Cuando terminó de probar los tres tipos de medicamentos, había pasado una semana. Tenía la costumbre de viajar al extranjero de vez en cuando, así que nadie sospechó nada al no verla durante una semana. Como mucho, le hacían algunas preguntas aquí y allá.

Cuando llegó a casa, su hija XinYun estaba sentada en el sofá con cara de enfado. Jiang YaGe estaba de pie cerca de ella con expresión avergonzada. Li WangJin esperaba junto a XinYun con la misma intensidad de enfado.

“Te he mimado demasiado. Por eso te has convertido en una persona tan egoísta. ¿Por qué no puedes ser más como YaGe?”.

Li XinYun estalló. “¡Llevaba meses planeando mi banquete de cumpleaños! ¿Por qué debería cancelarlo por ella? ¿Debería ser considerada con ella? ¿Quién va a ser considerado conmigo? ¡Ya he enviado las invitaciones a todos mis amigos!”.

“¿YaGe no es más importante que tus amigos? Puedes invitarlos el año que viene”. Li WangJin tampoco cedió ni un ápice. Se le veían las venas en la frente, había llegado al límite.

“¿Qué está pasando aquí?”, interrumpió Fang JunRong para romper el ambiente explosivo. Ella sabía muy bien lo que estaba pasando. Lo mismo había ocurrido en su vida anterior. El cumpleaños de XinYun era también el aniversario de la muerte de los padres de Jiang YaGe. Li WangJin había decidido cancelarlo con el pretexto de que no quería que Jiang YaGe se sintiera triste ese día.

Fang JunRong no estuvo de acuerdo con cancelarlo en aquel momento y tuvo una gran discusión con Li WangJin. Pero Li WangJin actuó con previsión y envió él mismo una nota de cancelación a todos los invitados. XinYun odió completamente a Jiang YaGe después de este incidente y empezó a enemistarse con ella.

Li WangJin intentó reprimir su ira y dijo: “Mírala, peleando conmigo día tras día. Así no se comporta una chica. Creo que la hemos mimado demasiado. Por eso ahora es tan irrespetuosa con los Ancianos”.

Fang JunRong no se quedó callada. “XinYun es muy respetuosa conmigo. Si no quieres una hija como ella, puedo irme con ella ahora mismo”. Fang JunRong se arrepintió de no haber animado a su hija a hacer un viaje corto antes de que se marchara para realizar sus experimentos. De esa forma, XinYun no habría tenido que quedarse en casa y aguantar esto.

La mirada de Li WangJin se quedó en blanco de repente. Su voz se debilitó y dijo: “No es lo que quería decir”.

Jiang YaGe puso una expresión muy razonable y dijo: “No discutas con tu hermana pequeña por mí, papá. Es culpa mía”.

Fang JunRong asintió y dijo: “Sí, es culpa tuya. WangJin nunca había regañado así a XinYun antes de que llegaras”. Li WangJin nunca había sido un gran padre, pero al menos siempre había mantenido las apariencias en el pasado.

Li XinYun miró fijamente a Jiang YaGe y dijo: “Exacto. Mi padre me ha estado molestando día tras día desde que llegaste. Creo que desearía que fueras su hija”.

Li XinYun nunca había sido tratada así antes.

Quizás, debido a que Fang JunRong estaba allí, Li WangJin no se atrevió a actuar como lo había hecho antes. Su tono se suavizó mucho y dijo: “El cumpleaños de XinYun es el 16 de agosto, el mismo día en que fallecieron los padres de YaGe. Solo pensé que podríamos cancelar la fiesta de cumpleaños este año para no entristecer a YaGe”.

“¿Los padres de YaGe también eran nuestros Ancianos? ¿Es por eso que toda nuestra familia tiene que conmemorar el aniversario de su muerte?”.

¿De qué demonios estaba hablando?

Li WangJin titubeó un poco y dijo: “No es eso lo que quiero decir...”.

Fang JunRong frunció un poco los labios y preguntó: “¿Es idea tuya o de YaGe?”.

“Ha sido idea mía. YaGe nunca lo ha mencionado”, dijo Li WangJin.