Capítulo 131 – Coloso (2)

No había lidiado antes con un oponente gigante. Sungchul sentía en su interior admiración por el hombre que había creado el coloso.

“Eckheart. Pensé que no era alguien normal, pero pensar que hizo algo así.”

Este fue el momento en que el interés de Sungchul por la clase creacionista que Eckheart había dominado llegó a su cenit.

– ¡Muere, Enemigo del Mundo!

La mano del coloso se extendió lentamente hacia el cielo. Una enorme cantidad de agua cayó y descendió como en una cascada al momento en el que el brazo del coloso cubrió el sol, apareciendo como si alcanzara la misma cima de los cielos. Los sobrevivientes de Panchuria no podían creer la visión que se estaba desarrollando ante sus ojos y reaccionaron ante ella de diversas maneras.

Muchos murmuraban oraciones de penitencia hacia su dios mientras que otros miraban la figura del coloso sin pestañear como si estuvieran hipnotizados. Gritos y lamentos resonaron por la multitud la multitud mientras el brazo del coloso descendía. La escena tenía una fuerza y terror sin precedentes que obligaría incluso a las personas más valientes a cerrar los ojos. Sólo había uno que podía mantener sus ojos abiertos ante el golpe del gigante.

"“…”

Sungchul observó el ataque del coloso que parecía como si fuera a destruir el mundo mismo y se movió hacia un lado. Utilizó los escombros de las casas hundidas y los barcos intactos como puntos de apoyo para evadir la trayectoria del brazo del gigante que caía del cielo.

Fue más un gran escape que una evasión. Sólo después de haber cruzado medio río entró en la zona de seguridad en donde se detuvo para ver caer el gigantesco brazo y destruir la ciudad en la que se había estado quedando sin siquiera pestañear. Un tercio de la parte norte de la ciudad, que había estado relativamente intacta hasta ahora, fue destruido en un instante por un solo ataque. No sólo eso, la réplica posterior creó un segundo impacto que barrió todo lo cercano convirtiéndolo todos escombros destructivos. Sungchul dio la bienvenida a este impacto con su cuerpo.

"“…”

Una leve sonrisa se formó en sus labios al sentir este estimulante impacto que no había experimentado en mucho tiempo.

– ¿Estás bien?

Bertelgia sintió el impacto desde la seguridad de su bolsillo. Sungchul Contestó con calma.

– El hombre al que llamas padre. Pensaba lo mismo que yo.

Cuando otros defendían y perseguían un crecimiento bien equilibrado, probando y probando una variedad de cosas en las que nadie se ponía de acuerdo, Sungchul continuaba silenciosa y firmemente sólo mejorando su Fuerza.

Contra los llamados cultivadores equilibrados, tener una Fuerza moderada significaba que su debilidad podía ser explotada. Pero si la Fuerza iba a sobrepasar el límite de lo que comúnmente se cree posible, entonces Sungchul creía que podía vencer cualquier y toda oposición sin importar cuán poderoso fuera el adversario.

El coloso de Eckheart era muy similar a la línea de pensamiento de Sungchul, porque si no, entonces no había razón para hacer algo tan ridículamente grande.

– ¿Deberíamos irnos?

Sungchul se dirigió hacia el brazo del gigante, que ahora estaba sumergido en el río tras recibir un golpe en la ciudad. Cuando usó el poder divino de sus piernas para iniciar una carrera, su figura desapareció por un momento antes de reaparecer sobre el brazo del coloso.

Sungchul levantó a Fal Garaz y golpeo en el brazo del gigante.

¡Boom!

Un colosal ruido similar al trueno estalló mientras la inmensa figura del coloso tembló por un momento. Era como si una hormiga... no, un diminuto ser humano que podía ser considerado una mota de polvo causara que esta imponente figura comparable a una montaña temblara por un solo golpe suyo. Las rocas que envolvían los brazos del coloso se desmoronaron como galletas saladas y cayeron en el agua fangosa en innumerables fragmentos, pero eso fue todo. Una parte del brazo se había roto, pero aparte de eso, no había mucho más efecto.

“Como esperaba, ignora la mayoría de las formas de impacto debido a su increíble tamaño y peso. Es una idea increíble".

Sungchul miró hacia los ojos brillantes del coloso cubierto de espesa niebla donde Daltanius estaba sentado. Tenía que haber un núcleo que alimentara al coloso en algún lugar. Podría ser posible romperlo si continuaba golpeando al gigante como lo estaba haciendo ahora, pero quería terminar esta batalla lo más rápido posible. Dejó en el suelo el gran agujero en forma de cráter para escalar el brazo del coloso y se dirigió hacia arriba. Su objetivo era la cabeza del coloso.

Desafortunadamente, se encontró con un pequeño problema. El brazo tenía menos tracción de la que esperaba. La superficie había sido desgastada y cubierta de musgo mientras estuvo sumergida en el río; por miles de años haciendo su superficie bastante resbaladiza. Para empeorar las cosas, Daltanius notó que Sungchul subía por el brazo y lo hizo resbalar cambiando la inclinación del brazo.

– ¡De ninguna manera!

"“…”

Daltanius agitó ligeramente el brazo para poner fin a los intentos de Sungchul. Sungchul saltó en medio de la escalada.

– ¡Te lo mereces!

Daltanius irrumpió en una risa arrogante mientras hacía que el coloso diera un paso atrás y levantara su otro brazo en alto.

– ¡Cuidado!

Bertelgia emitió un fuerte grito al que Sungchul asintió en reconocimiento antes de mirar a su alrededor. Sus ojos vieron las cadenas metálicas que atravesaban lo que quedaba de las desmoronadas casas flotantes tras el impacto.

Sungchul corrió hacia esas cadenas y las tiró con fuerza. Las cadenas metálicas de decenas de metros de largo se mecían sobre el agua, haciendo mucho ruido. Las cadenas metálicas tenían estacas fijadas a intervalos regulares que se utilizaban para anclar las bases de los botes. Tan pronto como Sungchul se dio cuenta de ello, giró sin vacilar las cadenas hacia el cuerpo del coloso como un látigo.

¡Boom!

Las estacas metálicas unidas a la cadena se clavaron en el cuerpo del coloso.

"Es un poco deficiente.”

Sungchul corrió hacia los otros escombros, pero justo cuando inicio su movimiento; el brazo del coloso cayó diagonalmente sobre él. Podía evadir si ponía todos sus esfuerzos en ir hacia delante, pero no había muchos lugares donde pisar allí y las llamas danzaban salvajemente por todas partes. Por el espeso hedor de la gasolina, las llamas en el agua no parecían apagarse pronto.

Sungchul contempló brevemente sus siguientes acciones. Innumerables experiencias previas pasaron repetidamente por su mente cuando un objeto oscuro visible justo debajo de la fangosa superficie del río llamó su atención. La inspiración le impactó.

"Puedo usar esto.”

Sungchul desenterró el objeto oscuro. Era la inmensa cadena que una vez había mantenido unida a Panchuria antes de que la hubiese partido en dos. Normalmente se habría hundido hasta el fondo por su propio peso, pero se había mantenido a flote entre todos los escombros de la ciudad y permanecía al alcance en la superficie.

– ¡Uwaa! ¡Me estoy mojando!

En el momento en que el grito de Bertelgia resonó, Sungchul agarró la cadena con una mano y giró a Fal Garaz hacia el brazo del coloso.

¡Boom!

Una fuerza increíble y una onda de choque golpearon la ciudad que se hundía ahora, una vez más. Varios brotes de agua se formaron cuando los restos destrozados del coloso comenzaron a hundirse. La gente que huyó hacia la orilla del río observaba con la boca abierta la legendaria batalla que sería inmortalizada y contada por los anales de la historia.

– ¿Esta acabado el Enemigo del Mundo?

– Aunque sea el Enemigo del Mundo, no puede ser fácil sobrevivir a algunos golpes de esa cosa.

– ¿Qué es ese monstruo gigante? ¿Es una calamidad de Dios?

Entre las diversas especulaciones, un joven de ojos agudos señaló hacia el coloso.

– ¡Está vivo! ¡El enemigo del mundo está vivo!

A sus palabras, los espectadores olvidaron incluso la desgracia que les había sobrevenido y se apiñaron en la orilla del río para señalar con sus dedos. Al final de sus dedos estaba la silueta de un hombre. Los espectadores exclamaron al verlo. Un dedo del coloso había sido destruido y se estaba hundiendo en el río. Y cerca, en el techo de una base de los botes, se encontraba un hombre que tenía cadenas alrededor de su cuerpo.

"“…”

Sungchul soltó la cadena que lo rodeaba y dejó fluir la fuerza divina por todo su cuerpo.

Tensó la enorme cadena

Ki–ki–kiriit

y sus músculos se tensaron.

La base sobre la que Sungchul había estado de pie se rompió y se hundió bajo el agua. Sungchul se subió a la casa que una vez fue usada como mansión del gobernador y tiró de la cadena una vez más. Cuando lo hizo, los pilares de hierro al otro lado del río que anclaban firmemente las cadenas de metal fueron arrancados en secuencia, como nabos.

Daltanius no pudo evitar gritar desde la cabina con incredulidad ante la escena que se desarrollaba ante sus ojos.

– ¿Qué tan loco es este bastardo? ¿Cuál es su valor de Fuerza?

El hombre ya había hecho dos veces algo que Daltanius, un hombre famoso por su fuerza, ni siquiera se atrevía a intentar, pero esta no era una situación en la que uno pudiera quedarse congelado en estado de shock. Después de todo, Sungchul seguía atacando implacablemente.

La inmensa cadena que una vez sostuvo alguna vez la ciudad fue azotada como un látigo contra el gigante.

¡Slam!

Esta cadena de cientos de metros de largo impactó fuertemente en el hombro del coloso. El coloso no se dañó, pero la estaca al final de las cadenas permaneció alojada en su hombro. Sungchul tiró de la cadena una vez más para confirmar que estaba bien sujeto antes de cargar hacia el coloso. La superficie del gigante seguía siendo extremadamente resbaladiza, pero la cadena que Sungchul consiguió empalar era suficiente para actuar como una escalera. Sungchul se deslizó por la cadena como una raya para subir al cuerpo hasta llegar a su hombro.

El coloso no tenía forma de responder ya que fue creado para mostrar una fuerza destructiva masiva a través de su tamaño a cambio de funciones más intrincadas. Sungchul subió al indefenso hombro y miró fijamente la cabeza del gigante. Daltanius estaba dentro.

–Bien. ¡Ya que hemos llegado a esto, luchemos justamente!

Daltanius saltó de la cabina. Aunque era sólo un ser humano que no se veía tan impresionante en comparación con el coloso, su constitución, que era visible mientras estaba de pie sobre la cabeza del coloso, era un espectáculo digno de contemplar. Era una figura segura y audaz que correspondía al nombre de los Siete Héroes. Apretó sus puños y volvió a adoptar su postura.

– ¿Qué tal si arreglamos esto con los puños como hombres?

Sungchul colocó a Fal Garaz en su Almacenamiento de Almas. Una sonrisa engreída se formó en los labios de Daltanius.

– ¡Es un desafío!

Daltanius saltó hacia delante como una flecha y golpeó a Sungchul con el puño. Fue un golpe poderoso con una ráfaga de viento cuya fuerza era comparable a la de un cañonazo, pero la mano de Sungchul le agarró el cuello antes de que pudiera dar su puñetazo. Daltanius se dio cuenta en ese momento.

"La destreza de este bastardo tampoco es una broma."

Sungchul giró a Daltanius una sola vez con su agarre aún firme sobre el cuello de Daltanius y lanzó al hombre contra la cabeza del colosal gólem. Daltanius dio un lamentable grito mientras atravesaba una parte de la cabeza del gigante golpeándola con el ímpetu de la fuerza física de Sungchul combinada con el impulso de su propio golpe.

–Uggh...

En cualquier caso, había que admirar la dureza de Daltanius.

"Su Vitalidad debe ser similar a la mía o un poco más alta''.

Daltanius sangró por su boca mientras hacía una sonrisa significativa.

– ¡Bien! ¡Muy bien! ¡Aquí voy de nuevo!

Daltanius corrió de nuevo hacia Sungchul, pero fue el mismo ataque medio que no fue diferente del que despertó las sospechas de Sungchul.

"Debería saber que un ataque de este nivel nunca funcionaría. ¿Son los Siete Héroes sólo de este calibre?"

– ¡MUERE!

Daltanius emitió un grito mientras lanzaba su puño, pero en ese momento, algo surgió de su boca. Los ojos agudos de Sungchul no se lo perdieron.

¡¿Arma oculta?!

Las sospechas de Sungchul se hicieron realidad a medida que el arma ocultaba bajo la lengua de Daltanius.

"Esto es un poco peligroso."

Sungchul lanzó su cuerpo hacia Daltanius, cuyo puño estaba más cerca de lo esperado, pero la aguja de acero sólo pudo perforar la ropa de Sungchul al ras. Solo le rozo, pero Sungchul podía adivinar su letalidad. Debía haber sido una herramienta de grado legendario por lo menos; casi imposibles de conseguir. El puño de Daltanius golpeó directamente la cara de Sungchul al momento siguiente.

"“…”

Fue un golpe muy fuerte; algo que no había sentido en mucho tiempo, pero el cuello de Sungchul no se movió. En cambio, le devolvió el puñetazo en la cara a Daltanius y lo agarró con una mano.

– ¡Mierda!

El golpe de Daltanius fue certero, pero su golpe principal siempre fue el arma escondida. En realidad, ni siquiera había puesto toda su fuerza en ese puñetazo, y gracias al puñetazo, Sungchul pudo tomar represalias después de absorber el impacto, dejándolo sin manera de escapar.

¡Wham!

Sungchul agarró a Daltanius y luego lo golpeó en el hombro del golem, incrustándolo en el coloso.

– ¡Piedad!

Daltanius gritó presto, pero Sungchul no tenía ni una sola razón para mostrar tal misericordia. Escupió una saliva mezclada con sangre y respondió fríamente,

–El que audazmente me desafió a una pelea a puñetazos se vuelve hacia el uso cobarde de armas ocultas. No eres digno de tener el título de uno de los Siete Héroes.

– En realidad, el arma que mejor uso es el hacha.

Daltanius sacó una poderosa hacha de su Almacenamiento del Alma como para probar su declaración.

–Luchemos limpiamente...

Desafortunadamente, el puño de Sungchul llegó primero a la cara de Daltanius.

¡Wham! ¡Wham! ¡Wham! ¡Wham!

Sungchul destrozó completamente el rostro de Daltanius sin siquiera una pizca de misericordia. El gran cuerpo de Daltanius tembló una vez antes de inclinarse hacia atrás como un camarón. No estaba muerto. Aunque había perdido el conocimiento, su cuerpo se estaba recuperando demasiado rápido como para creer que era humano. Debía haberse equipado con un Contrato de Alma basado en la recuperación, diferente de Sajators. Como ese era el caso, no había necesidad de darle tiempo. Sungchul sacó a Fal Garaz para el golpe final.

¡Blam!

La aterradora regeneración natural era inútil ante de Fal Garaz. Daltanius de los Siete Héroes fue reducido a una montaña de pus y sangre totalmente diferente a su forma original. Sungchul confirmó su muerte antes de recuperar el hacha y mirar sobre su curtido abrigo. La aguja de Daltanius había hecho un feo agujero a través de ella. Sungchul frunció el ceño.

"Supongo que es hora de hacer algo de costura. De todos modos, ¿éste es el segundo no?"

Sungchul miró el cadáver de Daltanius. Similar a la instancia de Sajators. No hubo respuesta. Cuando el Rey Demonio murió, pudo ver el flujo de la Calamidad, pero en el caso de estos Siete Héroes, no había nada.

"¿Es que tengo que matar a cada miembro de los Siete Héroes para ver el flujo de la Calamidad?"

Era una pena, pero matar a dos miembros tan rápido era muy alentador. En cualquier caso, la situación aún no se había resuelto completamente.

¡Boom! ¡Boom!

El coloso se movía río arriba para destruir lo que quedaba de Panchuria. Se estaba moviendo hacia el norte. Si se le dejara a su suerte, barrería Panchuria y los territorios del norte del Imperio Humano también.

Sungchul subió a bordo de la cabeza del coloso donde Daltanius había estado sentado antes. Había escaleras que bajaban desde lo alto de la cabeza. Cuando bajó, encontró una habitación rectangular que estaba envuelta en la oscuridad. Era el centro de control del Coloso Bertelgia Unidad 3.

Sungchul, habiendo entrado en la sala de control, comenzó a buscar un método para detener al gigante. Desafortunadamente, parecía que no había manera de que un amateur hiciera nada con respecto al golem. Fue entonces que Bertelgia salió del bolsillo de Sungchul para mostrarse.

– ¿Hm? ¿Creo que he estado aqui antes?

Bertelgia voló hacia arriba, hacia el centro de la sala de control, y notó el gran libro en una grieta que parecía estar irradiando una tenue luz. Fue cuando se dio cuenta de esto que llamó a Sungchul.

–Mm. ¿No se parece mucho a mí por alguna razón?