Capítulo 550. La Impotencia en una Crisis

El Dragón del Diluvio Venenoso rugió y su cuerpo floreció con luz escarlata mientras pensaba atacar inmediatamente a Han Li. Pero casi al mismo tiempo, la cara del demonio hizo una mueca de dolor y cayó de rodillas con una explosión. Miró impotente la hinchazón de su cuerpo y permaneció inmóvil en su impotencia.

"¡Estás cortejando a la muerte!" Feng Xi gritó furiosamente. Un destello de luz blanca apareció en su cara; su cuerpo desapareció de la vista. Un momento después, apareció detrás de Han Li, y le dio un fuerte golpe con una garra negra.

Sus movimientos fueron casi instantáneos. Aunque Han Li ya se había preparado, todavía no era capaz de seguir el ritmo de sus movimientos. Sólo podía hacer todo lo posible para arrojar su cuerpo a un lado.

• ¡Clang! Han Li fue empujado por una fuerza enorme y fue arrojado a más de treinta metros de distancia. Han Li entonces se puso de pie con obvia dificultad.

El único golpe de la garra de la bestia demoníaca de noveno grado no fue capaz de matar inmediatamente a Han Li. El cultivador demoníaco no pudo evitar hacer una pausa, un destello ominoso que pronto parpadeó en sus ojos mientras miraba hacia donde había golpeado a Han Li. Las rasgaduras en su ropa revelaron escamas blancas y plateadas. La mayoría de ellas estaban destrozadas por el golpe, lo que reveló una tela centelleante de color negro azabache debajo.

"¿Armadura interior?" Feng Xi se sorprendió mucho, pero pronto se mofó y sin decir palabra se volvió a convertir en viento, desapareciendo sin dejar rastro.

La armadura interior era claramente un tesoro extremadamente fino para que pudiera resistir uno de sus golpes. Sin embargo, la armadura no podría salvar su vida por segunda vez.

Han Li también reconoció que su anterior supervivencia era sólo el resultado de la suerte. Estaba seguro de que ese golpe debería haber sido capaz de matarlo. La Placa de Escala Emperador de Man Huzi era realmente un tesoro extraordinario para poder evitar un ataque de una bestia demoníaca de noveno grado.

Con el precioso tiempo que la armadura había comprado, Han Li recuperó firmemente el equilibrio. Relámpagos dorados surgieron por todo su cuerpo sin pensarlo dos veces, acompañados de un cegador despliegue de luz azul que tomó la forma de un enorme escudo de esencia azul. También levantó los brazos y convocó a veinticuatro espadas azules desde dentro de su cuerpo, formando instantáneamente una barrera a su alrededor.

Justo cuando Han Li terminó de hacer esto, la estatura alta de Feng Xi apareció frente a Han Li una vez más. Con una mirada siniestra, abrió la boca revelando una luz blanca y cegadora.

La expresión de Han Li cambió abruptamente al maldecir en su interior con impotencia. Era fundamentalmente incapaz de sobrevivir si el viejo demonio iba a usar su núcleo demoníaco en un ataque directo.

Mientras Han Li sentía que su corazón se congelaba, Feng Xi cerró repentinamente su boca y su cuerpo se balanceó. Su cara tenía una expresión espantosa cuando perdió el equilibrio.

Han Li fue inmediatamente despertado de su conmoción, notando que el cultivador demoníaco había empezado a temblar. Además, su abdomen comenzó a mostrar protuberancias. Aunque este viejo demonio tenía un cultivo mucho más profundo que los otros dos, los efectos del líquido verde finalmente se habían arraigado.

Han Li estaba encantado y señaló sin dudarlo un instante. Las veinticuatro Espadas Enjambre de Nube de Bambú Azul se dirigieron hacia Feng Xi y empezaron a golpearle salvajemente desde todos los ángulos.

Después de sólo un momento, la sonrisa de Han Li se volvió rígida.

Aunque la Bestia Rompevientos estaba dolorosamente de rodillas y con las manos agarrando con fuerza su abdomen, había logrado envolver su cuerpo en una capa de tenue luz blanca. Las espadas voladoras solas no fueron capaces de romper la barrera de luz ni siquiera en lo más mínimo. Además, el cultivador demoníaco aún era capaz de forzar su cabeza hacia arriba para mirar ferozmente a Han Li. Aunque no podía hablar, sus ojos estaban llenos de malicia.

Con una sola mirada, Han Li sintió como se le caía el corazón. Reflexionando un momento, Han Li concluyó que debería haber algún tipo de tesoro protegiendo a Feng Xi.

Por otra parte, Feng Xi no pudo eliminar a Han Li con su poder espiritual de viento que había insertado en su interior.

El corazón de Han Li se calmó con el pensamiento y rápidamente formó un gesto de encantamiento con sus manos. Las espadas voladoras se unieron, formando dos bolas de cegadoras luces azules. Las dos bolas de luz se desvanecieron para revelar dos espadas azules de unos diez metros de largo; brillaban con una luz imponente y fría.

Con una extraña expresión parpadeando entre sus ojos, Han Li abrió silenciosamente su boca y lanzó una nube de Qi azul sobre cada espada, haciéndolas brillar fuertemente. Con una serie de ligeros zumbidos, luego se dirigieron hacia la Bestia Rompevientos.

Las enormes espadas golpearon ferozmente la luz blanca con una explosión. Luz azul y luz blanca se entrelazaban, pero al final, las dos espadas sólo pudieron cortar varias pulgadas de la luz blanca antes de ser repelidas con fuerza.

Han Li miró fijamente a la escena, pero Feng Xi llevaba un rastro de desprecio.

Han Li no pudo evitar temblar al ver su expresión. Aunque Feng Xi estaba lisiado, Han Li no tenía ningún método para hacerle daño. Aparte de la palpitación en el abdomen hinchado de Feng Xi, no hubo muchos cambios en sus extremidades ni en su cabeza. El cultivador demoníaco parecía estar suprimiendo con fuerza los efectos del líquido verde.

La expresión de Han Li cambió cuando de repente pensó en algo. Apresuradamente volvió su mirada hacia los otros demonios y sintió temblar su corazón.

El dragón del diluvio y la tortuga demoníaca todavía tenían cuerpos inflados. Sin embargo, sus cabezas y extremidades habían empezado a encogerse. Parecía que sus cuerpos estaban liberando el Qi espiritual sin restricciones. Estaba claro que estaban suprimiendo el líquido verde, pero a un ritmo mucho más lento que la Bestia Rompevientos debido a su menor cultivo.

Han Li señaló instantáneamente a las dos grandes espadas, haciendo que golpeasen a los dos demonios como si fuesen rayos de luz azul. Como las espadas no podían lidiar con la Bestia Rompevientos, ¡sería mejor lidiar primero con los otros dos demonios!

Después, Han Li se armó de valor y agarró la bolsa de bestias espirituales en su cintura. Un sinnúmero de Escarabajos Devoradores de Oro llenaron la habitación. Con un silbato de tono bajo, Han Li los dirigió hacia Feng Xi.

Los ojos de Feng Xi revelaron asombro al ver aparecer los escarabajos. En el momento siguiente, los innumerables escarabajos envolvieron la luz blanca en capas y comenzaron a roer la luz blanca.

En ese momento, las dos espadas enormes se dirigieron hacia la tortuga demoníaca y al dragón del diluvio. Aunque sus ojos se abrieron de par en par, no pudieron moverse en lo más mínimo. Solo podían ver como las espadas azules golpeaban su cuerpo. Dos violentos *Clangs fueron producidos por el ataque, pero no hizo el más mínimo daño.

Han Li quedó aturdido por el resultado. '¿Cómo puede ser esto?' La Bestia Rompevientos tiene un tesoro protegiendo su cuerpo que es capaz de bloquear las espadas voladoras. ¡Pero estos demonios fueron capaces de repeler las espadas con sus cuerpos solos sin recibir ni el más mínimo daño! ¿Cómo pueden ser tan duros los cuerpos de estas bestias demoníacas de octavo grado?"

Por supuesto, Han Li no iba a rendirse después de esto.

Señaló a las dos enormes espadas y les hizo soltar gruesos relámpagos sobre los dos demonios.

Los dos demonios aparecieron bastante doloridos al recibir los relámpagos, pero permanecieron ilesos. Sin embargo, sus expresiones sólo se volvieron más hostiles como resultado. Presumiblemente, sus primeros pensamientos después de recuperar el control de sus cuerpos serían destrozar a Han Li.

Han Li sintió una ligera punzada de miedo al pensarlo y luego giró la cabeza para mirar a sus Escarabajos Devoradores de Oro. Después de pensarlo un poco, hizo que los escarabajos devoradores de oro flotaran en el aire y revelaran el cultivador demoníaco que había debajo.

Aunque la luz blanca se había oscurecido un poco, la bestia demoníaca aún estaba a salvo y sana bajo la luz blanca. Estaba resultando realmente difícil para Han Li lidiar con ello. Incluso después de decenas de miles de Escarabajos Devoradores de Oro, sólo habían logrado debilitarla ligeramente. El poder del tesoro protector de Feng Xi estaba realmente fuera de toda razón.

Mientras Han Li dudaba en si quería que los Escarabajos Devoradores de Oro siguieran alrededor de Feng Xi, Feng Xi recuperó la capacidad de hablar.

El demonio tenía una expresión viciosa mientras hablaba enérgicamente: "¡Humano! ¿Crees que un cultivador de la Formación del Núcleo es de alguna manera capaz de lidiar con los demonios en estado de metamorfosis? En un momento, te daremos una muestra de lo que significa desear la muerte". Aunque su tono era tranquilo, sus palabras eran firmes y amenazadoras.

Cuando Han Li escuchó esas palabras, recuperó la claridad mental. "¡Humph! ¿Es eso cierto?"

Sin dudarlo más, señaló a los Escarabajos Devoradores de Oro en el aire, haciéndoles cambiar de dirección hacia los otros dos demonios con un zumbido feroz.

Las dos enormes espadas se dirigieron hacia la barrera de luz arco iris.

Fenx Xi vio las acciones de Han Li y empezó a entrar en pánico. Se apresuró a gritarle con una expresión de temor: "¡Para! ¿Qué tontería estás tramando? ¿Deseas ser perseguido por todos los dragones del diluvio en estos mares? Y las Alas de Tormenta de Trueno aún no han sido completadas. Si las sacas ahora, todo se perderá. Además, esas alas espirituales sólo pueden ser controladas usando tanto el poder espiritual del relámpago. ¿De qué sirve que las tomes?"

Han Li se mofó y no mostró signos de detenerse. Los enjambres de insectos cayeron sobre los dos demonios en un instante, y los dos grandes golpes de espadas casi habían derribado la barrera de refinamiento arco iris. Después de todo, el propósito de la barrera era refinar las herramientas mágicas; no se hizo pensando en las capacidades defensivas.

Los ojos verdes de Feng Xi se volvieron carmesí al ver esto, pero la extraña enfermedad que afectaba a su cuerpo seguía impidiéndole hacer algo.

En el momento siguiente, el Dragón del Diluvio Venenoso lanzó un chillido tembloroso que sacudió el cielo.

La luz de la sangre escarlata se desprendió entre los escarabajos. Al tocar la luz de la sangre, los escarabajos se convirtieron inmediatamente en gotas de líquido negro y liberaron humo amarillo.

La neblina escarlata era increíblemente tóxica.

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