Capítulo 95. El Nombre Demoníaco que Resuena Famosamente

Han Li levantó la cabeza y miró fijamente a la arena. Independientemente de si eran miembros de la Secta de los Siete Misterios o de la Banda de los Lobos Salvajes, todos ellos no tenían ni una pizca de color en sus rostros mientras se miraban entre ellos con expresiones de temor y miedo.

Ya sea que se tratara de capturar la 'espada voladora', matar al Monje Luz Dorada o convertir instantáneamente en cenizas a los diez guardaespaldas de Jia Tianlong, todas estas acciones indicaban que Han Li no sólo era un cultivador inmortal como el Monje Luz Dorada, sino que también carecía de bondad o misericordia. Sus métodos eran aún más despiadados y crueles que los del Monje Luz Dorada.

Así, dondequiera que su mirada se posara, la gente al percatarse bajaría la cabeza y se ocultaría. Nadie se atrevía a mirar a su alrededor. El actual Han Li era capaz de invocar el miedo en todos.

"¿Aún no se han perdido? ¿Podría ser que quieran quedarse en la montaña y que yo los expulse?" Dijo fríamente Han Li en dirección a los miembros de la Banda de los Lobos Salvajes.

El sonido de su voz no podía considerarse alto, pero las miles de personas que se encontraban actualmente en la cima de la montaña podían escucharlo claramente, causando que se aterrorizaran con su voz.

"¡Rápido, escapemos! ¡Si nos quedamos aquí, nos quemará hasta la muerte!" Gritó un desconocido.

Simultáneamente, la Banda de Lobos Salvajes y el resto de los invasores de las sectas más pequeñas se desorganizaron mientras se empujaban unos a otros, tratando de ser los primeros en salir corriendo de las montañas. La corriente de gente que se precipitaba hacia abajo causó que el pequeño sendero de la montaña se llenara de gente. En el camino, muchos de ellos fueron gravemente heridos e incluso pisoteados hasta la muerte.

Poco después, la Cumbre del Sol Poniente fue vaciada, aparte de los miembros de la Secta de los Siete Misterios, no había nadie más.

Wang Juechu estaba asombrado y eufórico. Nunca habría pensado que el peligro al que se enfrentaba su secta se evitaría tan fácilmente o que Jia Tianlong sería destruido con tanta contundencia. Sin embargo, también había rastros de inquietud en su corazón a pesar de su felicidad.

Sabía que como Han Li podía fácilmente evitar su desastre, también podía presionar a la Secta de los Siete Misterios con facilidad o incluso destruirla, ocasionando lo mismo que a la actual Banda de los Lobos Salvajes.

Mientras el Líder de la Secta Wang pensaba en esto, rastros de preocupación aparecieron una vez más en su inicialmente relajado corazón. Involuntariamente, su mirada se desplazó hacia el centro de la arena.

"¡Ai! ¿Dónde está el Doctor Han?" El sorprendido Líder de la Secta, Wang, respiró agudamente.

Hace un rato, ese experto indiscutible, Han Li, había desaparecido sin dejar rastro.

"¿Alguien vio al Doctor Han?" Preguntó apresuradamente Wang Juechu.

"¡Ni idea!"

"No me di cuenta."

……..

Casi todos en la multitud no tenían idea de adónde iba Han Li, pero esto era de esperar. Después de todo, su atención se había centrado en el método que Han Li usaba para quemar a sus oponentes. ¿Quién se atrevería a apartar su mirada de ese monstruo inhumano? Debido a los movimientos fantasmales de su cuerpo, si Han Li no quisiera que rastrearan sus movimientos, sería extremadamente fácil de lograr.

"No hay necesidad de buscarlo más. Vi que se había mezclado con la multitud y ya se ha marchado de la Cumbre del Sol Poniente". Muchos hombres de túnica gris abrieron sus bocas y afirmaron esto una vez que recuperaron el semblante.

"¿Ya se fue? ¿Adónde iba?" El líder de la secta Wang tenía una mirada complicada en su cara. Sonrió amargamente, murmurando para sí mismo.

Mientras contemplaba sus alrededores, su mirada se posó sobre cierto cuerpo.

Los ojos de Wang Juechu brillaron repentinamente con una luz brillante mientras sus labios se doblaban en una sonrisa, revelando la mirada de un viejo tramposo astuto.

En ese momento, un Li Feiyu incomparablemente emocionado estaba hablando con Zhang Xiuer. Debido a que su buen amigo de repente se expuso como un poderoso experto, Li Feiyu no se dio cuenta de que se había convertido en el centro de atención de alguien.

Así, la Banda de Lobos Salvajes y el resto de los invasores se retiraron rápidamente de las Montañas del Arco Iris Celestial. Abusaron de sus caballos, corriendo por la noche, para abandonar rápidamente el territorio de la Secta de los Siete Misterios. Debido a que el poder del escalón superior de la Secta de los Siete Misterios había sido severamente dañado, el Líder de la Secta Wang no envió hombres para perseguir a los invasores en retirada.

Ese día fue un día extremadamente largo. Pasado el día, tanto la Banda de Lobos Salvajes como la Secta de los Siete Misterios dejaron sus banderas y dejaron de tocar los tambores, entrando en un cese al fuego para recuperarse de sus pérdidas.

Esta vez, la batalla entre ambas partes fue una lucha con muchos giros y sorpresas. En poco tiempo, se corrió la voz de un legendario Inmortal, así como de una figura demoníaca. Este relato legendario hizo que los miembros de las sectas, tanto del bien como del mal, discutieran este tema sin descanso, transformando la historia en una que tendría un eco interminable a través de múltiples generaciones.

En la historia, la gran batalla comenzó con un poseedor de una espada suprema, capaz de soltar rayos desde su espada, luchando contra un Inmortal Espada que podía volar pisando su espada voladora. Al final, las técnicas de la espada voladora era demasiado misteriosa, incluso más poderosas que los expertos en espada, y así el Inmortal Espada derrotó fácilmente al usuario de la espada suprema. Aprovechando esta oportunidad, un ardiente demonio apareció de repente y mató al Inmortal Espada justo después de que el usuario supremo de la espada y el Inmortal Espada se habían herido mutuamente. El demonio también se volvió loco, invocando sus llamas para asesinar a más de 1.000 espectadores. Una de las víctimas fue el desafortunado Jia Tianlong, Comandante de la Banda de los Lobos Salvajes. Murió sin un cadáver, desintegrándose en polvo.

En la frontera del Valle de la Mano de Dios, Han Li escuchó la historia en la que se convirtió en un ardiente demonio de la boca de Li Feiyu. Se quedó atónito, sin palabras. Mientras tanto, Li Feiyu se estaba riendo a tal punto que ni siquiera podía enderezar su espalda.

Era mediodía, el quinto día después del combate a muerte.

Esa noche, Han Li se escondió silenciosamente entre la multitud y salió de la Cumbre del Sol Poniente. Una vez que encontró al Alma Torcida, regresaron al Valle de la Mano de Dios.

Una vez de vuelta, colgó un cartel que decía que se negaría a reunirse con alguien, incluso con la máxima autoridad de la Secta de los Siete Misterios, debido a un entrenamiento de aislamiento.

Naturalmente, debido a la fama detrás del nombre de Han Li, las figuras de alto nivel no se atrevieron a mostrar ningún sentimiento de insatisfacción, ni se atrevieron a entrometerse en el Valle de la Mano de Dios sin una invitación.  Sólo podían esperar obedientemente fuera del valle durante un período de tiempo y suspirar cuando regresaban por donde habían venido.

Durante los días siguientes, Han Li comenzó a utilizar el talismán del enano para practicar la Técnica de la Telequinesis.

Como sabía que no le quedaba mucho tiempo, practicaría su técnica de telequinesis incluso antes de que saliera el sol. Todos los días, hacía que los brillantes talismanes se elevaran por el valle y volaran sin obstáculos en un baile hasta que su energía se agotara. Después, cerraba los ojos para reponer energías antes de reanudar su práctica.

De esta manera, Han Li persistió repetidamente en su entrenamiento aburrido que duró tres días hasta dominar por completo la etapa inicial de la Técnica Telequinesis.

Capítulo semanal (5/12)

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