se mordió ligeramente el labio antes de finalmente leerla suavemente: “Pequeño Gordito, cuando lees esta carta, se acabó lo que hay entre nosotros. Olvídate de mí. Después de todo, me di cuenta de que la persona a la que realmente amo es al Big Bro Gu, y estamos a punto de casarnos. Lo que pasó en el pasado fue porque soy joven, tonta y rebelde, demasiado curiosa sobre el mundo que nunca había visto antes. Realmente no te amo. Este año, en el día más frío del invierno, me convertiré en la esposa del Big Bro Gu. No nos encontraremos de nuevo, adiós para siempre.”

No fue fácil para ella terminar de leer tal párrafo, y cuando lo terminó, Shangguan Fei’er se volteó furiosa, rasgando la carta en pedazos mientras decía: “¡Qué cochina puta e infiel!…”

“Hahaha…” Para su sorpresa, cuando Zhou Weiqing la oyó leer la carta, no se enojó en lo absoluto. En vez de eso, los ojos inyectados en sangre volvieron lentamente a su color normal, el rojo disminuyó, e incluso su espíritu regresó paulatinamente a sus ojos mientras él reía a carcajadas.

“Ríes… todavía estás riendo…” Shangguan Fei’er lo miró aturdida.

Zhou Weiqing continuó riéndose y dijo: “¿Por qué… por qué no puedo reír?… Tian’er… cómo podría ella… posiblemente… amar… al… Príncipe León… Mira, ella… sigue… llamándome… Pequeño Gordito… ella sigue… llamándome… a mí… Pequeño Gordito… ella todavía… cuida… de mí… Ella está… asustada… de que… Gu… YingBing… me matara… es por eso… que… escribió… eso a propósito. Su… corazón… sigue siendo… mío… El día más frío… del invierno… esa es… mi última… posibilidad…”

En los ojos de Zhou Weiqing, Shangguan Fei’er no vio ningún desaliento o desánimo por la pérdida contra el Príncipe León, en su lugar vio un espíritu de lucha aún más fuerte.

“Realmente me pregunto de qué está hecho tu corazón. Estás muy herido y todavía puedes pensar en luchar por las mujeres.” Puesto que Zhou Weiqing parecía haber salido de su dolor interno, Shangguan Fei’er también lanzó un suspiro de alivio. Había temido que él no pudiera recuperarse de una derrota tan grande. Mientras ella hablaba, sus palabras casi parecían tener un tono ligeramente amargo.

Zhou Weiqing miró con ojos de tiernos a Shangguan Fei’er, su voz baja y ronca dijo: “Todas ustedes… son… preciadas… y estoy dispuesto… a dar todo… a sacrificarme… por cada una… de ustedes…” Su voz se hizo más y más baja, hasta que finalmente cayó en un desmayo.

Mientras Zhou Weiqing y Shangguan Fei’er hablaban, Lin TianAo había sacado dos palos largos y un paño de su Anillo Espacial, formando una cruda camilla. Por la apariencia que Zhou Weiqing tenía actualmente, era vital que se moviera con cuidado y que sus heridas no fueran demasiado sacudidas. Lo mejor era llevarlo de vuelta al Batallón Inigualable tan pronto como fuese posible, pero montar un caballo sería imposible para él, aunque estuviera consciente.

…

Por otro lado, los ejércitos del noroeste se habían desplegado y avanzaban para enfrentar a los enemigos. Sin embargo, cuando se movieron, la vuelta del Batallón Inigualable los había encontrado no muy lejos, escoltando a las dos poderosas tribus de regreso. Shen Ji había recibido una sola noticia del Batallón Inigualable, el enemigo había sido repelido.

Sin embargo, ¡También pudo ver claramente que el Batallón Inigualable había traído de regreso varios miles de Bestias Unicornio!

Con respecto a estas Bestias Celestiales Unicornio, ganarlas era una delicia total para la Tribu Berserker, ya que sería una gran bendición para ellos. Esos Unicornios eran consideradas bestias de tipo de caballo, y la Tribu Berserker había heredado muchas maneras de domar y de entrenar a tales Bestias Celestiales de tipo caballo desde épocas antiguas. Aunque esos Unicornios no estaban domesticados, ya que toda su tribu se movilizaba para emigrar, confiaban en hacerlo. ¿Cómo podía el líder de la Tribu Berserker, Ma Long, dejarlos ir tan fácilmente? Con la técnica de silbido especial de su tribu, pudieron reunir a los unicornios que habían huido en todas direcciones antes de dirigirse al campo del Batallón Inigualable.

Entre las dos tribus, eran más de diez mil en total, entrando en el campo del Batallón Inigualable. Shen Ji había estado un poco preocupado al principio, después de todo, ¿Y si alguno de esos eran espías? Justo cuando dudaba si tenían que examinar todos sus antecedentes individualmente, el Batallón Inigualable le había dado una bofetada en la cara. La Primera Compañía Principal había traído dos mil cabezas para intercambiar por premios. Eso fue incluso después de que habían sido obligados a salir a toda prisa y no habían terminado de saquear y reunir todas las cabezas de sus enemigos caídos.

Esas dos mil cabezas eran en su mayoría de la Tribu de Hombres Unicornio, y eso en sí mismo, hablaba mucho. Aún más importante, ¡Shen Ji se dio cuenta de que el Batallón Inigualable no había sufrido ninguna pérdida!

¡¿Podría ser que el maestro de Zhou Weiqing había tomado acción?! Al pensar en el misterioso maestro de Zhou Weiqing, Shen Ji disipó sus propias dudas, regresando al comando del noroeste para informar sobre lo que había sucedido.

Por supuesto, el maestro de Zhou Weiqing no había tomado ninguna acción. De hecho, en la actualidad, el Emperador Celestial Seis Supremo, Long Shiya, estaba en medio de una violenta rabia…

Al ver a Zhou Weiqing tumbado en la cama delante de él, medio muerto y todavía inconsciente, Long Shiya estaba tan enojado que todo su cuerpo temblaba. Lin TianAo y Shangguan Fei’er estaban de pie al lado, y podían ver vagamente que seis luces reverberaban alrededor de su cuerpo. Mientras estuviesen más cerca de él, la terrible presión que emanaba hacía que su respiración se hiciera extremadamente difícil.

Después de llevar a Zhou Weiqing de regreso, lo primero que hizo Shangguan Fei’er fue correr a donde Long Shiya e interrumpirlo de su cultivo en el campamento. Sabía que con las lesiones críticas de Zhou Weiqing, sólo él y su poderoso nivel de cultivo podían ayudarlo a recuperarse lo más rápido posible.