⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 36 — Altugius (2)
— Tú, el de ahí.
Altugius no tenía precedentes de ser el primero en hablar con Sungchul.
—...
Pero Sungchul no respondió a esto. En vez de eso, dedico toda su atención a la lectura de sus libros.
— Tú, ahí. Convocado.
En la segunda llamada, Sungchul levantó la cabeza y miró al viejo mago. Leonard Sanctum, que había estado acostado en su hamaca, oyó la voz y comenzó a levantar su cuerpo para mirarlo también. Altugius empezó a hablar.
— Me parece que has estado pasando todo tu tiempo aquí desde que fuiste admitido. ¿Tienes un consejero de orientación?
— No, no lo tengo.
Sungchul no recordaba haber oído hablar de esas cosas. Un suave murmullo salió de los labios de Altugius.
—Incluso si la escuela está en su estado actual, no compartir esa información básica...
Leonard parecía compartir esta opinión.
— ¡Oh, Dios mío! Ha pasado una semana, ¿y todavía no has elegido a un orientador?
La voz alegre resonaba en el pasillo vacío. Después de un momento, Sungchul hizo su pregunta.
— ¿Qué es un consejero de orientación?
Las cejas plateadas de Altugius temblaron levemente al oír sus palabras. No conocer tal información básica que todos los estudiantes de primer año deberían saber. Era una prueba irrefutable que mostraba que la escuela había empezado a desmoronarse. Esto habría sido impensable cuando Altugius o incluso Leonard eran novatos en Airfruit.
la risa de Leonard se escuchó por todo el observatorio.
— Oh, Dios mío. Un novato que ni siquiera sabe lo que es un consejero de orientación. Estos son realmente algunos tiempos oscuros.
Cayó de nuevo sobre la hamaca y cerró sus ojos, con una sonrisa en su cara. Al regresar el silencio, Altugius miró directamente a Sungchul y le dijo en voz baja.
— Me disculpo, pero como he dicho antes, no tengo intención de enseñar a nadie, y por lo tanto no puedo ser el consejero de orientación de nadie. Busca a otro.
—Entiendo.
Sungchul respondió con indiferencia y volvió a leer su libro con toda su concentración, como de costumbre. Incondicionalmente. No había una vista más alegre para un educador que ver una actitud tan estudiosa de un estudiante brillante, pero esto sólo lleno a Altugius con más ansiedad.
"Este tipo... ¿Quizás no es consciente de las consecuencias de no elegir un orientador?”
Todos los estudiantes de primer año deben elegir un consejero de orientación en los primeros diez días de ingreso, aquellos que no han encontrado un educador dentro de diez días perderían el derecho de ser estudiantes. Inicialmente, esta fue una regla establecida para permitir que los profesores trabajaran juntos para expulsar a los estudiantes indignos que entraron a la escuela usando métodos poco honestos, pero las circunstancias habían cambiado. Si la escuela funcionara normalmente, la orientación de los estudiantes de primer año se habría organizado, y a través de la orientación, los estudiantes habrían sido informados de todas las expectativas que la escuela tenía de ellos.
Sin embargo, en el estado actual, con la poca afluencia de estudiantes, las ceremonias de bienvenida habían desaparecido hace mucho tiempo, y no quedaba nadie a quien enseñarles. Si Sungchul hubiera escogido la escuela de Piromancia o criomancia, los asistentes le habrían dado los procedimientos adecuados, pero no había tal servicio dentro de la escuela de Cosmonancia.
Sungchul continuó luchando con los libros un día más en el observatorio, sin pistas sobre lo que le iba a pasar. Las preocupaciones de Altugius sólo se profundizaron.
“Este tipo. A este paso, será expulsado dentro de tres días."
El problema era que Leonard Sanctum, quien había abandonado el observatorio durante las tardes, estaba desafortunadamente manteniéndose en su sitio hasta tarde. Sólo se levantaba de la hamaca y salía del observatorio después de que Sungchul se fuera. Sus intenciones eran claras. Quería librarse de la molesta presencia que apareció en el observatorio. Y podía hacerlo sin tener que ensuciarse las manos.
Una situación similar ocurrió al día siguiente. Un hombre de aspecto sucio, que ni siquiera tenía uniforme, se volvió a sumergir en un montón de libros que tenía su misma altura. No hablaba y se dedicaba enteramente a los libros, excepto cuando salía a almorzar.
Altugius espero a esta oportunidad para advertir a Sungchul sobre el peligro inminente, pero Leonard se levantaba de su hamaca en cada ocasión para recordar a Altugius de su presencia. Sonrió brillantemente por fuera, pero Altugius sabía de su personalidad oculta y atroz. Si Altugius expresaba alguna preocupación por Sungchul, Leonard usaría eso como excusa para tratar de reclamar el tomo secreto de Cosmonancia que estaba en poder de Altugius. Eso sería absolutamente inaceptable.
Si el verdadero Grimorio de Airfruit que ha sido custodiado durante generaciones cayera en manos de los seguidores de la Calamidad, la destrucción del mundo sólo se aceleraría.
"Es suficiente con que mis manos estén sucias.”
Altugius permaneció callado hasta el final y no se levantó.
Pasaron dos días más. Sólo quedaba un día. Sungchul permaneció obsesionado con sus estudios. Altugius no estaba observando a Sungchul por su brillante mente, sino por su increíble tenacidad. Una pregunta surgió en su mente. ¿Por qué un convocado de otro mundo estaría tan apegado a una escuela de magia de nicho? Y así terminó preguntando directamente.
— Ese libro, ¿entiendes lo que estás leyendo?
La pregunta tenía un motivo oculto detrás, uno de determinación. Leonard, que entendió las intenciones, volvió a sonreír ampliamente.
—El maestro se está poniendo travieso.
Sabía del libro que Sungchul estaba leyendo, y de los libros dentro de la pila que también sobresalían sobre Sungchul. La pelota estaba ahora en el campo de Sungchul.
Sungchul, que estaba mirando hacia abajo leyendo su libro, levantó la cabeza, no demasiado rápido ni demasiado despacio, y miró a Altugius. Hubo un breve momento de silencio en el que Sungchul agitó la cabeza.
—Llevo una semana investigándolo, pero honestamente, no lo entiendo.
Un suspiro se escapó de los labios de Altugius. No era para reprender la ignorancia de Sungchul, sino para reprender su incapacidad. Los libros que él había dado a Sungchul no debían ser comprendidos desde el principio. Exigían un conocimiento previo y una cierta intuición antes de poder comprender su contenido. Mientras no se hayan cumplido los requisitos previos, el lector no podría hacer otra cosa que perderse en el laberinto de las palabras. La respuesta que Sungchul había dado era la respuesta esperada.
“Este tipo...”
El tiempo que parecía estar avanzando ahora se aceleró cuando Altugius volvió a abrir la boca.
— ¿Por qué no me has hecho ni una sola pregunta si no entiendes?
Ante esta pregunta, Sungchul cerró el libro y, de hecho, respondió.
— ¿No es simplemente porque aún no eres mi profesor?
Un sentimiento de vergüenza y rabia se agitó dentro de Altugius mientras miraba fijamente a los ojos de Sungchul. No lo expresó, pero sus tripas se retorcían violentamente, y sus piernas se sentían bastante débiles. Altugius volvió silenciosamente a su asiento. Podía sentir la mirada de Leonard penetrando en su espalda, pero la ignoró y pensó en Sungchul. Pensó en una verdad conveniente, pero indeseable, que había estado olvidando.
“Eso es correcto. ¡Él vive en la Casa de los Recuerdos!”
Esa noche, Altugius Xero buscó a su nieta que residía en la Casa de los Recuerdos y comenzó una conversación con una voz llena de afecto.
— ¿Cómo está el nuevo estudiante? ¿Parece que le va bien? Ha estado muy ocupado desde la última vez que lo vi, y ni siquiera tiene su propio uniforme. No importa si es un convocado, ¿qué clase de estudiante de Airfruit no guarda ese decoro básico?
La cara de Sarasa, que había estado escuchando la historia de su abuelo, se volvió agria.
Esa noche, Sungchul se encontró con un invitado inesperado en su habitación. Sarasa había llevado una silla y lo estaba esperando sentada en su habitación.
—Es hora de una educación ética especial, novato.
Los ojos de la chica liche tenían un brillo azulado...
— ...
Sungchu sintió que la repentina visita de la niña era bastante extraña, pero se quedó en silencio y esperó a que continuara. Sarasa ofreció algo hacia Sungchul.
Tú. ¿Lo has leído? No lo has hecho, ¿verdad?
Era un cuaderno oficial de estudiante, hecho con piel de cordero. En la primera página de este cuaderno, bien utilizado, estaba escrito el nombre de su propietario, claramente desgastado con todos sus bordes deshilachados.
[Sarasa Xero]
¿Ho?
La curiosidad se vislumbró en los ojos de Sungchul, pero no lo expresó y simplemente asintió en respuesta.
—No he recibido tal cosa.
Sarasa suspiró y volvió a hablar.
—Te prestaré éste, pero lee el reglamento de los novatos que está escrita en la segunda página con cuidado.
No podía entender el razonamiento detrás de sus acciones, pero no parecía haber ninguna hostilidad. También después de leer tantas frases de texto indescifrable, se sintió atraído a leer algo legible por una vez. Sungchul obedientemente hizo lo que Sarasa le había pedido.
Reglamentos de <Los Nuevo Ingreso>
[1. Como estudiante de Airfruit, mantendré su dignidad.]
[2. No me involucraré en conflictos innecesarios.]
[3. No comeré demasiado.]
[4. Devolveré los libros de la biblioteca antes de la fecha de entrega.]
[5. Siempre mantendré una actitud respetuosa con mis profesores. No los despreciaré a pesar de sus especialidades.]
.....
Sungchul apartó los ojos después de este momento y miró hacia Sarasa.
—No creo que haya necesidad de leer esto tan cuidadosamente.
— ¿Y si hay algo más importante escrito en el fondo?
Sarasa cruzó los brazos y habló con voz engreída. Volvió a mover su mirada hacia el cuaderno. Había otro pasaje debajo del "Reglamento de los novatos", escrito con finura como granos de arena.
< ¡Importante! Cosas que los estudiantes de primer año necesitan hacer>
— Recibir un uniforme del vestuario de Bington.
— Recibir una designación de dormitorio del anciano Jorgbart
— Completar el curso básico de etiqueta del profesor Robert Danton
— Asistir a la Orientación de los Estudiantes Senior
— Seleccionar una especialidad dentro de la Oficina del Registrador
— Seleccionar un profesor de carrera / realizar presentaciones
— Asistir a la Ceremonia de Bienvenida de los Novatos
— Seleccionar un Consejero de Orientación responsable
.....
La mirada de Sungchul se detuvo en la entrada con respecto al consejero guía. Había cinco estrellas junto a la entrada con las palabras "¡Expulsión!" escritas junto a ella.
— ¿Sabes ahora lo que has hecho mal?
Los ojos de Sarasa se abalanzaron al levantarse repentinamente de su asiento.
— ¿Te refieres a elegir un consejero de orientación?
Cuando Sungchul preguntó, Sarasa agitó con fuerza su cabeza y señaló la primera anotación del cuaderno.
—No. ¡No llevar uniforme!
—...
— Aunque la escuela se desmorone, ¿cómo puede vestirse así un estudiante de la reconocida academia de Airfruit? La ropa es la civilidad mínima hacia los demás que revela la propia naturaleza. No me extraña que el abuelo me regañara.
— ¿Quién es tu abuelo?
— ¿Quién crees tú? Es el profesor Altugius Xero. ¿No has oído hablar de la figura legendaria que se ocupó del vice capitán de la Asociación de Asesinos que estaba causando un jaleo en nuestro campus?
— Ah, ¿es eso cierto?
Sarasa comenzó a asentir con la cabeza a la respuesta de Sungchul y continuó regañando. Continuó parloteando, pero sus palabras podían ser condensadas en una sola frase: —Ponte un uniforme. — Sin embargo, Sungchul estaba más interesado en otro asunto.
— ¿Qué debo hacer si ningún profesor de mi especialidad acepta ser mi consejero?
— Así es como termina si no llevas uniforme. Bueno, entonces deberías pedírselo a un profesor menor. Por supuesto, ¡Sólo después de que hayas recibido el uniforme del Vestuario de Bington!"
Al día siguiente, Sungchul visitó la Oficina de Admisiones. El Asistente Residente estaba esperando dentro.
— ¿Dónde está el vestuario de Bington?
Sungchul no tenía planeado ignorar por completo el consejo de Sarasa. No había mucha gente en el campus, pero la ropa de obrero que llevaba puesta era innegablemente llamativa. Sin embargo, el Asistente de Residencia le dio una respuesta inesperada.
— ¡Estudiante! ¿Se refiere a Bington? ¿Por qué estás buscando a un humano que ha sido despedido hace años?"
— ¿Y los uniformes? ¿No tengo que ponerme uno?
— ¡Los uniformes tienen que ser comprados con fondos personales de un costurero externo basado en su preferencia personal!
Ya había fracasado en el primer objetivo que un estudiante de primer año debía alcanzar. Sungchul pasó al siguiente objetivo registrado en el cuaderno de Sarasa. Descubrió que muchas cosas que Sarasa había experimentado habían sido removidas o estaban desaparecidas.
— ¿Qué orientación es esa cuando no hay estudiantes? Aparte de los graduados del Palacio que apenas entraron, el resto son de valor inferior o de la generación de la Calamidad.
De manera fútil, Sungchul se trasladó al siguiente destino que se había fijado. Escuela de Alquimia, Casa de la maleabilidad.
Contrariamente a la Escuela de Cosmomancia el nombre era apto, pero el edificio en sí no era una estructura, sino una carpa colapsada.
"..."
Abrió la tienda y entró. Varios estudiantes que no podían ser vistos en ningún otro lugar se habían reunido aquí. Muchos de ellos parecían tener más de 20 años. Eran de la generación de la Calamidad.
— ¿Qué te trae por aquí?
Un estudiante se acercó al invitado desconocido y preguntó con cautela. Sungchul no dudó en declarar su propósito.
— Vine buscando un consejero de orientación.
Un hombre con los ojos hundidos salió de lo más profundo de la tienda mientras se rascaba la cabeza.
— ¿Un novato? ¿Hm? Es un convocado.
Miró directamente a Sungchul, y luego sonrió, mostrando sus amarillos dientes.
Tú. No habrás recibido la búsqueda de Eckheart en el Palacio de Convocatoria y te convertiste en alquimista, ¿no?
Cuando Sungchul asintió, el hombre se dio una bofetada en las rodillas mientras se reía mientras sostenía su propio vientre durante un buen rato.
— Oh... mi estómago. No ha habido nada de qué reírse últimamente, pero por fin he encontrado algo que vale la pena reírme. De todos modos, ¿buscas un consejero de orientación? Ok entonces. Soy Basil Philrus. Con gusto seré su orientador.
Pidió los datos personales de Sungchul antes de abrir su Red Mágica y revisó los registros de Sungchul.
— Oh Dios mío, tienes un nombre muy aterrador. De todos modos, lo hiciste por muy poco. Un día más y tendrías que haber empacado tus cosas y marcharte.
Al oír la información, Sungchul recordó a Altugius dentro del Observatorio de la Cosmomancía y luego el rostro de Leonard.
— El profesor es una cosa, pero me pregunto por qué no me dijo nada de esto.
Esa cuestión se resolvió, más o menos, al día siguiente.
— Oye. El Sr. De primer año. No puedes entrar aquí.
Leonard bloqueó la entrada con una sonrisa brillante. Cuando Sungchul preguntó la razón, Leonard puso cara de tristeza para simpatizar con las desgracias de Sungchul mientras hablaba.
— Es porque has sido expulsado. Pronto recibirás la noticia... pero para explicarte, todavía tienes que encontrar un profesor que te acepte dentro de los diez días de tu admisión, en otras palabras, no has encontrado un orientador.
—Si es sólo por el orientador, entonces ya he encontrado uno.
Sungchul habló con firmeza. Fue por un breve momento, pero los labios de Leonard se retorcieron de una extraña manera.
— ¿Has... encontrado uno?
Leonard miró hacia atrás.
— Él no.
Dijo Sungchul.
— El Profesor de Alquimia, Basil Philrus.
— Ah... ¿es eso cierto?
El disgusto en la cara de Leonard era claramente visible, pero Sungchul no le prestó atención. Pasó junto a Leonard, que miraba hacia abajo y se sentó en su lugar habitual para empezar a leer a través de la pila de libros. Altugius suspiró aliviado mientras cerraba los ojos escuchando el sonido amplificado de las páginas que eran pasadas dentro del observatorio.
Inicia sesión para reaccionar y/o comentar a este capítulo
+10
+50
Comentarios del capítulo: (0)