Kuranmūnsutā

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KMS Volumen 1 – Capítulo 1
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CAPITULO 1: DESOLACIÓN EN UN SENTIDO

—No.

Fría, sin sentimiento, sin remordimiento y sin ningún gesto en su bello rostro de dudas reflejada en ella. Esta fue la respuesta que esta joven y hermosa mujer le dio a este joven.

La situación en la que están ahora es la de una confesión “Pura” de este joven, pero que el destino le ha jugado mal.

Estando bajo un árbol de Sakura, bajo las estrellas y la luna, las únicas fuentes de luz que se encontraba en esos momentos iluminando a esos jóvenes.

La muchacha de pelo negro, piel blanca cara perfilada, con un vestido enterizo liso de color azul, su mirada lo único que reflejaba era desprecio hacia el joven que estaba frente a ella en esos momentos.

El joven con un jeans, camisa larga y su pelo negro largo moderado lo tenía un poco inclinado y no se le podía ver muy bien su rostro, con su brazo derecho en la espalda parecía estar sosteniendo una pequeña caja y apretando un poco su mano izquierda también, había escuchado la respuesta de la joven en esos momento, no sabía qué hacer, estaba imponente en esos momentos.

“¿Y ahora qué?”

Decía el joven en su mente.

—Arata-san, si eso es todo por hoy me voy, de ahora en adelante no quiero que nos vean junto o más bien, prefiero que no me hables, después de todo eres alguien repugnante que ahora la personas te desprecian, siendo esto, me despido.

Le decía mientras le daba la espalda a Arata, no sabía que decirle a la joven mujer, no le salían las palabras, pero…

—Solo espero que no te arrepienta de lo que has dicho y haz echo en estos momentos, Kyoto-san.

Le dijo Arata a la joven llamada Kyoto.

Al escuchar esto paro de caminar, se quedó pensando un momento, pero solo fue por capricho, ya sabía la respuesta inmediata que ella le daría en esos momentos a Arata.

Pero se quejó con un tsk con la boca y le respondió.

—No te preocupes, no la he tomado, y no la tomare nunca.

Termino de decir con una pequeña risa comprimida al final.

Después de eso, los dos cogieron caminos diferentes, uno pensando la impotencia en ese momento que tenía, y la otra tal vez diciendo lo estúpido que era al haberse confesando a ella.

Después de eso el tiempo paso, las sakuras cayeron, vino la nieve, y ya había pasado un tiempo bastante considerable para estas dos personas que vivían prácticamente e indiscutiblemente vidas diferentes.


“Espero que se encuentre bien”

Fue el pensamiento que se le vino a la persona situada al frente de esta puerta corrediza.

Joven de pelo corto de color negro, cubriéndole parte del ojo izquierdo. Estaba a la espera de una llamada a su nombre, vestida de un uniforme escolar se encontraba en la puerta del salón que decía 2°D.

Eran los pasillos de una escuela.

Hermosa se podría considerar esta persona una belleza sin igual.

“Parece que ya es hora”

Fue lo que pensó cuando escucho que ya podía entrar.

—Tenemos una alumna nueva, puedes presentarte.

Anuncio el profesor a los estudiantes que no hacía más que quedarse asombrado por la belleza que tenía en esos momentos al frente de ellos.

—Me llamo, Hiromi Nozomi. Soy transferida de los Estado unidos de América, mi familia es japonesa, solo dure dos año en el extranjero, mi infancia la pase aquí en Japón, por eso mi japonés es fluido, es un gusto conocerlo.

Haciendo una pequeña reverencia como de princesa, se presentó frente a los alumnos de la clase.

—Puedes coger un asiento disponible.

—Gracias.

Después de agradecer, analizo el salón de clase. Pero no fue para buscar una silla en donde sentarse, si no en busca de alguien más.

“Lo encontré”

Bueno no tardo tanto buscando pero al único que vio y a la persona que estaba buscando, se encontraba con la cabeza puesta en el escritorio, durmiendo y dando la cara para la ventana ya que estaba al lado de esta.

“¿pero qué está haciendo?”

Su pensamiento era un poco de ira.

No había nadie alrededor de él, norte, sur, este, oeste, no había nadie alrededor. Esto es un caso de bulliyng extremos u otra cosa, ¿aunque pensaba diferentes cosas, ella ya sabía cuál era la razón? Ella se dirigió hacia al lado del joven para sentarse en la silla desocupada, de repente se sintió como todas las miradas eran dirigida hacia ella.

Pero Nozomi no le presto la atención a esto y se sentó.

—Hola, me llamo Emiya Sakura, es un gusto conocerte. —se presentó la joven que estaba al lado de Nozomi. —Y ella es mi amiga Takane Mayoko. —Indico con el dedo a la persona detrás de Nozomi.

—Es un gusto conocerla, Emiya-san y Takane-san.

Nozomi solo se las quedo mirando y analizando pensando, “y estas de donde salieron”, aunque era un pensamiento estúpido, pero ella quedo con dudas.

—Hiromi-san, ¿estas segura de sentarte ahí en ese puesto?

Le pregunto Mayoko a Nozomi con un poco de voz alta. No sabía el porqué de esta pregunta, pero ya Nozomi tenía un poco a que se quería referir con esa pregunta. Pero de todos modos pregunto.

— ¿Por qué?

—Eres estúpida o que, ella es nueva aquí por si no lo sabía—Intervino con una voz baja Emiya—. Además trata de hablar un poco más bajo, que tal si te oye Mayoko-chan.

—No me importa.

No sabía muy bien de esta situación de estas dos personas, pero Nozomi si sabía la situación del joven durmiendo en su escritorio al lado de ella.

— ¿De qué se trata?

Con una pregunta para parecer inocente delante de esta situación Nozomi la realizo.

—No es nada importante, no te preocupes, no te preocupes.

Con un gesto con la mano le respondió Emiya a la pregunta de Nozomi estando un poco nerviosa.

—Muy bien, prosigamos con la clase.

Hablo el profesor mientras salía el tema o el título de la clase en la pantalla gigante táctil del tamaño de un tablero en el salón de clase.


Era un ambiente muy increíblemente lujoso el salón de clase para ser una preparatoria común y corriente, ya que no era así, esta preparatoria es el número uno de todo Japón y actualmente del mundo, con persona a la cual todo el mundo puede acceder.

De Japón y fuera de él, desde rico hasta pobre, pero tenía que tener un margen de inteligencia aceptable para entrar a esta preparatoria, la cual solo podía entrar por inteligencia, o por sus frutos en el deporte de cualquier clase. Los que estaban becado le tocaba trabajar, en horarios aceptables para que no interfiriera en sus estudios.

La preparatoria abarcando una cancha de futbol profesional, de béisbol, tenis, baloncesto, de atletismo, de natación profesional, esta escuela lo tenía todo.

Todos quieren entrar aquí, solo el examen de admisión abarca una semana completa, más los otro siete días revisando los resultado de los exámenes día y noche para no atrasar los horarios de clase.

De cada un millón de estudiante, solo lograban pasar quinientos, esto por que manejaban un nivel estricto de estudiante, si pasaban la preparatoria quinientos, quinientos pasaban el examen de admisión, si era seiscientos, seiscientos pasaban el examen de admisión, no llenaban la escuela para conseguir más dinero u otra cosa, los que merecían estar aquí, es porque son los mejores.

A pesar de lo grande que era esta escuela, solo tenían estudiante para llenar la mitad de la cancha de futbol profesional que tenían ellos.

Su uniforme que lógicamente es mejor diseño de todos era maravilloso.

Blanco puro en las líneas del cuello estaba bordado por el dorado y el plateado, la falda y los pantalones de color negro, un negro profundo que la verdad dudo mucho, que la encontremos en el mercado, a menos que paguemos una suma considerable de dinero.

El escudo de una luna con una textura parecida al diamante pero negro y la forma de una estrella de cuatro punta pegado a la camisa de un material parecido al diamante, se encontraba situado en la parte izquierda de la camisa, y justo por debajo de la luna y las estrella se encontraba la forma de unos bastoncitos terminado en una punta ordenada, negro, azul, purpura, verde, rojo, blanco, plateado, oro.

Y las iniciales del nombre de la preparatoria Hiro-Yuu, siendo de una textura cristalizada, con caligrafía que da mucho que envidiar.

Esta preparatoria se podría decir que es perfecto el sueño de todo estudiante, con un dominio de un conjunto de habitaciones para aquellas personas que la necesitaran.

Belleza de preparatoria, será mejor proseguir con la historia, perdón.


Terminaron las clases.

Y tenían descanso ahora para iniciar nuevamente las clases después, Nozomi se encontraba guardando sus útiles escolares en esos momentos.

—Hiromi-san, ¿qué vas a hacer ahora?

—Tengo asuntos pendientes ahora.

Poniéndose de pie Nozomi, le respondió a la pregunta echa por Sakura. Nozomi la miro por un segundo, después dirigió su mirada a la pantalla gigante que tenía frente a ella y hablo.

—Necesito hablar contigo ahora mismo, sígueme.

Los alumnos viendo a Nozomi hablar, se preguntaban hacia donde estaban dirigidas esas palabras mencionadas.

—Esto… Hiromi-san a quien…―ya tenía idea a quien le estaba hablando, pero sakura no podía creer su pensamiento, pero…

Dejo de hablar Sakura, al momento que ella vio que se iba Nozomi, pero eso no fue lo único sorprendente.

Lo sorprendente fue que cuando Nozomi camino para salir del salón de clase, él se levantó de su asiento, todos se preguntaba porque él, que significa esto, en sus pensamiento se preguntaba el porqué de sus actos en esos momentos.

Pero nadie lo expresaba en palabras, simplemente se encontraban en silencio, de los veinticinco estudiantes en ese momento todos estaban mudo.

El joven caminando detrás de Nozomi, con la cabeza inclinada como para que nadie le viera su rostro no le prestaba atención al silencio incomodo que hiciera en esos momentos.

Nozomi lo miro mientras iba por los pasillos de la preparatoria.

“¿Por qué esta con la cabeza inclinada?”

Se preguntaba en esos momentos Nozomi.

Todos los alumno que miraba a Nozomi, también miraban al chico que iba tras de ella.

—¿A dónde crees que vas?

Un alumno, que por su aspecto parecía que fuera de tercer año aguanto al chico que iba detrás de Nozomi, pero a la pregunta echa por el de tercer año él no la respondió y se quedó callado.

Nozomi paro al escuchar esto, mas no miro para atrás.

—¿crees que puedes hacer lo que se te venga en gana?

Tampoco respondió.

Dos chicos más de tercer grado se situaron atrás del chico que estaba siendo interrogado en estos momentos.

—Déjenlo yo lo he citado para entablar una conversación a él.

Intervino Nozomi dándole la espalda a los de tercer año.

—Lo siento pero no podemos dejar que él se valla.

— ¿Enserio?

—Sí.

—No me haga repetirlo dos veces.

Con un tono serio le hablo a los de tercer año.

tsk se quejó con la boca.

—Dejémoslo, no es responsabilidad nuestra si algo le sucede a ella.

Los de tercer año se fueron, los que presenciaron esto todavía estaban mudos.

—Muy bien sigamos adelante.

Y así fueron hasta el lugar donde Nozomi creyó conveniente hablar a solas con el chico.

Nozomi le dio la cara al chico y hablo.

— ¿Hasta cuándo vas a estar con la cabeza inclinada? Si te ven los líderes de las prefecturas en estos momentos, y madre, no te lo permitirían.

Menciono Nozomi indignada por el comportamiento y actitud que estaba teniendo el chico.

—Arata…

—Solo… solo te quería recibir con una sonrisa pero llegaste en mal momento.

Al terminar de decir esto, no lo comprendía Nozomi, llevo su mano derecha hacia la cara de Arata, la acaricio aun estando inclinada y sintió algo húmedo, no, eran lagrimas que tenía en este momento el chico llamado Arata.

Lentamente le alzo la cara y vio esas lagrimas un tanto pequeña que salían de sus ojos.

Fue cuando ella se abalanzo hacia Arata.

Bajo el árbol de Sakura que estaba encima de ellos, un árbol que apenas tenía unas cuantas hojas, el viento frio y un sol que no estaba a su máxima potencia.

Se encontraban estos hermanos abrazándose, ella consolando a su hermano en esos momentos, siendo ella un poco más baja que Arata, no se decían nada.

—Sabes, también estas son lágrimas de felicidad, Nozomi.

—¿De verdad?

—Claro, mi bella hermana después de dos años ya se encuentra de nuevo aquí.

Al terminar de decir esto Arata, Nozomi saco una sonrisa inocente, y sus pómulos se tornaron un poco rosado por la vergüenza que sentía en esos momentos.

—Sabes, Arata Oni-san tiene que cambiar esa actitud que tomas en la preparatoria.

—Pero…

—Sin pero, que diría padre si te ve así.

Se quedaron en silencio un momento, todavía estaban abrazados.

—Bueno, ya estoy en mi límite, y no he podido descansar.

—Esa, fue la razón por la que Oka-sama, me envió para Japón de nuevo.

—Bueno, llegaste justo a tiempo.

— ¿En serio?

—Sí, perdón por manchar tu ropa de sangre.

Nozomi se retiró un poco y vio la camisa del uniforme manchada de sangre, instintivamente vio hacia Arata, y claramente se veía que tenía una hemorragia nasal.

—Estoy ya en mi límite, lo siento, pero te dejo el resto a ti Nozomi One-san.

—Déjamelo a mí.

Arata con la nariz llena de sangre, pero sin que le saliera más lágrimas, solo los ojos un poco vidrioso. Le sonrió a Nozomi antes de caer en los brazos de su hermana.

Pasaron unas cuantas respiraciones después.

Estando después acostado en el césped verde, Nozomi situó la cabeza de Arata en su regazo luego de parar la hemorragia que tenía.

Acariciándole el pelo que tenía más largo de lo normal, se encontraba indecisa sobre algo.

“No le he pedido permiso a Arata Oni-san”

Pensó.

“Será que lo hago y no le digo, o se lo digo en el momento indicado, sé que voy a conseguir un buen regaño de Oni-san y no quiero eso.”

Siguió pensando.

“Bueno, será enfrentar las consecuencia”.

Después de eso llevo su mano hacia su frente y hablo.

— [Analize] – [Uranai no mahou] – [Miru] — (Analizar – Magia de adivinación – Ver)

Seguido después salió un pequeño resplandor de su mano derecha que estaba situada en la frente de Arata, y en la otra mano salió una especie de carta de tarjeta de un color dorado único.

La forma que salió de su pecho antes de mencionar la magia, era maravilloso hacen el gesto con la mano derecha como si la estuviera sacando de su pecho.

Esta salía como si estuviera desintegrada, pero mientras salía se iba transformando en la tarjeta que se estaba situando en su mano izquierda.

Con los ojos cerrado llevo su mano izquierda hacia su oreja, solo por una pequeña picazón que le entro, pero la tarjeta se mantuvo en el aire sin la necesidad de tener la mano por debajo de esta tarjeta.

Y todo se volvió negro, como si estuviera entre las neblinas y nubes.

—¿Y esa quién es?

Se preguntó mientras tenía los ojos cerrados.

—¡Maldición!

Se quejó por algo.

—Has bloqueado lo demás recuerdo. Y esa chica estúpida también—Seguía quejándose—. ¡Estúpida!

―¡He! Otra vez ella. También bloqueaste estos pensamientos de ella otra vez, no hay nada, todo está en blanco en días específico.

tsk se quejó.

—Será preguntarle cuando despierte.

Después retiro su mano la cual dejo de resplandecer, y al mismo tiempo la tarjeta que se sostenía en el aire se desintegro y volvió de la misma manera al pecho de Nozomi.

Prácticamente lo que había pasado en estos momento fue magia creada por Nozomi, obviamente, esta magia le permitía ver los recuerdo de otras persona.

Fuera por voluntad o sin el consentimiento de este, al menos que el individuo al que iban a analizar tuviera la capacidad de bloquear parte de su recuerdo para que otros no lo viera.

—Será llamar a los chicos.

Saco su celular táctil último modelo y marco el número correspondiente.

—Amaya, te necesito en la preparatoria, mi hermano necesita que lo revisen.

—“Entendido”.

—Te espero.

Colgó la llamada que estaba ya finalizada.

—Ahora solo falta esperar.

Acariciándole otra vez el cabello de Arata, le limpio un poco la nariz que estaba llena de sangre.

Y dio un suspiro.

—¡Ustedes dos!, ¿qué hacen aquí?

Nozomi instintivamente miro hacia donde venía la voz.

De pelo negro como las plumas de un cuervo, piel perfilada de porcelana, labios totalmente rosados naturalmente, llevando puesto el uniforme de la preparatoria, con medias veladas negra, estaba situada esa persona que le llamo la atención a Nozomi en ese momento.

Acomodando la cabeza de Arata encima del bolso de ella para que no se golpeara y estuviera más cómodo, se levantó Nozomi del piso.

Sacudiendo su falda hablo hacia la chica que estaba cruzada de brazo con una cara seria.

—Hola Sadashi Kyoto-san, ha pasado un tiempo.

La chica llamada Kyoto se quedó pensando.

—¿No te acuerdas de tu amiga de la infancia?

—¡¿Nozomi?!

Respondió mencionando su nombre con una ligera sonrisa de felicidad, la cual intento ir abrazarla pero se detuvo.

—¿Qué te trae en estos tiempo, Nozomi?

—Oka-sama me envió para tomar por un tiempo el cuidado de Arata Oni-san. ¿Y qué me cuentas?

—Nada, me imagino que ya sabes lo sucedido hace año y medio, Nozomi.

—Claro, como si fuera mis propios recuerdo.

Se quedaron en silencio, Kyoto se puso en una pose más altiva con la mirada que te decía “estas por debajo de mí”. En su aura se veía lo arrogante que es ella.

—Gracias.

Le agradeció Nozomi haciendo una reverencia hacia Kyoto, que había quedado muda por el repentino comportamiento de Nozomi.

—Como…

—Te doy gracias por haber rechazado a mi hermano.

—Pero que estas…

—Te doy gracias porque me he equivocado, al escoger a alguien incompetente para mi Oni-san

—¿Qué dijiste?

Le pregunto a Nozomi enojada por lo que oyó. Nozomi termino su reverencia y hablo.

—No eres buena para él.

—Claro, alguien como yo que está por encima de él nunca sucedería.

—¡Ignorante!

— ¡Haaa!

—Como oíste, acaso hablaste con mi hermano bien, le dijiste el porqué de sus acciones y todo, gracias a eso mi familia ha tomado una decisión y sobretodo yo.

—Pues que quiere que le pregunte si hubo prueba de lo que había hecho.

—Estúpida, crees que mi hermano haría algo así, pregúntale a tu abuela, al menos has hecho eso.

—Oba-san, no sabe nada de esto.

Nozomi se echó a reír.

—Perdón, perdón. Estas bastante mimada y desinformada, Sadashi-san.

—¿Qué?

—Como oíste, tus acciones, han llevado a tus padres a muchas cosas.

—¿Qué tanto sabes de mis padres? ellos ni siquiera se encuentra en el país en estos momentos.

—Y tus acciones han llevado a la situación de requerirse un casamiento, con el consentimiento de Oka-sama y el de Oto-sama que descanse en paz, que sé que estaría dispuesto a esto.

—¿De qué hablas?

—Para no cometer más imprudencia en mis decisiones, propuse el casamiento entre mi hermano y yo, todo esto fue gracias a tus acciones echas en ese momento.

—¿Casamiento entre hermano?

Se burló de lo que estaba diciendo Nozomi.

—Sabes Nozomi, el estado no permitirá eso, qué asco da tu familia si piensan hacer eso.

Seguía con una sonrisa en sus labios.

—No te preocupes, las leyes impuesta en este estado y los demás del mundo, no afecta a nuestra familia.

Kyoto paro de reír.

—Están fuera de juicio sus mentes, son repug…

No termino de decir la palabra “repugnancia” por qué Nozomi intervino.

—Lo siento, pero de aquí en adelante, no dejare que insulte a nuestra familia, nuestra amistad ha terminado, nada de llamarnos por nuestros nombre.

—¿Qué?

—Lo que te conté fue por consideración a nuestra vieja amistad.

—Espera…

—Ya llegaron.

Nozomi se dio cuenta de las dos personas que venían.

Una mujer y un hombre joven.

La mujer de cabello blanco suelto corría hacia ella con un traje de mayordomo puesto, era prácticamente una sirvienta, cabe decir que estaba ligeramente modificado para que se viera que fuera un traje de mujer.

El joven también con el cabello de color blanco y traje completo de color negro y una corbata blanca, teniendo el pelo ligeramente corto era también un mayordomo.

Llegaron a la presencia de Nozomi, y se inclinaron.

—Perdone la demora, Nozomi-hime.

—No se preocupen, aquí no cabe las formalidades en estos momentos.

Los dos giraron su vista hacia Kyoto y luego hablaron.

—Entendido, Nozomi.

Terminaron su reverencia hacia Nozomi.

—Ya pueden ver como esta mi hermano.

Dándole las ordenes a los dos, se dirigieron hacia donde estaba Arata.

Al lado derecho se encontraba Amaya y al lado izquierdo se encontraba el joven.

Cogiéndole los brazos le tomaron el pulso, luego el del cuello y por último el de los pies.

—Juro, ¿como esta? (Juro: Pronunciación: Yuro)

—Se encuentra bien, hay que administrarle el medicamento.

Le respondió el chico de cabello blanco llamado Juro.

—Muy bien, hazlo.

Nozomi le dio la orden para hacer. En lo cual Juro se dio prisa y saco un potecito transparente, el cual se veía en su interior una pastilla un poco larga, este resplandecía un poco.

Amaya cogió una pastilla del potecito que le paso Juro, y acto seguido se la puso en su boca y la comenzó a masticar y después de eso…

Después de eso Amaya dirigió su boca a la de Arata que ella medio abrió, y posicionando sus labios junto con los de Arata le paso el medicamento ya masticado en un boca a boca. ¿Cómo se sentirá?

—¿Qué diablos, es esto?

Pregunto Kyoto desconcertada por la situación que estaba presenciando.

—Sadashi-san, todavía estas aquí, fue mi error no despedirte. Espero que lo sucedido el día de hoy no salga de tus labios.

—Raros, todos ustedes, tu familia, tienen los mayores pecados de todo el mundo.

—Viendo tu actitud, creo que esta no va hacer nuestra última conversación, poco a poco sabrás la verdad, pobre la chica que es una de las más poderosa de Japón.

tsk

Quejándose con el sonido de su boca, se dio media vuelta y camino.

—Hasta la próxima.

Se despidió Nozomi con una sonrisa en su cara.

—¿Está bien que se entere de esto, Nozomi?

—Sí, déjala, solo me quería divertir un poco.

—Entendido.

—¿A que sabe?

—Perdón.

—Los labios.

—¡Uhm! ¡He! ¡bu…! ¡Bueno!, esto…

—No te preocupes, sabes que eres la única que puedes hacer esto, aunque yo nunca lo he hecho, será hacerlo en la próxima, bueno, buen trabajo.

—Gracias.

Le agradeció Amaya estando un poco ruborizada la cara.

—Trajiste el auto.

—Sí.

—Bueno, vámonos hoy la reunión de los líderes es un poco temprano.

—Entendido. Juro trae a Arata.

Respondiendo a la orden de Amaya, Juro respondió con un “Entendido”.

Después llevando su mano izquierda hacia su pecho y haciendo la pose de que estaba jalando algo o sacándolo, comenzó a brillar su pecho, seguido de eso apareció de un color blanco puro, aparecía de su pecho como si fuera arena, o algo desintegrándose, pero esto después estaba tomando la forma de una tarjeta, al igual que sucedió con Nozomi.

Se materializo en una tarjeta Blanca que resplandecía levemente, con diseños únicos en la superficie de la tarjeta.

Acto seguido dirigió su mano derecha apuntando hacia Arata.

— [Telekinesis no Mahou] [Ido] (Magia de telequinesia – Mover)

Activando la magia, Arata comenzó a alzarse en el aire, estando en levitación, Juro hablo.

—[Foro] (seguir)

Dijo para ordenar que le siguiera a donde el fuera.

—Bien, es hora de la reunión con los líderes.


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KMS Volumen 1 – Capítulo 2
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CAPÍTULO 2: REUNIÓN DE LIDERES PARTE 1

―Hoy tienes el cabello suelto.

―Sí.

―Te queda bien.

―Bueno, no tuve el tiempo de coger la cinta que me regalo Arata-san.

―¡Hmmm!

―Lo has cuidado bien.

―Claro, fue lo primero que me regalo Arata-sama cuando me escogió como su asistente personal, a pesar de mi edad.

―Si.

Teniendo una conversaciones de chicas, estaban hablando Nozomi y Amaya en el auto último modelo, no era marca Japonesa sino una Rusa, un auto completamente blanco. Modificado para que cupiera un total de siete persona, añadiendo los dos asiento del frente serian nueve.

Una limosina se podría considerar.

Juro conduciendo el auto miraba por el retrovisor de vez en cuando, cuando las chicas se reían más de lo normal. Prácticamente a él no le interesaba, para su edad, quince años para ser exacto, era alguien silencioso y serio con una cara de pocker sin igual.

Todos iban directo hacia la casa donde se realizaba las reuniones de líderes, pero también hogar de Arata y Nozomi.

―Ya llegamos.

―¡Ya!

Dijo Nozomi sorpresivamente, tal vez de lo rápido que llegó a la casa.

Se bajaron del auto.

Con la apariencia de una estructura típica japonesa. Teniendo las rejas de color blanco, y una muralla que rodeaba la casa estaba extendida a la vista de ambos lado, una considerable vista se veía, ya que el territorio que ellos tienen es bastante grande.

La mansión de dos pisos de alto, también de color blanco con algunas ventanas negras, y puertas corredizas normalmente usada en las casas japonesas.

El frente de la casa con un pasto totalmente verde y varios árboles de sakura a la vista se encontraba en el frente de la casa disperso.

La mansión era una mezcla entre lo oriental y lo occidental, algo raramente visto, o ya continuamente visto en otros lugares.

Ubicados en la prefectura de Yamagata, Japón. Mas exactamente al frente del parque Chitoseyama, son dueño de este parque y todo el barrio en el que estaba, lo que prácticamente indicaba que las casas que estaban alrededor eran miembro del clan y estuvieran ahí en caso de algún movimiento sospechoso de las personas que no conocían, o los otros clanes.

Era algo impresionante, nadie sabía de esto además de los miembros de la familia y del clan.

Las personas eran prácticamente ignorantes de esta información.

―Es hora de cambiarme de vestuario.

―Si.

Luego de irse Amaya después de lo que dijo Nozomi continúo diciendo.

―El suelo esta frio.

El suelo totalmente cubierto con un diseño echo de madera totalmente reluciente, tocaban los pies de Nozomi.

Juro se fue con Arata para ubicarlo en su habitación.

Sacando la tarjeta dorada de su pecho, luego menciono.

―[Gaikan] – [Maho no Bijuaru] – [Akutibunisuru]               ―(Apariencia – Magia visual – Activar)

Al activarse la magia, un brillo resplandeciente de un color blanco entremezclado con el color de su tarjeta dorada, era hermoso el brillo que irradiaba en ese momento.

Un segundo después.

Teniendo la apariencia de una princesa, bueno, no tanto para ser preciso. Su vestidura era realmente diferente, vistiendo unos pantalones blanco; una blusa con las mangas tres cuarto, también de color blanco; pero teniendo una larga capa en su espalda de color blanco, además de eso estaba bordado de color amarillo, daba la impresión de estar bordado con hilo de oro, espera.

Si, definitivamente estaba bordado por hilos hechos de oro.

―Listo.

Se dijo para sí misma.

―He regresado Nozomi-san.

Acabando de llegar Amaya anuncio su regreso a Nozomi.

Amaya estando de pie sostenía en una mano una especie de almohadilla, solo era para sostener lo que llevaba encima de eso, que venía siendo la corona de la princesa.

Amaya se inclinó en forma de respeto para entregársela, Nozomi respondiendo al acto, tomo la corona y se la puso.

Diamante, mezclado en una aleación con una sustancia negra, no, también era una especie de diamante en bruto de color negro que estaba entremezclado con el diamante normal esté terminado en una sola punta formando un rombo con la otra punta que llegaba entre las cejas de Nozomi.

Plasmado en la forma de rombo que estaba en la frente se encontraba un diseño de una especie de acabado de un dorado, teniendo el diseño de una luna dorada, que a su mismo alrededor había unos pequeños puntos que brillaban, dando la sensación de las estrella del firmamento.

―Es momento de entrar.

Entrando más adentro de la casa por un pasillo largo, pasaron varias habitaciones hasta que llegaron a una escalera que daban hacia abajo.

Después de bajar las escaleras se encontraron frente a una puerta de tres metros de altura.

Estaba bien iluminado, daba la sensación de que fuera luz natural que irradia el sol. Estando frente a la puerta, Nozomi miro a los pasillos que estaban a ambos lados.

―Necesitamos un ascensor.

Menciono la propuesta en voz alta con una pequeña sonrisa.

―Arata-san ya hizo las vueltas necesaria para instalarla.

―¡Enserio! A él no se le escapa nada―dio un suspiro―. Bueno, es hora de entrar.

―Si.

Amaya se dirigió hacia la puerta y posiciono las palmas de su mano en la puerta.

Teniendo el sonido como si se estuviera desactivando varias partes de una caja fuerte, este se abrió, junto también con un sonido de vientos fuertes que salieran de la habitación.

Amaya espero a que Nozomi avanzara.

Con una postura recta, digna de una princesa real, camino.

En el interior estaba más claro que el firmamento en la noche sin las luces de la ciudad, es decir, la luz y la claridad que se podía ver era increíble en simples palabras.

Caminando, Nozomi analizo todo a su alrededor.

Al frente de ella estaban los cuatro tronos situados por encima de dos metros, obviamente con unas escaleras para subir al trono.

Fanáticos del blanco, dirían, ya que todos los tres tronos son de color blanco, acolchado el asiento y el espaldar de estos para mayor comodidad.

El trono de la derecha es de la madre de Nozomi y Arata, es la posición prácticamente de la reina, ya que Arata no ha conseguido a su reina lo tenía actualmente su madre.

El de la izquierda un poco más pequeño que los otros tres, es el trono de Nozomi, actualmente princesa, este es reservado para los hijos del rey y la reina, pero como Arata no tiene hijos lo tiene Nozomi.

Y por último, el trono del medio.

Actualmente de Arata. Rey, líder, etc. Dirige a todo el clan luna de estrella. Anteriormente era el padre de los dos, pero tras su fallecimiento lo tomo el heredero al trono, Arata, a los catorce años de edad sustituyo a su padre.

Y el ultimo, era de alguien que no estaba en esos momentos en el país, y decirle que este no era el trono del padre de Arata y Nozomi. Este trono también estaba junto al de Arata, pero Nozomi haría uso de esta por la ausencia de la otra persona.

Este era el porqué de los cuatros trono y no cinco, Arata no necesitaba de ese trono, y de todos modos se pondría otra vez, o dependiendo la cantidad de príncipe que naciera.

Siguiendo, Nozomi subió las escaleras y se sentó en el trono de al lado del trono de Arata.

Miro al frente.

Frente a ella se encontraba los cincuenta lideres vestidos de negro, algunos jóvenes y otros de considerable edad, con un abrigo de cuero de cola larga hasta los pies, como una gabardina de tela delgada, también de color negro, tenia cada uno bordados diferentes pero del mismo color, bordados de color blanco en algunas partes del abrigo. Unos lo tenían en el pecho otros en la parte de atrás de la espalda.

Repartidos en dos filas a los lados del camino hacia el trono.

Detrás de los líderes, había jóvenes, cada uno de ellos con dos a su disposición.

También vestidos de negro y con el abrigo de cuero de coleta larga hasta los pies, era los mismo. Pero lo diferente era su bordado. De diferente color, esta vez rojo, un intenso rojo, daba la sensación de querer brillar. Bordados, diseño que dejarían a los sastres con la boca abierta.

Todos situados en una misma posición, en la posición en la que alguien le demuestra la lealtad y el compromiso a quien le estaban haciendo este gesto.

Con el privilegio de poder postrarse, en una sola rodilla, con su mano derecha en el pecho, y la izquierda, con solo las yemas de los dedos de la palma en el suelo.

Este era la posición de un subordinado hacia alguien mayor que ellos, demostraban la lealtad, compromiso, respeto, y sobre todo el miedo que sentía, un miedo que para ellos se podría considerar que es algo fructífero para su vida. Sabiendo que su poder no podrá con ninguno de los que estaba por encima de ellos.

No eran subordinado por el miedo a ellos, al contrario, le servían a la familia Hiromi por sus antepasados, todos los presente subordinados por descendencia, inculcados en sus genes, orgulloso de servir a esta familia. No podrían pedir más, no podían ser egoísta y querer más, lo tenían todo; Familia, dinero, un trabajo, diversión en lo que hacen, no ser presionado en el trabajo que hace, solo servir porque le era satisfactorio para sus vidas cargada en todo momento de adrenalina pura.

Estos eran los subordinados que cualquier rey o reyes de la historia quisieran tener, pero a la vez este era el orgullo de un rey, un rey que podía estar orgulloso de sus subordinados. Todo esto era el “Clan Luna De Estrella”.


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