⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Takama no Hara – Parte II
…
―¿Qué dijiste?―dijo Amida cambiando el rostro a uno preocupado.
―¿Su nombre?―preguntó Kotomi sin saber lo que le preocupaba a Amida-sama.
―Sí.
―Hiromi Arata―respondió Kotomi.
―Bien, buen trabajo. Vamos a recibirlo, que vengan conmigo diez guardias reales, el tambien nos puede ayudar con lo que está pasando.
Viendo como Amida-sama, una deidad pasiva y carismática, había puesto un rostro tan preocupado en sus día de haberlo conocido, por eso no resistió en preguntarle.
―Esto… Amida-sama, ¿Quien es esa persona?―preguntó Kotomi al ver que Amida-sama buscaría al joven llamado Hiromi Arata.
―Ese joven es un descendiente de los llamados inmortales, aunque su poder no es tan grande como su primer antepasado que vino a la tierra, se consideraría como un dios principal menor, y dentro de unos dos a tres años como un dios principal mayor, comparado con Amaterasu-sama, tendría la capacidad de enfrentarse y la capacidad de diez por ciento de ganarle si lucha junto con su hermana.
Al escuchar toda esta información, los alrededores no pudieron evitar callarse y asustarse, se preguntaba quién era este hombre y como se veía, una persona joven con tan inmenso poder, no se sabe cómo no ha tenido el pensamiento de controlar la tierra. Kotomi casi cayó de rodilla al pensar en que hubiera sucedido si lo ofendiera.
―Sin mencionar el hecho que todavía le falta subir de nivel, incluso su padre bebió vino con Amaterasu, si se le da cinco años, podría estar al nivel de poder derrotar a los dioses principales. Por eso todos los dioses del mundo lo tienen que pensar dos veces para ofender a esta familia.
―Pero, ¿Pero no es mejor eliminarlos ahora?―pregunto una voz de una mujer del público.
Escuchando esto, Amida no pudo evitar suspirar y decir.
―Todos los dioses tienen ese pensamiento, pero… si lo matamos, existen sus familiares que están casi al nivel de poder que él. Incluyendo a todos los miembros de su clan, un dos a cinco por ciento de la población humana, son de su clan. Sus miembros no se arrodillan ante otros dioses, solo a él. Eliminarlo, enfrentamos la ira de su familia y la ira de los integrantes que ven a la familia Hiromi como sagrados.
―Escuchen bien, la familia Hiromi son personas que no se pueden ofender, muy bien podríamos hacerlo, pero tendríamos que pensar en las consecuencia―dijo Amida.
―Sí―respondieron todos al unísono.
Amida escuchando la respuesta, giró su vista hacia el abismo de la muralla y hablo con una voz indiferente.
―Kotomi-chan, ¿No lo has ofendido, cierto?
Escucharon todos, y cada unas de las personas hay, miraron a Kotomi esperando su respuesta.
―No, Amida-sama―respondió Kotomi al final.
―Bien por ti―dijo Amida―. El guardia lo ofendió por lo que recibirá su castigo, ya es demasiada cara que nos da el joven Hiromi-san al no matarlo. Bien, siganme.
Así un grupo de diez guardias divinos con armaduras plateadas descendieron de las murallas. Kotomi quien los siguió, suspiro de alivio al tomar la mejor decisión, el guardia de la puerta recibirá su castigo, a ella no le importaba, después de todo, ese tipo le caía mal y provocaba matarlo, lo habría hecho en el futuro cuando tuviera más poder, pero esta oportunidad se le presentó.
El hombre amarrado por Amaya y que atacó a Arata, vio como la deidad Amida llegaba volando de las murallas con diez guardias divinos y Kotomi que lo quedó mirando con desdén. Pero el hombre no pudo evitar mostrar una mirada triunfante y le comenzó a gritar con un tono de victoria.
―¡Ja! Estupido niño, ahora sabrás que tan grande son los cielos para mortales insignificantes como tu―las palabras del hombre lo escucharon todo, Amaya que estaba al lado de Arata solo frunció el ceño y lo vio como un cerdo ya muerto, no lo mataría, sino que solo pensaría más las cuerdas de luz blanca, y al hacerlo se escuchó el grito de dolor del hombre.
―¡Tu! Mujer estupida, te atreves actuar así enfrente de Amida-sama…
Pero fue todo lo que dijo, su rostro cambió a uno de miedo cuando escucho las palabras de la deidad Amida que se dirigió a Arata.
―¡Ho! Si es el joven maestro Hiromi―hablo Amida aterrizando en el suelo con un tono alegre―. Cuando mencionaron el nombre de usted, no sabía si creer de su llegada a nuestro dominio divino. Es un gusto tenerlo aquí en Takama no Hara.
―Gracias, pero solo vine a buscar a mi hermana y compañera―dijo Arata.
Amida escuchando esto no pudo evitar suspirar y dar la espalda a Arata y hablarles a los guardias primero.
―Llévenselo, y el resto de los guardias se quedaran vigilando las acciones de los guardias restantes de la puerta divina.
Escuchando esto, Amaya desactivo su poder y dejó libre al hombre quien a su vez traía un rostro de horror de haber cometido algo terrible. No era tonto, si no viera como Amida trataba al joven y no entendiera, sería el rey de los estúpidos. Sabía que su castigo iba a ser muy doloroso.
Viendo como se lo llevaron, Amida miro a Arata y le habló.
―Joven Hiromi-san. Por favor sígame.
Arata solo hizo lo que dijo, como vio que voló a los altos muros, Arata se le acercó a Amaya y la tomó de la cintura para sujetarla, estando sintiendo un poco de verguenza paso su brazo por encima del hombro de Arata. Esta sería la tercera vez en toda su vida que Arata la sujetaba de tal manera, la primera vez fue cuando él la abrazó y la aceptó como su secretaria, y la segunda fue en un baile ceremonial para la boda de la tía de Arata.
Kotomi vio como sujeto a Amaya y voló, se preguntaba si ellos podían volar, pero parece que solo él podía volar. Bueno, al menos no son tan poderosos cada uno de ellos.
Con un rostro indiferente, Arata llegó en la cima con Amaya sujeta por la cintura y aterrizaron suavemente.
Las personas que estaban en la cima, vieron como un joven un poco mejor que el promedio vino con una mujer muy hermosa en sus brazos, no pudieron evitar sentir envidia por el joven. Ya sabía que este joven era muy poderoso por lo que era mejor no provocarlo o provocar a sus súbditos.
―Joven Hiromi, eres muy conocedor de los dominios divinos, ¿Sabes la causa de los dioses solares y el porqué de los eclipses solares?
―Los dioses solares controlan los rayos del sol que caen sobre la tierra en cada uno de sus territorios para no dañar mucho la vida sobre ella, y los eclipses son para que descansen los dioses para recuperar poder y tomar un descanso.
―Exacto―afirmó Amida a las palabras de Arata―. El hermano de Amaterasu-sama, Tsukuyomi-sama le ayuda en este proceso.
Arata oyó estas palabras que ya el sabía, prácticamente todos los panteones de los dioses tienen el mismo papel en este caso.
―Pero no fue sino hasta hace tres horas, que se escucharon los ruidos de una batalla a gran escala en nuestros dominio, el poder que sentí era de Amaterasu-sama luchando contra otra entidad, no sabemos quién es. Pero si sabemos que Amaterasu-sama quedó herida y fue atrapada por la entidad.
―La lucha duro por una hora, hasta que Amaterasu quedó débil y la atraparon. En estos momentos…―Amida no terminó.
―¿En estos momentos?―preguntó Arata para que siguiera.
―El enemigo creó una cúpula casi impenetrable, adentro esta todo oscuro, pero se ha visto hasta no hace unos minutos un brillo color rojizo y el fuerte grito de una mujer luchando ahora, parece que el enemigo invoco a otras criatura para que se hiciera a cargo de ella.
―¿Hay algo más?―preguntó Arata.
En eso ya habían llegado hacia el otro borde la muralla y Arata vio una increíble y majestuosa ciudad en sus ojos, las casas orientales muy bien armadas, las calles sin ninguna pizca de basuras, las personas caminaban de un lugar a otro. En el centro de la ciudad se extendía una torre de una altura de más de cincuenta pisos de alto.
Viendo esto, Arata no pudo evitar sentirse asombrado de alguna manera. Su estructura estaba echa de madera, pero tendría que ser una madera bien fuerte, con una decoración de oro, figuras carmesí y otros colores.
―Sígueme―hablo Amida y voló hacia los cielos hacia la torre.
Arata no le importaba esperar un poco más, se dio cuenta de lo que hablaría nadie lo debía saber. Ahora estaban solo, y Kotomi estaba a una cierta distancia de ellos sin poder escuchar lo que decía Amida.
―No hace poco, nos dimos cuentas que los tres tesoros principales, fueron robados. Es seguro que fue el enemigo, pero no sabemos qué quieren, tienen el poder para irse, pero no lo ha hecho. Si dice que tu hermana fue invocada junto con tu compañera, lo más posible es que fue hecho por la persona de adentro.
Arata no negó nada de lo que dijo Amida, después de todo, la energía del alma de Nozomi no se encontraba cerca de esta ciudad divina, sino más allá de donde estaba la torre.
Ellos pasaron cerca de la torre y vieron muchas cantidades de guardias y una cantidad de energía poderosa proveniente de ella, la torre se veía majestuosa e imponente a la vista de todos lo que estaban aquí, incluso para Arata, fue la primera vez viendo esta torre así de cerca.
Pero no pararon ahí, sino siguieron más allá, las colinas verdes y el limite de la ciudad ya se podía ver ahora, pasaron alrededor de diez minutos, y los exuberantes campos verdes se veían en todos lados, incluso se podía apreciar a lo lejos un bello campo de girasoles con un tono dorado en sus pétalos.
―Ya estamos llegando―escucho decir Arata.
Fijando la vista al frente, un ejército de personas con armaduras se extendía alrededor de una cúpula de un tono oscuro pero que parecía reflejar nubes en su superficie, nubes oscuras.
Acampando sin saber nada que hacer, a cada unos de los soldados divinos miraron al grupo inusual de visitantes. Vieron a Amida, por lo que pensaron que los acompañantes eran figuras importante como para ser escoltado por una deidad, ellos no le prestaron más atención y volvieron a sus deberes.
Llegando a una carpa blanca de más de dos pisos, varios soldados se arrodillaron al sentir la presencia de Amida, en un grupo lejano, un hombre que llevaba puesto un traje de samurai y una katana en su cintura. Un rostro serio y pensativo se mostraba, su cabello largo y un cuerpo musculoso no tan exagerado reflejaba su cuerpo una imponente aura de majestuosidad y nobleza.
―Hermano Amida, es raro verte por estos lares, ¿Que ha sucedido?―dijo el hombre vestido de samurai al ver que Amida había llegado a este lugar.
―Sí, bueno, tenemos invitados que pueden ayudar un poco. Es el joven maestro del clan Luna de Estrella, Hiromi Arata.
Escuchando el nombre del clan y al oír también “joven maestro”, frunció el ceño y miró a Arata quien estaba al lado de una mujer de cabello blanco.
―Así que es el joven maestro Hiromi-san. Perdone mis modales, soy Hachiman, dios protector de las fronteras divinas y de las fronteras terrenales, pero bueno, tu clan se ocupa gran parte de eso a ahora, ¡jajaja!―dijo Hachiman estallando en risas a lo último.
―Sí, bueno, no importa. Joven maestro, ¿Cuál es tu problema para poder visitar los dominios divinos en el estado actual.?
―Mi hermana y futura compañera están ahí adentro por lo que las sacaré de inmediato y me iré, no les estorbare para nada―dijo Arata de manera indiferente.
Escuchando esto no pudieron pensar los alrededores de si este chico estaba buscando la muerte o algo parecido.
―Si es así, porque de paso no salva a nuestra Emperadora Solar―dijo Hachiman en un tono gracioso, algo que sorprendió a todos fue el contenido de las palabras de este.
Al oír esto, Arata no dijo nada y se dirigió hacia los bordes de la cúpula.
Arata sentía el aura de su hermana que se acercaba también al borde, he de recordar que los dos podía sentirse entre sí, por lo tanto, Nozomi lo sintió se dirigió al borde de este.
Un sonido sordo se escuchó proveniente de la cúpula, pero el golpe disperso gran parte de la niebla oscura y espesa y se pudo notar a una mujer de cabello negro con ropas blancas y sangrando por unas cuantas heridas. Al verla, Arata sabía que era su hermana.
Nozomi estando herida y con sus dos arumamu le gritó a Arata desesperada.
―¡Onii-san, es uno de ellos! ¡Tienen a Kaori y le están sacando su alma a la fuerza, también invocan monstruos para mantenerme ocupada y no poder hacerme nada y también tienen a la gata de Amaterasu , está débil y no se puede mover…!
Viendo y escuchando lo que decía la joven mujer al otro lado, se sorprendieron por sus palabras y al haber sobrevivido hasta ahora ahí dentro, cabe decir que unos cuantos han entrado y no han podido comunicarse como ella.
No esperando a que su hermana terminara, tomo de las manos a Amaya y se adentro adentro de la cúpula oscura. Ya era bien sabido para todos, de que uno podía entrar, más no salir. Arata uso un fuerte golpe que sorprendió un poco a todos y una abertura se formó dejándolos entrar, y poco después la abertura se cerró de inmediato.
Así que los movimientos de Arata sorprendieron a todos.
La juventud de hoy en dia son muy precipitadas para buscar problemas
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Nota del Autor
Estoy creando una página en wordpress, en el cual se subirá todos los capitulos después de terminar esta novela. También cambiare mi seudónimo como escritor, bueno creo que “Cedlhom” no suena bien y no pega, por lo que en el futuro me conocerán como “Aki Yai”.
“Aki” Que significa “Otoño”
“Yai” del Tailandés que significa “Grande”, suena como Japonés o Chino, por eso lo elegí, además se me ocurrió por una canción en español, que dice “Aquí Hay Amor”, pero lo pronuncian un poco rápido y escucho “Aki Yai”.
Por lo que mi frase futura será, “Aki Yai escritor de web novels originales”, si tengo un canal de Youtube lo llamaré, Aki Yai TV.
Un nombre artistico.
Atentamente: Aki Yai
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