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KMS Volumen 1 – Capítulo 10
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⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.

CAPÍTULO 10: EL REGRESO DE LOS PROBLEMAS – PARTE II


―Y… ¿Quiénes son ellos?

Estando en el salón de reunión de la casa, se encontraba en el trono más grande puesto en lo alto de las escaleras al fondo del salón de reuniones de líderes.

Nozomi, ubicada al lado de él con sus uniformes de la preparatoria puesto.

Al frente de ellos se encontraba cuatros persona arrodilla frente a él. La pregunta que estaba haciendo no era para todo los que estaban ahí, sino, a las personas ubicadas al lado de ellas.

Estando la prefectura de Tokyo, Tami Annaishi. A su lado estaba Nyoko Haruka.

Y después estaba el líder de Saitama, Hiroyuki Hisao. A su lado estaba Ayame Jun.

―Y bien Nozomi. Cuéntame.

Su cara mostraba duda, estaba nerviosa. No sabía si lo que había hecho estaba bien o mal. Pero hablo de todos modos.

―Sí. Al realizar la reunión de líderes la semana pasada. Los líderes de Tokyo, Saitama y Nigata. Trajeron a tres personas nuevas para que se unieran al clan. Cuando realice la ceremonia, me di cuenta que postulaban para ser nuestros discípulo―suspiro―. Por lo tanto sin su consentimiento hermano. Los escogí para ser nuestros discípulos. ¿H… he elegido bien hermano?

―Dijiste que eran tres. ¿Dónde está el otro?

―Bueno. Decidió, tomar una vida más tranquila.

―Sabia elección.

―Lo había escogido para mí.

―Hmmm― se levantó y alzo un poco la voz―Bien, pueden decirme su nombre.

Los cuatros se pusieron de pie, y los nuevos discípulos dieron un paso al frente.

―Yo… yo me llamo Nyoko Haruka―estaba nerviosa como de costumbre―. Fui escogida para ser discípula de Hiromi-hime.

—Yo me llamo Ayame Jun—se presentó Ayame con su rostros mirando al suelo, estaba un poco nerviosa—. Fui escogida para ser la discípula de Hiromi-heika.

Silencio…

—Bien—dijo Arata mostrando su rostro si emoción—. Annaishi y Hiroyuki. ¿Creen que ellas son buenas?

—Por… ¿Por qué? ¿Hay algún problema con ella?—La que hablo fue Annaishi estando bastante nerviosa a la pregunta echa por Arata.

Era raro verlo, ya que ella era mayor por siete u ocho años de edad, por lo que ella era más madura que Arata, pero aun así se podía sentir el nerviosismo de estar frente este joven que era su líder y rey.

—No—movió sus manos—. Al contrario, me sorprendí verla, es decir, son tan jóvenes y tiene un poder a considerar, ¿De dónde la sacaron?—hiso una pausa—Bueno, no importa, lo que importa es que estamos aquí, si es así. Les doy la bienvenida a las dos como nuestras discípulos—paro—. ¿Quieren preguntar algo antes de terminar?

—Sí, ¿Quiero saber, como será nuestro entrenamiento?

—Si estás hablando sobre la lucha Haruka-chan. Sería, claro está, en combate real. Añadiendo las clases teóricas también lo será, por lo que tienen que tener un buen oído, y si tienen alguna duda antes de comenzar una lucha, es mejor ante preguntar que lamentar, Haruka-chan. La vida es primero ante todo, ¿De acuerdo?—miro a Ayame— ¿y tú Ayame?

—Esto, ¿Quiero saber, si soy buena para ser su discípula?

—Bueno, ¡Nozomi!

—Sí.

—¿Por qué la escogiste a ella para que fuera mi discípula?

—Sencillo, fue porque ella tiene una personalidad casi parecida a la tuya Oni-san.

—Como oíste, no hay más nada que decir…—paro, dándose cuenta de algo, pero luego siguió—A los líderes, le felicito por el buen trabajo que han hecho.

Y en una y maravillosa reverencia profunda, le agradecieron las palabras dicha por Arata.

—De acuerdo terminamos aquí. Ya se pueden retirar, Ayame y Haruka-chan se quedan, hay que ir a la escuela.

—¿Escuela?—Pregunto Ayame.

—Claro, somos jóvenes así que necesitamos de la escuela para entrar en la sociedad y divertirnos sobre cualquier problema. Si quiere pregúntale a Annaishi y a Hiroyuki, ellos han ido con otros líderes al karaoke a pasar el rato.

—¡Heika!—Annaishi tenía las mejillas rojas por la vergüenza, ya que tenía que ser ejemplo delante sus kohai.

—Ya, ya. Bien es hora de irnos. Nos iremos a pie ya que me informaron de que Amaya y Juro están ocupados con otra cosa. Listo, es hora de alistarse para ir a la preparatoria.

Y ahí termino todo para los discípulos, si creían que les daría una súper bienvenida, no era así.

El día en que Nozomi fue a visitar a la Directora, dejo a Amaya para que hiciera las vueltas para los nuevos estudiantes que entraría a la preparatoria, ya todo estaba preparado, uniforme, útiles, información personal, curso, todo.

Paso el tiempo y ya todos estaban preparados y listos para irse.

 


La calles llena de todos los alumnos de todos los lugares del país y del mundo. Caminaban para el ingreso a la preparatoria, no pasaba nada alrededor. Solo el soportar ver como los miraba al grupo de adolecente que no habían echo nada que los culpara de algo era bastante reprochable.

Arata y su hermana eran los únicos que sabían que estaba sucediendo en esos momentos.

Decidieron salir a la escuela  pie, junto con las chicas que se incluyeron en el grupo de Arata. Nozomi no le había contado algo importante a Arata, algo que a ella no se le había pasado, más bien, era para darle una sorpresa. Sabía que en cualquier momento ella llegaría.

A pesar de que no había dormido bien, al ver que su hermano estaba bien, su cuerpo y mente se despertaron por la alegría que estaba sintiendo.

Al poco tiempo después ya se encontraban a unas dos cuadras de la inmensa escuela creada en Japón.

—¿No tienes nada que decir?

La pregunta echa por Arata para Nozomi, era para saber si no había nada que se le había olvidado contarle, algo que hubiera ocurrido en el transcurso que él estaba en coma. Bueno, apenas tenía pocas horas de despertarse y había decidido ir al colegio.

—Sí, si hay algo que no te he dicho.

—¿Y qué es?

—Bueno, ya lo veras.

Con las chicas detrás de él, el alzo la vista al cielo y poso sus dos manos detrás de su cabeza para pensar.

Había decidido cambiar, y así el cumpliría con esto.

—¡Nozomi!—

Se oyó el llamado del nombre de Nozomi ubicado detrás de ellos. Nozomi volteo porque sabía de quien era esa voz, y así como ella lo hiso, los demás junto con Arata miraron a la figura de una mujer venir corriendo hacia ellos.

Arata estaba confuso en esos momentos, no sabía qué hacer en esos momentos frente a la chica que había llegado frente a la cansada por correr.

—Esto, esto…—jadeaba.

—¿Esto?—Arata miro a Nozomi buscando explicación.

—Haruka y Ayame. Adelantémonos un poco.

—¡Nozomi espera!

—Oni-san, ella tiene que hablar una cosa contigo.

—¿He?

Nozomi miro hacia la chica, diciéndole “buena suerte”. Y la chica entendió que le había dado la oportunidad. Arata miro hacia la chica nuevamente.

—Sak…

—¡Perdón!—se disculpó—Lo siento mucho por lo que hice. Fui una persona que echo a perder una amistad importante para mí, fuiste la primera persona en hablar conmigo y ser mi amigo. Pero aun así te falle al no estar en el momento difícil que estabas pasando en ese momento—estaba inclinada por la cintura todavía—. Sé que no merezco tu perdón. Pero siempre quise tener la oportunidad de querer hablar contigo nuevamente, pero no pude hablar en los momentos indicado y perdí mi oportunidad, hasta llegar a alejarme de ti completamente—comenzó a salirle las lágrimas—Tenía miedo. Tenía miedo de que también me rechazaran. Fue egoísta de mí.

—Saku…

—Solo quiero pedirte perdón—lo interrumpió—Quiero volver a ser tu amiga. Y si no lo quiere me alejare de ti y no me veras… Lo siento sé que no merezco tu amistad, sé que no has hecho nada como eso, el poco tiempo que estuve contigo, supe que no eras capaz de hacer una cosa como esa—seguía llorando—Solo, solo, solo quiero volver a la amistad que tenía contigo antes…

—Sakura.

Sí, era Emiya Sakura. La belleza al ser mostrada junto con las lágrimas derramada al levantar su cabeza, al escuchar su nombre, fue como un alivio para su corazón. No para Arata, sino, para Sakura. Que no paro de llorar, al contrario, al escuchar su nombre por la persona que ella creía que la odiaba.

—Está bien—puso una sonrisa—Digo, es lógico para cualquier persona el hacer esto. Como lo digo, buscan la mejor opción para convivir con la sociedad sin miedo a ser aislado.

—Pero, pero yo…

—No importa, ¿o sí?—dio un pequeño respiro—. Eres una chica buena, Sakura. Te aprecio mucho, y de todos modos, yo no quería dañar tu vida por mi culpa.

—Eso, eso no…

—Está bien ya. Ahora fuiste muy valiente al venir y pedir perdón. Si buscas perdón no te la daré.

—¿He?

Había quedado muda, sintió que su corazón está por agrietarse y partirse sin esperanza de volver a reconstruirse.

—Como te voy a perdonar por algo que ni siquiera es necesariamente perdonar. Lo que necesitaba escuchar de ti en estos momentos es “Arata, Buenos días. ¿Cómo te ha ido en la escuela? ¿Quieres que volvamos a ser amigos?”. Y yo te respondería “¡ha! Sakura-chan, Buenos días. Varios meses sin verte, en el colegio me ha ido bien, ¿y porque volver a ser amigos? si ya lo somos desde hace tiempo”. Si, algo así.

Puso su mano en la barbilla para pensar.

—¿Qué te parece Sakura-chan?—se quedó pensando sin mirarla—. Hm, Sakura-chan, ¿Te pasa algo?

Y en un momento a otro, solo sintió el calor que transmitía Sakura de su cuerpo. Ella lo abrazo. Lo abrazo, porque sabía que fue una idiota.

—Soy una idiota—lloraba—Eres tan bueno Arata-kun.

—Ya, ya. Ya paso—Le acaricio el cabello—Eres una buena chica.

—Sabes.

—¿Hm?

—Siempre me has tratado como una niña

—Bu, bueno.

—soy un mes mayor que tú.

—No importa.

—¡heee!

Y al momento.

—Creo que ya está todo solucionado no es así.

Era Nozomi quien había llegado a la escena, y tosió un poco después de decir eso.

—Creo que ella no me quiere dejar ir—Dijo Arata.

Al mismo modo que dijo esto, Sakura se dio cuenta en que estaba en una situación comprometedora.

—¡ha! Los siento.

—No es nada no te preocupes—le dijo Nozomi a Sakura ya que esta se disculpó—No es como si me tuvieras que pedir permiso para hacerlo—mentira—. Y bien Oni-san, como te siente.

—Hm. Mejor Ahora.

—Bien, continuando, Sakura te presento a dos nueva integrante de la casa.

Después se presentaron a cada una sin ningún inconveniente, pasaron los minutos y se dieron cuenta de que ya se estaba haciendo tarde.

Lo que no se había dado cuenta era que habían armado una escena en plena mitad de camino a la escuela, muchos vieron esto y pasaron como si nada, y otros tomaron fotos.

—Es hora de partir.

La sugerencia de Arata, activo las mentes nuevamente para avanzar otra vez a la escuela.

 


Ocho y cinco de la mañana. Había unos cuantos estudiantes fuera de clases, la llegada de Arata alarmo a todos en la escuela y comenzaron las miradas.

Preguntándose los estudiantes, de porque lo dejaban ir con chicas a su lado, era el enigma más grande en la escuela hoy en día. Arata solo tuvo que avanzar sin ningún inconveniente.

—¡CREI QUE YA HABIAS MUERTO!

Nozomi sabía de quien era esa voz, y sobre todo Arata. Sakura estaba nerviosa y se posiciono atrás de Arata.

La llegada de esa persona, basto para que toda la escuela y lo que estaban en los pisos superiores de la escuela dieran un vistazo por la ventana para ver de qué se trataba.

Un espectáculo esperaban todos estos estudiantes espectadores.

—Yo creí que nunca te ibas a despertar al no venir el día de ayer.

—Hola Annashi. Hay algún problema con eso—el que hablo no fue Arata sino Nozomi.

—¡Heee!

—Parece que no hay nadie quien te detengas. No te preocupes ya encontré la situación para eso—dijo Kyoto mostrando una personalidad arrogante e indiferente en todo momento.

—Hiromi-heika, ¿Quién es ella?—en una voz suave le pregunto Haruka a Arata.

—Una conocida no te preocupes. Y también, no me llames así, llámame por mi nombre de acuerdo, también para ti Jun-san.

—De acuerdo.

—Otra cosa. No hagan nada al menos de que yo les dé la orden.

—¿Qué tanto hablan ustedes tres de ahí?—pregunto Sadashi Kyoto en su postura de gobernante—Una pregunta para ustedes. ¿Han sido chantajeadas por él? ¿Las ha amenazado para que este con él? Díganme la verdad.

Haruka y Jun solo se miraron entre sí.

—Arata-hei… Arata-san. Está seguro de que no le puedo hacer nada—La que hablo fue Jun.

—No. Nozomi, lamento dejarte esto a ti.

—No te preocupes Oni-san.

Kyoto no sabía de lo que estaba hablando entre ellos, y miro a Sakura que estaba detrás de Arata.

—Emiya-san. Me informaron de que te vieron pidiendo perdón a Arata. ¿Te ha amenazado con algo?

tsk—Fue la respuesta dada por Sakura, su cara tierna que no hace mucho estaba llorando, ahora estaba ensombrecida por lo que había dicho Sadashi.

—¿No puedes hablar? ¿Te dijeron que no hablaras?

No se sabía si Kyoto era una paranoica o era ese tipo de persona que llevaba todas las situaciones al respeto.

Que se puede hacer frente a esta situación, una persona que no sabe nada, sacando conclusiones a la ligera solo para perjudicar a una persona.

—Sabes Sadashi. A veces te pasa de calidad—El comentario de Nozomi basto para que Sadashi frunciera el ceño de lo enfurecida que estaba.

—Muy bien, ya está bueno. ¡Atrápenlos!

Y en unos segundo cada personal del integrante d Arata fue agarrado por la parte de atrás. Estudiantes de tercer año.

—No hagan nada—Las palabras de Arata iban dirigida a Haruka y a Jun, incluida Nozomi. También Sakura fue víctima de esto.

Con una llave que mantenía sus brazos sin movimientos desde la parte de atrás de la espalda. Estaban detenidos por los mismo estudiantes de la institución.

Los dos estudiantes acuerpados que mantenía a Arata agarrado. Lo llevaron al piso, golpeándose un poco la cabeza y doblándole el brazo derecho en una llave.

—¡Arata!

—Oni-san

—¡Arata-Heika!

—¿Heika? También le obligaste a decir eso—Sadashi se acercó al cuerpo de Arata—que piensas ahora. Ya tengo pruebas, Sakura pidiéndote perdón en reverencia.

—¡Estúpida!—Grito desde al otro lado Sakura.

—Lo estoy haciendo por tu bien, tienes que agradecerme.

¿Que era esta situación? Los estudiante no hacían nada, solo estaba como espectadores frente a lo suceso que estaban pasando en ese momentos, y los profesores donde estaban.

Los estudiantes no hicieron nada, si no sacar sus celulares y grabar todo lo que estaba pasando aquí.

—Ya todos aquí saben, que tienes a la directora de la escuela amenazada para que te deje estudiar—menciono Sadashi—También está en la estación de policía, para que confiese a las mala.

Umi Kazue estaba siendo interrogada en estos momentos, que era lo que había hecho Kyoto para llevar a cabo esta situación.

—Y por último, mi familia es muy cercana al director de las JSDF, las Fuerzas de Auto Defensa de Japón. Vienen por tu captura e interrogatorio de los delitos que has cometido hasta ahora. ¿Quién sabe? De pronto pases más tiempo en la cárcel.

Nada que decir a esto.

¿Qué era lo que pasaba en estos momentos?

La situación que estaban pasando ahora se estaba volviendo cada vez más fuera de lugar, “a los que están creando el destino de todos los que viven en este universo, ya no tienen más que inventar”, fue el pensamiento de una persona que estaba viendo y no creía lo que estaba viendo.

Para los estudiantes, se sintieron de que esta situación estaba más allá de fuera de lugar.



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