Capítulo 105 – Oferta de redención (2)

Murmullos de disensión se extendieron por la Flota Aliada del Imperio Humano que se había organizado en la cima de la Cresta de Harupaya. La fuente de este descontento fue el Comandante en Jefe de la flota, Dimitri Medioff. Había colocado tres flotas en la cima para mantener al Ejército del Diablo bajo control mientras se ordenaba al resto del ejército perseguir a Sungchul, pero se nombró a una persona completamente inesperada para liderar la persecución.

El que recibió la orden era el siguiente hombre más odiado después del Enemigo del Mundo. Ese hombre no era otro que Martin Breggas; el cobarde que había abandonado Los Frentes de Batalla del Reino de los Demonios sin pensarlo dos veces a pesar de su papel como comandante en jefe.

Los hombres susurraron a espaldas de Dimitri que sufría de fiebre diplomática. Pero nadie se atrevió a oponerse abiertamente a sus decisiones.

–Todo esto es la voluntad del Gran Emperador.

Fue porque el propio Emperador había emitido esta orden. Martin había presionado ferozmente en este frente. Pidió la cooperación del Imperio Humano ofreciendo un enorme tributo, derechos económicos y obediencia absoluta en la reunión del Consejo Mundial del próximo año.

Martín sólo deseaba una cosa: restaurar su nombre. Como un señor que había echado a un lado a todos sus subordinados y territorio por igual, necesitaba una victoria lo suficientemente grande como para lavar sus pecados. La subyugación del Enemigo del Mundo fue su única oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva.

Tenía una sola preocupación. Según los rumores, Sungchul se había convertido en una Potencia trascendental. Todos los que lo habían visto luchar hablaron de lo mismo que el Enemigo del Mundo es un Trascendental... no, se ha convertido en algo más.

Pero Martin nunca había visto a Sungchul pelear con sus propios ojos.

"No puedo aceptar que Sungchul se haya hecho más fuerte, pero ese hombre sigue siendo humano. Los mortales no son perfectos; debe tener una debilidad."

Martin lideró dos flotas del Imperio Humano por el cielo y la Milicia de Trowyn junto con unos pocos soldados veteranos de élite por tierra mientras se dirigía hacia el noreste para perseguir a Sungchul. Había reducido de forma experta los posibles lugares donde Sungchul podía esconderse gracias a su conocimiento del área circundante como Comandante en Jefe del Frente de Batalla del Reino Demoniaco y rápidamente comenzó la búsqueda.

Sungchul, que estaba tomando un raro descanso, pronto se enfrentó a los perseguidores. El rugido de un Wyvern volador atravesó el cielo. Docenas de Caballeros Wyvern volaron más allá de la grieta en la roca a través de la cual observaba el cielo. Los perseguidores también se las habían arreglado para llegar a él por tierra.

–¡No Puede haber llegado mucho más lejos! No dejen ni una sola piedra sin remover en esta área y encuéntrenlo.

Los guardabosques elfos, liderados por ciervos de tres cuernos, recorrían la zona como un peine.

–Mm. No importa cómo lo veas, no creo que sea el momento de hacer dibujos,

Bertelgia dejó de trabajar. Sungchul también pensó lo mismo.

–Están siendo una molestia.

Sin embargo, no tenía intención de matarlos. Eran meros peones que seguían la voluntad de los que estaban en el poder, y no formaba parte del ideal de Sungchul el matar a los inocentes, ellos eran diferentes a los que militaban organizaciones malvadas como los Seguidores de la Calamidad.

Sungchul se levantó de la roca y señaló hacia Bertelgia.

–Vamos.

–¿Adónde?

–Noreste.

Sungchul estaba pensando en ir al Frente de Batallad de la Tormenta. El Gran Cinturón Forestal de la Alianza Tribal Varan–Aran era el mejor lugar para esconderse, pero podría no ser tan grande una vez que los elfos, que están familiarizados con el bosque como la palma de su mano, comiencen a rastrearlo. Sungchul, que había decidido su destino, se adelantó sin pensarlo dos veces.

–

La escena de una cordillera familiar se abrió ante sus ojos. Abajo, el campamento enano captó los últimos rayos de luz del atardecer, haciéndolo brillar con una luz misteriosa y profunda. Esta era el área que supervisaba el Frente de Batalla de la tormenta. Era una región montañosa extremadamente áspera conocida como "el origen de todas las montañas".

Sungchul había acampado en varios puntos de esta zona. Era la única opción que le quedaba al hombre expulsado bajo la etiqueta de Enemigo del Mundo. Se dirigió hacia uno de los campos que había preparado en el pasado. Estaba situado en el borde del acantilado de la montaña que daba a una fortaleza llamada Archon Crack. Era un lugar oscuro y húmedo debido a la forma geológica única de la montaña que no permitía que ni una sola hora de sol llegara a alcanzar el suelo del barranco.

Sungchul había cavado una cueva en este lugar sombrío y había hecho un almacén de alimentos fermentados. La cueva estaba repleta de Jeotgal hecho con ostras saladas, que se apareaban en la temporada durante el otoño, y pescado salado de varias especies capturadas de todos los rincones del Reino Demoniaco que había preparado experimentalmente.

Sungchul inició una fogata y empezó a preparar su comida apenas el sol comenzó a ponerse. Metió un dedo en una de las ollas llenas de salmuera en los estantes mientras cocinaba arroz y se sumergió instantáneamente en su exquisito sabor. Bertelgia quien estaba sentada bajo la tenue luz de una lámpara de aceite aún dibujaba retratos de Vestiare. Ella había logrado completar sólo cinco hasta ahora a un ritmo de uno por hora. Bertelgia también se tomó un descanso entre cada dibujo que duraba de treinta minutos a una hora, de modo que sólo dibujaba un retrato cada dos horas de manera realista, y además hizo un berrinche diciendo que no podía dibujar más de cuatro páginas al día.

Sungchul no la apresuró. Era muy consciente de que sería mucho más rápido ganar la Intuición simplemente esperando la finalización de la búsqueda a través de las pinturas.

–Esperé 8 años por esto. Puede esperar un poco más.

Sungchul afirmó esto en su mente mientras rellenaba una cucharada de arroz con un poco de Jeotgal. El sabor cálido y esponjoso del arroz y la deliciosidad salada del Jeotgal agitaron sus glándulas salivales, así como sus papilas gustativas.

[La puntuación de este plato es... ¡5 puntos!]

El juicio de la Clase Chef seguía igual de duro que siempre, pero ¿qué podía hacer? Sungchul limpió su tazón de arroz con una sonrisa de satisfacción en su cara. Pero mientras comía Sungchul descubrió un pequeño pero importante cambio en el paisaje que estaba observando. La fortaleza enana que debía ser iluminada con antorchas y lámparas aún estaba sumida en la oscuridad.

–¿la fortaleza fue tomada?

El reciente ataque del Ejército del Diablo había hecho que el estado del Frente de Batalla del Reino del Demonio se volviese inestable a un nivel sin precedentes. En este momento la perdida de una o dos fortalezas no parecía ser un evento demasiado descabellado.

Al día siguiente, Sungchul tomo el séptimo retrato de la misión y se dirigió hacia la dirección de la fortaleza con espíritu aventurero. Bertelgia, quien acababa de terminar un dibujo, se unió al descanso momentáneo.

Como Sungchul esperaba, no se podía encontrar ni un solo enano dentro de Archon Crack. Descubrió que los muros exteriores de la fortaleza habían sufrido graves daños a causa de los ataques mágicos y materiales y encontró varios cadáveres con los restos de ropa numerada que normalmente se veían en los miembros de la Unidad de Suicidio en lo más profundo de la fortaleza. Pero, había muy pocos de ellos.

Parecía que la mayoría de los enanos que habían estado defendiendo la fortaleza habían logrado escapar.

"Escaparon limpiamente a pesar de haber sido atacados por los demonios."

Sungchul entró en la fortaleza como si fuera su propia casa, y se dirigió hacia el almacén subterráneo. El almacenamiento subterráneo era el lugar donde se almacenaba la cerveza negra elaborada por los enanos. Había robado algunas de estas barricas de roble enteras cada vez que tenía sed. Afortunadamente, ningún enano había logrado descubrirlo, así que este robo no fue añadido al Libro Enano de los Rencores.

Sungchul sintió una presencia incómoda cuando salió de la fortaleza con la Cerveza Negra a hombros. El aura húmeda única de los Diablos se extendió densamente por sus alrededores. La forma en que esta aura hizo que el aire se volviera rancio estaba fuera de la norma.

"Parece que este no es un diablo ordinario. Tal vez un Lord Diablo o uno a la par con un Alto Diablo ha aparecido".

Los Alto Diablos y los Lord Diablo a menudo eran agrupados cuando evaluaban demonios poderosos, pero en sentido estricto, eso no era correcto. Los Altos Diablos eran aquellos con estadísticas que sobrepasaban lo que los humanos llamaban umbrales "Trascendentes" o "Superhumanos", y entre ellos, los que tenían territorio se les clasificaba como Lord Diablo. No importaba cuán fuerte se volviera un Diablo, sin tierra simplemente se les llamaría un Alto Diablo, mientras que incluso un Diablo más débil con tierra se llamaba Lord Diablo. Sin embargo, para convertirse en uno de los Lord de los "72 Asientos del Poder" en el mundo demoníaco, era absolutamente necesaria una gran cantidad de fuerza.

Entre los cientos de Altos Diablos, sólo los que estaban en los 72 Asientos podían ser Lord de un territorio dentro del Reino de los Demonios, y sólo uno que consiguiese subyugar a los 72 Señores de los Demonios podía convertirse en el único gobernante de los Demonios conocido como el Rey de los Demonios. Sin embargo, Sungchul era alguien que estaba por encima incluso de su Rey, y por lo tanto esta distinción no tenía sentido. Ya fuera un Alto Diablo o Lord Diablo, todos ellos serían exterminados de este mundo con un golpe de su martillo.

Sungchul encontró la presencia de este poderoso Diablo y caminó en su dirección mientras sostenía la barrica de roble; todo ello audazmente dando a conocer su presencia. Pronto, una ominosa sombra se cernió sobre la fortificación mientras un Diablo se revelaba ante Sungchul. Los ojos de Sungchul temblaron en el momento en que lo vio.

"¿Ese tipo es...?"

Su apariencia había cambiado drásticamente, haciendo difícil reconocerle, pero no había duda. El inmenso Diablo que merodeaba ante los desmoronados muros del castillo era alguien que Sungchul ya conocía.

Elijah Breggas.

Lo había oído a través de rumores. Era la historia de un diablo sin ojos que había estado atacando una fortaleza enana. Se decía que gritaba algo extraño mientras cargaba el cuerpo de una bella mujer en su espalda.

"Así que estaba en este tipo de lugar."

Elijah aún no había sentido la presencia de Sungchul, así que Sungchul lo observó desde las sombras dibujadas en un muro del castillo. El aire juvenil de su forma de adolescente ya no se podía encontrar por ningún lugar. En su lugar, tenía la figura de un diablo enojado cuyo torso estaba a 4 metros de altura, y las cuencas de los ojos que él mismo había vaciado estaban llenas de oscuridad que resultaban incómodas de contemplar. Su espalda sostenía el cadáver de una mujer atada con cadenas de metal. Su cara estaba cubierta de pelo, pero mirando el atuendo virtuoso de una caballera sobre el cadáver, no era difícil adivinar que era el cuerpo de Sophia Breggas.

–Ese Diablo. Son esos hermanos, ¿no?

Bertelgia debe haber descubierto la identidad del Diablo después de ver el cadáver de Sophia. Elijah estaba muy ocupado apilando rocas sobre la pared derrumbada con sus enormes brazos. El Diablo habló.

–Sophia. ¡Mira esto! Nuestro castillo está siendo completado. ¡Una vez que las paredes del castillo sean reparadas, seremos capaces de mantener la tierra sin la ayuda de ese hombre!

El cadáver de Sophía que colgaba detrás de él no respondió a sus discursos. Simplemente se balanceaba sutilmente de lado a lado junto con al movimiento del Diablo, pero Elijah continuó hablando con una voz excitada por alguna razón.

– Aquí es donde todo comienza. Empezando por este castillo, me haré cargo de todos los castillos de esta zona uno por uno. Entonces te daré un castillo también. ¡Haremos un país, sólo nosotros dos! ¿Qué clase de país? Todavía estoy pensando en ello. Me gusta el Imperio Humano que los convocados han creado, pero también me gusta mucho la hegemonía que una vez tuvo el malvado "Reino Santo de Lutegine'".

El diablo sin ojos que había estado apilando piedras se quedó mudo y se rascó la cabeza mientras hacía una grotesca sonrisa antes de hablar.

–A pesar de todo, cualquier país que haga será mejor que el de ese hombre.

Sungchul, que había estado observando desde lejos, se dio cuenta de que la mente de Elijah había sido completamente devorada por la carne del Diablo. Levantó el barril de roble llena de la Cerveza Negra y silenciosamente abandonó la fortaleza.

Mientras subía por el camino de montaña que conducía a su campamento, Bertelgia salió a hablar.

–¿Era Sophia? Esa chica... es tan lamentable.

“…”

Bertelgia tocó el hombro de Sungchul con una de sus esquinas después de que este simplemente no dijera nada.

–¿No podías haberla salvado? ¡Que terrible!

–Morir era lo mejor para ella.

Dijo Sungchul firmemente.

Hay veces en que la realidad es mucho más dura que la muerte.

Fue en ese instante cuando sus ojos vieron algo que no estaba muy contento de ver. Hacia el cielo del sudoeste, la flota del Imperio Humano atravesó las nubes color cenizo. eran sus perseguidores. También se veía un ejército sosteniendo una bandera con una calavera alada marchando por debajo de la flota. Sungchul, que les miraba acercarse con ojos indiferentes, reconoció una figura entre ellos y chasqueó su lengua.

–Es muy probable que el Enemigo del Mundo se haya escondido aquí. No importa cuántos días o noches tome. Revisen cada roca y busquen en cada cueva. Nuestra labor pronto será recompensada.

El que estaba haciendo el discurso hacia el ejército que marchaba a la cabeza no era otro que el padre al que los hermanos Breggas odiaban tanto. El señor marqués Martín Breggas.

Este veía la lejana fortaleza de los Enanos y condujo a su ejército hacia ella; sin saber lo que le esperaba.

El Jeotgal es un tipo de comida conservada coreana hecha con criaturas marinas (peces u ostras, etc.). Típicamente la comida sería salada, pero ahí es donde terminan los puntos en común. Algunos Jeotgal se hacen en polvo, otros en pasta húmeda. Algunos añaden especias donde otros sólo usan sal. Aunque podría comerse tal cual, también se utiliza a menudo como saborizante de otros alimentos, siendo el más famoso el Jeotgal de camarones que se utiliza en muchas recetas de kimchi.