⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 49 — Insecto Apestoso (2)
Los magos generalmente preferían y eran entrenados para pelear batallas unilaterales que podían ser manejadas con elegancia y sin riesgo de lesiones. Reflejos de combate, juicio rápido, guerra psicológica, capacidad de responder a situaciones inesperadas. Los entrenamientos de combate sudorosos, toscos y extensos eran despreciados en gran medida. Sin embargo, dentro de la escuela de Cosmomancia— o al menos en el observatorio de Altugius, había una atmósfera diferente.
Las Estrellas de la Cosmomancia, o pinball como más comúnmente se le llama, era más bien un entrenamiento físico que enfatizaba los reflejos rápidos y la habilidad de lidiar con circunstancias extrañas en vez de ser un entrenamiento mágico real. Sungchul se volvió más seguro de su suposición a medida que se acercaba al tercer nivel de la Estrella de la Cosmomancia. Las oscuras estrellas ya no se asomaban por sus alrededores. O aceleraban temerariamente o lo atacaban discretamente, y lo arrinconaban ferozmente sin descanso alguno.
Las Estrellas de la Cosmomancia probaron algo más que el reflejo y la respuesta rápida; una estrella en particular fue diseñada para ser demasiado rápida e irregular como para golpearla.
Sungchul estaba perplejo al inicio, pero descubrió que esta estrella usaba un patrón complejo de movimiento diseñado para disfrazar su naturaleza repetitiva. Usando fuego de supresión, Sungchul fue capaz de llevar su movimiento hasta sus límites y fue capaz de obtener un punto sin muchos problemas.
"Aun si lo veo no lo creo."
Cada vez que Sungchul conseguía ganar, el aliento de Altugius se hacía cada vez más pesado. Sus ojos no veían a un aficionado escupido recientemente por el Palacio de Convocatoria, sino más bien a un maestro experto perfeccionado por docenas de años de luchas de espada.
“¿Es un genio... o es un verdadero espadachín?" (nota de CAP Skynovels, si estás leyendo esto en otra página, es contenido robado, ¿no están usando rayos laser? que tiene que ver la espada aquí?)
Las estadísticas de Sungchul apenas eran adecuadas para ser un aprendiz de mago, y sus extraños movimientos estaban asociados más a la experiencia acumulada que a sus pobres estadísticas. Cuando la calma se asentó finalmente en el observatorio, Altugius supo instintivamente que el hombre de orígenes desconocidos sería la primera figura que vencería la Estrella de la Cosmomancia en un solo día desde la concepción de la rama de la escuela de la Cosmomancia De Airfruit.
Sungchul miró perezosamente las recompensas que aparecían ante él mientras abría su ventana de estatus.
[Estado]
Fuerza 999+ Destreza 853
Vitalidad 801 Poder mágico 151
Intuición 131 Resistencia mágica 621
Resolución 502 Carisma 18
Suerte 18
Era todavía una cantidad insuficiente, pero para otras personas, su crecimiento podía considerarse milagroso. Altugius pensó exactamente eso.
“¿Es este hombre... un monstruo?"
El "monstruo" se acercó a Altugius y le dio la caja que contenía los orbes.
— Ahora que he pasado las pruebas como me pediste, ¿me pasarás el secreto?
— ¡Tú todavía tienes que completar todas las pruebas!
Para ser exactos, aún no estaba preparado. Su corazón no estaba preparado para aceptar este resultado asombroso. Altugius se indultó con excusas absurdas como un niño llorón y lo rechazó por el momento.
— Regresa por ahora. Tengo que pensar en algo.
Sungchul miró pasivamente a Altugius y asintió.
— Lo entiendo. Volveré mañana.
Había pasado la prueba de una sola vez, pero fue una prueba que consumió cantidades significativas de maná. Sungchul sintió que se acercaba rápidamente al umbral del poder mágico del que Bertelgia había hablado. Por eso obedecía a la petición de Altugius.
— Pero cuando vuelva mañana, será mejor que tu corazón esté listo para lo que tenga que pasar.
Después de que Sungchul abandonó el observatorio, Altugius sintió una gran fatiga que desgastaba sus hombros envejecidos. Pasaron demasiadas cosas al mismo tiempo. El tiempo solo era la medicina para calmar la turbulencia de la mente, pero la realidad no le daba la oportunidad.
¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!
Alguien llamó a la puerta del observatorio.
— ¿Quién es?
Cuando Altugius preguntó, una voz fría y sin emoción respondió desde más allá de la puerta.
— He traído el artículo enviado por el Inquisidor de la Herejía.
— Déjalo en el frente.
Cuando los pasos se desvanecieron, Altugius arrastró su cuerpo viejo pero ágil hacia la puerta; un gran saco lleno de monedas de oro fue dejado allí. Altugius soltó un suspiro y lo colocó en su propio Almacenamiento del Alma. Miró hacia abajo a la vista panorámica de la escuela bajo el acantilado de la montaña mientras se deshacía del saco. La visión que se abría bajo sus pies no era muy diferente a la que había visto cuando entró por primera vez en el observatorio como profesor de Cosmomancia, pero sabía mejor que nadie que la escuela había empezado a seguir el camino de no retorno.
La cara de una cierta persona apareció paso claramente por su mente mientras miraba el decolorado paisaje. El hombre, con una impresionante barba que se había vuelto parcialmente gris, tenía un temperamento suave, pero dirigía al profesorado con su poderosa voz y fuerte personalidad. El mundo lo recordaría como El Gran Magnus, el último director de Airfruit. Altugius recordó las conversaciones finales que tuvo con el hombre que había sido su amigo la mayor parte de su vida. El hombre le dijo así:
"El mundo es un mar, y nosotros no somos más que balsas flotando sobre él. Las balsas pueden navegar por el mar, pero no pueden afectar al mar de ninguna manera. Sólo podemos reconocer el fluir del mundo. Eso es todo."
No era muy conocido, pero El Gran Magnus era un seguidor de la Calamidad. Trató de dejar sus logros atrás como seguidor de la Calamidad, pero murió por manos de Altugius. Altugius creyó que su decisión era correcta en ese momento, pero después de estos tres años, su resolución vacilaba.
— Si hubiera muerto por las manos de ese bastardo en ese momento...
... —
Sungchul se dirigía a la Casa de los Recuerdos.
Gruñido...
Tal vez se debió a la gran concentración que uso en la prueba; se sentía bastante voraz. Era su política comer siempre algo delicioso cuando tenía hambre. Gastó parte de su energía para preparar la comida cuando estaba en medio de la nada, pero una necesidad básica para los gourmets es la exploración de restaurantes ocultos. Empezó a buscar por su mente para ir en pos de las gemas escondidas dentro de Ciudad Dorada, sin embargo, los restaurantes que recordaba se habían convertido en una oficina del gremio de la que nunca había oído hablar.
— Hola, Sr. ¡Convocado! ¿Qué haces aquí? "¿Quizás estás aquí para solicitar unirte a nuestro gremio?
Grito un hombre que estaba de guardia frente al gremio con una mandíbula enorme.
— ... no tengo nada hacer aquí.
Sungchul lo ignoró y se fue al siguiente lugar, pero cuando caminó por la calle principal, apareció una cara familiar. Era Philrus, el profesor de Alquimia, y sus discípulos.
— ¡Mierda! ¡basura a la vista!
Bertelgia se asomó de su bolsillo y levemente sacudió su cuerpo. Basil pronto vio a Sungchul. De repente se veía muy amable y empezó a hablar con Sungchul.
— Hey~ Mira quién es? ¿No es mi mejor alumno?!
Sungchul miró con una expresión indiferente. Fue porque no podía recordar que se había convertido en discípulo de ese hombre.
Basil se río torpemente, rascándose la cabeza, volvió a abrir la boca.
— ¡Ahahaha! ¿No hace un poco de calor por aquí?
— Si me disculpan.
Sungchul se escabulló ante Basil y sus estudiantes. Su visión de Sungchul había cambiado en comparación con el día en que lo conocieron por primera vez en las destartaladas tiendas de campaña. Sus ojos estaban llenos de envidia, avaricia, celos y cosas por el estilo. Sungchul no miró a ninguno de ellos y pasó rápidamente. Fue en este momento cuando Basil le siguió rápidamente y entabló otra conversación con él con mucho entusiasmo.
— ¿Hacia dónde te diriges?
— A comer.
— Si ese es el caso, ¿por qué no se une a nosotros? Eres parte de la escuela de Alquimia después de todo.
— ....
Cuando Sungchul se quedó en silencio, Basil lo miró cuidadosamente y preguntó.
— ¿Por qué no? Tal vez... no quieras comer con nosotros…
— Soy muy exigente con la comida. No quiero ir a un lugar que no esté a la par.
Cuando escuchó esto, Basil sonrió con satisfacción y acercó a Sungchul.
— Entonces eso es genial. Planeamos ir a algún lado con un gran chef.
— ¿Es así?
El corazón congelado de Sungchul se derritió un poco. A pesar de todo, Basil era alguien que había residido en la Ciudad Dorada por bastante tiempo. Podría ser más rápido para él confiar en este hombre para conseguir una buena comida que buscar por sí mismo. Sungchul agradablemente estuvo de acuerdo con tales pensamientos.
— Ok. Confiaré en ti esta vez.
— Si confías en mis palabras, te alegrarás de haber seguido mi consejo. Mis palabras son buenas.
Los ojos de Basil estaban llenos de confianza como siempre. Después de un tiempo...
[La puntuación de esta comida es... ¡18!]
Como alguien de la clase de chef, Sungchul podía ver la veintena de platos que probaba.
— Mmm....
Él había esperado que la puntuación fuera baja, ya que la cartera de Basil estaba un poco apretada y había pedido la comida más barata con la mayor cantidad, pero esa no era la única razón. No importaba lo barato que fuera el alimento, había un estándar que debía mantenerse. Tomó otro bocado.
[La puntuación de esta comida es... ¡17!]
— ...
Un destello de ira apareció en la cara de Sungchul. Era un poco de la rabia que se mantuvo contenida incluso después de la oleada de insultos de Leonard.
“Esto no es para consumo humano.”
Lo que se puso delante de Sungchul era una sopa de intestinos hecha principalmente de intestino de cerdo y papas que habían sido condimentadas con especias para adormecer la lengua.
Su preparación estaba hecha a medias. Ni siquiera se molestaron en quitar los olores indeseables del intestino. El chef sólo se molestó en suprimir el desagradable aroma con fuertes especias, y fracasó por completo.
Los otros platos eran los mismos. Estaban decorados para lucir decentes, pero el sabor dependía enteramente de fuertes especias.
“No usaron narcóticos, pero hay algunas sustancias adictivas para darle un efecto similar".
Sungchul logró desentrañar todos los secretos detrás del plato con un par de bocados. Esto no era algo que se atrevería a llamar comida. Carecía de cualquier tipo de dedicación o consideración para los comensales. Era sólo un plato hecho para ser vendido en grandes cantidades con fines de lucro. A pesar de todo esto, el restaurante estaba lleno. Ya sea porque la gente de Ciudad Dorada tenía mal gusto porque el plato era provocador y servía para su propósito, estaba claro que el restaurante era próspero.
— ¿La comida no es de tu gusto? ¿El plato del mejor restaurante de Ciudad Dorada?
Preguntó Basil después de limpiar su plato mientras notaba que Sungchul no había tocado el suyo. Sungchul asintió, se excusó en silencio, y luego se levantó de su asiento.
— ¿Adónde vas?
— A tomar un poco de aire.
Sungchul fue por la calle alrededor del restaurante para echar un vistazo a la cocina. Fue testigo de una escena traumática en su interior. Los ojos de Sungchul se abrieron de par en par.
— ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Debemos hacer rápidamente el pienso para humanos!
— Sólo saca un poco de la mierda dentro de los intestinos del cerdo y lávalo una o dos veces! ¡Los gustos de la gente de esta ciudad ya se han adaptado al gusto de mierda de cerdo!
Eran los homúnculos los que manipulaban la comida. Se hacían pasar por cocineros, se ponían sombreros de cocinero y seguían las instrucciones de otro homúnculo que daba órdenes y preparaba la comida. El chef del restaurante recibió la comida preparada por estos homúnculos y elaboró los platos horneándolos enteramente con suficientes especias para paralizar los paladares antes de ponerlos a disposición de los clientes.
— ¡Ellos están encontrando sabroso la comida empapada en agua de mierda de cerdo! ¡Asquerosos humanos!"
Uno de los homúnculos gritó mientras remojaba las verduras en el agua utilizada para lavar los intestinos. Otro homúnculo al menos se molestó en limpiar los recipientes apilados a un lado, pero la expresión de enfado de Sungchul no se relajó.
— Mmmm...
Perdió el apetito.
— Debería haber hecho la comida yo mismo para comer
Sungchul decidió despedirse de Basil y regresó al restaurante, pero un grupo de magos vestidos con ropa familiar se detuvo frente a la entrada del restaurante. Su uniforme teñido de azul. Eran los magos de la escuela de Criomancia.
— Iya~ Ha pasado tanto tiempo desde que comimos aquí.
— Mis agallas se están volviendo locas. Disfrutemos de una buena comida.
Los criomancers se veían bastante emocionados. Se estaban lamiendo los labios mientras entraban en el restaurante y sonreían mientras el aroma de las especias dentro del restaurante entraba en su nariz. El que parecía el mayor de entre ellos hablaba con el maître d'.
Sungchul dio un paso atrás y los vio conversar.
— Somos 10. ¿Tienes sitio?
El maître palideció ante la pregunta.
— U.… um. Como puedes ver, está lleno.
El Criomancer miró disgustado mientras miraba al maître d', y miró alrededor del restaurante. El hombre finalmente sonrió con una sonrisa y miró hacia el maître d'.
— Mira, hay espacio allí.
Su dedo señaló hacia un rincón del restaurante donde un grupo de estudiantes estaba comiendo la comida más barata con un vigor glotón. Era la escuela de la Alquimia.
— Pero querido cliente, esos clientes aún no han terminado de comer...
— Hablaré con ellos yo mismo, así que prepara la comida. Saca la comida más cara con el alcohol más caro. El dinero está aquí.
Dijo el hombre con una sonrisa mientras entregaba una brillante moneda de oro al maître d'. Los ojos de Sungchul brillaron con una extraña luz mientras veía la moneda de oro.
“Es la moneda de oro sin marcar.”
Parecía como si Robert hubiera empezado a circular las monedas de oro que había recibido de Sungchul a sus subordinados. Esto significaba que la batalla entre los que mataron a Christian y los seguidores de la calamidad iba a comenzar pronto. Sungchul había planeado dar un paso atrás y observar en silencio los dos combates, y cuando llegase el momento oportuno...
Mientras Sungchul estaba diseñando planes para el futuro en su mente, una multitud de estudiantes que parecían bastante molestos se dirigía hacia su dirección. Era el Profesor de Alquimia y sus estudiantes que habían estado comiendo excitadamente justo antes de perder su lugar.
— Esos hijos de puta... Ni siquiera los perros se molestan durante una comida.
— Quiero salir de la escuela de Alquimia.
Sungchul miró a Basil y a sus alumnos, que tuvieron que abandonar su puesto con los hombros caídos a costa de un cambio de bolsillo, y abrió la boca como si los estuviese esperando.
— Gracias por la comida.
La comida era atroz, pero más que eso, había conseguido obtener información significativa. Siempre podía comer algo más de comida en los dormitorios, pero la información no era tan fácil de conseguir.
Sungchul volvió a los dormitorios con un ánimo relajado, cuando sintió un aura inusual proveniente del dormitorio.
“¿Un sello sonoro?!”
El sello que a menudo usaban los asesinos había sido echado por todo el dormitorio.
Al mismo tiempo, una sombra oscura se extendía también sobre Altugius.
¿El sello de vigilancia sobre la Casa de los Recuerdos ha sido roto? ¿Sarasa está en peligro?
Altugius levanto su cuerpo envejecido de su asiento y sacó su bastón de su Almacenamiento del Alma. Cuando balanceó su bastón, la formación mágica del ascensor tallado en el exterior del observatorio se iluminó. Se apresuró a entrar en el ascensor.
Pero antes de que hubiera dado algunos pasos, una fría luz brillo ante sus ojos. Altugius desvió reflexivamente la luz con Resplandor.
Clunk.
Una espada que había sido parcialmente quemada rodó por el suelo. La expresión de Altugius cambió. De repente estaba mirando fijamente al oscuro asaltante vestido con una túnica que estaba en su camino.
— ¿Adónde vas corriendo, Altugius?
Había oído la voz del hombre detrás de la máscara felina antes. Kaz Almeira. El bastardo había vuelto a este lugar una vez más.
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