Capítulo 122 - Ciudad Maldita

-"Ya has conseguido lo que querías, ¿por qué volviste a la capital?"

-"No tengo nada mejor que hacer, y sólo me dieron ganas de regresar."

"..."

Benjamín descubrió que Michelle encontró la forma de cerrarle el pico.

Eso es---¡basura!

La relación entre ellos estaba entre ser compañeros y enemigos. No confiaban el uno en el otro y mantenían en todo momento su guardia levantada. Pero a primera vista, ambos parecían ser cooperativos. Si Benjamín le hiciera una pregunta a Michelle, Michelle respondería.

Pero su forma de responder no era a del agrado de Benjamín.

Gracias al dolor de cabeza insoportable que Benjamín estaba soportando, Michelle tenía la ventaja en esta relación "Cooperativa". Por lo tanto, ella no necesitaba buscar la aprobación de Benjamín y si Benjamín tenía algún inconveniente, se hacía a la manera de Michelle o no se hacía.

Benjamín estaba indefenso ante las circunstancias actuales.

Después de todo, vivía bajo el techo de Michelle.

Benjamín tuvo tiempo para pensar en su actual predicamento. Después de lanzar esa Bola de Agua sobre la capital, sus relaciones con la Iglesia se rompieron llegando al punto de no retorno. Sólo podía quedar un bando en pie. No era prudente quedarse más tiempo en la capital donde la Iglesia tenía tanta influencia.

Benjamín no tiene otra opción más que la de despedirse de su corta vida como noble.

Él tiene que dejar la Capital.

Además, empeoró su situación al lanzar la bola de agua en medio de la plaza de la ciudad. No es de extrañar que la Iglesia cerrará las puertas de la ciudad para intentar capturarlo.

Era evidente que, en su condición actual, era virtualmente imposible para él depender de sí mismo para escapar. La recuperación del desgarro es muy lenta y, según sus más optimistas estimaciones, tardaría al menos uno o dos meses. Durante este período de tiempo, no sería capaz de lanzar ningún hechizo o el desgarro podría agravarse.

Un mes o dos serían tiempo más que suficiente para que la Iglesia lo sacara del recoveco más inescrutable de la capital.

Por lo tanto, su única opción era “cooperar” con Michelle.

No estaba en posición de indagar sobre las verdaderas intenciones de Michelle.

Incluso si esta bruja tenía un plan oculto, ¿qué podía hacer? Benjamín se encontraba entre la espada y la pared: sería quemado vivo si era atrapado por la Iglesia o atrapado por Michelle y dejado a pos de su muerte como Annie. Cualquier opción lo llevaría a la muerte, ya que estamos también podría ingenuamente “creer” que Michelle era lo suficientemente bondadosa como para rescatarlo.

Después de todo, ahora no era más que un muñeco de felpa roto.

Benjamín siempre había pensado que la fortuna favorece a los tontos. Si ese era el caso, no le importaba hacerse el tonto y ver si La Diosa de la Fortuna se quedaba de su lado.

-"¿Hacia dónde nos dirigimos?" Benjamín preguntó mientras él y Michelle se encaminaban por una remota senda en medio de la oscuridad de la noche.

-"A la Iglesia, para matar a todos esos feligreses pretenciosos", contestó Michelle con indiferencia.

-"¡Genial, siempre he querido hacer eso!" Benjamín dijo mientras reprimía su perplejidad mientras trataba de parecerse a un tonto con una expresión entusiasta.

No era fácil soportar sus migrañas, mientras respondía constantemente a las mierdas que decía Michelle.

Benjamín sentía que no podía seguir con eso.

En otras palabras, el dolor de cabeza reprimió su insaciable curiosidad y evito que acosara a Michelle en pos de sus intenciones.

Así fue como siguió a Michelle sin conocer a donde lo dirigía. Sin embargo, dentro de sí, sintió esperanza en su corazón. Era como si ya no le importara incluso si Michelle lo vendiera a la Iglesia.

Era algo como... Si tuviese un examen mañana a primera hora y no reviso los temas para el mismo, y sin embargo se sentía a gusto con tal situación.

Sintió que lo mejor era a seguir a Michelle mientras volvía al Espacio en la Conciencia para seguir con los arreglos. Lo que sea que sucediera en realidad dejó que ocurriera.

A decir verdad, en tales condiciones, si Michelle lo hubiera conducido a la Iglesia, probablemente sería capturado antes de que lo supiera.

Afortunadamente, sabía que Michelle no estaba tan loca.

El tiempo pasó y pronto se detuvieron. Benjamín fue alertado por el Sistema para salir del Espacio de Conciencia y volver a la realidad.

Una vez que recobró el conocimiento, comenzó a observar su entorno.

Estaba en un patio trasero abandonado en algún lugar de las afueras. El patio estaba vacío iluminado solo por la luz tenue de la luna. Lo único visible era un árbol marchito y un pozo.

No había ni rastro de gente a su alrededor. Parece que el patio lleva ya bastante tiempo deshabitado.

Incluso si Benjamín renuncio a su propia vida y no podía molestarse por nada de lo que pasara, no podía evitar sentirse un poco desconcertado.

¿Por qué Michelle lo trajo aquí?

Qué Raro...

Aunque sabía que no recibiría una respuesta directa, no pudo evitar preguntar:

-"¿Por qué me trajiste aquí?".

Afortunadamente, Michelle respondió sinceramente esta vez:

-"La Iglesia casi nos alcanza, tuvimos movernos o correr el riesgo de que nos descubran. No es como si pudiéramos seguir escondiéndonos así".

¿Cambiamos la guarida?

Benjamín parecía un poco melancólico hasta que momentos después, su expresión cambió cuando puso su mirada en el pozo del patio.

Tenía una imaginación muy creativa. Pensó en el pozo y lo conectó a lo que Michelle había dicho.

¿Podría ser que el pozo tenga como pasadizo secreto?

Como si tratara de probar la teoría de Benjamín, Michelle siguió caminando y se detuvo ante el pozo. Miró profundamente hacia el fondo del pozo como si contuviera numerosos secretos que los ayudarían a escapar.

Benjamín estaba lleno de expectativas.

Havenwright, siendo la capital del reino, tenía una muralla perfecta. Si se quiere entrar o salir de la capital, hay que pasar por las puertas de la ciudad a juro. Ahora que las puertas de la ciudad estaban cerradas por la Iglesia, nadie podía pasar. Por lo tanto, les era imposible irse. Sólo podían jugar al escondite en las afueras. Y si no tenían cuidado, su rastro sería encontrado y rastreado por la Iglesia.

Si hubiera un pasadizo secreto, eso cambiaría las tornas del juego.

Al igual que antes, cuando usaron el túnel secreto de la posada para escapar de la iglesia y salir de la ciudad. La Iglesia seguiría dando vueltas en su busca mientras él se tomaba un descanso.

Eso sería... ¡asombroso!

"¿Qué estás mirando? ¿No crees de verdad que el pozo tiene un pasadizo secreto no?" Michelle se giró para mirar a Benjamín, aplastando sus esperanzas y sueños. "La ciudad no tiene ningún pasadizo que salga de la ciudad. Cuando construyeron el reino, el Papa echó un encantamiento Antimagia sobre las murallas de la ciudad, para que las murallas no se derrumbaran ni nadie pudiese cavar un túnel que cruzara las murallas".

"..."

Mierda.

Sin embargo, después de una inspección más cercana, Benjamín pudo ver que el pozo no estaba seco y tenía un flujo constante de agua. Desde el principio no existía la posibilidad de que hubiese un pasadizo secreto.

Se había emocionado por nada.

Justo cuando Benjamín empezaba a sentirse perplejo, Michelle sacó una daga. Se levantó la manga y se cortó en el antebrazo. La sangre recorrió el mismo y cayo dentro del pozo.

Benjamín quedo aturdido.

¿Qué...está haciendo?

Michelle se sentó junto al pozo y dejo que su sangre goteara dentro. Empezó a cantar un hechizo del que Benjamín jamás había escuchado. El escenario actual se parecía al escenario de un sacrificio.

Benjamín, que estaba parado al margen, sintió repentinamente una enorme oleada de Energía Espiritual proveniente de Michelle. Las partículas circundantes fluctuaron inusualmente.

El nivel de la Energía Espiritual de Michelle superaba al del Obispo y estaba casi rivalizando con el del Papa.

"Santa M..." Benjamín maldijo.

¿Qué demonios...?

Antes había comprendido el talento mágico de Michelle y la última vez que utilizo un hechizo, también pudo sentir su Energía Espiritual. Honestamente hablando, Michelle estaba ligeramente por encima de él en términos de Energía Espiritual, pero no era nada fuera de lo común.

Es cierto que no se habían encontrado por un buen rato, pero ¿cómo obtuvo ella una Energía Espiritual tan poderosa?

Benjamín estaba anonadado más allá de las palabras y casi se preguntaba si podría estar alucinando.

Pero esto... no parecía ser correcto.

Si no fuera por su dañada Energía Espiritual, definitivamente lanzaría la Detección de Partículas de Agua para observar los cambios ocurridos dentro de Michelle. Pero ahora, sus manos estaban atadas y sólo podía mirar fijamente lo que estaba pasando.

Benjamín tenía una extraña sensación en su tripa y sintió la necesidad de detener a Michelle. Sin embargo, por precaución, decidió no hacer nada.

Michelle... ¿qué planeas hacer?

Poco después, Michelle termino con su encantamiento y se volvió para mirar a un Benjamín que parecía una tumba de lo callado que estaba.

-"No tengas miedo, sólo estoy abriendo las puertas de la ciudad," Su voz era tosca como una serpiente de cascabel en el desierto y le provoco escalofríos a Benjamín.

-"La Iglesia depende de la fe de los ciudadanos cerrando temporalmente las puertas de la ciudad. Pero si se produjera un brote en la capital, eso forzaría a todos a entrar en pánico y la Iglesia se vería obligada a abrir las puertas de nuevo, independientemente de su influencia en la población".

Su mirada fue a su brazo chorreante de sangre. Dejo de hablar por un instante y luego continuó:

-"Para iniciar una histeria colectiva, he extendido una maldición a todos los ciudadanos".