⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Los Invitados
…
Unos minutos antes de que los seres inmortales se fueran. Por fuera de la cúpula negra y nebulosa, grandes figuras del panteón de dioses de Japón, se reunieron.
La mayoría de la grandes figuras resplandecían y tenían una expresión solemne y pensativas, un gran ejército de más de casi medio millón de personas se encontraban a la espera de órdenes de sus dioses. Nadie sabía lo que pasaba adentro en estos momentos.
Amida quien a unos paso atrás se encontraba unas de las líderes de escuadrón, Kotomi, con un rostro serio y pensativo también, de su rostro también caía grandes gotas de sudor.
Kotomi solo escucho la conversación que tenía Amida-sama con Hachiman-sama.
—La hermana mayor del joven maestro Arata si da miedo, no creo que hubiera cambiado tanto hasta ahora.
—Bueno, aunque sólo llegó a nuestro dominio sin solicitar permiso para entrar, demuestra lo preocupada que está de su hermano—habló Hachiman-sama.
Los dos recordaron como hace un momento, una joven de cabello rosado llegó al dominio divino y causó problemas en la entrada dejando a aviarios de los suyos heridos.
Al saber esto, Amida se dirigió de inmediato hacia allá, y al ver la figura no actuó de inmediato y solo pregunto la razón del porqué estaba aquí.
Pero al oír sus palabras frías y sin mostrarle un mínimo de cara, le respondió solo con pocas palabras, cosa que dedujo de inmediato. Esta mujer estaba aquí para buscar a sus hermanos, por lo tanto, era la hermana mayor del joven maestro Arata.
—Ella es muy arrogante—dijo Hachiman-sama.
—No lo creo, si fueran arrogantes, creo que ya hubiéramos estado en guerra desde hace tiempo si tuvieran esa actitud tan alta.
Los dos no dijeron, nada, pero de pronto, muchas figuras divinas, sólo pudieron notar una extraña sombra negra que entró en la cúpula nebulosa negra.
—¿Qué fue eso?
—No tengo idea—respondió Amida.
Pero después, se pudo escuchar, grandes estruendo desde dentro, y después un silencio.
Pero no tardo tanto cuando se dieron cuenta de que la cúpula que estaba posicionada hace un momento, se movió con mayor velocidad y se fue reducciones.
Todos quedaron atónitos por lo que sucedía, algo como esto no esperaban para nada. Un extraño había creado este lugar, y era un horror para todos ellos, ya que se sentían indefenso con lo que sucedió en este momento.
Pero un brillo negro oscureció todo el dominio divino, dejando a todos lo habitantes asustados por este fenómeno tan anormal que sucedía.
Y al desaparecer, solo vieron el lugar donde está una verde llanura desaparecer y mostrar un lugar baldío y sin vida en su lugar, no estaba negro, si no más bien como el terreno de un desierto, pero era más como un dorado bastante opaco.
Y todos se enfocaron en un joven, este joven era Juro, quien había quedado por fuera de la cúpula. Y al ver que este joven se abalanzaba hacia adentro, también sintieron la presencia de todos, pero el débil humo blanco no dejaba ver casi, pero pronto se aplacó de inmediato y vieron a las personas.
Cuatro mujeres y un hombre.
El hombre, Arata, estaba aún con heridas profundas y sus ropas estaban desgarradas y llenas de sangre, todavía estaba inconsciente, y estaba siendo cargado por Aratani, quien estaba con un rostro indiferente, pero en sus ojos se podía mostrar el odio profundo que sentía.
A su dos lados estaba, Nozomi quien estaba con los ojos rojos, pero mostrando una mirada fuerte y decisiva.
Y al otro lado estaba Amaya, quien estaba un poco limpia, pero había rastro de sangre, en sus brazos llevaba a Kaori, podría llevarla en el aire, pero estaba sin energía para usarla. Kaori estaba desmayada, pero bien.
Y la más importante para las deidades de este grupo, Amaterasu. Un rostro con un débil resplandor, sus labios pálidos y ojos que mostraban lo cansada que estaba, solo camino un poco apartado del grupo de Arata.
Amida quien la vio, se le acercó de inmediato y llamó a la servidumbre para que la ayudaran.
—Amaterasu, que bien, te encuentras bien—dijo Amidas en un tono preocupado.
Escuchando las palabras de unas de las personas que la cuidaba más, se sintió conmovida por esto. Pero en su estado del momento, lo agotada y lo triste que estaba por perder sus tesoros, fue incapaz de responder y mostrar una sonrisa.
Amaterasu solo vio al grupo de Arata que estaba por partir sin decir nada.
Rodeados por más de cientos de miles de personas que tenían poderes, no sé enfocaron en ellos, sino en su diosa Amaterasu.
Antes de que salieran y fuera a encontrarse con los otros, le pidió que no dijera nada sobre los tesoros. La verdad no sabía con qué cara decirle sobre esto, ya que no tenía la cara también para hablarle después de todo lo que había pasado hasta aquel momento.
Viendo cómo Aratani llevaba a su hermano en sus brazos y Nozomi mirándolo y casi a punto de llorar. Y también a un miembro de un clan mortal que la adoraba y ella cuidaba de esta. La niña que le había regalado una bendición para realizar sus planes, se la habían robado, y no sabía por cuánto dolor había pasado para robarle esa bendición.
Suspirando, vio los cielos que estaban sobre ellos. Se podían apreciar el mismo cielo azul, pero a diferencia de la tierra, el sol estaba sin fuerza y al lado de este estaba la luna. En la tierra podía haber eclipses, pero en su territorio divino no. Ya que no había necesidad que los cambios del sol dañen su dominio divino.
—Los invito quedarse por un tiempo.
Las palabras de Amaterasu sorprendieron a todos y dirigieron su mirada hacia donde ella habló. Viendo al grupo que era insignificante para sus ojos, pero no para todos. Incluso Kotomi se había olvidado de ellos por la emoción de ver a su deidad de nuevo.
Las deidades irreconocible sabían las identidades de estas personas, y también estaban al tantos de sus acciones. Estas personas había que ponerle un ojo encima y estar en guardias.
Cuando Nozomi escuchó las palabras de Amaterasu extrañamente no dijo nada respecto a esto, pero no se sentía bien hablar y estar acuerdo. Siempre no le había gustado su personalidad. Una deidad con más de Miles de años encima persiguiendo a un joven niño, además, solo quería usarlo para su beneficio y no porque le nacía de corazón. Solo espero a que su hermana mayor respondiera.
Aratani, desde hace un momento ella estaba a cargo ahora, esto era porque era la hermana mayor y también porque el líder estaba inconsciente. Conociendo a su hermana menor, ella no esquivó más tiempo, y en un tono frío e indiferente tanto en su voz como en su rostro, dijo.
—Esta bien.
Las palabras que casi nadie esperaba fueron dichas. Aunque su hermana menor estuviera en contra, no lo podía evitar. Estaban heridos y necesitaba recuperar fuerza para volver a los dominios terrenales.
Amaterasu le dió una cálida sonrisa y le dijo que la siguiera.
La multitud viendo a este grupo, quedaron en total silencio al presenciar esto. Un grupo desconocidos para algunos, pudo salir y rescatar en cierta forma para ellos con un hombre herido.
No se sabía al respecto de la condición de Arata, pero lo que sí sabían algunos, es que la herida en su corazón, no paraba de atormentar en los peores momentos. Un cruel destino para este joven que no podía usar todo su poder al completo acto.
El grupo se dirigió para la ciudad divina principal donde estaba la torre central y hogar de algunos dioses divinos así como la diosa principal, Amaterasu.
Su llegada a la ciudad fue muy impresionante, todos recibieron a su diosa con calidad sonrisas de felicidad al saber que su diosa estaba bien ahora. Se escucharon sonidos de explosiones en el cielo mostrando el festejo y la felicidad del pueblo. Poco a poco, como en un desfile todos llegaron a la inmensa torre que se alzaba de manera imponente.
El grupo de Arata no había dicho ninguna palabras y solo estaba pendiente al cuidado de Arata, todos vieron esto y suspiraron. Los que conocían a este grupo, solo también suspiraron al no quedar impresionado por sus estructuras celestiales, se pudo notar que a ellos no le atrae este tipo de cosas.
Dentro de la torre se tornó más silencioso, solo estaban las personas más importante, por lo que ahora estaban de una manera mejor en ciertos sentidos.
Varios grupos se alinearon, eran mucamas y mayordomos así como unos cuantos soldados y unas cuantas deidades.
Pero fue para recibirla y mostrarle lo preocupado que estaban, Amaterasu solo cruzó algunas palabras con sus hermanos y los otros dioses que estaban bajo su cargo y al final dijo.
—Dígale a mi hermano que espere unas cuantas horas más para recuperar mi energía.
Las palabras fueron escuchadas y acatadas, pero hubo alguien que habló en ese momento.
—¿Eso no crearía más controversias en la tierra?—fueron las palabras de Aratani.
Escuchando esto, Amaterasu le respondió—. Si, pero ya hay controversias y caos por esto, por mucho lo categorizarse como fenómeno que ocurre unos cuantos Miles de años o como el fin del fin.
Lo último que pudo ser un comentario sarcástico no lo fue, nadie sabía lo que pasaría en el futuro ahora.solo tocaba esperar cómo se desarrollaría todo.
—Lamentablemente, no estoy bien tampoco para tomar mi posición como se debe, por lo tanto les pido también a ustedes que no retengan nada y pidan lo que quieran.
Las personas de alrededores no sabían que decir, las personas que lo conocían a este grupo de desconocidos, lo miraron profundamente. ¿Quienes eran estas personas para ser tratadas antes maravillosamente?
Pero todos quedaron en silencio al escuchar las siguientes palabras de la mujer de cabello rosado que dijo.
—Bien o será necesario, solo nos quedaremos en una habitación y que nos envíen los alimentos a la habitación, y cuando nos recuperemos volveremos a la tierra.
¿Tierra? ¿Son mortales? Se preguntaban todos de forma atónitas. Pero aún así ellos se atrevían a hablarle de esa forma y no aprovechar bien los servicios que le brindaba los cielos para ellos.
—Si es así no puedo decir nada.
Viendo el rostro resplandeciente de Amaterasu mostrando algo de tristeza, todos quedaron aturdidos. Nadie sabía qué era lo que estaba pasando en los cielos en este momento.
Nozomi desde principio hasta el final no dijo ninguna palabra y se mantuvo indiferente.
Amaterasu miro a Nozomi y pensó algo en unos segundos y no sabía si decirle o no, pero mostrando la indecisión en su rostro. Amidas que estaba a su lado le dió un suave toque en el hombro.
Aunque fue solo un toque, Amaterasu sintió lo que quería decir, y era hablar.
—Hiromi-san, me gustaría tener una charla después, ¿Aceptas?
—…
—…
…
Todos quedaron en silencio.
Nozomi quedó sin palabra, pero como si fuera por instinto ella iba a negar hablar con ella de inmediato. Mostrando un rostro frío y decidida, dijo.
—Yo no…
Pero de manera desprevenida, su hermana la había interrumpido a mitad de camino y hablo por ella.
—Ella acepta.
Todos quedaron estupefacto, ¿No iba a negar hablar con ella? ¿Se atreve a rechazar la invitación de una deidad principal? ¿Están locos? Diferentes tipos de pregunta se cruzaron en sus mentes.
Mirando a su hermana mayor, Nozomi no dijo nada y solo asintió sin mirar a Amaterasu.
Viendo esto, Amaterasu solo mostró una sonrisa forzada y decir.
—Alguien te buscará a tu habitación y te llevara ante mí—después dirigió su vista hacia unas mucamas y le ordenó—. Pueden llevarla a unas de las habitaciones de huéspedes disponibles.
Todos quedaron en silencio, pero al escuchar las palabras de su deidad, ellos respondieron de manera instintiva y llevaron a Arata herido y su grupo.
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Nota de Aki Yai
Ayer no pude subir por cuestiones de trabajos de la U. Pero Aqui esta, un día atrasado.
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