⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 123:"Plaga"
Michelle rápidamente volvió su brazo y utilizó el hechizo Agua de Vida para curar su herida. Se bajó la manga y volvió a su normalidad, como si nada hubiera pasado.
Benjamín miró fijamente al pozo como si viera las Puertas Al Inframundo mientras se abren.
-"Tú..."
-"¿Qué te preocupa? No es una plaga real. Es sólo una maldición," Michelle parecía sentirse débil pero su voz sonaba tan fría como siempre. "Lo que necesitamos ahora es una distracción. Los maldecidos mostrarán los síntomas de una epidemia. Eso y la enorme bola de agua que creaste, traerán una extrema confusión sobre la capital. Bajo tal presión pública, la Iglesia no será capaz de mantener cerradas las fronteras y entonces podríamos escapar".
Intencionalmente se detuvo y sonrió sarcásticamente:
-"No pensabas que yo iba a esparcir una plaga real en la ciudad, ¿verdad?".
-"..."
Benjamín suspiró aliviado.
Él sabía que Michelle era una persona que haría cualquier cosa para lograr sus metas. Sin embargo, ella no era una asesina sanguinaria. No mataría a todos en la capital ni haría daño a una ciudad llena de gente inocente sólo para alcanzar sus objetivos.
Benjamín sólo tenía un entendimiento limitado de las maldiciones. Comúnmente, las maldiciones se lanzan cara a cara. Lanzar una maldición a través del agua sería algo muy complicado de hacer. A menos que uno tuviera un método especial, de lo contrario el impacto de la maldición disminuiría aún si se lanzara con éxito.
Extender una maldición con sangre debe ser uno de esos métodos especiales. Pero no importa lo especial que fuera, no debería ser capaz de causar una masacre, ¿verdad? Si ese fuera el caso, este sería un hechizo sacado del mismo infierno.
Bueno, si sólo iba a causar el surgimiento de algunos síntomas y no la muerte, lo encontró bastante aceptable.
Pero...
No le sentó muy bien la manifestación de la Energía Espiritual de Michelle
Benjamín dudó por un rato, pero decidió preguntarle: "¿Cómo creció tan rápido tu Energía Espiritual? No era tan fuerte la última vez que te vi."
Michelle no parecía que le molestara la pregunta y contestó: "Esto es lo que obtuve del tesoro oculto del mago, incluyendo esa forma peculiar de lanzar una maldición con sangre. No habría podido usar algo así de otro modo".
Benjamín estaba perplejo.
¿El tesoro oculto del mago?
¿Era esa... cosa que fue dejada atrás por el mago "Soul´s Fire" que él y el Sistema miraron con desdén y pensaron que no llegaría a nada?
Oh, mierda...
Benjamín se estaba pateando a sí mismo con remordimiento.
¿Cómo pudo entregarle un objeto tan grandioso a Michelle? Si su Energía Espiritual se hubiera elevado de manera similar a la de Michelle, la enorme Bola de Agua que había desatado en la ciudad no lo habría dejado en esta condición. Incluso su runa de agua exploto.
Suspira...
Benjamín, que estaba lleno de pesar, reconoció instantáneamente otra preocupación.
"Ahora que eres tan poderosa, no tendrías que temerle tanto a la Iglesia. Podrías haber simplemente haber atravesado las barricadas. No había necesidad de lanzar semejante maldición, ¿no?" Preguntó.
"Sólo he mejorado mi energía espiritual y no mi afinidad con las partículas", respondió Michelle. "Mi magia no ha aumentado tanto. Intentar oponerme a la Iglesia, simplemente con solo la fuerza de mi Energía Espiritual no sería suficiente".
Benjamín asintió mientras pensaba en ello.
Eso lo explica todo…
Su afinidad con las partículas era lo más importante para un mago. Decidía cuánto control poseía un mago sobre las partículas y determinaba la fuerza de su magia. La Energía Espiritual era más bien un poder de soporte en relación a eso.
Sin embargo, el mero aumento de la Energía Espiritual también era bastante chocante.
Después de todo, no era solo un aumento de poder de un punto o dos, sino que la Energía Espiritual de Michelle se había multiplicado entre diez y veinte veces su fuerza anterior.
Realmente era... increíblemente poderosa.
Benjamín aún tenía muchas preguntas sin responder. Era una pena que Michelle solo volviera a responder tonterías a cambio. Benjamín no pudo continuar con sus investigaciones.
Benjamín tuvo que rendirse.
No tenía sentido molestarse si la otra parte se negaba a hablar.
Desde el punto de vista de las cosas, Michelle parecía querer verdaderamente ayudarle a escapar de la capital. Si ése era el caso, él no quería meterse en camino.
Mientras pasara un mes o dos, sería capaz de llenar la grieta en su Espacio de Conciencia. Una vez que recuperase su poder, no importa qué trucos bajo la manga tenga Michelle, ya no tendría más miedo.
Y antes de que eso ocurriese, Michelle podía hacer lo que quisiera. Estaba fuera de sus capacidades detenerla.
Después de lanzar la maldición, Michelle fue lo suficientemente cautelosa como para eliminar sus rastros dejados atrás. Luego sacó a Benjamín del patio abandonado y lo llevó a un nuevo escondite que se convertiría en su nueva base secreta.
Durante todo este proceso, Benjamín volvió de nuevo a su Espacio de Conciencia y continuó con las reparaciones de la brecha.
No notó que, en el momento de su partida, el rostro de Michelle comenzó a revelar una expresión siniestra. Dicho esto, así fue como comenzaron sus días escondidos
Requeriría tiempo qué se desarrollará el Caos que quería Michelle. Durante ese tiempo, sólo podían cambiar de escondites para evadir a la iglesia.
Benjamín creo un plan para obtener información sobre los Lithur. Curiosamente, la Iglesia sólo había iniciado una investigación en su hogar y eso era todo. Los Lithur seguían viviendo cómodamente en casa y no fueron capturados bajo los cargos de conspirar con un mago.
Benjamín no lo entendió del todo, pero conocido ello, le permitió concentrarse más a gusto en los problemas que tenía entre manos.
No se encontraba en la mejor posición. Se habían mudado a más de diez lugares en un lapso de siete días para evitar ser arrestados por la iglesia.
La mayor parte de las mudanzas se hicieron durante la noche. En otras ocasiones se disfrazaban de ciudadanos comunes y se mezclaban con la multitud durante el día mientras viajaban a su próximo destino.
Benjamín no entendía en qué se basaba el juicio de Michelle. Aunque debido a que una vez formó parte de la Iglesia y había tratado con la Iglesia bajo una identidad falsa, Benjamín estaba más que tranquilo dejándola manejar todo.
Evidentemente, Michelle realmente sabía cómo evitar la Iglesia porque a pesar de que los Santos Caballeros estaban a plena vista pateando las calles de arriba abajo, investigando casa por casa. Pasaron siete días completos y, sin embargo, todavía no tenían pista alguna.
La sangrienta semilla que Michelle había sembrado, había comenzado a brotar en los últimos siete días…
La maldición, junto con el flujo del agua, se extendió por todos los hogares. Al segundo día, muchos se enfermaron. Se sentían febriles, temblorosos y quedaron inconscientes. A partir de ese día, no quedaron plazas disponibles en ninguno de los numerosos hospitales de la capital.
Pasaron unos pocos días más y, sin embargo, los médicos quedaron impotentes ante el rápido aumento del número de pacientes, a los cuales, no podían tratar.
Un ambiente terrorífico, se fue extendiendo lentamente dentro de la ciudad.
Corrían todo tipo de rumores por las calles. Algunos decían que era un castigo de Dios. Otros, una conspiración por parte de los Magos... La imaginación del público se volvió loca, especialmente desde que ocurrió el incidente de la bola de agua de hace unos días, las historias se estaban descarrilando rápidamente.
Sin importar cuál de los rumores escuchases, todos señalaban en una dirección.
La Iglesia.
Después del día de la ejecución y la aparición y el descenso de la Bola de Agua, la Iglesia hizo un enorme anuncio diciendo que "Grant" había caído convirtiendo en el lacayo de Satanás. La bola de agua que apareció ese fatídico día no era nada más ni nada menos que magia negra. Por lo tanto, las puertas de la ciudad fueron cerradas para capturar a "Grant".
Aunque los civiles se sintieron incómodos, les pareció comprensible.
-Eso fue antes de que la "plaga" arrasara con la ciudad.
Una vez que la "plaga" estalló, los ciudadanos corrieron como pollos sin cabeza por todas partes. Temían que la "plaga" pudiera ser contagiosa y querían irse temporalmente a otro lugar. Sin embargo, nadie podía salir de la ciudad porque la Iglesia tenía las puertas de la capital, cerradas. Así, la frustración de la población solo siguió creciendo día a día en torno a la Iglesia.
El común de la gente pudo soportarlo durante los dos primeros días. A medida que los esfuerzos realizados por los médicos parecían volverse más y más fútiles, y el número de pacientes solo seguía aumentando, apareció gente que no pudo aguantar por más tiempo.
En el quinto día, los rebeldes intentaron atravesar las puertas de la ciudad. El número no era impresionantemente grande y en última instancia, fracasaron. Los santos caballeros que custodiaban las puertas los mataron a todos y la inquietud que había en la ciudad se detuvo temporalmente.
Pero solo era la calma antes de la tormenta.
Mientras la "plaga" no cesara, la ciudad no estaría en paz. Bajo el disfraz del silencio, la insatisfacción y la voluntad del pueblo con deseos de vivir se difunde en su interior.
Finalmente, al octavo día hubo un giro de los acontecimientos.
Inicia sesión para reaccionar y/o comentar a este capítulo
+10
+50
Comentarios del capítulo: (0)