Shu Yan se mudó a la casa de Shu Jianyang con sus dos hijos, y Shu Jianyang se mudó a la casa de un amigo. Aunque eran primos, ambos eran adultos. Sería incómodo vivir juntos. Él era soltero y podía quedarse en cualquier parte.

Ye Zhiqiang no la encontró en el hotel y pasó mucho tiempo buscando a Shu Jianyang. Mientras lo buscaba, empezó a calmarse.

“¿Dónde está Shu Yan?”.

“¿Qué quieres hablar con ella?”, preguntó Shu Jianyang levantando las cejas.

“¿Qué fue eso de las fotos?”. Shu Yan nunca habría podido hacer todo eso sin la ayuda de Shu Jianyang.

Le tiraron un montón de fotos a Ye Zhiqiang. “Solo era para darle un escarmiento. La próxima vez serás tú”.

Ye Zhiqiang soltó un suspiro de alivio al ver que no se le reconocía en ninguna de las fotos. Pero entonces, su ira volvió a crecer.

“¿Qué quiere Shu Yan?”.

“Es sencillo. Divorciarse y que te vayas sin un centavo”, dijo Shu Jianyang mientras se recostaba y levantaba los pies. Balanceó los pies mientras decía con indiferencia: “Si yo fuera tú, aceptaría sus condiciones. Ya sabes lo que se dice, siempre se puede ganar más dinero. Con tu capacidad, volverás a estar donde estás ahora en tres o cinco años. No pasa nada si quieres ganar tiempo, pero ¿cuánto tiempo puede esperar Jiaojiao?”.

Shu Jianyang solo lo decía, pero se daba cuenta de que Ye Zhiqiang estaba considerando seriamente su sugerencia. ¿Era esto realmente amor verdadero?

“¿Dónde está Shu Yan? Tiene que estar aquí para esto”. Ye Zhiqiang no confiaba en Shu Jianyang.

Los tres se reunieron de nuevo en la tetería. Shu Yan miró a Ye Zhiqiang y pensó para sí misma que, después de todo, esto era el mundo de una novela. ¿Cómo si no un canalla como él estaría dispuesto a renunciar a todo por el amor verdadero?

“Todo el dinero de la casa, la casa en sí y el coche serán para ti. Liquidaré mi empresa. Eso me dejará más o menos sin un centavo”. Cuando Shu Yan obtuvo todas las pruebas anteriormente, Ye Zhiqiang había buscado todo tipo de soluciones. No podía transferir sus activos. Había consultado con un abogado y le había dicho que hacerlo sería ilegal. Tampoco podía pedirle a la familia de Shu Yan que interviniera.

Había una diferencia entre que el yerno fuera rico y que la hija fuera rica. Si los Shu supieran que podrían quedarse con todos sus bienes tras el divorcio, solo le dirían a Shu Yan que se divorciara cuanto antes.

Realmente no tenía mucho dinero en efectivo; todo estaba invertido en sus negocios. Lo único de valor que tenía eran unas cuantas casas y los coches. Necesitaba su empresa; era su medio de vida. Podía pedir dinero prestado o pedir un préstamo y pagarle en efectivo a Shu Yan. Una vez que terminara los dos proyectos en los que estaba trabajando, ya habría recuperado el dinero.

Shu Yan sopesó rápidamente sus opciones. La pelota estaba en su tejado porque 1) había pillado a Ye Zhiqiang por sorpresa y lo había tomado desprevenido y 2) contaba con el respaldo de Shu Jianyang. Él podría ayudarla una o dos veces, pero no podía seguir molestándolo indefinidamente.