⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 69 - Tumba del Rey Aviar (3)
- ¿Podemos convertirnos en hadas si cruzamos más allá de esta puerta-yeyo?
– Podemos quitarnos estos pesados y apestosos cascos una vez que nos volvamos hadas. Quiero convertirme rápidamente en un señor que gobierne sobre los humanos, ¡yeyo!
–¡Señorita Mimi! Ignoremos a ese humano y sigamos por este camino, ¡yeyo!
Los Homúnculos comenzaron a gritar emocionados. Mimi golpeó el suelo con su bastón y grito con rabia.
– Todo el mundo cálmense.
Al ser regañados, los cinco Homúnculos tragaron con miedo y se quedaron callados.
– Me disculpo. Mis familiares son excesivamente ruidosos.
Mimi sonrió de manera pretenciosa mientras asentía a Sungchul. Sungchul señaló hacia la puerta de obsidiana.
–¿Puedes abrir esta puerta?
– Sí. Puedo abrir la puerta. No sólo esa puerta, sino que también puedo abrir las puertas de la antigüedad que yace más allá de esta puerta. Este será mi regalo por tu trabajo con esos molestos golems.
Sungchul extendió su mano para recibir el símbolo que insertó en la ranura del altar.
[Uno de sangre noble, puedes entrar]
[Su Majestad espera con impaciencia.]
[Para la restauración de los Nahak]
Los ojos de la estatua aviar se iluminaron y la puerta se abrió con un pequeño temblor.
– Es peligroso a partir del cuarto piso. Le deseo suerte. Aunque nos encontremos en la Tumba del Rey, no peleemos. Buscamos cosas diferentes.
El sonido de las botas militares se escuchó a la distancia. Sungchul y Mimi miraron hacia atrás. Los Maestros Espadachines del Reino Antiguo y los miembros sobrevivientes de la Unidad de Suicidio habían entrado en el tercer piso.
–¡Encuentra a Mimi Azrael! ¡Debe estar por aquí!
El que lideraba el grupo no era Willie Gilford, sino su hijo Mikhael. Estaba apretando los dientes.
– Tengo que conseguir resultados esta vez; de lo contrario, mi padre le dará mi derecho de nacimiento a mi hermano menor, y seré arrojado a la calle
Willie Gilford tenía tres hijos. Todos se habían convertido en brillantes Maestros Espadachines, pero su relación no podía ser considerada amistosa. Era bien sabido que el segundo hijo, Mikhael, era muy poco talentoso entre los tres. Era inferior en todos los sentidos a sus hermanos; en carácter, en intelecto e incluso en habilidad con la espada. Mikhael no era de los que hacian caso a rumores, pero también podía sentir que la devoción paternal y las expectativas de su padre estaban disminuyendo últimamente. Se había metido en este calabozo para recuperar su valor. Al calabozo donde casi toda la expedición de poderosos guerreros veteranos y magos del Reino Antiguo casi había sido aniquilada.
– Maestro, no te apresures. Mientras el Maestro Willie haya tapado la salida, la Srta. Azrael no es más que una rata en una esquina. No te apresures, síguela con cuidadosamente y eventualmente serás capaz de encontrar a esa maga.
El mayordomo Odrias era el único aliado de Mikhael. Mikhael, que era arrogante y santurrón, al igual que su padre, escuchó la palabra del viejo mayordomo sin dudarlo.
– Tenemos un invitado no deseado. Sera mejor separarse.
Cuando Mimi hizo un gesto, uno de sus Homúnculos murmuró un encantamiento que los ocultó en una niebla invisible. Usó una magia de teletransportación dentro de la niebla y desapareció a otro lugar. Su destino no podía ser determinado.
Sungchul también escondió su presencia y se fundió con la oscuridad. Una escalera en espiral que se extendía hasta el cuarto piso lo estaba esperando. Sungchul rápidamente descendió al cuarto piso.
Cuando llegó al fondo de las escaleras, destellos de luz esmeralda brillaron de todas direcciones.
– Wow....
Bertelgia no podía evitar susurrar en admiración. Había formaciones de gemas verdes que cubrían las paredes del sótano del cuarto piso, e incluso el techo.
– Éstas son piedras verdes de Luminosidad. Están todos hechas enteramente por Alquimia.
Dijo Bertelgia mientras examinaba cuidadosamente las gemas verdes que emanaban luz ante ella. Sungchul caminó lentamente por el pasillo lleno de luces esmeraldas hasta que notó algo delante. Fuera lo que fuera, lo estaba esperando. Sungchul detuvo sus pasos y proyectó su voz por el pasillo.
–¿Quién es? Muéstrate.
Al escuchar su voz, una figura sombría apareció más allá de las brillantes luces. Un indicio de curiosidad parpadeó en sus ojos. Lo que aparecía dentro del resplandor de la esmeralda era algo inesperado. Una criatura ciega; un elfo de las cuevas había aparecido ante él. Tenía una apariencia diferente a la de los elfos de las cuevas anteriores, llevando una corona de picos y un vestido adornado con plumas. El Ojo de la Verdad de Sungchul, su Contrato del Alma, se activó solo.
– ¿Es una ilusión?
Lo que apareció ante él era una ilusión de un elfo de las cuevas, pero no era sólo una simple ilusión; respiraba y desprendía un fétido hedor. Era un hechizo que aún no había conocido.
Sungchul concluyo sus propias observaciones de la situación mientras miraba directamente al elfo de las cuevas.
– Dije que revelaras tu identidad.
Cuando Sungchul volvió a insistir, el Elfo de las cuevas balanceó su báculo y abrió la boca.
– Kii...." N-No he V-venido a p-pelear...
Sorprendentemente, el elfo de la cueva hablaba en el idioma del otro mundo. Su vocalización era aireada y el timbre de su voz sonaba metálico, así que era difícil de entender, pero el elfo de las cuevas hablaba indudablemente el lenguaje común de este mundo.
Sungchul miró al elfo de las cuevas y pregunto en voz baja.
–¿Cuál es tu propósito entonces?
– H-He.… atestiguado a fondo... tu fuerza. Eres uno... al que nunca podríamos oponernos... a pesar de esto... no puedes ir más lejos...
– Explica la razón, ciego.
El elfo de la cueva tembló como si hubiera sido golpeado por el miedo y luego habló con gran dificultad con su voz metálica temblorosa.
– Más allá de aquí... miente... el Rey de Plumas y Picos...
– ¿Rey? ¿El Rey de los Aviares?
– Es correcto... El maldito rey que no sólo enterró vivo a millones de los míos, sino que se tragó a los suyos...
–¿Dices que el Rey de los Aviares aún vive?
El elfo de las cuevas que no estaba familiarizado con la pregunta de Sungchul murmuró algo ininteligible. Ni siquiera Sungchul fue capaz de discernir un significado. Cuando este murmullo indescifrable llegó a su fin, El elfo de las cuevas continuó su discurso lentamente.
– El Rey... de Plumas y Picos... Ni siquiera tú... puedes oponerte a él... Él ya ha superado con creces... los límites mortales... y ha entrado en el reino de los dioses menores... Si... si esa cosa se despierta... un gran desastre... nos llegará....
Esas fueron las últimas palabras del elfo de las cuevas coronado. Después de hablar, El elfo de las cuevas se derrumbó, y todo su cuerpo se volvió humo negro. Otro elfo de las cuevas con una apariencia diferente estaba tumbado en su lugar cuando el humo se había despejado.
– Debe haber usado una magia ilusoria usando un cadáver viviente de su familia.
Era magia de la que nunca había oído hablar. Posiblemente podría ser la magia secreta transmitida entre los elfos de las cuevas de la olvidada era antigua del pasado. Los elfos de las cuevas deben sentirse desesperados por usar tal magia para advertir a Sungchul.
– Bastante inusual. – El Rey de los Aviares podría seguir vivo según lo que habían dicho los elfos de las cuevas, pero Mimi no había dicho ni una palabra al respecto.
No podía determinar qué bando estaba mintiendo, pero cosas como ésta no le molestaban a Sungchul. Mientras hubiera una manera de ganar más poder, no tenía otra opción que seguir adelante. Sungchul borró toda sospecha de su mente y salió caminando. Un nuevo enemigo pronto bloqueó su camino. Eran los cadáveres momificados de aves. Tenían un aura siniestra que era incomparable a la emitida por el enjambre esquelético que recorría el primer piso. Sungchul podía sentir el frío de una insidiosa magia negra de estos cadáveres.
Cassandra, el arma demoníaca, hizo otra aparición del Almacenamiento del Alma.
¡Fwick!
El fuerte golpe del látigo dejó los cadáveres hechos pedazos.
En ese mismo momento, otra batalla estaba sucediendo en algún lugar cercano. Sungchul podía oír una explosión cerca de allí, junto con el grito de los Homúnculos. Se dirigió hacia el ruido.
Mimi miró a los débiles cadáveres de los aviares con una fría mirada. No había ni un rasguño en su persona, pero no estaba sin pérdidas. Uno de los Homúnculos había perdido la pierna y se arrastraba por el suelo.
–¡Srta. Mimi... Srta. Mimi... deje atrás este Jefe de Investigaciones Ujira! No puedo seguir.
El Homúnculo se había arrastrado hacia Mimi mientras se desangraba por su extremidad amputada y susurraba en voz baja mientras agarraba su falda. Mimi parecía vacilante, pero pronto llegó a una decisión.
– Lo siento.
Mimi miró hacia los otros Homúnculos.
–¡Nuevo Jefe de Investigaciones Ujichu! Esta vez, esta vez te pondrás el velo.
Desapareció en la oscuridad con los otros cuatro homúnculos.
Cuando su presencia desapareció, Sungchul se acercó al homúnculo que había perdido la pierna. La máscara de hierro que había cubierto la cara del Homúnculo había sido aplastada revelando una porción de su horriblemente retorcida cara. Al ver esto Sungchul comenzó a preguntarse si estos homúnculos habían sido formados por algún otro método al que el que él conociera.
– Homúnculo aumentado ... pobrecita.
Dijo Bertelgia con voz triste. El homúnculo que había oído su voz miró hacia la dirección de Sungchul.
–¿Por qué me estás mirando a mí? ¿Tal vez me tengas lástima a pesar de que eres sólo un yeyo humano?
El Homúnculo reveló una actitud completamente opuesta, llena de hostilidad y agresividad distinta a cuando hablaba con Mimi.
"..."
Sungchul no lo reprendió y le puso una venda a la criatura. Era un poco de estilo barato.
–¡No necesito esas cosas, yeyo! No necesito piedad barata.
Los ojos escalofriantes de los homúnculos revelados a través de la máscara de hierro arrugado comenzaron a espasmo, pero el homúnculo aplicó la medicina hacia la lesión crítica. Debe haber sentido un dolor insoportable cuando lanzó un grito peculiar en la agonía.
–¡Te-e-e-e-e-e-e-e-e!!
Después de aplicar la venda, el homúnculo comenzó a arrastrarse apresuradamente hacia la oscuridad con sus dos brazos.
– Debo... debo pagarle a la Srta. Mimi por darnos la vida, yeyo... debo...
Más refunfuños se oían desde el inquieto homúnculo que se desvaneció en la oscuridad. Sungchul dejó la escena.
Delante del calabozo había innumerables cadáveres de aves al acecho. Estas existencias huecas de un tiempo antiguo no tenían pensamientos ni temor, como si sus almas hubieran sido saqueadas a través de alguna magia oscura siniestra. Sólo sabían exterminar a cualquiera que se atreviera a inmiscuirse en la tumba de su rey.
– No hay fin para ellos.
Podía luchar contra ellos todo el día, pero se le estaba agotando el tiempo. Decidió cambiar su método. Sungchul sacó a Fal Garaz del Almacenamiento del Alma. Sostuvo a Cassandra el arma demoníaca a la derecha, y a Fal Garaz a la izquierda.
¡Wham!
El martillo no golpeó a los aviares, sino al muro de piedra. El muro se derrumbó para abrir un camino que permitía a innumerables aviares lanzarse hacia él.
¡Fwick!
Cassandra, el arma demoníaca, dividió el aire con un ruido cortante. Decenas de cadáveres fueron destrozados en el aire al ser golpeados por la fuerza opresiva del látigo.
Wham!
Cuando una multitud se cayó, derribó otro muro. Apareció otra muchedumbre de aviares, y Cassandra gritó para desarmar a sus enemigos una vez más. Sungchul repitió este proceso ad nauseam. Finalmente se encontró con lo que parecía ser el final de este proceso aparentemente interminable. Una sala cuadrada con una magia destructiva apareció ante él. Hizo un rápido trabajo con todos los cadáveres de los pájaros que corrían hacia él y se paró ante esta sala. Un mensaje de brillantes letras apareció ante él.
[La Tumba del Rey Inmortal.]
[Esparce la sangre caliente de los Nahak]
[y, así el rey sellado responderá a tu llamado]
Los ojos de Sungchul temblaban. Era porque la tumba del rey pedía lo imposible. Los Nahak ya estaban extintos. No quedaba ningún Nahak vivo.
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