⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 142 – Viaje a través de la niebla (2)
Bertelgia, que había dicho que no amaba particularmente a los animales, estaba disfrutando su tiempo lanzando la pelota de un lado a otro con el carbuncle blanco. Dejando el carbuncle a un lado, parecía encantada por el simple hecho de poder mover sus propios brazos y piernas. Sungchul observaba este lado de la Bertelgia sin una expresión particular en su rostro mientras pensaba profundamente.
"Lo está disfrutando bastante''.
Recuerdos dolorosos aparecieron dentro de la mente de Sungchul. Pero esto no era lo que quería recordar, así que agitó un poco la cabeza para dispersar la imagen y pensar en otra cosa.
"Como era de esperar, ella era humana, pero ¿cómo se convirtió en un libro?"
Por lo que observó desde el costado, Bertelgia era un libro, pero también un ser humano. Incluso con su conocimiento, Sungchul no podía entender cómo esto era posible, ni siquiera podía entenderlo. Podría ser capaz de captarlo después de obtener el conocimiento de un creacionista, pero ese era un futuro muy lejano.
Poco después, Bertelgia había terminado de jugar y se había movido hacia su dirección.
–Carbungbung parece querer dejar de jugar
Como ella había dicho, el carbuncle blanco había cubierto la mitad de su cuerpo con su cola mientras cerraba los ojos e intentaba dormir junto a un manantial que era tan claro como un espejo.
–Buen trabajo.
Sungchul lanzó uno de sus raros cumplidos hacia Bertelgia antes de dirigirse hacia la puerta que conducía a la realidad. Bertelgia parecía melancólica mientras se iban, pero no dijo nada antes de seguirle. La atmósfera era muy diferente a la de antes.
Sungchul puso sus manos en la Piedra Alma una vez que volvieron a la realidad. Todavía no era completamente obediente, pero tampoco lo desafiaba completamente. Sungchul abrió su ventana de estado para comprobar su estado.
[Familiar]
Piedra alma (Meerkat Carbincle)
Piedra alma (Meerkat Carbuncle) – Complicado
Una Piedra Alma fue añadida a la lista, aunque ahora se adjuntaba una nota desconcertante. Sungchul se adentró en el bosque para probar el Multicasting a través del nuevo Carbuncle como un experimento, y cuando lo intento, este no siguió su orden. Parecía como si necesitara jugar más con él en su paisaje de ensueño para abrir completamente su corazón. Sungchul pensó eso y se giró hacia Bertelgia.
–Me gustaría que jugaras con estos tipos de vez en cuando en el futuro.
– ¡Déjamelo a mí! ¡Si es algo así, puedo hacerlo en cualquier momento!
Bertelgia fue muy comunicativa, a diferencia de su actitud habitual. Sungchul asintió satisfactoriamente y regresó a su lugar original. Kha'nes que había terminado su comida parecía haber adquirido cerveza de algún lugar ya que llevaba un barril enorme del roble encima y estaba engullendo su contenido mientras caminaba en su dirección.
– ¿Cómo estuvo? El poder de la Guía de la Niebla.
–A decir verdad, fue de mucha ayuda, pero podría llevar algún tiempo persuadir a cada una de las Piedras Alma.
–Eso está bien. Puedes tomarte tu tiempo para devolverlo.
Kha'nes aceptó la petición de Sungchul con bastante facilidad, pero no sin una condición propia.
–Sólo si me preparas algo de comida en la que te hayas esforzado.
Miró hacia el tenuemente brillante broche escondido bajo el abrigo de Sungchul. Una leve sonrisa apareció en los labios de Sungchul.
–Eso no será tan difícil.
Sungchul cambió internamente sus planes. Nunca, jamás, ni en sus sueños más salvaje lo sabrían, pero las vidas de Aquiroa y la tripulación de la aeronave Procrustes se habían extendido un día más. Sungchul habló con Kha'nes para decidir su próximo curso de acción.
–Si me llevas a una cocina decente, prepararé mi plato especial para ti al día siguiente.
–Oh, ¿en serio?
Kha'nes estaba encantada, pero la palabra cocina la refreno. Cruzó los brazos y frunció un poco el ceño mientras contemplaba.
–Hm, no hay ninguna cocina decente por aquí.
–La cocina de la Torre de la Reclusión es bastante decente.
–Absolutamente no. Porpyrius, ese viejo estricto, nunca nos dejará usarla.
–Entonces, ¿qué tal el restaurante en Aldea Toporo?
–Eso tampoco es posible, hay informantes ermitaños en el pueblo... ¡Oh! ¡Ese lugar funcionará!
Kha'nes debió haber pensado en algo bueno. Se movió por la carretera con prisa. Sungchul la siguió y llegó a un lugar inesperado.
– ¿Por qué estás aquí otra vez? Esto no es una posada. Dejarte dormir gratis por un día es suficiente.
El lugar donde Kha'nes había conducido al grupo de Sungchul era la choza del conductor de antes. El conductor, con las gafas puestas, se sorprendió un poco al ver a Sungchul, pero se sorprendió aún más al ver a Kha'nes justo detrás de él.
– ¿No es usted la señorita Kha'nes?
– ¡Ha pasado un tiempo, Sir Tangrit!
– ¿Qué te trae por aquí...
El monje que parecía no temer nada parecía muy cauteloso después de ver a Kha'nes.
–Tengo algo que pedirte.
Ella guiñó el ojo hacia el grupo de Sungchul y entró en la choza con el conductor. Los susurros del conductor y la voz aguda de Kha'nes iban y venían detrás de la puerta delineada por una tenue luz. Por fin, la puerta se abrió de golpe cuando la animada risa de Kha'nes explotó desde dentro.
– ¡Sir Tangrit accedió a prestarnos su cocina!
–Esta cocina no es ideal para mostrar mis talentos.
No había nada que se pudiera llamar una cocina dentro de la choza.
Todo lo que existía era un caldero colgado sobre la chimenea donde se podía encender el fuego.
–No te preocupes por eso. ¡La cocina de Sir Tangrit no está aquí, sino en otro lugar!
Sungchul se giró para mirar al monje que repetidamente fue denominado como Tangrit con un rostro inexpresivo. El monje tenía una expresión llena de disgusto, pero cuando se encontró con los ojos de Sungchul, le entregó una llave.
–Sólo necesitas usar esto.
Era una llave plateada de alta calidad. Kha'nes recibió la llave con regocijo antes de entrar en el bosque detrás de la choza empapada en oscuridad. Había una bestia en un lugar no lejos del bosque. Era un oso tigre que tenía la forma de un oso y la piel de un tigre. Parecía de la misma raza que el que habitaba en las cercanías del Palacio de Convocatoria, pero una vez que sus ojos se encontraron con los de Kha'nes, inmediatamente bajó la mirada y desapareció en el bosque.
–La carne de ese tipo no es tan sabrosa.
Mientras continuaban moviéndose sin una linterna en el oscuro bosque donde no podían ver ni una pulgada delante de ellos, una residencia se vislumbró débilmente desde la distancia bajo la luz de la luna.
–Eso es todo.
Kha'nes se dirigió hacia esa residencia. De cerca, la residencia no parecía ser diferente de algunas ruinas. Varios puntos de la superficie de la pared rota estaban cubiertos de enredaderas, que parecían siniestras, y el jardín que alguna vez habría sido hermoso estaba lleno de horribles pedazos de estatuas rotas que yacían entre las malezas cubiertas de vegetación.
– ¿Dónde está este lugar? – preguntó Sungchul.
–Es la residencia de un oficial enviado del Sagrado Reino de Rutheginea. Tangrit que acabas de conocer es el dueño de esta residencia.
–Ya veo.
El monje había mencionado previamente que una vez había sido el señor de la aldea de Toporo, aunque no dijo porque había sido expulsado.
–Ahora tiene ese aspecto, pero hace tiempo fue muy popular. Los aldeanos lo siguieron durante un buen tiempo, incluso después de la caída del Reino Rutheginea.
Dijo Kha'nes mientras miraba las ruinas con ojos entristecidos. Sungchul se acercó a la puerta cerrada y la abrió con la llave, no se abrió tan fácilmente. No se movió ni siquiera mientras ponía un poco de fuerza detrás de su agarre.
"“…”
Sungchul entonces aplicó su verdadera fuerza en ella, y cuando lo hizo, la puerta se salió con el sonido de la madera rompiéndose seguida de una lluvia de astillas.
–Esto es... ¿colocó la puerta desde atrás?
Parecía como si alguien hubiera entrado en esta casa y clavado la parte trasera de la puerta cerrada con tablas. Sungchul podría tener un vago sentido de intención maliciosa. Miró hacia uno de los fragmentos de madera que tenía un clavo oxidado incrustado y dijo.
– ¿Le pasó algo al hombre?
–Los restos de Rutheginea habían venido a este lugar.
– ¿Restos de Rutheginea?
Sungchul pudo adivinar inmediatamente lo que había ocurrido cuando escuchó esas palabras. Las nubes oscuras que se asomaban sobre el Reino Sagrado de Rutheginea no disminuyeron ni siquiera después de que el Rey Errante hubiera terminado con la batalla abdicando del trono. Varios señores y señores de la guerra continuaron su resistencia organizada, y los restos que perdieron a su líder se convirtieron en saqueadores y atacaron al pueblo.
–Yo no estaba aquí en aquel entonces y la mayoría de los ermitaños que eran capaces de luchar se habían ido a otro lugar. Al final, Tangrit tuvo que luchar contra más de cien restos por su cuenta, pero fue vencido por el miedo antes de la batalla y huyó.
–El pueblo debe haber sufrido mucho.
Kha'nes asintió.
–Para cuando volví, el pueblo estaba completamente destruido. Menos de la mitad de sus residentes habían sobrevivido. Nada habría cambiado si Tangrit se hubiera opuesto o no a los restos, pero la gente había perdido toda la fe y este fue el resultado.
Kha'nes habló con pesar y con una densa voz.
– ¿Lo conocías?
–Lo cuidé desde que era un niño. También era de la aldea.
"“…”
Sungchul pensó en el sufrimiento que el monje debe haber soportado todo este tiempo. Una persona normal no habría podido resistirlo. Definitivamente no podía ser fácil vivir como alguien que una vez fue señor para tener que vivir entre su gente con un resentimiento inimaginable contra él.
"Así que era una historia como esa".
Hay heridas que no se pueden curar ni con tiempo ni con dinero. Sungchul probó la amargura que perduraba alrededor de su boca mientras empezaba a explorar el interior de la residencia. Kha'nes ya sabía dónde estaba la cocina.
La cocina estaba cerca de las ruinas como el resto de la casa, pero todavía contenía las necesidades básicas para preparar la comida.
Estaba listo para ser una cocina capaz de permitir a Sungchul mostrar sus talentos con un poco de entusiasmo. Sungchul expresó su satisfacción e hizo una promesa para el día siguiente.
–Entonces mañana por la tarde. Encontrémonos en este lugar.
Sungchul estaba pensando en hacer un plato por el que hasta Kha'nes babearía.
– ¡Te veré mañana como te prometí! Estoy llena de expectativa, así que muéstrame un plato apropiado de ese broche.
Kha'nes sonrió ampliamente y se despidió con su mano antes de irse.
*
Al día siguiente, Sungchul preparó un plato inigualable que se adaptaba a un chef de clase alta.
–Prepararé un plato que te hará olvidarte de recuperar la Guía de la Niebla.
No era una comida de conveniencia que normalmente preparaba. Fue un plato resplandeciente que obtuvo una puntuación increíble de la misteriosa entidad que gobernaba la clase de chefs de clase alta.
[El puntaje de este plato es... ¡72! ¡Brillante!]
La comida en el plato fue completada pieza por pieza sin una sola mancha de color, aroma o sabor fuera de tono. Incluso Bertelgia, a la que a menudo se le dijo que trabajara para ganarse sus comidas pero que no puede comer nada por sí misma, no pudo contener su admiración hacia la fantástica comida creada por Sungchul.
–Woah... ¡parece una comida digna de un rey!
– ¿Crees que algo así como un rey podría disfrutar de mi plato completo?
Sungchul replico con un orgullo inusual mientras daba los últimos retoques. 18 ambiciosas obras de tal arte culinario decoraron la mesa del comedor de esta residencia en ruinas. Todo lo que quedaba era que llegara el invitado de honor, pero mientras el sol se ponía y la luna salía para colgar en lo alto del cielo, Kha'nes no llegó. Sungchul se volvió cauteloso.
"Esto no puede ser. Ese dragón nunca se alejaría de una comida".
Hacía mucho tiempo que no se enfriaba la comida. Los peores escenarios pasaban por la mente de Sungchul.
¿No puede ser que le haya pasado algo al dragón?
Siendo realistas, era inviable. Kha'nes el ermitaño medio dragón fue clasificado como alguien en una escala diferente de poder que los 13 Campeones del Continente. Dragones infectados con la locura a veces entraban en el territorio de los humanos para atacar y ser reprimidos, pero la supresión de los dragones era más una guerra que una cacería.
Una unidad de supresión estaría compuesta por varios miles de personas como mínimo, y no era algo que una sola nación pudiera manejar. Sin embargo, la realidad era que Kha'nes no había llegado. Sungchul había oído varias veces que Aquiroa, de la aeronave blanca, tenía negocios con Kha'nes.
"¿Será que ese bastardo le hizo algo a Kha'nes?"
Sungchul dejó resueltamente la comida preparada detrás de él y salió furioso de la residencia. Descubrió una manada de hombres lobo debajo de la aeronave. Compartían amigablemente a los refugiados que habían capturado recientemente. Los puños de Sungchul volaron sin piedad hacia los hombres lobo, pero mantuvo vivos a tres de ellos y comenzó a interrogarlos.
–Dime lo que sabes de la Ermitaña Kha'nes.
Cuando el primer hombre lobo se negó, Sunghul lo mató sin dudarlo un momento y le hizo la misma pregunta al siguiente hombre lobo. Cuando lo hizo, el hombre lobo apuntó con una afilada garra y expresión de temor hacia la aeronave de Aquiroa.
– ¡Ella... ella está en la nave! Por favor... ¡sólo mi vida...!
Los puños de Sungchul no mostraron tal misericordia. Se puso sobre los cuerpos despedazados de los hombres lobo y se giró para mirar hacia la aeronave que brillaba bajo la pálida luz de la luna. Fal Garaz forjado de los pedazos del Cielo hizo su aparición después de mucho tiempo.
–––
Se prendió demasiado, le tocaron la comensal al cocinero, ahora este irá a moler carne, y no precisamente de res.
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