A la mañana siguiente.

Después del desayuno, Lin Xun se puso en posición y miró a Xia Zhi, que ya estaba en posición a tres metros de distancia. Estaba rebosante de espíritu de lucha esa mañana.

Apenas había dormido la noche anterior. Después de sus sesiones de cultivo de qi y espíritu, había pasado el resto del tiempo revisando las técnicas de combate de Xia Zhi.

Había sido una batalla de pura destreza física con el objetivo de templar su cuerpo. Sin embargo, tras la trágica derrota de Lin Xun el día anterior, de repente comprendió un principio. ¡La fuerza combinada con la técnica también podía ser un método eficaz para matar!

Xia Zhi era un claro ejemplo de ello. Sus habilidades de combate eran absolutamente aterradoras a pesar de no utilizar ningún poder aeth.

“Empecemos”.

La expresión de Xia Zhi era tranquila. Los suaves rayos del sol matutino bañaban su rostro con un aura sagrada y deslumbrante.

¡Huu!

Lin Xun dio un paso adelante sin dudar. Se movía como un caballo al galope, con una presencia compacta y pesada.

Al observarlo más de cerca, los músculos de su cuerpo se habían hinchado como una onda ondulante, concentrando todo su poder. Todo su ser era como un arco completamente tensado, listo para disparar con toda su fuerza.

¡El rugido del tigre resonó en el bosque de la montaña!

El puñetazo tenía una sensación completamente diferente a la de ayer: simple, limpio y directo. El poder fluyó desde su brazo hasta su hombro y finalmente se sumergió en su columna vertebral, atravesando los músculos centrales cerca de las costillas. Todos los músculos tensos se dispararon abruptamente como un resorte.

¡Boom!

Su puño atravesó el aire, creando un estruendo sordo.

Xia Zhi no se inmutó en absoluto y giró la mano para atrapar la muñeca de Lin Xun como antes. Sin embargo, antes de que pudiera ejercer ninguna fuerza, sintió que los músculos de la muñeca de él vibraban a una velocidad extrema, haciendo que su muñeca fuera tan resbaladiza como un pez de barro.

Él escapó instantáneamente de su férreo agarre.

Los ojos de Lin Xun se iluminaron. Efectivamente, aplicando la técnica y la fuerza adecuadas a través de sus músculos, podía mover cada músculo, hueso y articulación de su cuerpo como si fueran sus manos y dedos.

Antes solo conocía un estilo de lucha centrado en el poder etéreo. Solo después de una noche de reflexión comprendió que cada centímetro de músculo, tendón, piel y articulación de su cuerpo contenía un gran poder. Una vez que dominara cómo moverlos todos en armonía, sería capaz de desplegar un poder inimaginable.

Para explicarlo mejor, el cuerpo podía compararse con un campo de batalla. Los músculos y las articulaciones eran los soldados desplegados en diversas posiciones por todo el campo de batalla. Si el comandante era capaz de dirigirlos como una sola unidad armoniosa, se crearía un ejército imparable.

Sin embargo, antes de que Lin Xun pudiera celebrarlo, los dedos de Xia Zhi se movieron de repente como una serpiente siseante. Sus yemas rozaron ligeramente su muñeca, haciéndole perder toda la sensibilidad en esa zona.

Casi inmediatamente después, su cuerpo fue lanzado una vez más por el brazo, estrellándose dolorosamente contra el suelo.

Lin Xun apretó los dientes, se puso de pie y volvió a cargar hacia adelante.

Los dedos de Xia Zhi habían encontrado con precisión la articulación de la muñeca de Lin Xun, interrumpiendo su flujo de poder. Por eso había perdido la sensibilidad en la muñeca.

Lin Xun comprendió inmediatamente lo que había sucedido. Por lo tanto, ahora estaba en guardia ante esta posibilidad.

Sin embargo, ¡dos movimientos más tarde volvió a ser derribado al suelo!

Esta vez, fue derrotado por una inesperada llave de muñeca. Los brazos de Xia Zhi se habían cerrado alrededor de sus muñecas como aros de metal. A continuación, empujó hacia adelante con la mano izquierda y tiró de la derecha hacia atrás, creando una fuerza opuesta que le dislocó las muñecas.

La maniobra limpia y eficaz hizo que las muñecas de Lin Xun cayeran flácidas con un crujido. Solo sintió el intenso dolor después de que su cuerpo volviera a tocar el suelo.

¡Era el arte de separar tendones y dislocar huesos!

Después de volver a conectar sus muñecas, Lin Xun volvió a mirar a Xia Zhi. Sin embargo, no había rastro de desánimo en su mirada, sino un ardiente espíritu de lucha.

Aunque solo había aguantado dos movimientos, era una gran mejora con respecto al día anterior. Esto permitió a Lin Xun sentir lo rápido que estaba progresando.

“¡Continúa!”. Con un grito sordo, Lin Xun se movió. Ya había abandonado las formas del Puño del Ejército en Marcha. Como ya no estaba obsesionado con las formas, sus movimientos se habían vuelto mucho más ágiles.

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!

A continuación, una serie de sonidos que ponían la piel de gallina resonaron en el patio.

En algún momento desconocido, las puertas principales de la residencia se habían abierto y un grupo de niños pequeños entró corriendo. Los niños del pueblo no pudieron evitar quedarse boquiabiertos al ver a su instructor marcial más respetado, Lin Xun, siendo derrotado repetidamente por Xia Zhi.

Xia Zhi solo tenía seis años y no era más grande que varios de ellos. De hecho, era más joven que la mayoría. A pesar de ello, estaba derrotando a Lin Xun una y otra vez de forma inconcebible.

Los corazones de los niños del pueblo se estremecían cada vez que Lin Xun era derribado al suelo. En secreto, se sentían aliviados de no haber menospreciado a Xia Zhi antes, y no se atrevían a imaginar qué destino les habría esperado si lo hubieran hecho.

Los tíos y tías del pueblo pronto se acercaron, deseosos de participar en la emoción.

Aunque también sentían dolor por la paliza que estaba recibiendo Lin Xun, estaban aún más impactados por lo impresionante que era Xia Zhi.

¡Solo ahora se daban cuenta de que esa niña increíblemente hermosa poseía unas habilidades de combate capaces de dominar incluso a Lin Xun!

¿Era realmente una niña de cinco años?

Con tanta gente mirando, incluso alguien con la piel tan gruesa como Lin Xun no podía evitar sentirse avergonzado. Apretó los dientes e intentó ignorarlos mientras se entregaba por completo a la lucha.

Xia Zhi, por su parte, no se inmutó en absoluto. Contrarrestó cada ataque que le lanzaron, derribando a Lin Xin una y otra vez sin piedad.

En su opinión, todo era por ayudar a Lin Xun a templar su cuerpo y, por lo tanto, debía tratarse con la mayor seriedad. Además, conceptos como la dignidad no existían en el diccionario de Xia Zhi.

Después de ver la cara de Lin Xun besar el suelo en numerosas ocasiones, incluso Xiao Tianren ya no fue capaz de seguir mirando. Miró con ira a los aldeanos que lo rodeaban y agitó la mano: “¿Estáis todos tan libres? ¡Entonces seguidme a la Montaña del Humo Ardiente!”.

Rápidamente dispersó a la multitud y cerró las puertas, dejando a Lin Xun y Xia Zhi concentrados en su combate.

Solo cuando cayó la noche, Lin Xun finalmente arrastró su maltrecho cuerpo hasta la tina de madera y comenzó a repasar los detalles del combate.

En cuanto a Xia Zhi, se fue directamente a dormir.

……

Esta rutina se repitió durante cinco días.

Durante esos cinco días, Lin Xun no hizo más que comer, entrenar con Xia Zhi y recuperarse de sus heridas con sopa medicinal mientras repasaba los detalles de los combates. Aunque monótono, el régimen de entrenamiento era extremadamente eficaz.

Lin Xun se fue familiarizando poco a poco con la técnica de controlar su cuerpo y podía manejar con destreza cada músculo, articulación y tendón.

Además, su cuerpo había experimentado una transformación notable. Aunque por fuera seguía pareciendo el mismo cuerpo delgado, cada centímetro de músculo, piel y hueso se había refinado miles de veces, volviéndose duro como una roca y a la vez flexible como un alambre de acero; cada centímetro había sido pulido repetidamente como el jade y templado como el acero.

Además, ¡su qi y su sangre también se habían vuelto más robustos!

Aunque cinco días de derrotas ininterrumpidas parecían devastadores, los beneficios eran claramente visibles: las habilidades físicas de Lin Xun habían alcanzado un nivel completamente nuevo.

Esto era algo que sin duda levantaba el ánimo de Lin Xun.

Sin embargo, sus reservas de carne de bestia, grano aeth y diversos recursos aeth también se estaban agotando a un ritmo alarmante.

No solo se utilizaban para su recuperación, sino que la ingesta de ambos había aumentado.

Ahora, Lin Xun podía comer medio leopardo manchado de nieve adulto y diez libras de granos de aeth.

En cuanto a Xia Zhi, nunca comía menos que él y a menudo comía mucho más.

A este ritmo, las reservas de carne se agotarían en menos de medio mes, mientras que las de granos de aeth no durarían más de un mes.

Lin Xun no tuvo más remedio que empezar a pensar en cómo reponer sus suministros.

Afortunadamente, los aldeanos ya habían comenzado las operaciones mineras bajo el liderazgo de Xiao Tianren y ya habían recolectado más de cien libras de mineral. Una vez refinado el mineral, debería haber alrededor de cincuenta libras de cobre de fuego Feiyun.

Si se vendía, podría reportar una pequeña fortuna.

Lin Xun planeaba hacer un viaje a la tribu Qingyang pronto. Además del cobre de fuego Feiyun, tenía otros objetos de valor que podrían cambiarse por una buena suma.

En la mañana del quinto día, Lin Xun se sorprendió al descubrir que Xia Zhi había desaparecido. Solo había una tira de papel en la habitación en la que se había garabateado una simple frase: “Volveré pronto”.

Aliviado, Lin Xun sintió ganas de reír al mirar el mensaje de Xia Zhi. Los caracteres parecían gusanos que se arrastraban y eran tan feos que apenas podía reconocerlos.

Como Xia Zhi había dicho que volvería pronto, no había por qué preocuparse. Lin Xun entró en la cocina y comenzó a preparar el desayuno.

Cuando Lin Xun colocó el humeante desayuno sobre la mesa, la puerta principal de la residencia se abrió con un fuerte golpe. Una criatura parecida a un ternero cubierta de una melena similar a llamas fue arrojada al patio, sacudiendo el suelo a su alrededor.

¡Era un jabalí de melena de fuego!

El jabalí estaba atado con enredaderas gruesas y resistentes, y tenía la boca amordazada con barro. Lo único que podía hacer era quedarse tumbado en el suelo e intentar gruñir, con los ojos rojos como la sangre llenos de rabia y odio.

Mientras tanto, la pequeña figura de Xia Zhi entró. Se lavó las manos, se sentó a la mesa y comenzó a comer.

Lin Xun miró aturdido la escena. Señaló al jabalí de melena llameante y preguntó: “¿Has salido a cazar a este bruto?”.

Xia Zhi asintió con la cabeza y respondió: “Después del desayuno, lucharás contra este cerdo. Solo a través de una sangrienta batalla aprenderás lo fuerte que se ha vuelto tu cuerpo”.

La expresión de Lin Xun se volvió algo conflictiva: “Si pierdo, ¿no significará que soy menos que un cerdo?”.

Xia Zhi reflexionó antes de responder con seriedad: “Así es”.

Lin Xun sintió opresión en el corazón. Antes solo eran palabras. ¡Quién iba a imaginar que ella realmente capturaría un jabalí de crines llameantes! ¡Esto lo ponía en una situación difícil!

“No te preocupes, ¡no perderé contra un cerdo!”.

Lin Xun miró con saña a Xia Zhi. También se sentó a la mesa y comenzó a comer con gusto, como si se estuviera animando para matar al cerdo.