Las Hormigas Que Son… …

Escuchar las palabras de Song Li, dejaron a las chicas con un mal sabor de boca. Escuchar que todo lo que hacía era para un favor que le debía y lo hacía por su amigo, era algo un poco fuera delo común, se podía notar cual fiel era a su amigo y cuál decidido estaban para cumplir su deber.

Aratani no dijo mas nada, solo lo miro. Desde hace seis años, había quedado con la herida de esa vez, pero fue curada, no fue como la herida de su pequeño hermano que quería mucho, pero sabía que no era rival para estos seres.

Estando de pie al lado de Kaori, Song Li no dijo más nada y dio media vuelta y miró a la perturbada Kaori quien al sentir la mirada de Song Li se asustó.

No sabía qué era lo que buscaba o lo que hacía Song Li, pero Aratani no podía arriesgarse a lanzarse al peligro, su hermano estaba herido y era claro que no despertara por un buen tiempo, lo mejor era ver qué era lo que iba a hacer, ella no arriesgaría la vida por una mujer que ni siquiera todavía iba a ser la esposa de Arata.

Estando en guardia en todo momento, Aratani solo escucho las palabras de Song Li.

―Las bendiciones de las deidades son buenas en simples palabras―dijo Song Li girando la vista hacia Amaterasu.

Luego después de un tiempo corto, volvió su vista hacia Kaori.

―Los seres de este universo inferior no necesita tales bendiciones, las deidades de este universo inferior, tienen la suerte de haber nacido como tal. Pero… hasta allí llegaron, un universo creado por alguien menor… y como alguien menor creó el universo, el resultado es evidente… un universo menor necesariamente solo esta para satisfacer las necesidades de otro.

Las palabras sin sentidos de Song Li, lo escucharon todos, eran palabras que nadie podía dar significado o entender nada.

―Como tal, como disculpa, les informare de lo cual pequeños son todos ustedes, incluyendo las deidades.

Song Li mostro una sonrisa de desdén hacia todos, incluyendo a Amaterasu que solo vio al hombre con unos ojos cansados en su bello y resplandeciente rostro.

―Tres mil Universos del Dao Eterno, tres mil Universo del Dao Infinito, tres mil Universo del Dao Espiritual. Nueve mil universos Dao que no pueden ser destruido por nadie, pero su universo está por fuera de estos universos Dao, por lo que… su destino es inevitable.

Todas quedaron asustadas, incluyendo a Amaterasu. Ellas nunca se imaginaron que tantos universos existieran, pero que incluso su universo no tenía el privilegio de estar ni siquiera en el Universo del Dao Espiritual.

El ambiente a su alrededor se volvió mas siniestro y frío, la piel blanca de las chicas se erizaron y se pusieron en guardia.

―Diganme, ¿Creen que solo lo que hacemos es capricho?―Song Li dijo al final.

En eso, miro nuevamente a Kaori y posó su mano derecha en el pecho de Kaori sin tocarlo, una suave luz grisácea y un humo de un carmesí opaco se formó. Luego dirigió su mano hacia la frente de Kaori quien estaba tratando de forcejear pero ni su cabeza ni cuerpo se movía para nada.

Apretando los dientes y cerrando los ojos, solo sintió como una suave energía cálida entró en su mente, pero eso no iba a durar mucho.

Al momento despues se escucho el grito mas desgarrador emitido por Kaori, el grito de dolor de Kaori fue escuchado por las chicas y se asustaron y se sintieron impotente frente a lo que le hacían a Kaori.

¿Que podían hacer?

Y la verdad era que no podían hacer nada, eran solo hormigas frente a este enemigo.

Los gritos de Kaori no pararon y se siguieron oyendo en todos los lados.

En eso, una suave luz blanca se emitió de la frente y una energía de color blanco sin forma salió de la cabeza de Kaori, pero en todo el proceso Kaori lloro y grito de dolor, retorciendo su cuerpo, incluso en medio de la extracción de energía que estaba realizando Song Li, su cabello totalmente blanco grisáceo estaba perdiendo su color y se tornaba a uno mas oscuros, comenzando desde las puntas.

Los minutos pasaron, los gritos de Kaori y lagrimas que ya no podía salir, solo sintiendo el dolor en su cuerpo y mente.

―¡Por favor! De…détente, ¡Por favor!

Los gritos de Kaori para Song Li y los demás, fueron la prueba de lo doloroso que se sentía al sentir la extracción de su energía.

Nozomi solo apretó los dientes, incluso ahora quería hacer algo, esta chica le cambió un poco sus pensamientos, y verla suplicando de esa forma y llorando… Nozomi sintió dolor al verla así.

Habían pasado ya diez minutos, y su largo cabello blanco grisáceo se había perdido, y solo se vio como un cabello de un color negro profundo cayó junto con un lunar de canas en el lado derecho, esto era la prueba del cual fue el sufrimiento por el cual ella pasó.

Para cuando el último hilo de energía salió de su cabeza y fue extraída por Song Li, Kaori ya se encontraba desmayada y sin poder moverse.

Una masa de energía blanca del tamaño un balón de baloncesto flotó frente al cuerpo de Song Li y lo miro, en eso como si nada, dejo caer al cuerpo de Kaori como una muñeca sin cuerdas.

A Song Li no le importaba la vida de la mujer que estaba ahí.

Mirando la energía, miro su muñeca y una pulsera lisa y sin imperfecciones, brillo con un dorado resplandeciente y como si fuera una orden, la energía fue entrando en la pulsera lisa de oro que llevaba puesto Song Li.

―¿Esa es mi bendicion?―pregunto Amaterasu desconcertada al ver esto. Podía sentir su energía en esa masa de energía ya sabía que fue unas de las bendiciones dada por ella a Kaori. Era inaudito que un ser como él pudiera sacar la energía de una deidad superior como ella.

Las chicas escuchando eso, se sorprendieron. Para Nozomi, no fue lo mismo que pasó hace seis años, como el alma de su hermano mayor, fue sacado de su cuerpo.

Aratani vio y sintió también, que a Song Li ya no le importaba mas el cuerpo y en un rápido movimiento y a una velocidad impresionante, fue tras el cuepro de Kaori. Solo se vio el reflejo de Aratani recoger el cuerpo de Kaori y volver, afortunadamente Song Li no hizo nada para impedirlo.

Sintiendo el pulso un poco anormal, se la pasó a Amaya para que la estabilice con su energía.

―Tu cuerpo es asombroso―dijo Song Li con una sonrisa en el rostro.

Al escuchar esto, Amaya sintió miedo del hombre y se quedo tiesa y en panico. Las chicas también al escuchar esto, instintivamente se pusieron en guardia frente a Amaya para protegerla. Aunque no podían luchar frente al hombre, no podía dejar que se llevará a Amaya así como así, su cuerpo era especial, y era casi un cuerpo santo, aunque no lo utilizaran como era debido, no podían dejar que una amiga íntima fuera llevada así como así.

―JAJAJA… son buena familia ustedes. Protegiéndose entre ustedes―se río Song Li de la respuesta a las palabras anteriores.

Mirando hacia un lado donde no había nadie, dijo―. No se preocupen, no tengo permitido hacerles daños a ustedes… por ahora.

Escuchando sus palabras, las chicas se relajaron un poco, pero las otras palabras la dejaron en duda. ¿Por qué no hacerle daño ahora y matarlos enseguida? ¿Solo querían verlos sufrir hasta más no poder?

Amaya había estbailizado el cuepro de Kaori y quedo profundamente dormida.

Pero todo no había terminado ahí.

Unos grandes sonidos estruendo se escuchó viniendo.

Aratani mirando hacia el lado donde estaba mirando Son Li. Pudo divisar a una masa gigante de unos diez metros que venía hacia ellos, tenía la forma de una bestia, un lobo negro para ser exactos.

El lobo negro con un gran pelaje, sus ojos rojos carmesí y sus garras blancas como el jade, estaban un poco reluciente y emitía un aura tiránica.

En ese momento, Aratani sintió un miedo profundo, así como todos los que estaban ahí, no solo fue por el lobo y su rango que podría ser considerado SSS, sino también por la mujer sentada en su cabeza.

Un aspecto un poco pálido, pero con una belleza mil veces mejor a la de Amaterasu y todas reunidas aquí, la mujer no tiene comparación alguna. Sus finos ojos de color negro en toda su superficie, llevando un maquillaje alrededor de los ojos de un carmesí, sus cejas y pestañas largas. Sus cabellos largo hasta los pies. Trayendo un vestido enterizo de mangas largas y un poco suelto pero con una tela suave y fina.

Su apariencia inmortal era increible y unica.

Sus labios rojos atractivos. Sentado en forma de loto y el lobo dando cada pasos de manera imponente y mostrando sus colmillos, camino hacia ellos.

De quién era esa mujer, nadie lo sabia, solo sabia que parecía ser compañera de esos seres otra vez.

Para cuando la mujer luego hacia ellos, miró con sus ojos negros profundos a todos.

―Fairy Hei Jiang, ya he terminado mi deber en esta parte, y a usted como le ha ido con la extracción.

Al oír las últimas palabras de Song Li, la mujer llamada Hei Jiang no hablo y solo hizo unos movimientos con la mano y un suave brillo se emitió de la mano y salieron volando hacia el frente de Song Li.

Al desaparecer se mostraron tres objetos normales que no emite ninguna energía especial de ella. Pero hubo alguien de ahí que si lo pudo reconocer y en un grito fuerte y forcejeando, grito.

―Esos… son mis tres tesoros, ¿Que le han hecho?

Un espejo del tamaño de unos treinta centímetros creada de una forma de circulo con una decorcacion de dorada, así como también una katana hecha con oro y el mango de un jade blanco y por último una joya de unos tres centímetros hecho de un jade de color verde.

EL conjunto de tesoros que antes cuando AMaterasu lo veía, emitían un brillo magnífico y santo, ahora estaban como la peor chatarra entres las chatarras de tesoros divinos de los cielos. Si los demás dioses se enteran de esto, sería el hazmerreir para entonces.

Viendo como Amaterasu estaba reaccionando al ver como sus tesoros ya no eran tesoros, las chicas no se pusieron felices.

―Las almas contenidas en ellas, son de vital importancia para nosotros―con una melodiosa voz que era débil, pero audible a los oídos y que excitaba un poco, salió de la boca de Hei Jiang cuando hablo.

―¿Almas?―preguntó Amaterasu desconcertada.

―¿Ya terminaste? Yi’gege* dijo que no le quitaremos la vida a ninguno de ellos―dijo Hei Jiang mientras miraba a las chicas.

―Lo sé, lo sé…―dijo Song Li comenzando a reír.

―Tus actos son viles, no hagas cosas innecesarias, mira lo que le hiciste a él… ¿Que te dijo Yi’gege?

Song Li no dijo nada y bajó la cabeza hacia abajo como un niño regañado.

―Si hubiera muerto, ya todo se habría echado a perder…―Hei Jiang no termino y cambio de tema de manera rápida―. No importa, solo vámonos, ya todo está hecho.

―Sí―respondió obedeciendo las palabras de Hei Jiang.

Oyendo y viendo todo lo que estaba pasando en este momento, las chicas se quedaron mudas al ver cómo se iban a ir las dos personas sin hacer más nada. Las chicas se sintieron muy frustradas, que fue todo lo que pasaron ahora… dolor, sufrimiento, lagrimas que caían a montón, desesperación, para solo ver que este trágico momento se desvanecerá así nada mas.

Aunque las chicas no lo podían aceptar, sintieron que todo lo que había hecho estaba ya planeado y establecido en el destino ya roto.

Aratani, Nozomi, Amaya y Amaterasu… solo vieron como la mujer con un ligero gesto de la mano, un torbellino se formó en el centro y grandes oleada de vientos se sintió, y todo se volvió negro para todas las chicas en ese momento.

Pero para cuando lo quisieran abrir, esos seres todo poderosos, ya no se encontraría más en este dominio divino.