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WAMR - Capítulo 155
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Capítulo 155: La Misión de los Mercenarios

La atmosfera de la taberna volvió a enrarecerse una vez más. La multitud que los rodeaba parecía retomar el interés, pero ahora, los dos misteriosos hombres de antes fueron olvidados por la gente y los personajes principales ahora eran Benjamín y los cazadores.

El cazador al que dispararon se dio cuenta finalmente del estado en el que se encontraba mientas se subía con prisa sus pantalones

  • M*ldito mocoso, tu… - Enfurecido, parecía estar a punto de abalanzarse sobre Benjamín y luchar a muerte al instante siguiente. Sin embargo, sus pantalones se caerían si aflojara su agarre por la falta de cinturón. Como resultado, sus movimientos se veían muy torpes y limitados, así que solo podía apretar los dientes e insultar a Benjamín mientras estaba anclado en su sitio. Incluso sus acompañantes estaban sonriendo ante su bochornoso impedimento.

-  Oh, por favor, ¿sigues todavía aquí? – Benjamín suspiro molesto: - Yo tengo un arma, tu no. No puedes pelear conmigo, así que no puedes vengarte. ¡Ya que no puedes vengar tu honor, deja de hacerle perder el tiempo a todos! Vuelve y abróchate tu cinturón, ¿de acuerdo?

Benjamín sintió que sus palabras fueron muy diplomáticas, pero desafortunadamente la otra parte se negó a entrar a razón. - Yo... ¡Te matare! – El cazador se subió sus pantalones y dio un pisotón al suelo, negándose a retirarse, mas no pudo apresurarse a tacar a Benjamín.

La situación se puso tensa una vez más. Los otros cazadores le dieron un consejo a su colega.

  • Olvídalo, tiene una pistola.

La escena quedo en Stand by nuevamente antes de que finalmente lograron convencer a su amigo. Benjamín vio de reojo a los misteriosos hombres antes de que los cazadores salieran del lugar.

Por fin, la taberna volvió a tranquilizarse. El público negó con la cabeza, decepcionados, antes de seguir adelante con sus vidas. Benjamín también enfundo la pistola y se preparó para regresar a sus aposentos y continuar meditando

  •  Hermano. – Benjamín se detuvo al escuchar ser llamado por una voz mientras se daba la vuelta para irse, -Gracias por tu ayuda.

Benjamín se giró para ver a los misteriosos hombres quienes estaban detrás cubiertos con manos. – No hay problema, esto es solo una cosa menor. – Benjamín hizo un gesto indiferente mientras respondía: - No hice esto para ayudarte, el dueño de la taberna es amigo mío, solo quería evitar que dañaran su propiedad con su pelea.

Extrañamente, el más joven parecía ofendido. – Esa era una preocupación  innecesaria. Si estallara una pelea entre nosotros, los únicos que resultarían dañados serían sus brazos – dijo con arrogancia mientras señalaba la empuñadura de la espada que tenía envainada en su cintura. En ese instante, el más viejo, se volvió y le frunció el ceño, como criticando su inmadurez, mas no refuto sus palabras.

…¿Oh?

El interés de Benjamín se despertó cuando recordó algo. Ambos hombres le trasmitieron una sensación muy específica a Benjamín, parecían menos lanzados que los soldados endurecidos por la guerra, pero más orgullosos que los bandidos y ladrones comunes. Esta particular sensación de nitidez desencadeno algo en la memoria de Benjamín. Eran muy similares al jefe Silverfox. También eran viajeros de tierras extranjeras. No le tomo mucho tiempo llegar a una conclusión cuando noto que sus espadas parecían encantadas.

  • Sois mercenarios

Los hombres compartieron una mirada momentos después de escuchar las palabras de Benjamín. El viejo se giró a ver a Benjamín y dijo: - Vaya vaya. Esto estaba fuera de nuestras expectativas. ¡Y pensar que todavía quedaría alguien en el reino de Helius que conociera esa palabra! Por favor, no corras la voz, solo vinimos a localizar a una persona. No tenemos ninguna intención maliciosa.

Benjamín se encogió de hombros por simple incredulidad. No podía evitar relacionar a estos dos mercenarios de icor con el asesino extranjero enviado para asesinar al Papa. ¿Realmente no tienen otros planes ocultos?

Aunque Benjamín tenía mucha curiosidad por su misión, los mercenarios solían ser un grupo honorable que trataba las reglas de su profesión con el mayor respeto. Era poco probable que Benjamín lograse sacarles nada. Por lo tanto, no se arriesgó a problemas y abandono por completo sus líneas de interrogación.

Por el contrario, les susurro en voz baja después de despachar al camarero a su trabajo: ¡Tengo una misión para ti! ¿Estas interesado?

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Los mercenarios se sorprendieron por su proposición. Compartieron una mirada antes de responder, su voz fue apagada y callada, - Normalmente, tendríamos que pasar por un procedimiento estándar de la Asociación de mercenarios antes de que pudiéramos tomar ninguna misión. Sin embargo, a veces llevamos a cabo misiones privadas.

No profundizo más, y era evidente que estaba esperando a que Benjamín diera los detalles y recompensas de la misión. EL hecho de que no lo rechazara directamente era una buena señal

  • No te preocupes, es un trabajo fácil. Benjamín sostenía una gran bolsa de oro y la sacudió ligeramente ante ellos: - Solo necesito que vayas a un lugar aislado de la capital imperial y saques algo que quiero. Tu misión terminara una vez me traigas los bienes.

Por razones de seguridad, Benjamín se encargó de esconder varias de sus pertenencias antes de dejar el reino. Las cruces que saco del sacerdote, el Cristal elemental de Luz, El Espejo de Annie, una caja llena de balas benditas…Aunque Benjamín se preparó mentalmente para el dolor de perderlo todo, seria grandioso el tener una oportunidad de recuperarlas.

Las cruces podían impulsar su energía espiritual y su poder de recuperación seria especialmente útil ahora. Como conoció a estos dos mercenarios de casualidad, más le valía pedirle ayuda para recuperar los bienes. No había necesidad de que temiera que los mercenarios le filtraran noticias de que Benjamín era un mago pues ¡no tenían ni idea de que lo era! Además, aunque lo descubrieran, tampoco tendrían motivos para exponerlos a la iglesia, después de todo, la iglesia estaba reprimiendo a los mercenarios mientras cazaban a los magos. El enemigo de mi enemigo, es mi amigo; les sería imposible trabajar con la iglesia.

Esas fueron las razones por las que Benjamín sintió que podía darles esta misión a estos hombres

Por razones de seguridad, Benjamín oculto el cuales eran sus pertenencias.

  • La capital imperial…ciertamente, está en nuestro viaje, dijo el mercenario mayor con renuencia, - pero no estamos seguros de la duración de nuestra estancia en el reino de Helius. Tenemos miedo de que ya te hayas ido para cuando volvamos a Crewe.

  • Eso no es problema, Si he salido de la ciudad, ya debo de estar fuera del país para ese entonces – Sacudió su cabeza y continúo: Díganme sus nombres y los buscare en la Asociación de Mercenarios.

Los mercenarios dudaron un poco al principio, mas asintieron después de pensarlo un poco. –Cuando estas en la asociación, pregunta por Ciel y Louis. Nos encontraras allí.

Después de unas discusiones apagadas, Benjamín les pago un depósito de 2 monedas de oro, e hizo un acuerdo de pagarles las 18 monedas de oro restante una vez que le entregaran los bienes. Luego, les dijo el lugar en donde enterró las cosas. La misión finalizaría después de eso. Benjamín se despidió de ambos mercenarios antes de regresar a su habitación en la parte de atrás de la taberna para continuar con su meditación. Los dos mercenarios se veían satisfechos después de dejar la taberna, y continuaron camino a la salida de la ciudad para continuar su viaje.

{En la carretera}

  • ¡Que Suerte! Originalmente pensé que íbamos a desperdiciar nuestras fuerzas viniendo para el reino de Helius. Afortunadamente recibimos esta misión extra, así que al menos, tendremos algún tipo de ingreso. Dijo el más joven suspirando

El mayor resoplo: - ¿Cómo sabes que estamos perdiendo el tiempo? Si encontráramos a esa persona, ¡No podríamos gastar todo el dinero de la recompensa en toda nuestra vida!

  • La noticias más recientes dicen que apareció por última vez en la aldea cercana al lago Perseo, al norte de la capital imperial – Dijo el joven mercenario mientras sujetaba su cabeza, - pero las noticias más recientes datan de hace un mes. Aparentemente un buen número de caballeros Santos peinaron la zona, pero fue en vano. El señor nos contrató para venir aquí, pero ¿Cómo podemos encontrarlo?

El mayor se veía sombrío cuando dijo: - Es una gran misión, lo menos que debemos hacer es intentarla. Ya estamos bastante mejor informados que los demás. La mitad de los mercenarios de Icor  probablemente vengan en asalto  al reino de Helius dentro de un mes más o menos para arrebatarnos esta misión.

Se detuvo y dijo: - Al menos, estamos por delante de ellos de momento.

 


Capitulo extra por la referencia de Juli Freixi (Y porque puedo)

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