eth-capitulo-8
ETH - Capítulo 8
18097
8

Capítulo 8.

 

—Tump. Tump—

Caminé a través de la mazmorra lentamente con Kim Youngchul. Las estalactitas a lo largo de las paredes de la cueva eran brillantes.

— ¿Cómo te sientes acerca de tu primera visita a una mazmorra?

— Aterradora y cruel.

— Pero es algo que también es necesario.

— Lo sé. Sé que si no limpiamos las mazmorras de vez en cuando, los monstruos la dejarían y llegarían al mundo exterior. ¿Qué hay de tí? ¿No tienes miedo? No eres un cazador así que puedes morir fácilmente. Si fuera yo, tendría miedo de hacerlo.

— Estoy acostumbrado a ello, así que está bien.

— ¿Crees que yo también seré así?

— Piénsalo como prepararse temprano para algo que tendrás que hacer más tarde de todos modos.

— ¿Te refieres al servicio militar?

— Sí. Si te conviertes en un cazador superior a un nivel 3, entonces por ley serás reclutado para el ejército.

Era normal que los cazadores mayores de nivel 3 sirvieran como Seguridad Nacional en lugar de servir en el ejército. Esto era para mantener el costo de la contratación de cazadores bajos, manteniendo la seguridad del país. Una situación de ganar-ganar. Mientras que el cazador es colocado en un puesto cómodo, se les exige cazar una vez por semana para mantener el país seguro.

— Bueno, si es algo que tengo que hacer de todos modos, ¿no es lo mismo si lo pospongo para más tarde?

Supongo que también puedes pensar de esa manera.

Asentí con la cabeza. Caminamos por un largo tiempo sin decir una palabra.

Un pensamiento negativo se mantuvo persistiendo en el fondo de mi mente.

— ¿Hay algo que te preocupa?

— Más que preocuparme algo... hay algo que me concierne un poco.

— ¿Qué es?

— Bueno, oí un mal rumor antes de venir aquí, en realidad.

— ¿Rumor? ¿Acerca de Hansol?

— Bueno... no. No importa.

Sacudí la cabeza. No sabía exactamente cuál era su relación, no podía ir vomitando tonterías de las que podría arrepentirme más tarde.

No pude decir algo que ni siquiera estaba confirmado.

-¡Clang!-

Durante un minuto, Kim Youngchul estuvo mirando mi cara con atención se cayo momento después. Cualquiera podía ver que todo esto era un acto horrible.

— ¡Ah!

— … ¿Qué estás haciendo?

— Ay ay ay. Creo que me he torcido la pierna y ya no puedo caminar.

— Pero parecía como si te hubieras caído a propósito...

— No no. Me torcí el tobillo.

Lo miré con calma.

Este pequeño, ¿estaba haciendo esto por preocupación por mí?

— ¡Lo juro!

— Um... bien. Supongo que ahora que lo miro con más cuidado, se ve un poco hinchado.

— Sí. Así que vamos a volver bien?

Sonreí un poco y me agaché delante de él.

— ¿Eh? ¿Qué estás haciendo?

Este chico, no podía decir si era inteligente o tonto.

-Tap Tap Tap Tap-

Corrí con Kim Youngchul a cuestas y corrí hacia el lugar donde todos descansaban. Pasaron veinte minutos desde que nos fuimos. Si algo hubiera sucedido, ya habría terminado antes de que pudiera llegar.

Podía oír a un montón de gente gritando a todo pulmón.

— Sueltame ahora. ¡Voy a matarlo!

— Ke ke ke señorita cargadora. Eres muy fuerte, ¿no?

— Mierda. Mira sus pechos.

— ¡Oye! ¡Sosténgala bien! ¡Sigue moviéndose!

Ah, mierda. Mierda. Mierda. Pensé que no podía ser verdad pero lo era. Mierda.

Lo que vi tan pronto como llegué fue a Song Hansol sentado arriba de la cargadora quien se retorcía con toda su fuerza en el suelo. Los otros dos cazadores estaban a ambos lados de ella, sosteniendo sus brazos contra el suelo mientras hacía ruidosos gruñidos. El señor Jung estaba en la esquina observando todo mientras fumaba un cigarrillo sin cuidado alguno.

—¡Qué están haciendo!

Dejé a Kim Youngchul en el suelo antes de correr hacia la cargadora.

— ¡Muévete!

— Maldita sea. Este bastardo. Arruinando todo.

Song Hansol se levantó. Los otros cazadores también se alejaron.

A juzgar por la situación, afortunadamente no era demasiado tarde.

— ¿Estás bien?

—... ¿Me veo bien?

La chica respondió con una voz temblorosa. Su rostro estaba cubierto de moretones frescos. Tenía el labio roto y la sangre corría libremente por su rostro.

Levanté la cabeza para mirar fijamente a Song Hansol.

— ¿Cuál es el significado de esto?

Song Hansol no me miró. Miró a Kim Youngchul y dijo.

— Kim Youngchul. Pedazo de mierda. ¿No te dije que fueras por la mazmorra? ¿Le tomó sólo veinte minutos para ir alrededor de la mazmorra entera? ¿Eh?

— Yo, lo hice pero me lastimé la pierna...

— Me parece que estás perfectamente.

— Ah, duele. Está hinchado, así que ni siquiera puedo apoyarme sobre ella.

Él respondió con espasmos. Era obvio para cualquiera que estaba mintiendo. Y bastante terriblemente también.

“Ah. Lo que sea. Youngchul vete por allí un minuto.”

— ¿Porque, porque?

— ¡Dije que te fueras!

Song Hansol casi estaba chillando ahora. Kim Youngchul se retorció un poco antes de caminar hacia el señor Jung.

— Señor. Jung toma a Youngchul y vete.

— Sí. Entendido.

—Yo, yo no quiero irme."

— ¿Quieres morir? ¿Que acabo de decir? ¿Crees que soy un idiota?

— No eso no es…

— ¿¡que!?

-¡Smak!-

Song Hansol golpeó las estalactitas frente a él con fuerza.

Salieron despedidas en trozos casi tan grandes como su brazo y cayeron al suelo de la cueva.

— Señor Jung! ¡Apresúrate, llévalo y vete!

— Ah, sí. Sí señor.

—Y hasta que salga, no entren aquí.

El señor Jung tomó al resistente Youngchul y salió de la cueva. Sostuve en mis brazos a la chica asustada y esperé a ver lo que vendría después.

Las cosas no iban bien. Si Kim Youngchul y el señor Jung se van, no había nadie quien pudiera detener a este psicópata.

—Jaa.

Song Hansol suspiró como si no pudiera creer que nada de esto estuviera sucediendo.

Los otros cazadores idiotas también estaban asustados, juzgando la situación, seguro iban a mantener el silencio.

Entonces finalmente habló Song Hansol.

— Tú. Mierda. Eres interesante. ¿Sabes?

-Shing-

Desenvainó su espada.

— Oye Jungbeh.

— ¿Sí?

— ¿Alguna vez has matado a una persona antes?

—N... no...

—Vamos a hacerlo hoy.

Song Hansol se giro para ver las reacciones de los idiotas antes de venir hacia nosotros. No teniamos otra escapatoria más allá de dirigirnos contra la pared detrás de nosotros.

¡Mieeerda! ¿¡Es este bastardo va en serio!?

Destello.

Mis ojos aterrizaron en el brillante arco dorado mientras buscaba a mi alrededor por un arma de algún tipo. Kim Youngchul había dejado el Arco de Atenea en mi mochila.

Que chico tan considerado.

-Tap-.

Corrí apresuradamente hacia el arco y lo agarré.

— ¿Qué?

Tan pronto como tiró de la cuerda del arco, una flecha apareció.

— Estoy seguro de que ya sabes lo poderoso que es este arco. Si no quieres herirte, deberíamos dejar las cosas hasta aquí.

—Bastardo... si no quieres morir ahora mismo, Soltarás ese arco.

— No soy idiota.

Tragué mi inexistente saliva y le observé a ver qué haría a continuación. Song Hansol era rápido. Si le quito los ojos de él por un segundo, ya estaría perdido.

Una pequeña sonrisa se deslizó en su cara terrorífica.

— ¿Sí? Pero, ¿qué haremos? Tampoco soy idiota.

—¿Qué…?

Esa flecha. No mata a la gente. ¿Pensaste que no lo sabría?

El lo sabía. Por supuesto que lo sabía. Estaba en el mismo grupo que el dueño.

— ¿Eso es todo lo que sabes? ¿No sabes el resto?

— ¿Qué quieres decir?

—¿Sabes cuánto vale este arco?

— Vale más de lo que jamás verás en tu vida llena de pobreza, eso es seguro.

— ¿Qué crees que pasará si me muero?

Saqué una pequeña daga de mi bolsillo y la puse junto a mi cuello. Era algo que suelo llevar conmigo por si acaso.

— Si mueres en una mazmorra entonces el artículo que tienes... espera un minuto. ¿Estás intentando tomar ese arco como rehén?

— Así es amigo. Sé que no te importaría tanto mi vida, sino este arco. Si este arco desaparece, entonces tendrás un gran problema ¿verdad?

El Arco de Atenea valía veinte millones de dólares. No harías nada precipitado solo porque estuviste furioso y arriesgarías a tirar veinte millones de dólares... a menos que estuvieras demente o retrasado.

Oré a los dioses para que no estuviera tan loco o fuera tan estúpido.

Estaba tranquilo. Park Jungebeh finalmente habló.

— Oye. Vamos a dejarlo. Mierda. No tiene sentido hacer esto aquí. Podemos acabarlo afuera o algo así.

— Sí. No tiene sentido hacer algo y correr el riesgo de perder ese arco. Vamos a ser destrozados si lo perdemos.

— ¡Mierda! ¡Cállate! Déjame pensar.

-Tap-

Song Hansol golpeó su dedo antes de hacer una sonrisa desagradable.

Sólo digo, esa sonrisa era la más asquerosa que he visto en toda mi vida. No es mentira. Lo juro.

"¿Qué…?"

-¡Tap!-

Ese bastardo se movió tan rápido en ese momento. Me alejé de la sorpresa.

Pero su objetivo no era atraparme sino atrapar a la cargadora derrumbada en el suelo.

— ¡Ah ahhhk!

— ¿Qué estás haciendo? ¡Ella no tiene nada que ver con esto!

— Silencio. Sooah. Todo terminará pronto.

Song Hansol puso el filo de su espada en su cuello y empezó a burlarse.

— Jeu, ¿jeuuk?

— Ahora. Tu vida o su vida. ¿Cúal?

—¿… qué?

— ¿No te ibas a suicidar de todos modos? Si vas a hacerlo, entonces haz un favor al mundo y hazlo.

"Este bastardo.”

Había unos cinco metros de distancia entre Song Hansol y yo. No importaba lo rápido que me moviera, no había forma de detener a este psicópata. No, para emepezar ni siquiera sería capaz de quitarme a estos dos idiotas a ambos lados de mí.

— Entonces. Simplemente deja caer ese arco y mátate. Te lo digo, ahora esto es un hecho, si te matas mientras sostienes ese arco, la mataré con seguridad. Ah ah. ¿Ahora que vas a hacer? ¿Hmm?

— No me hagas reír. Si este arco desaparece, ambos sabemos que lo vas a hacer. Y si dos cargadores mueren, ¿crees que no te va a afectar.

— Estoy seguro que será. ¿Y qué? ¿Crees que voy a ir a la cárcel por eso?

— Si son dos cargadores, incluso si eres de dinero, no te saldrás con la tuya.

— Parece que no sabes cómo funcionan las cosas. Esto es una mazmorra. No importa quién muera, será difícil averiguar por qué. Podrías haber muerto a manos de un duende. ¿Quién puede decir lo contrario?

— Este pedazo de mierda...

— Kekekeke. Maldice todo lo que quieras. Ya no serás capaz de hacerlo en poco tiempo.

Tan pronto como Song Hansol hizo un gesto con la barbilla, ambos gorilas comenzaron a dirigirse hacia mí.

Entonces todo se oscureció.

— ¿Que demonios?

Song Hansol miró a su alrededor aturdido. ¡Ah! Sé lo que pasó. La mazmorra se había reiniciado.

Espere. ¿La mazmorra se restauró? ¿Cómo es eso posible? Una mazmorra sólo puede reiniciarse cuando el grupo entero sale.

Raaaaawr.

Un rugido repentino resonó en la oscuridad. Era un sonido que había oído antes.

"Espera un minuto…"

-¡Tud!-

En el lado opuesto de la cueva había un monstruo enorme tambaleándose. Podía verlo gracias a la luz de las antorchas. Era un gran monstruo de más de tres metros de altura. Era una clase similar al monstruo que habíamos encontrado hace unas horas.

—¿Qué? ¿Qué es eso?

—No lo sé. No puede ser un monstruo de nivel 1, ¿no?

Song Hansol estaba respirando superficialmente por el miedo.

No pude imaginar cómo y por qué ese monstruo apareció aquí. Pero no puedo decir que lo odié. Quiero decir. ¿Podrían ponerse peor las cosas?

-Creaak-

Tiré del arco. En cuanto lo hice, apareció una flecha dorada. Song Hansol me miró con los ojos muy abiertos.

Jaja. Me gusta esa mirada.

— ¡No, no!

— Claro que sí, basura.

-¡Fuiz!-

Disparé la flecha.



home

Reacciones del Capítulo (1)

Inicia sesión para reaccionar y/o comentar a este capítulo

Comentarios del capítulo: (0)



Piedras Espirituales+10
Piedras Espirituales+50
Piedras Espirituales