⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 115: El Papa
En las gradas de la derecha, un anciano portaba un ceretro. Era el Papa. Estaba en el punto más alto de las gradas, que al mirar brevemente la plaza , se asemejaba a un león guardando su territorio. Más, al mismo tiempo, también parecía un abuelo, mirando amistosamente a sus niños.
Se quedó allí quieto, prestando atención.
"Grant…. ¿Cómo está?"
De repente, se volvió y le preguntó en voz baja al Obispo que estaba detrás de él.
Su voz no era una voz de autoridad; en cambio, tenía un sentido de calor con una pizca de extrañeza, como el sonido de la madera podrida astillándose silenciosamente.
El Obispo se acercó por detrás con su expresión inmutable y respondió: "Nada ha cambiado. Se negó a comer, y trata de escapar siempre que puede".
El Papa se río entre dientes y dijo: "Ah, déjalo ser. Hablaré con él después de la ejecución, y habrá un día en que llegue a comprender los esfuerzos de su madre y de nosotros".
El Obispo sólo asintió mostrandose deacuerdo.
El Papa se dio la vuelta como si tuviera un pensamiento repentino. Las arrugas en la esquina de sus ojos se movieron. Miró al Obispo.
Su mirada mostraba una cierta sutilidad, como si estuvieran juzgando al Obispo - juzgando el rostro semejante a una figura de cera, un rostro que no mostraba emociones. “
Han pasado 8 años, y tú sigues siendo el mismo de siempre ", dijo el Papa con indulgencia con el volumen que sólo podrían escuchar los dos," pensé que serías capaz de sentirte más sentimental después de haber pasado tanto tiempo tratando los asuntos de la Iglesia ".
"Parece que no has cambiado nada".
El Obispo levantó la barbilla y miró al Papa a los ojos. Sus ojos oscuros, sin mostrar tristeza ni felicidad.
"¿Es eso cierto? Han pasado 8 años, y usted ha cambiado más allá de lo esperado, Su Alteza."
El obispo habló con su habitual apatía, pero el contenido de sus palabras congeló la atmósfera.
La sonrisa del Papa se esfumo. Se quedó callado un momento antes de volver a hablar, su cabeza bajó.
"Sé que usted cree que mi trabajo en estos días es demasiado radical, y que no debería hacerlo. Pero, ¿te imaginas cómo ven sus creyentes a un Papa que no hizo nada durante 8 años?"
El Obispo miró al Papa en silencio.
El Papa parecía lúgubre, pero no mostro su expresión por mucho tiempo.
Acarició el magnífico cetro y comentó en voz baja: "El primero inicia; el segundo se desarrolla; el tercero florece; el cuarto alcanza la cumbre; el quinto se fortalece...".
Se detuvo deliberadamente y apretó el cetro, como si de repente se volviera exponencialmente más pesado haciendo que necesitara sostenerlo con todas sus fuerzas. Y continuó: "Si el sexto papa no puede crear un legado, será el comienzo de la caída".
El Obispo finalmente suspiró. Habló lentamente con los ojos en el Papa: "Nadie predijo la caída del quinto Papa. Hiciste lo mejor que pudiste cuando te alzaste como Papa y mantuviste la estabilidad del país".
El Papa soltó una risa que sonaba muy parecida a un resoplido desdeñoso, era imposible juzgar si estaba de acuerdo con la declaración. Sin embargo, no siguió discutiendo;se dio la vuelta y volvió a mirar hacia la plaza, de pie en lo alto de las gradas.
El Obispo bajó la cabeza y permaneció en silencio.
El mediodía llego mientras duro el intercambio. En el centro de la plaza de la ciudad, los Santos Caballeros ataron a "Grant" y a los demás jóvenes en las cruces. Unos pocos caballeros santos aparecieron y comenzaron a apilar leña alrededor de la cruz.
El Papa le robó una mirada a 'Grant' que parecía haber perdido su alma. Miró hacia otro lado inmediatamente después, y en lugar de eso se centró en el cielo. Sólo unas pocas nubes salpicaban el inmenso cielo azul, y el sol brillaba directamente hacia abajo. Era deslumbrante. Frunció el ceño minuciosamente, como si estuviera pensando. Sin embargo, no obtuvo nada de sus pensamientos.
El Obispo se le acercó e interrumpió sus pensamientos. Susurró al oído del Papa: “Su Alteza, ahora es el momento. Deberíamos empezar."
El Papa asintió una vez. Otra mirada superficial a la plaza mostró que el área alrededor de la cruz ya estaba despejada, y no había nadie aparte de los dos convictos con leña a su alrededor. Así, extendió su brazo y cantó algunos hechizos, y una pequeña bola de fuego bailó en la palma de su mano. Con una ligera onda, la llama voló de su palma y levitó como una pluma hasta las cruces en el centro. Inmediatamente todos los ojos se movieron a ver la llama que brillaba esplendorosamente como una estrella.
El Papa no prestó mucha atención a la multitud. Después de que terminó su jugada, el Papa se dio la vuelta, bajó por las gradas y se fue, como si no estuviera interesado en los procedimientos posteriores. El Obispo se quedó en las gradas y miró la salida del Papa. Frunció un poco el ceño, pero fue indetectable.
Justo cuando el papa dejó las gradas, la llama de oro entró en contacto con el montón de leña alrededor de la cruz. En un instante, la leña ardió furiosamente como si una chispa alcanzara a tocar el suelo lleno de combustible, y las cruces que estaban en el interior de la pila, con dos personas aún atadas a ellas.
Se oyeron jadeos aterrorizados de la multitud.
"Eso es..." Es increíble, hermano Parker, ¿es esto el arte divino del Papa?". Un caballero suspiró junto a Parker. Los caballeros de guardia se pararon en filas alrededor de la plaza, sus rostros se iluminaron con asombro al ver lo que había pasado.
"Sí, las Artes Divinas. Un poder inimaginable". La llama reflejada en los ojos oscuros de Parker mientras decía: “Lo único que puede ir en contra la magia son las artes divinas, nada más".
"¿Qué estás diciendo? La magia no está ni siquiera cerca de luchar contra las artes divinas," otro caballero intervino en la conversación, "No es como si no hubiera luchado con un mago antes. ¿Cómo podría el mago tener una oportunidad contra las poderosas artes divinas del Papa?".
Parker aclaró su garganta y sacudió la cabeza cuando escuchó eso. No hizo comentarios.
Qué mocoso ignorante. Los caballeros de hoy en día nunca entenderían los poderes de un verdadero mago. Están orgullosos, como pavos reales después de haberle ganado a algunos aprendices en batallas. Magia…. La magia no es algo que puedan imaginar. Parker inhaló bruscamente, intentando disipar sus recuerdos desagradables llevándolos de vuelta a los oscuros rincones de sus recuerdos. Sus ojos miraban hacia atrás al brillante fuego en medio de la plaza, tan ardiente que la punta de la llama lamió el cielo.
También miró a las dos personas dentro de las llamas. Uno de ellos estaba tan asustado que intento alejarse lo más posible, pero el otro, 'Grant Lithur', seguía inmóvil, sus ojos medio cerrados y la cabeza inclinada hacia abajo. Parecía como si hubiera perdido su alma, y lo que quedaba era un títere que había perdido a su titiritero.
Parker frunció el ceño. Podía entender si el genio estaba abatido porque había perdido la esperanza antes de esto, pero era extraño ver su cara, en blanco sin emociones, cuando estaba en el fuego, con su vida marchitándose en el proceso. Debería ser un instinto para que alguien al menos parezca incómodo cuando está rodeado de humo, ¿no? ¿Cómo es posible que alguien no se inmute estando atrapado en el fuego?
Por alguna razón, una extraña sensación llegó a Parker cuando siguió mirándolo fijamente. ¿Seguía siendo una persona real?
Así como Parker quien estaba desconcertado y sin palabras, de repente notó una sacudida en las manos de' Grant', que no era más que una cascará física. El corazón de Parker saltó en reacción, como si estuviera siendo controlado por una extraña magia. Parker dejó de respirar.
El joven que antes parecía no tener vida se convirtió repentinamente en una marioneta sin aliento. Levantó la cabeza, los ojos negros como canicas se abrieron y se llenaron de vida - la transformación fue tan mágica que parecía que Dios simplemente tocó la frente de los jóvenes e inculcó un alma en el cuerpo carnal de un ser humano que acababa de crear. En ese instante, el "Grant" en las llamas estaba vivo.
Mierda santa, gloria de Dios....
Parker, que observaba desde lejos, no podía respirar. Fue inusualmente chocante para Parker presenciar a esta persona previamente desalmada levantar cabeza. ¿Qué le pasa a esta persona? Este chico en llamas era como un imán, y Parker no podía quitarle los ojos de encima. El sudor goteaba de su frente. No podía hacer nada más que mirar fijamente al joven de pelo castaño con los ojos muy abiertos, con su mente en blanco sin poder pensar. Entonces, Parker vio al niño levantar los ojos tranquilamente para mirar el cielo.
El cielo….
Con expresión estúpida, Parker miró hacia el cielo junto al niño. Por eso vio su propio reflejo, uno que parecía inquieto, indefenso y cubierto de sudor frío, mirándole fijamente desde el extraordinariamente bajo "cielo".
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