⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 88 - Señores de la Torre (2)
Cuando el libro fue abierto, brillantes letras aparecieron ante el grupo de Sungchul.
[Camino a la Euforia #1]
Requisito - Exterminar a los residentes de la Torre de la Idiotez. Recompensa - Fuerza 5, Poder Mágico 5, Ciudadanía (Torre de la Euforia), Recompensa Adicional puede ser elegida.
Mientras el grupo leía el mensaje, el gusano al lado de Miriadora comenzó a retorcerse mientras gritaba.
Capítulo 87 – Señores de la Torre (1)
Dentro de la torre, un camino pequeño apareció con ventanas opacas a ambos lados. Era un camino vacío, pero se oían susurros incesantes desde todas las direcciones. Había otra puerta en el extremo opuesto del camino. Sungchul abrió la puerta.
Tan pronto como la puerta se abrió, un abrumador hedor de perfume que podría paralizar los sentidos inundó su nariz. Sungchul aguantó la respiración y miró a su alrededor. Esta vez había llegado a una encrucijada. Cada sendero contenía muros con ventanas similares a la trayectoria anterior en cada dirección cardinal. Los susurros anteriores que cubrían el aire como una niebla eran ahora suficientemente claros para ser discernidos.
–Hola, buen mozo. Oppa. Ven a jugar.
–Diez monedas de oro. ¡Cualquier cosa por debajo de diez monedas de oro podría ser resuelta también!
–¡Es lo mismo no importa adónde vayas, así que entra en nuestra tienda!
Era una conmoción que se escuchaba comúnmente en cualquier mercado. El rostro de Elijah permaneció inalterado, pero el de Sophia mostraba tensión. La cara indiferente de Sungchul miró hacia la pared de donde provenían los ruidos. Detrás de la ventana nublada, había una figura sombría en forma de humano cuyos ojos se iluminaban en un tono rojizo.
–¿Dónde está el altar de los Diez Mil Demonios?
Finalmente, Sungchul le preguntó a Elijah. Elijah abrió el libro y asintió al llegar a la respuesta.
–En la cima de la torre.
“Típico.”
Sungchul presionó hacia adelante.
Caminando unos pasos más, apareció una mujer escasamente vestida con una máscara cuya ropa apenas cubría las partes más importantes.
–Oh, Dios mío. Qué lindo. Parece que tenemos un par de caras nuevas aquí.
Sophia, que notó que la mujer tenía una apariencia vulgar palideció.
–¡Orabuni! no puedes mirar! *Orabuni=+- ani-sama en japonés
Ella corrió apresuradamente hacia Elijah y le cubrió los ojos. Sungchul, por otro lado, miró a la mujer con un interés particular.
–Algo que no es un demonio ni un humano.
Los pies de la mujer enmascarada no tocaron el suelo. Parecía flotar como un globo a través de una fuerza mágica.
–Indica tu propósito.
Preguntó Sungchul con claridad. Los labios sonrosados de la mujer formaban una curiosa sonrisa bajo su máscara.
–Oh, Dios mío. ¿Un joven que ni siquiera me mira a los ojos? ¿Quizás no soy tu tipo?
– Dije: Indica tu propósito.
Una pizca de molestia se mezcló en la voz de Sungchul. La mujer se lamió los labios decepcionada por la respuesta de Sungchul y volvió a enderezar su cuerpo.
–No tengo ningún propósito en particular. Sólo quería ser la primera en saludar a los nuevos.
Entonces sus ojos se fijaron en Elijah. Elijah, cuyos ojos aún estaban cubiertos por las manos de Sophia, tenía en sus brazos el Grimorio del Alto Diablo. Los ojos de la mujer revelaron una extraña luz cuando vio el libro.
–Oh Dios mío. Tienes el libro.
La voz de la mujer enmascarada cambió.
–Hola, guapo Oppa. Ese libro... ¿puedo echar un vistazo?
Ella se fue hacia la dirección de Elijah y empujó su cuerpo hacia él.
–¡Vete! ¡Perversa ramera pervertida!
Sophia desenvainó su espada con repulsión. Cuando lo hizo, la mujer se retiró con una sonrisa traviesa en la cara.
–Dios mío. ¿Un bebé recién destetado está intentando interferir? ¿Quieres morir?
Voló de vuelta, pero rápidamente levantó ambas manos. Mientras lo hacía, se formaron muros de llamas alrededor de Sungchul. La voz tímida de la mujer se oía más allá de las llamas.
–Entrega el libro si deseas preservar tu vida. Si no, puedes quemarte con el libro.
En ese mismo momento, Sungchul saltó a las llamas. En un instante, irrumpió entre las llamas y se acercó a la mujer enmascarada que estaba detrás de ella. La mujer enmascarada trató de recitar otro hechizo ante semejante comportamiento inesperado, pero la mano de Sungchul era más rápida. Su mano agarró su cuello.
–Kk–kuuu....
Sus suaves brazos y piernas que mostraban su belleza empezaron a temblar. Cuando Sungchul comenzó a apretar con un poco más de fuerza, la apariencia de la mujer comenzó a cambiar. Sungchul hizo firmemente su pregunta sin aflojar manos.
–¿Quién eres tú?
–¡Yo–yo soy...! ¡Tos! ¡Tos! ¡Un residente de esta torre!
–¿Por qué codicias el libro?
–¡Puedo convertirme en.! un verdadero... diablo con él!!
–Ya veo. Esta es la última pregunta. ¿Dónde está este lugar?
La mujer enmascarada contestó a Sungchul con gran dolor.
–¡Esta es la Torre de la Euforia... ¡Es el territorio de la Alta Diablo Miriadora...!
El interrogatorio de Sungchul terminó aquí. Tiró a la mujer enmascarada hacia una pared. Su cuerpo rompió una de las ventanas opacas y dispersó la sombra de la figura detrás de ella antes de que se convirtiera en humo. Un enorme gusano con la cabeza de un humano se retorció en su lugar cuando el humo se disipó. Era una forma de vida repugnante que evocaba repulsión a simple vista.
–Parece que esta era la verdadera forma de esa ramera.
Sophia sostuvo su espada mientras se dirigía hacia la pared. Una temible hostilidad brotó de sus ojos. Sungchul la retuvo.
–Déjalo. La vida misma es un castigo para su especie.
Había muchas formas diferentes de inmortalidad. La forma ideal de la inmortalidad era vivir eternamente mientras conservaba su apariencia original, pero eso era un privilegio especial disponible sólo para los seres que eran naturalmente inmortales. Un ser inferior, por lo tanto, no tenía otra opción que recurrir a magia repulsiva y desdichada de la oscuridad que a menudo resultaba en una apariencia grotesca y extraña. Sungchul comprendió inmediatamente que esta criatura parecida a un gusano era uno de esos lamentables resultados de jugar con la inmortalidad.
Cuando se distanció un poco más de los caminos llenos de ventanas opacas, pudo ver más habitantes de esta torre. Cada uno de ellos tenía apariciones abrumadoramente carismáticas. Eran jóvenes guapos o mujeres voluptuosas, y todos trataban de atraer al grupo de Sungchul.
–Hola, señorita. ¿Quieres jugar conmigo? ¿Podemos intercambiar historias por un rato?
–Niño pequeño con el libro rojo. ¡Eres totalmente mi tipo! ¿Quieres que cenemos juntos? ¿O tal vez algo más...?
Cuando el grupo de Sungchul los ignoró por completo y siguió adelante, la muchedumbre de bellezas y hombres guapos continuó con sus chistes vulgares y su sugerente diatriba. Un conjunto de escaleras que se dirigían hacia arriba podía verse a medida que el grupo avanzaba.
Un espacio lleno del aroma sensual de la comida apareció cuando el grupo entró en el siguiente piso. Sonidos de copas de vino retumbando, comida siendo masticada, y carne siendo asada a la parrilla se escuchaban detrás de cada ventana opaca. Había cocineros sosteniendo cucharones y usando sombreros de cocinero cómicos.
–¡Ahora! ¡Te lo perderás si no tienes buen gusto! Estas son las delicias más grandes que no se pueden encontrar en ningún lugar del mundo humano.
–¡Hey, hay una sola mesa vacía esperándote! Será perfecto si vienen aquí.
Toda la gente aquí luchaba para atraer al grupo de Sungchul hacia su tienda. Sophia, que tenía una actitud completamente hostil hacia el pervertido enmascarado, ahora parecía haber bajado su guardia. Más que nada, los hermanos Breggas no habían tenido una comida decente desde que entraron en el reino demoníaco.
–Grrrrrrwl...
Su tensión comenzó a desgastarse a medida que el tentador aroma de los alimentos los sedujo en su ya hambriento estado.
–Vamos a probar un poco.
Sungchul señaló hacia la barbacoa de un cochinillo entero en un asador giratorio.
–¡Suena genial!
El chef con un sombrero cómicamente alto de unos 2 metros se río mientras sostenía una pata del puerco bebé. Sungchul introdujo el alimento en su boca con una expresión seria.
–Gulp.
Los hermanos Breggas sólo podían tragar su babeo, pero la cara de Sungchul no era agradable.
[La puntuación de este plato es…. 0 puntos.]
[No sería buena idea poner otro plato de este calibre delante de mí a menos que intentes insultarme.]
La pésima puntuación y el mensaje amenazador que apareció ante él no fueron los únicos problemas. Como era de esperar, había un serio dilema detrás de este plato.
–Esto es carne humana. También la condimentaron con hechicería y narcóticos.
Sungchul inmediatamente escupió la carne de su boca.
–¡Oye! ¿Te atreves a escupir mi plato estrella hecho con mi corazón y mi alma? ¡Pequeño campesino sin gusto!
El chef rugió de rabia y sacó algo de su posesión. Era un cuchillo de cocina grande con sangre y gusanos secos.
–¡Te cocinaré!
"..."
Sungchul fácilmente evadió el cuchillo del cocinero que se precipitaba hacia él y sostuvo su cuello antes de empujar su cara contra la parrilla giratoria.
–Chiiiiiiiii–
El chef comenzó a luchar junto con el sonido de la carne ardiendo y su grito agónico, pero el poderoso agarre de Sungchul no permitió que el chef escapara.
–¡Kwaaaaaaa!!
Los hermanos Breggas observaron cómo el chef gritaba y se convertía en un gusano grotesco. La carne de cerdo en el asador también se transformó en un muslo humano ante sus ojos.
–Afirmar ser chef después de declarar que esa basura es un “plato” ... Tu arrogancia no tiene límites.
Sungchul arrojó al cocinero gusano a una pared y dejó que algo echara un vistazo por debajo de su abrigo. El chef descubrió la brillante luz del broche dorado que había debajo. Los otros cocineros que habían estado viendo la escena quedaron cegados por su visión.
–¡¡Oh...!!
–¿Es ese el símbolo de un chef de alto grado?!
–¡Es real...! ¡¡Ha aparecido uno real!!
Los otros cocineros en el suelo reconocieron inmediatamente la brocha con una sola mirada, a diferencia de los hermanos Breggas. Miraron a Sungchul como si estuvieran mirando a algún monstruo y continuaron derramando alabanzas.
–Debes sentirte bien. Realmente~ genial.
Bertelgia lanzo abiertamente sus sentimientos que Sungchul ignoró por completo cuando dijo con voz firme,
–Vamos.
Después de esta planta, aparecieron varias áreas diferentes. Había algunos pisos llenos de cómodas camas, el grupo de Sungchul podía ver a la gente acostada en las camas con sonrisas eufóricas en sus rostros. Era un espacio que hacía los párpados pesados.
Otro piso estaba lleno de gente en bastidores siendo azotada y torturada a través de varios instrumentos. El ambiente parecía que tanto el torturador como los torturados estaban disfrutando de sus papeles.
El último piso era una sala de juego gigante. Estaba lleno de hombres y mujeres de belleza incomparable que se jactaban de sus apariencias, pero al mirarlos de cerca, a cada uno de ellos le faltaban partes de su cuerpo o cara. Sungchul podía ver la razón repartida por el suelo. Era porque ellos apostaban sus partes del cuerpo para ganar las codiciadas partes de otros. No había otra forma de moneda que pudiera infundir a estos gusanos inmortales una emoción similar de juego como éste.
“¿Este es el mundo que buscan estos adoradores del diablo?”
Como mínimo, los rostros de los que se reflejaban en los ojos de Sungchul parecían alegres. No se podía discernir si todo esto era una fachada, pero tampoco era el deber de Sungchul discernirlo.
"Parece que el altar está más allá de esta puerta."
El último juego de escaleras esperaba a Sungchul y compañía, y cuando la subieron, un enorme espacio se abrió ante ellos. Había algo parecido a una gigantesca mancha de carne ocupando el espacio.
“¿Hm? ¿Eso es...?”
Sungchul miró con desinterés el enorme pedazo de carne. Había un leve rastro de lo que parecía ser una cara en este grotescamente colgante pedazo de carne.
–Bienvenidos, invitados. ¿Creo que no he conocido a ninguno de ustedes antes?
La losa de carne hablaba en voz baja. Era una voz baja, pero tenía suficiente peso para llenar el ambiente.
–Soy el dueño de esta torre. Soy Miriadora.
Los ojos incrustados en la carne descubrieron el libro rojo en las manos de Elijah.
–Así que has traído el libro. Si entendiste el significado oculto enterrado dentro del libro y aun así deseas hacerlo, abre el libro ante mí.
El Altar de los Diez Mil Demonios al que se refería el libro era esta enorme losa de carne que parecía pesar docenas de toneladas.
–Te lo advertiré antes de que abras el libro ante mí. Mi misión no recompensa como otras misiones y te dará algo más que una compensación ordinaria, y con eso quiero decir que el castigo por el fracaso será proporcional a las recompensas.
La enorme masa de sangre tembló mientras sus brazos se movían para levantar los pliegues de su estómago. Un gusano con cabeza humana fue revelado dentro de los pliegues de su estómago. El gusano trabajó duro para salir de los pliegues del estómago, tras lo cual sonrió hacia el grupo de Sungchul.
–¡El Grimorio de los Altos Diablos que has traído es el boleto de entrada para recibir esta búsqueda! Todos ustedes tendrán un solo intento en esta oportunidad, y para intentos adicionales, tendrán que traer a otro Grimorio de los Altos Diablos aquí otra vez.
El gusano parloteó excitado. Sungchul se centró silenciosamente en la explicación del gusano.
–El Lord Miriadora tiene un total de 10 misiones, y una de ellas es una misión oculta. Al terminar la misión oculta, todos ustedes recibirán el privilegio de convertirse en un Alto Diablo como el Señor Miriadora. ¡Esto no significa que las otras misiones pueden ser pasadas por alto! La autoridad dentro de la torre variará dependiendo de la cantidad de las 10 misiones que puedas completar.
El gusano entonces comenzó a reírse histéricamente mientras rodaba en el suelo por alguna misteriosa razón. Sungchul trajo una pregunta.
–¿Qué pasa si ninguna de las misiones se completa?
El gusano formó una sonrisa espeluznante mientras respondía.
–Te convertirás en ganado sin lograr la inmortalidad.
"..."
–Sin embargo, ¡no te preocupes! ganarás el privilegio de convertirte en residente de la Torre de la Euforia aun si solo completas una misión.
Sungchul tenía otra pregunta.
–¿Recibiremos las misiones juntos?
El gusano asintió con la cabeza.
–Está bien si quieren hacerlo juntos. Si no te parece bien que los otros se conviertan en ganado.
Al oír esto, no pudo evitar pensar.
–Ha pasado un tiempo desde que hice una misión en grupo.
No eran realmente compañeros de confianza, pero él se volvió hacia Elijah y habló con voz firme.
–Abre el libro.
La Torre de la Idiotez es la torre azul que se eleva directamente al lado de la Torre de la Euforia. Hay un camino directamente desde el Piso de los Perezosos, pero, ¡te recomiendo que entres desde el primer piso! Hay un montón de poderosos Guardianes con vistas a la entrada en el cuarto piso, ¿sabes?
El grupo de Sungchul comenzó por volver a recorrer su camino. El grupo pasó por los pisos llenos de avaricia y corrupción antes de que la desolación del reino demoníaco los saludara mientras salían de la torre. Simplemente habían cruzado a través de una sola puerta de acero, pero parecía un mundo completamente diferente.
–... ¿Intentas convertirte en un Alto Diablo también?
Elíjah se animó a hacer finalmente la pregunta que estaba ardiendo en su mente mientras miraba la espalda de Sungchul.
Sungchul inmediatamente respondió.
–No pretendo convertirme en una de esas existencias basura.
–¿Pero entonces por qué...?
–Sólo necesito poder mágico.
–¿Magia?!
La curiosidad se reflejó en los ojos de Elijah y de Sophia.
–¿Por qué un hombre tan poderoso requeriría magia?
Sungchul levantó la cabeza para escanear la torre azul que estaba junto a la Torre de la Euforia.
“Mejor termino esto rápido".
Sungchul giró un poco la cabeza antes de hacer una pregunta.
–Recuerdo algo sobre una recompensa adicional. ¿Conoces sus requisitos?
Elijah hojeo el Grimorio de los Altos Diablos y contestó tranquilamente a la pregunta de Sungchul.
–Parece que recibirás la recompensa adicional por la muerte de 10 o más residentes de la torre o la muerte de un supervisor.
–Un supervisor...
La entrada a la torre azul estaba cerrada herméticamente, similar a la Torre de la Euforia, pero un leve trozo de luz fría asomaba entre las puertas. Sungchul se paró ante las puertas y las abrió de golpe. Un interior blanco y un tenue interior azul celeste cuidadosamente decorado les saludó. La torre tenía un ambiente completamente diferente al de la Torre de la Euforia.
Sungchul abrió otra puerta que estaba en su camino y apareció un amplio pasillo lleno de innumerables pilares. La quietud que les recordaba la muerte rezumaba por todo el pasillo. A pesar del tamaño de la sala abierta, no se veía ni una sola sombra de personas ni sus movimientos. Se sentía como un espacio congelado en el tiempo.
Sungchul entró cautelosamente en la sala y empezó a buscar a los residentes de esta torre que estaban destinados a estar en algún lugar cercano. No le llevó mucho tiempo que algo capturara su atención. Un hombre inmóvil estaba sentado en una silla de piedra cuadrada junto a un pilar.
Sungchul y su grupo se acercaron. Sus pisadas eran lo suficientemente fuertes como para que resonaran por toda la sala, y pronto Sungchul pudo ver de cerca al residente de esta torre. Era un hombre de bella apariencia y presencia imponente similar a los moradores de la torre anterior. La única diferencia entre los habitantes de las dos torres era que el hombre de esta torre estaba perdido en profunda contemplación.
Sungchul se paró ante él y se dirigió a él.
–Hola
Los ojos del hombre se entrecerraron al levantar la cabeza ante el llamado de Sungchul.
–Todos parecen ser nuevos aquí, pero hablar en el Salón Pálido es contra las reglas.
Parecía disgustado como si hubiera sido testigo de algo que habría evitado antes de levantarse de su asiento para irse. Sungchul no le puso una mano encima.
“Algo está mal."
Sungchul levantó la cabeza para inspeccionar su entorno. Podía ver que había gente esparcida esporádicamente por el pasillo. Estaban vestidos con los mismos colores azules y blancos de la sala y se sentaban inmóviles, como objetos inanimados. Todos estaban sentados en una silla en contemplación sin mostrar señales de lo que podían estar pensando tan profundamente.
Sungchul presionó a otro para conversar, pero recibió la misma respuesta que el primero. Se le dijo muchas veces que hablar está prohibido o que era contra las reglas.
–¿Qué debemos hacer ahora?
Preguntó Elijah en voz baja. En este punto, Sungchul comenzó a sacar el Arma Demoníaca Cassandra de su Almacenamiento del Alma. De repente sacó el látigo y empezó a golpear el suelo de mármol del vestíbulo con fiereza.
¡Shrrack!
Los ruidos agudos resonaban por toda la sala. Los residentes que estaban contemplando en sus sillas comenzaron a voltearse hacia Sungchul. Todos ellos lo miraron con desprecio y repulsión, pero ninguno de ellos se movió para restringirlo. Sungchul continuó golpeando el suelo.
Varios azulejos de mármol se rompieron, enviando fragmentos al aire, con cada golpe que el látigo de Sungchul hacía en el suelo. La cadena continua de sonidos de impacto escalofriantes llenó la habitación.
“¿Por qué está haciendo eso?”
Elíjah y Sophía Breggas simplemente miraron esta escena con caras aturdidas, pero no pasó mucho tiempo antes de que Sophia captara algo por el rabillo de sus ojos. Tres grandes y oscuros seres se acercaron desde el extremo opuesto de la sala.
“¿Qué son esos?”
Los ojos de Sophia se abrieron de par en par. Las enormes figuras oscuras resultaron ser humanas. El tamaño del cuerpo de estas figuras era de tres metros, y tenían un físico impresionante para adaptarse a él. Llevaban la máscara de un verdugo sobre sus cabezas mientras sostenían inexplicablemente una horca y un rastrillo de acero. Su respiración era lo suficientemente pesada como para ser escuchada al otro lado del pasillo.
–¿Quién va allí? ¿Quién se atreve a violar las reglas?
Los ojos rojos resplandecían intensamente a través de los agujeros de las máscaras negras.
–¡Debes ser tú!
Sungchul finalmente dejó de azotar el suelo mientras y los miró por turnos.
"...."
El gigante que sostenía el rastrillo de acero señaló el rastrillo hacia Sungchul y comenzó a gritar.
–¡Te condeno de inmediato por la ley de la sagrada y solemne torre del Orden!
Mientras el gigante gritaba, los otros dos gigantes comenzaron a rodear el grupo de Sungchul. Los hermanos Breggas sacaron sus armas cuando la situación empezó a deteriorarse, pero, por otro lado, Sungchul continuó mirando a los Gigantes simplemente sin ningún otro movimiento en particular. Pronto, el Gigante en el centro señaló hacia Sungchul y gritó su sentencia.
–La sentencia es... ¡Muerte!
Los tres Gigantes tiraron las horcas al mismo tiempo. Cada uno de ellos apuntaba con precisión al cuello de Sungchul, pero antes de que el lazo lograra agarrar su cuello, Cassandra enredó los tres en su lazo con un movimiento ágil.
–¡Bastardo!
Los Gigantes rugieron de rabia mientras tiraban de su soga. Cada uno de ellos tiró de la cuerda con fuerza, como corresponde a su enorme estatura, pero el látigo y el hombre que lo sostenía no se movieron. Cuando el terror llenó los ojos rojos que se escondían detrás de las máscaras, Sungchul movió levemente su brazo. Los Gigantes volaron en el aire al momento siguiente. La fuerza divina de Sungchul los había levantado en el aire, pero no acabó ahí. Después de levantar a los Gigantes, tiró de su látigo tenso para hacer que golpearan el suelo con toda su fuerza.
¡Boom!
El suelo fue golpeado con una tremenda fuerza que hizo temblar toda la torre. Huelga decir que los Gigantes caídos no se volvieron a levantar.
Pero lo más inusual fue la reacción de los residentes. Habían presenciado ante ellos una increíble escena, pero los residentes de las torres no mostraron ningún signo de moverse de sus asientos y simplemente miraron hacia delante.
“Como se esperaba. Este es un lugar extraño.”
Sungchul miró con desinterés el mensaje que aparecía ante él.
[Ejemplar. Has ido más allá de simplemente matar a los tontos residentes de la Torre Azul, y te las has arreglado para despachar a sus perros guardianes.]
[De acuerdo, has sido considerado digno de recompensas de grado S.]
Recompensas básicas:
Fuerza: 5
Poder mágico: 5
Ciudadanía (Torre de la Euforia)
Recompensas Selectivas:
Certificado de Cirugía Plástica del Doctor Madd
Certificado para cambio de género del doctor Psykko
Cupón de comida para el restaurante del Chef Minamoto
"..."
Las recompensas optativas eran basura, y ni siquiera podía recibir una de las recompensas básicas.
[Tu fuerza es muy alta, y por lo tanto una porción de las recompensas básicas no puede ser recibida.]
Todo lo que consiguió recibir fue 5 De poder Mágico y una ciudadanía con un propósito desconocido. Sungchul optó por no elegir ninguna de las recompensas, pero el certificado del doctor Madd para la cirugía plástica se le entregó automáticamente. Por otra parte, los hermanos Breggas parecen haber elegido el vale de comida para el restaurante del chef Minamoto.
Thud.
Una etiqueta roja de identidad cayó a los pies de Sungchul. Parecía ser la ciudadanía en cuestión. Sungchul sostuvo la etiqueta y la estudió cuidadosamente.
Ciudadanía (Torre de la Euforia)
Grado: Común - Medio grado
Tipo: Elemento retenido
Efectos: Ninguno
Nota: Es posible recibir un cuerpo eterno al mostrar la ciudadanía ante el Altar de los Diez Mil Demonios. Sin embargo, hay que señalar que el cuerpo actual se ofrece como sacrificio y no puede ser recuperado.
“Parece un boleto para convertirte en uno de esos gusanos".
Sungchul no dudó en tirar la ciudadanía al suelo y aplastarla con sus botas militares.
–Disculpe. Tengo algo que decirle.
Elíjah abrió su boca cuidadosamente para hablar. Sungchul se giró un poco para responder.
–Habla.
–La segunda búsqueda ha sido revelada en el libro.
Elías abrió el Grimorio del Alto Diablo delante de Sungchul. Otro mensaje apareció ante los ojos de Sungchul.
[El Camino a la Euforia #2]
Prueba - Rompa una de las balanzas que se encuentran en cualquier lugar del segundo piso. Recompensa - Resistencia Mágica 10, Intuición 10, Cuerpo Estándar, Recompensa Adicional puede ser obtenida.
Todo lo que había visto hasta ahora parecía corresponder a lo que Sungchul ya estaba pensando.
“Esta búsqueda. Hay algo más en todo esto."
No estaba escrito explícitamente en ninguna parte, pero Sungchul descubrió que la Torre de Euforia, la torre en la que se metió por primera vez, tenía una relación hostil con la torre azul en la que se encontraba. Más que nada, estaba fuertemente implicado en el contenido de la búsqueda misma.
“Sigamos con esto por ahora”
Sungchul continuó hacia el segundo piso bajo esta línea de pensamiento.
El segundo piso de la torre azul era un espacio lleno de blanco puro. Las paredes, los pisos, los techos e incluso las decoraciones adornadas en cada superficie eran totalmente blancas. Sungchul, que sintió que sus ojos empezaban a cansarse, sacó algo de su Almacenamiento del Alma. Un objeto traído del mundo moderno. Era un par de gafas de sol viejas y descoloridas.
Bertelgia vio el objeto y sacudió su cuerpo para hacer una pregunta.
–¿Qué pasa con las gafas de colores?
–Es un artículo llamado gafas de sol.
Era un artículo dado por un viejo amigo que se había convertido en un Retornado. Él había dicho que era un conductor de autobús con 20 años de experiencia sin un solo accidente en su expediente antes de ser traído al Otro Mundo. Tenía un problema con su temperamento, pero lo más importante era que había sido bastante bondadoso y confiable. Sungchul continuó caminando hacia delante mientras recordaba a su viejo amigo.
Una puerta no tardó en aparecer.
Cuando entró por la puerta, apareció un gran espacio similar a una sala de audiencias. En esta sala, había gigantes alineados a lo largo de la tribuna del juez, cuyo extremo sólo podía verse a través de su cuello, y había un humano demacrado sentado en una silla sencilla debajo de ellos. Los jueces miraron al acusado con expresiones magnánimas y hablaron
–Según el artículo 284 de la ley Sharique... el acusado es condenado a ser ejecutado.
Justo cuando las palabras fueron pronunciadas, los verdugos gigantes tomaron a la persona demacrada por el cuello y comenzaron a sacudirlo por encima de sus cabezas. El acusado que estaba siendo girado alrededor como un globo atado perdió el conocimiento antes de volver a su forma de gusano. Los verdugos engancharon el gusano a su rastrillo de acero y desaparecieron en alguna parte.
Pronto, otro acusado estaba sentado en la silla de acusados. Los jueces volvieron a hablar con su magnánima voz.
–Según el artículo 53 de la ley Sharique... el acusado está condenado a ser ejecutado.
La misma escena de antes comenzó a reproducirse. Los verdugos agarraron al acusado por el cuello, luego engancharon al gusano muerto a su rastrillo de acero y desaparecieron en alguna parte.
La Torre de la Euforia era un lugar de reunión para todo tipo de locos, pero este lugar también parece estar en un nivel similar.
Sungchul, que observaba las sesiones de la corte, descubrió un objeto que brillaba con una luz dorada sobre el estrado del juez. Era un par de balanzas. Sungchul de repente agarró un martillo. Se dirigió a la posición del juez que estaba en lo alto del cielo.
–Según el artículo 1 de la ley de Sungchul... voy a romper todo lo que está aquí.
Inicia sesión para reaccionar y/o comentar a este capítulo
+10
+50
Comentarios del capítulo: (0)