⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 35 — Altugius (1)
El exterior del libro parecía sencillo, pero tan pronto como se abrió, la magia mística que estaba escondida en su interior se hizo visible. Las ilustraciones dibujadas con tinta negra cobraron vida y comenzaron a moverse. Las líneas y formas que estaban desordenadas en la primera página comenzaron a reorganizarse repetidamente en un bucle. El impreso completo mostraba la forma de una formación mágica. La información al respecto apareció en la parte inferior de la primera página.
[“Entender la magia” no es la habilidad de recordar vagamente el producto terminado, sino la comprensión completa de cada componente que forma el todo.]
Detrás de la ilustración había una página en blanco con una pregunta que cuestionaba sobre si la ilustración se entendía correctamente. La página en blanco contenía un poder mágico similar al de la ilustración que se rellenaba y borraba según los gestos del dedo de Sungchul o en respuesta a una imagen mental fuerte.
Sungchul fue inicialmente intimidado por el enfoque inusual del libro de presentar el material y sus preguntas, pero estaba curioso sobre el contenido y comenzó a resolver seriamente las preguntas dadas. Se centró en observar cuidadosamente los movimientos de las formas siempre cambiantes y en comprender la lógica que había detrás de ellas. Pronto pudo extraer todo lo que había comprendido en la página en blanco a través de su imaginación, lo que resultó en una forma visual.
[Impresionante! Has logrado resolver el primer problema de comprensión de formaciones mágicas (Elemental).]
Recompensa: Intuición +1
La intuición se había elevado resolviendo un simple problema. Antes de pasar a la página siguiente, Sungchul volteó a la página final y confirmó que todavía quedaban 50 problemas; volvió al frente y volvió a resolver desde donde lo había dejado. Para cuando Sungchul llegó al decimotercer problema, vio a través de las muchas ventanas del Salón que ya estaba oscuro afuera.
Leonard Sanctum, que había estado tendido en la hamaca, debió de haber abandonado el pabellón hace ya un buen rato.
"Parece que ha pasado mucho tiempo."
Había logrado elevar su intuición por 5 sólo resolviendo algunos problemas en el transcurso del día. Cada vez que el problema se sentía un poco difícil, se le daba una intuición adicional. Quería resolver problemas por un tiempo más, pero había prometido que iría a reunirse con Christian esta noche. Metió un marcador en la página en la que estaba actualmente y se lo devolvió a Altugius.
—Tengo compromisos previos, así que me despido. Devolveré el libro por ahora y volveré mañana.
—....
Altugius miró a Sungchul con una cara de desaprobación antes de recibir el libro con el brazo demacrado. Sungchul asintió y se dirigió hacia la salida, el viejo mago abrió el libro y echó un vistazo al lugar donde se había dejado el marcapáginas. La sospecha se vislumbró en los ojos de Altugius.
"Tú, el de allí.
Llamó a Sungchul, quien estaba buscando la salida. Cuando Sungchul se giró, habló con su voz de acero, llena de desdén.
— ¿Realmente lo resolviste hasta esta parte?
Abrió el libro a la página marcada por Sungchul y lo señaló con el dedo. Sungchul asintió levemente.
— ¿Hay algún problema?
—No. No hay ninguno.
Altugius cerró el libro y volvió a su asiento. Cuando el anciano volvió a callarse, Sungchul abrió la puerta y se dirigió en dirección a la puesta del Sol. Cuando la puerta finalmente se cerró, el anciano, que desde el principio sólo había mostrado desdén, miró al libro con desconcierto y sin creerlo mientras miraba la página marcada por Sungchul.
“¿Un novato que puede resolver hasta el 13º problema en un cuarto de día? ¡Increíble! ¿No es un talento que no se ha visto en los últimos cien años?”
Más que talento, habría sido más preciso atribuirlo a su experiencia. Sungchul había estado luchando contra magos caídos con su vida en juego incluso antes de que hubiera logrado obtener su abrumadora fuerza. Los momentos tensos de vida y muerte que se repetían continuamente llevaron a Sungchul a adquirir los instintos para enfrentarse a la magia a medida que la experimentaba de primera mano con su cuerpo. Después de un cierto punto, había comprendido cómo predecir qué tipo de magia usaría su oponente por el breve parpadeo que aparecía cuando cantaba el mago; en otras palabras, mirando la forma de la formación mágica. Luchó al principio y casi perdió su vida unas cuantas veces al predecirlo incorrectamente, pero sus experiencias gradualmente ayudaron a perfeccionar esta habilidad.
Incluso durante la batalla con el Gran Mago Balzark, el jefe de los infames Seguidores de la Calamidad y el devorador de almas, Sungchul venció a un oponente con mayor renombre que el de él al predecir la magia del mago y actuar primero. Para alguien que fue capaz de predecir con precisión hechizos basados en formaciones mágicas que no duraron más de una décima de segundo, el libro de Altugius no era más que un rito de paso de baja dificultad.
—Mmm...
Altugius entró en la red mágica que estaba disponible por toda la Academia. Busco información sobre este estudiante desconocido que le había dejado una gran impresión.
Se alarmo por el nombre, y luego se alarmo una vez más cuando leyó el nombre del dormitorio al que se le había asignado al estudiante.
— ¿Qué...? ¿Fue asignado a la Casa de los Recuerdos? ¿Cómo puede ser... no puede ser...?!
Entre estos dos eventos espantosos, fue este último el que le hizo temblar tan intensamente. Los ojos del viejo revolotearon vigorosamente. Inmediatamente sacó un bastón del aire y lo golpeó en el suelo. El ascensor mágico que hasta ahora había sido inoperable arrojo luces místicas al reactivarse. El viejo mago bajó por el acantilado y se dirigió hacia la Casa de los Recuerdos.
— ¡Sarasa! ¡Sarasa!
El viejo mago gritó el nombre de una chica apresuradamente tan pronto como las puertas de la espeluznante residencia se abrieron. La chica rubia se reveló al final del pasillo como una aparición. El anciano se acercó a la niña y le cogió la mano con fuerza y le preguntó cautelosamente.
—Sarasa. ¿Ha pasado algo extraño...?
La rubia niña miró al apresurado anciano como si estuviera loco antes de apartar las manos y respondió conmocionado.
— ¿Eh? ¿Qué es esta charla loca? No hay razón para que algo extraño pasara.
La muchacha que había estado mirando al anciano con cara de exasperación, de repente recordó algo y dijo:
—Ah, un tipo raro vino aquí. Dijo algo sobre el anciano Jorgbart que lo asignó a este dormitorio. Traté de ahuyentarlo, pero tal vez sea porque es un convocado, no funcionó.
—Ya veo. Sarasa, estaba preocupado. Pensé que algo podría haberle pasado a mi dulce Sarasa por culpa de ese tipo...
Altugius miró a la niña una vez más y expresó su preocupación. Sarasa sólo parecía molesta y le dijo con su lengua afilada.
— ¿Qué quieres decir con que podría pasar algo? Soy el estudiante más fuerte de aquí. Puede que no lo parezca, pero sigo siendo una lich, ¿sabes?
—Yo... lo sé.
El arrepentimiento apareció en los ojos del viejo. Le afligía que su preocupación excesiva hubiera reabierto una herida pasada en la niña.
Sarasa miró directamente al anciano en conflicto antes de poner ambas manos sobre la que sostenía el bastón del anciano.
—No te preocupes, abuelo. ¿No deberíamos estar más preocupados por ti que por mí?
Las manos de la niña eran tan frías como el aliento que salía de sus labios.
—...
—Todavía no es demasiado tarde. Tal vez sea más prudente transferirte de Airfruit a Logotete.
Respecto al día en que se conocieron, la apariencia de Christian había mejorado mucho. Especialmente sus crudas garras de madera, que habían estado en lugar de sus manos, habían sido reemplazadas por prótesis que se asemejaban un poco a una extremidad humana. Sungchul vio a Christian manipular sus nuevas prótesis para sostener su bebida con una mirada pasajera antes de hablar.
— ¿Tan malo es el estado de Airfruit?
—Sí. Antes había un rector a tiempo completo, pero después de la dudosa muerte de Magnus, la posición del rector ha estado desierta durante los últimos 3 años. Ha habido varias mociones para nombrar a un nuevo rector de la facultad, pero el feroz conflicto de las principales escuelas, la escuela de Piromancia y la escuela de Criomancia, lo ha retrasado continuamente, cosa que causó que la escuela cayera en su actual. Para empeorar las cosas, también han aparecido los Seguidores de la Calamidad... Se podría decir que el destino de Airfruit está sellado.
Christian agacho la cabeza y se disculpó profundamente con Sungchul por su mala decisión. Sin embargo, Sungchul no mostró mucha reacción. Sólo estaba interesado en una cosa.
— ¿Hay más que ganar de Airfruit o hay más que ganar de Logotete?
Christian respondió con prontitud como si hubiera estado esperando esta pregunta.
—Logotete es un nombre en ascenso. No se puede comparar con Airfruit que ha estado de pie durante miles de años, pero ha demostrado ser muy estable sin mucho conflicto interno a comparación. También tiene los mejores profesores en la Escuela de Necromancia.
—Escuela de Necromancia...
Esta escuela de magia era inútil para Sungchul. Lo que necesitaba era un solo golpe poderoso en lugar de un ejército de cadáveres.
—Es difícil para mí, quien la recomendó, decirlo, pero Airfruit ha perdido su capacidad como instituto educativo. Si hubiera sabido de esto antes…
Si Christian llegó a decir esto, tenía que ser la verdad. Por lo menos, no era alguien que fanfarroneara o exagerara la verdad. Con todo esto, Sungchul habría dado mucha credibilidad a la transferencia de Airfruit a Logotete, pero había algo que quería confirmar antes de decidirse.
— ¿Conoces al viejo Altugius Xero?
—Sí. He oído hablar de él. Nunca se las arregló para dejar mucho de su nombre atrás, pero hay un rumor de que es el mejor Cosmonancer que Airfruit ha tenido.
— ¿Hooh?
La curiosidad apareció en los ojos de Sungchul. El anciano parecía alguien olvidado en el fluir del tiempo, pero con tanta historia... Sungchul recordó la espalda del anciano cuando estaba sentado solo en el salón vacío antes de hacer su siguiente pregunta.
—Entonces, ¿por qué no dejo ninguna huella en nada?
Si uno tuviera la habilidad, su nombre quedaría naturalmente escrito en la historia. Ya sea a través de la fama o de la infamia.
—No estoy seguro. Eso es algo que no puedo confirmar, pero según los rumores, oí que causó un gran incidente durante sus años de formación
— ¿Un incidente?
—Sí. Incluso lo llevó a matar al vicecapitán de un gremio de asesinos en un duelo.
—Eso es difícil de creer para mí.
Sungchul tenía sospechas en su mente. La Clase Asesina era conocida por ser la perdición de la Clase Mago. En un duelo entre dos oponentes igualmente hábiles, era seguro que el mago sería asesinado por el asesino. Los asesinos tenían muchas técnicas que podían ser usadas para negar el ataque de un mago y podían forzar un golpe crítico a un mago en un instante. ¿Y si este asesino fuera el vicecapitán, el segundo mejor de la asociación de asesinos? ¿En un combate individual? Este era un escenario que cualquier mago promedio no tendría esperanza de ganar.
— ¿Es eso verdad?
—Podría ser. No puedo decir que sé la verdad detrás de esto. Sólo he oído hablar de él como un rumor que flotaba por ahí, después de todo.
—Pero si es la verdad, el gremio del asesino no habría dejado a Altugius solo, ¿verdad?
Si la historia de Christian era cierta, no había forma de que el profesor Altugius pudiera respirar. Los asesinos vivían bajo la férrea regla de que diez hermanos debían ser ejecutados por la muerte de un hermano. Si alguien con el rango de Vice Capitán muriera, entonces la cabeza del gremio mismo llamaría a todos a matar. Recordó la cara de un hombre de piel oscura en sus vagos recuerdos.
Shamal Rajput. Si ese tipo lo manejaba personalmente, no sólo Altugius, sino que toda la Academia de Airfruit habría sido eliminada de la noche a la mañana.
Sungchul miró a Christian con una expresión aburrida mientras tenía estos pensamientos. Christian, quien sintió que estaba siendo interrogado, habló con nerviosismo.
—No puedo garantizar esto, pero hasta donde sé, el gremio de asesinos que perdió a su vicecapitán y la Academia de Airfruit llegaron a un acuerdo, y el profesor Altugius desapareció del escarnio público.
Sungchul se acarició la barbilla y asintió. Eso tenía más sentido. El número 2 del gremio de asesinos, conocido por haber reunido el mayor de los asesinos, había perdido un duelo contra un mago desconocido, lo que habría bastado para desplomar la reputación del gremio al suelo. Hubiera sido más rentable para el gremio ocultar la verdad simplemente encerrando a Altugius dentro de la escuela.
— ¿Qué harás entonces? Si quieres ir a Logotete, haré el procedimiento. Después de todo, todavía quedan algunas joyas y oro.
Sungchul volvió a estar en una encrucijada. La Academia de Airfruit había perdido su función como escuela, y los rumores sobre Altugius no eran seguros. Por lo tanto, si permanecía en Airfruit, significaría que correría un riesgo muy grande.
No podía decirlo con seguridad, pero este momento se sentía muy similar a cuando había entrado por primera vez a las pruebas de Eckheart. Si sería una bendición o no, era algo que sólo podía ser determinado después de que él quitara la tapa. Pero Sungchul era un glotón irrazonable cuando se trataba de crecimiento. Tomaría el camino con el mayor peligro si también tuviera las mayores recompensas.
— Me quedaré en Airfruit. Si puedo aprender magia del hombre que derrotó a un vice capitán del gremio de Asesinos, no habría nada mejor que eso.
Al día siguiente, una cara nueva se abrió paso hacia el edificio de Cosmomancia. Más que un estudiante, la ropa del hombre se asemejaba a la de un indigente. El hombre trepó por el acantilado para llegar al observatorio cada mañana. Tomó prestado el libro del viejo y obstinado profesor y lo leyó hasta altas horas de la noche. Pasada una semana, había terminado el libro que había recibido del anciano y cuando lo devolvió esta vez hablo.
— ¿No tienes otros libros?
—....
El viejo no dijo nada mientras sacaba otro libro de su almacenamiento de Alma.
Un libro, dos libros, tres libros... Los libros que sacó del almacenamiento siguieron aumentando en número. Cuando había sacado el decimoctavo libro, habló con el misterioso hombre que aún no había aceptado aun como discípulo.
—Te prestaré estos libros, pero sólo voy te los voy a prestar, nada más.
Sungchul miró fijamente los libros que estaban apilados a su altura, agarró uno, y fue a un rincón para leerlo.
Qué tipo más raro.
No fue un acto o un truco. Sungchul estaba sosteniendo genuinamente el grimorio mágico y leyendo su contenido mientras él recupero grimorio anterior. Esa pasión genuina fue suficiente para despertar alguna emoción olvidada que yacía enterrada profundamente dentro de Altugius. La forma en que miraba hacia Sungchul comenzó a cambiar, pero no podía encontrar en sí mismo la manera de expresar tales emociones; lo cual se debía a que el bastardo lobo yacía perezosamente sobre la hamaca que lo estaba observando cuidadosamente. Cuando sus ojos se encontraron, Leonard Sanctum hizo una extraña sonrisa mientras murmuraba en voz alta.
— ¡Ah! ¿Cuándo aprenderé algo de Cosmomancia? No hay nadie que se sienta mal por el discípulo que lleva sólo a su querido maestro en el corazón.
Este antiguo discípulo suyo, era actualmente un seguidor de la Calamidad.
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