⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
CAPÍTULO 4: HERMANOS 4
Arata luchando para poder moverse por sí mismo, solo podía ver como su hermano estaba balanceando su espada contra la mujer.
―¡One-sama, no podemos dejar a mi hermano solo!―dijo Arata luchando para mover su cuerpo.
Aratani no le decía nada.
Después de eso, Arata logro divisar como Katashi había dejado de balancear su espada.
Arata se quedó quieto, confundido de por qué dejo de balancear la espada.
Y en unos segundos después lo que vio a través de sus ojos, fue lo más doloroso para él.
La imagen de cómo era atravesado por dos de las cintas roja que traía la mujer, lo había dejado totalmente sin palabras. Estaba impotente en esos momentos, no sabía qué hacer, ¿Qué podía hacer?
―Ka… Katashi… ¡Katashiiiiiiii!―fue el grito desgarrador para llamar a su hermano que estaba atravesado por las cintas roja.
No sabía qué hacer, no podía sentir nada, la adrenalina a su cuerpo estaba totalmente a tope, no sabía que sentía en esos momentos, pero lo que si sabía, lo que sabía en esos momentos, en este momento, era IRA.
La ira, el odio hacia la mujer que había matado a su hermano en esos momentos, eran profundos.
El cuerpo sin vida de Katashi, cayó al suelo, lugar que estaba deforme por las ondas de los pequeños choques entre estos dos individuos.
Fue ahí cuando sus hermanas se dieron cuenta, la verdad del grito de su hermano, Arata estaba fuera de si ahora mismo.
Arata estaba sin control, su Arumakado había salido, el brillo intenso del color puro del oro, no paraba de brillar.
Acto seguido de esto, la Arumakado se desmaterializo en pequeños granos de arena, formando una hilera de este color dorado, estaba dando vueltas alrededor de Arata.
―¿Arata?―dijo Nozomi confundida.
―No responde, se ha salido de control―dijo Aratani.
Las dos estaban llorando, ver como su hermano había caído al suelo, ver ahora como su hermano perdía el más mínimo control sobre su cuerpo.
No podía hacer nada.
―Ha demorado demasiado para convertirlo en la Arumamu―dijo Aratani.
Estaba tardando mucho.
Nozomi todavía estaba sosteniendo a Arata con su poder.
―¡Oni-san!—grito Nozomi.
Pero aun así con los grito de Nozomi, Arata no respondía a su llamado.
Aratani vio desde lejos que la mujer iba ahora a por el cuerpo de Katashi.
―¡One-chan!—grito Nozomi.
―¿Qué pasa?—pregunto un poco exaltada.
―Me duele el ojo izquierdo―dijo Nozomi poniéndose la palma de su mano en el ojo.
―¿he?—estaba confundida.
Seguido de eso y sin previo aviso Nozomi cayó al suelo sin fuerza, Aratani había perdido la vista de su hermano Arata.
―Nozomi, resiste. ¿Por qué te duele?—pregunto Aratani la causa, pero sabía que no encontraría respuesta.
Estando el suelo, sosteniendo a Nozomi en el regazo, miro a los cielos, donde estaba su hermano más pequeño, pero se quedó sin palabras por lo que estaba viendo.
La imagen de Arata sostenido todavía en el aire, era casi majestuosa. Las partículas de color dorado que giraba alrededor de él, se habían detenido.
Y como si este fuera a convertirse en Arumamu este avanzo, pero no fue así…
Las partículas no se estaban reuniendo para transformarse en Arumamu, como si fuera poco, estos se estaban dirigiendo al ojo derecho de Arata, estaban entrando al ojo de Arata.
Se sabe cómo se siente cuando a uno le entra tierra en los ojos, pero ver y estar frente a esta imagen, te deja sin palabras.
―¡HAAAAAAAAA!
Grito Arata cuando las partículas estaban entrando al ojo.
Después acabo.
Ahora, Arata estaba resplandeciendo un poco a su alrededor, no era el KI de un sayayin. Nada de esto, Arata en este momento podría confundirse con un dios.
Aratani vio en ese preciso momento cuando el abrió sus ojos, como el ojo derecho le brillaba, y poco a poco este fue disminuyendo su brillo dejando al descubierto el ojo derecho.
La pupila del ojo era dorado, estos iban adornado por lo que estaba adentro de las pupilas, líneas semicurvas a cada uno de los lados opuestos horizontales y uno en la parte inferior, eran negros y dentro de estas rayas negras lo acompañaba un blanco puro que a la vez parecía diamante dentro de estas líneas negras. Y por último, una línea recta saliendo desde la parte superior del ojo iba verticalmente hacia el centro de la pupila, este era de una textura de diamantes. Su otro ojo estaba normal.
―El poder del fundador el, Uchū No Aipurotekutā, Ojos Protectores del Universo―dijo Aratani sorprendida.
Y acto seguido, las manos de Arata comenzaron a brillar, y se pudo notar como partículas de arena de color dorado se reunían en cada una de ellas.
Este era el Arumamu de Arata, las dos espadas única. Eran del mismo tamaño de él, pero aun así…
Aratani no sabía qué hacer, si aguantar a Arata y salir huyendo o dejarlo, pero no había garantía de que este poder era necesario para derrotar a esa mujer.
Pero…
Desde lejos, Aratani pudo ver como las lágrimas salían de los ojos de Arata.
―Creo que va a ser imposible detenerlo, pero aun así… Nozomi no tiene el cuerpo necesario para que aparezca el poder del fundador en ella, al menos se tiene que realizar el matrimonio para que pueda salir este poder―dijo Aratani―si sigue por mucho tiempo, puede lastimar a Nozomi inconscientemente.
Así era, cuando un ojo era activado, su compañero también tenía que ser activado, pero esto no se podía si no tuviera lazos de emparejamiento entre ellos, para eso se realizaba el casamiento y la horadación de este ojo, para ubicar el ojo solo en una persona y canalizar todo el poder en esta persona, ahora el poder solo estaba dividido, no se podían fusionar pero si activar, pero el poder no era completo.
Aratani volviendo a mirar a Arata, solo vio como en una mínima fracción de segundo este salió disparado de la nada hacia donde estaba su hermano Katashi.
―Sera mejor echarle una mano―dijo Aratani reflexionando sobre si huir―Nozomi, cuida de Kitsune.
Aratani se puso de pie y miro a su hermana quien estaba en el suelo indefensa.
Kitsune no dejaba de estar sangrando.
―One-chan, no quiero que mueran, no quiero, no quiero. No pueden dejar sola a padres y a mí―dijo Nozomi llorando.
Nozomi estaba sin fuerza, resistiendo el dolor en su ojo izquierdo, su ojo derecho le estaba saliendo lágrimas, estaba bastante triste, no podía hacer más nada que llorar para que no la dejaran.
Aratani se agacho y le acaricio la cabeza, después se levantó y le dio la espalda a Nozomi.
―One-chan, cuida de Oni-san, regresen con vida, no pueden morir me oíste, no le he dado mi consentimiento para que mueran, no pueden morir, para nada deben morir, si mueren nunca se los perdonare―no para de hablar―si mueren Oka-sama y Oto-sama se sentirán más tristes, si mueren yo me quedare sola, si mueren yo… yo…
―Nozomi…―Aratani paro a su hermana quien estaba inundada en sus propias lágrimas, llorando por sus hermanos―Tienes que ser fuerte, aun no vamos a morir, vamos a dar lo mejor, tú tienes que dar lo mejor y ser fuerte, tienes que cuidar de nuestros padres y consolarlos, se valiente Nozomi.
Y en un despido que tal vez fuera el último, Aratani se fue de la presencia de Nozomi.
Dejando a su hermana en su propia mar de lágrimas derramada por sus hermanos, sabía el dolor que estaba sintiendo su hermana pequeña en esos momentos.
Pero…
Tenía que dar lo mejor para ayudar a Arata en esta batalla, aún era un niño para que anduviera soportando todo esto.
―Daré lo mejor de mí.
Fueron sus palabras para motivarse a sí misma y seguir hacia donde estaba la mujer que había matado a su hermano mayor.
―¡Eshima Eri, no te perdonare!
Dijo entre dientes por la furia que tenía, y volando por los cielos, se dirigió hacia donde se estaba dirigiendo su hermano pequeño, Arata.
Pero estos hermanos no sabían lo que estaba pasando por fuera de esta barrera de fuego que los tenían atrapados.
Era totalmente casi único, personas se encontraba rodeando esta barrera, su vestidos eran negros. LA mayoría con bordados blancos y rojos, de entre ellos se destacaron unas pocas personas que tenían el uniforme negro pero con una capa dorada y bordados dorados, y una mujer con bordados plateados, estos eran los padres y familiares de los cuatros hermanos.
Estaban aquí hace dos minutos, alguien había notificado algo extraño a los padres de los hermanos, ellos enseguida reaccionaron ya que eran sus hijos que estaban por estos lares.
Cuando llegaron encontraron esto, y desde el principio, los padres de Arata que estaban rodeando la barrera, dieron todo de sí para destruir la barrera con todo su poder, había pasado un minuto, pero la barrería no tenía consigo ningún rasguño leve.
Solo les tocaba espera, y ver que algo trágico no sucediera.
Estaba resistiendo el dolor.
Ser atravesado por las cintas que traía Eshima Eri, el dolor que este se sentía era casi insoportable, tirado en el suelo del bosque, en el espacio que habían creado cuando cruzaron la espada y la cinta.
Tirado en el suelo con la mirada hacia arriba, veía a Eshima Eri que estaba en el aire.
Las heridas provocadas en ese momento, una en el pulmón derecho de la parte superior y la otra en el abdomen, estaba sangrando sin parar y su respiración era entrecortada.
En su rostro reflejaba la tristeza de no poder vivir y cuidar de sus hermanos, sabía que el la muerte ya le había llegado.
Con la mirada un poco borrosa, pudo ver como Eshima Eri descendía hacia él, no se le notaba que había peleado en estos momentos.
―Es inevitable tu muerte, Hiromi Katashi. Tu eres unos de los cuantos que necesitamos para poder realizar nuestra meta, tu hermano será el último. Bueno, creo que eso dijo él―Arrugo la cara tratando de recordar las palabras de su amigo.
Katashi no podía escuchar muy bien.
Cof, cof
La tos de Katashi venía con sangre incluida.
Eshima Eri ya había tocado tierra y estaba al lado de Katashi.
―Es hora de sacar tu alma―dijo mientras ponía su mano derecha en el pecho de Katashi.
Solo faltaba unos minutos para la muerte de Katashi.
A su alrededor, podía notar todavía el circulo de fuego que había hecho Eshima Eri.
Pero lo que más le preocupaba en ese momento era si sus hermanos habían escapado ya de aquí y avisado a sus padres del peligro que el corría.
―Lo siento―le susurro Eshima Eri.
Pero en ese momento, en ese preciso momento, el momento en el que Eshima Eri iba a pronunciar la magia, vio como Arata la había golpeado a toda velocidad, llevándosela junto con él.
Buum
La explosión provocada por Arata cuando golpeo a Eshima Eri y la envió fuerte contra el suelo, el polvo se había levantado.
Arata se puso en frente de Eshima Eri donde había sido estrellada. Con la pierna derecha al frente y la otra pierna izquierda y atrás, un poco agachado, sosteniendo una espada en cada mano, estaba en posición de defensa pero a la vez de ofensiva.
El polvo se había disipado, y la silueta de Eshima estando de pie se podía ver.
―Fui descuidada―dijo para sí misma.
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