Capítulo 552. Escapando de la Persecución

Han Li estaba muy molesto cuando sus espadas resultaron ser completamente inofensivas para los cultivadores demoníacos. Pero después de pensarlo un poco, recuperó la calma.

La gran mayoría de las bestias demoníacas de alto grado se especializan en cultivar sus cuerpos. Su carne densa y su piel endurecida podrían rivalizar con los tesoros mágicos de cultivadores de rango similar. Además, las bestias demoníacas tenían una vida que duraba varias veces más que los cultivadores comunes, a veces con una vida decenas de veces más larga. Como resultado, cuanto más alto sea el grado de la bestia demoníaca, y cuanto más tiempo cultivaran, más asombrosamente resistente sería su cuerpo.

Antes de llegar a la etapa del Alma Naciente, los cultivadores confiaban en sus tesoros mágicos y conocimientos para matar a las bestias demoníacas de séptimo grado y menores. Pero una vez que las bestias demoníacas alcanzaron la etapa de metamorfosis en el octavo grado, a menudo suprimían a los cultivadores humanos del mismo rango con sus cuerpos cultivados y su intelecto expandido.

Puesto que los dragones del diluvio eran una raza primordial, sus demonios de octavo grado eran comparables tanto en combate como en poder defensivo a las bestias comunes de noveno grado. En cuanto a las tortugas demoníacas, su raza tenía los poderes defensivos más fuertes entre todas las bestias demoníacas.

Después de tomar esto en consideración, no fue ninguna sorpresa que las espadas voladoras de Han Li fueran incapaces de hacerles daño en lo más mínimo. Aunque podría haber sido diferente si un excéntrico del Alma Naciente los hubiera atacado con un tesoro mágico que había sido alimentado durante varios cientos de años.

Por el contrario, si se tratara de un excéntrico común del Alma Naciente tirado en el suelo, Han Li habría podido matarlo fácilmente. Muy pocos cultivadores refinaban sus cuerpos como lo hacían los demonios, siendo Man Huzi una excepción particularmente notable.

En cuanto al Relámpago Divino de Perdición Diabólica, aunque puede tener un poder fatal contra las artes diabólicas y las técnicas malvadas, no fue particularmente efectivo contra la raza demoníaca. El formidable poder del Relámpago Divino de Perdición Diabólica se originó en el mismo Bambú Relámpago Dorado, pero en el cultivo actual de Han Li, sólo fue capaz de aprovechar una décima parte de su poder.

Con esto ahora claro en su mente, Han Li no se sintió abatido en lo más mínimo. Comprendió que una vez que llegase a la etapa del Alma Naciente y pasase otros cien años templando sus Espadas Enjambre de Nube de Bambú Azul, sus tesoros mágicos experimentarían un enorme avance en fuerza. En ese momento, sería capaz de atravesar las defensas de las bestias demoníacas con relativa facilidad.

Después de todo, las Espadas Enjambre de Nube de Bambú Azul eran un tesoro mágico de grado pináculo en el que había gastado una enorme cantidad de esfuerzo para adquirirlo. Por eso, Han Li creía que tenían un inmenso potencial.

Aunque Han Li podía matar fácilmente a siete bestias demoníacas de grado siete y a cultivadores tardíos de la Formación del Núcleo como él, no se atrevía a luchar contra cultivadores del Alma Naciente o contra bestias demoníacas de octavo grado. Había una enorme brecha entre las etapas de la Formación del Núcleo y del Alma Naciente; ¡estaban en mundos completamente diferentes!

Todos estos pensamientos pasaron por la mente de Han Li en un instante. Cuando miró de nuevo a la tortuga demoníaca y a Feng Xi, su expresión vaciló y reveló un diluvio de emociones.

Llegó a la conclusión de que a menos que tomara el riesgo y usara la Perla de Hielo Celestial, no tendría otro método para exterminar a las dos bestias demoníacas en un corto periodo de tiempo. Incluso con esto, Han Li sospechaba que aunque sería capaz de acabar con la tortuga demoníaca, probablemente sería incapaz de romper el tesoro protector de la Bestia Rompevientos. Como no podía controlar la Perla de Hielo Celestial, no podría enfocar su poder en los cuerpos de los demonios, debilitando enormemente la eficacia de la fuerza del fuego de hielo.

Pero lo que hizo especialmente dudar a Han Li, fue que el fuego de hielo no se podía recuperar una vez usado. Si no fuera capaz de matar a Feng Xi después de usarlo, estaría dejando el fuego en la habitación como un regalo de despedida para que Feng Xi lo usara. ¡En esta situación, sería mejor que Han Li dejara el fuego para sí mismo! Podía refinar la perla después de condensar un Alma Naciente y hacer que se convirtiera en otra arma mortal en su arsenal.

Han Li pasó muy poco tiempo pensando, ya que no podía permitirse el lujo de perder ni un solo momento.

Mientras que la tortuga demoníaca estaba todavía muy hinchada, el abdomen de la Bestia Rompevientos ya se había encogido mucho. La oscura expresión de Feng Xi se estaba volviendo cada vez más hostil.

Han Li no tendría mucho más tiempo antes de que Feng Xi suprimiera por completo el poder medicinal del líquido verde y recuperara el control sobre su cuerpo y su poder mágico.

Como resultado, Han Li apretó los dientes y le arrebató la bolsa de almacenamiento a la tortuga demoníaca antes de enviarla a patadas a la fosa del fuego terrestre desenfrenado. Poco después, sacó otra bolsa de almacenamiento entre los restos del dragón del diluvio y desapareció con un borrón. Cuando reapareció al lado de la Bestia Rompevientos, rápidamente la envió volando a la fosa de fuego terrestre para acompañar a la tortuga demoníaca. Entonces, sin volver a mirar a los demonios, salió volando como una raya de luz azul.

Han Li no creía que serían capaces de seguirle la pista a cualquier isla en la que decidiera esconderse, por muy profundas y notables que fueran sus habilidades. Por lo tanto, Han Li hizo un gran agujero en la puerta de piedra de la habitación y se fue volando sin dejar rastro.

¡La sala de refinamiento de herramientas se volvió completamente silenciosa!

Después de un tiempo desconocido, un rugido resentido y vicioso salió del foso de fuego terrestre de la habitación. Después del estruendo, una raya de luz blanca salió volando de la fosa y rompió el techo de la habitación, luego todas las restricciones de la residencia de la cueva.

Un momento después, la luz blanca apareció sobre la pequeña isla y voló en círculo alrededor de ella a una velocidad imperceptible. Después de detenerse en su lugar original, la luz se desvaneció para revelar a Feng Xi.

Por su apariencia ordenada, parecía que había quedado totalmente indemne ante el fuego terrestre. Sin embargo, estaba apretando los dientes con furia mientras sostenía el cuerpo de la aún discapacitada tortuga demoníaca en su mano.

La tortuga demoníaca no tenía ningún tesoro que protegiera su cuerpo, por lo tanto su cuerpo estaba carbonizado y humeante. Parecía haber sufrido bastante en la fosa de fuego terrestre.

Los ojos de Feng Xi brillaron con luz blanca mientras pasaba su mirada más allá del horizonte. Después de pensarlo un poco, una expresión malévola apareció en su cara. Luego agarró su mano en un gesto de encantamiento y una luz blanca parpadeó en la punta de su dedo. Poco después, su expresión se volvió hostil.

Después de confirmar en silencio la dirección, atravesó los cielos con una raya de luz blanca.

En ese momento, Han Li comenzó a sudar frío mientras volaba salvajemente a través de los cielos. La energía espiritual de viento que Feng Xi puso en su interior empezó a descontrolarse y las restricciones del Relámpago Divino de Perdición Diabólica se habían vuelto inestables.

Después de entrar en la etapa tardía de la Formación del Núcleo, Han Li fue capaz de cortar la extracción forzada de su poder espiritual de la capa, a pesar de que todavía no era capaz de controlarla sin problemas. Esto había aumentado enormemente la utilidad del tesoro antiguo.

Han Li puso una mueca amarga. La Bestia Rompevientos venía por él. Han Li cambió de dirección instintivamente y derramó salvajemente su poder espiritual en su capa antes de dispararse rápidamente.

Sin duda había enfurecido a Feng Xi, y si lo atrapaba, sin duda sería cortado en pedazos y su alma refinada.

Para disgusto de Han Li, Feng Xi todavía era capaz de controlar la energía espiritual de viento dentro de su cuerpo a pesar de estar tan lejos de él. Esta fue una variable completamente imprevista. Ahora se sentía arrepentido de no haber soltado la Perla de Hielo Celestial dentro de la sala de refinamiento de herramientas cuando tuvo la oportunidad.

Pero no tenía sentido pensar en eso ahora. Han Li solo pudo escapar salvajemente con la ayuda de su capa roja. Mientras Han Li continuaba con su huida, la energía espiritual de viento dentro de su cuerpo se intensificaba una vez cada cuatro a seis horas.

Aunque consiguió suprimirla cada vez en un cuarto de hora, tuvo que cambiar la dirección de su vuelo cada vez para evitar que Feng Xi determinara su dirección.

La velocidad de Han Li era muy inferior a la de la Bestia Rompevientos, pero siempre se las arreglaba para tomar la iniciativa cada vez y despistarlo por una gran distancia. Sin embargo, Feng Xi todavía era capaz de perseguir implacablemente a Han Li confiando en la reacción de la energía espiritual de viento.

Este juego del gato y el ratón continuó durante un mes mientras viajaban a través de una enorme extensión del mar.

Mientras la persecución continuaba, Han Li se sentía cada vez más nervioso y triste. Para poder escapar permanentemente de la persecución de la Bestia Rompevientos, quería refinar la energía espiritual de viento dentro de su cuerpo y deshacerse de ella para siempre. Sin embargo, estaba demostrando ser extremadamente duradera. En el mes que había estado escapando, la energía espiritual de viento no había disminuido en lo más mínimo a pesar de todos sus esfuerzos por refinarla. Parecía que no era algo de lo que un cultivador de la Formación del Núcleo pudiera deshacerse. Desamparado, Han Li continuó de todo corazón con sus esfuerzos por escapar.

Sin embargo, Han Li estaba extremadamente perplejo en cuanto a por qué la Bestia Rompevientos no encendía la energía espiritual de viento más a menudo. Si hubiera hecho esto, el demonio lo habría capturado hace mucho tiempo.

Por supuesto, Han Li no podía saber que a varios miles de kilómetros de distancia, Feng Xi constantemente quería hacer precisamente eso. Pero para su disgusto, se encontraba en la misma posición en Han Li.

Aunque el cultivador demoníaco desconocía el extraño veneno que se había colocado dentro de la leche espiritual, periódicamente se le restringía su poder espiritual y su cuerpo comenzaba a hincharse. Cada vez que esto ocurría no tenía otra opción que dejar de volar y suprimirlo a la fuerza.

Aunque estaba seguro de que podía refinar completamente este veneno después de un período de meditación, no podía permitir que Han Li escapara de su persecución. Además, a Feng Xi no le quedaba mucho poder mágico, así que tenía que hacer todo lo que estuviera en su mano para perseguir a Han Li antes de que se le acabara.

En cuanto a la tortuga demoníaca, hace tiempo que se había recuperado. Pero como era demasiada lenta, Feng Xi la había dejado atrás y continuó por su cuenta.

Para su gran disgusto, se sorprendió al ver que Han Li podía viajar tan rápido. Adivinó débilmente que Han Li debía poseer un tesoro mágico capaz de alcanzar tales velocidades.

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