Capítulo 156: Nuevos Inventos

Benjamín pasó tres días tranquilos en la ciudad de Crewe

Paso la mayor parte de su tiempo meditando. No había practicado magia en años. La fuga, la grieta en el Espacio de Conciencia…Habían demasiados factores que contribuyeron a su falta de meditación. Finalmente, ahora tenía la oportunidad de ponerse al día con sus deberes.

Por supuesto, no se pasó todo el día meditando. Aun no había salido al bosque, pues aún estaba dentro de las fronteras del Reino y podía será arrestado por la iglesia. Por lo tanto, también paso tiempo investigando más a fondo la puerta de los Cruzados.

La taberna era el mejor lugar para obtener la información mas reciente. Podía simplemente sentarse a escuchar a escondidas o compartir una pinta o dos con los demás y fácilmente podía encontrar una gran cantidad de información útil.

Conoció toda clase de personas en la taberna. Los soldados de la entrada, al cocinero, al oficial de suministros, los limpiadores y artesanos quienes afirmaban estar involucrados en la reparación de la entrada… Benjamín no se atrevía a profundizar en los detalles, pero le basto para trazar los planos de la puerta.

También se las arregló para enterarse de las cruces de reserva.

Escucho de un oficial de suministros militares medio borracho que aparte de las diez cruces que los guardias tenían en la entrada, habían otras 50 cruces guardadas en un almacén en lo profundo de la puerta. La llave del almacén estaba en manos del oficial de suministros militares y mientras hablaba de ello, incluso saco y dejo colgando la llave justo como un niño mostrando su nuevo juguete. Obviamente estaba borracho, si no fuera por la multitud, Benjamín habría tomado la llave ahí misma.

Benjamín no era de los que dejaban pasar una oportunidad tan buena. Mientras el oficial de suministros tambaleaba ebrio fuera de la taberna, inmediatamente le siguió. Estaba dispuesto a arrebatarle la llave apenas el oficial pasara por una calle vacía.

Para su consternación, el oficial se desmayó apenas salió de la taberna y causo una conmoción. Antes de que Benjamín pudiera ofrecerle una “mano amiga”, dos civiles de buen corazón ya habían ayudado al pobre hombre a levantarse y a acercarse a la puerta.

Benjamín podría explotar por tal escena. Perdió una oportunidad perfecta. Esos dos ya lo habían levantado y lo llevaban en brazos, y él estaba a una distancia considerable por precaución. No podría llevar a cabo su plan a tiempo aunque quisiera.

Solo podía consolarse al pensar que el oficial era un borracho y que siempre parecía estar en una taberna. Aunque ahora había perdido su oportunidad, siempre podía esperar a la siguiente. Dicho esto, cuando regreso a la taberna, el camarero le dijo que el oficial nunca había venido a beber a la  taberna, y era fue su primera vez. El oficial probablemente no regresaría una segunda vez. Benjamín se llenó al instante de arrepentimiento.

Suspiro…Solo podía buscar otra forma de obtener la llave.

Bueno… No hay mal que por bien no venga- Al menos se enteró de las cruce de resguardo y donde estaban guardadas. También sabia donde obtener la llave. Lo siguiente que pudo indagar fue sobre información interna de la puerta y la oportunidad para colarse dentro de la misma.

En el mejor de los casos, la jefa de la sastrería le diría a Benjamín cuando la gente de la puerta salga a buscar provisiones. Entonces podría ocultarse en uno de los sacos de comida seca y así infiltrarse para robar las cruces.

Y así de fácil, mientras formulaba un plan para entrar, finalmente pasaron tres días.

En la mañana del cuarto día, su vida tranquila fue interrumpida. No fue un acontecimiento importante lo que interrumpió su paz, sino más bien un pequeño grupo de magos que yacía escondido en el pueblo de Crewe, quienes convocaron una reunión.

Después de la clase de magia anterior, Benjamín tenía un sentido de la responsabilidad para con estas personas.

Por lo tanto, decidió interrumpir su meditación y asistir a la reunión.

Benjamín uso un pasadizo secreto para llegar a sótano escondido una vez más. Se dio cuenta, que la cara de todos era diferente. Había mucha gente reunida discutiendo a fondo sobre sus prácticas de magia. Sus mejillas estaban enrojecidas más y más según aumentaba el calor de las discusiones.

Era una escena muy distinta a la primera vez que los conoció, donde apenas eran unos vecinos entrometidos charlando en el mercado.

Benjamín dio un profundo suspiro de satisfacción al ver esto.

¿Qué más podía decir?

El queso le cambia el sabor a la tostada.

El resto se dio cuenta rápidamente de la llegada de Benjamín y todos corrieron hacia el como si fueran los lameculos del salón.

• Maestro Benjamín, oh no esa bien… ¡Sir Benjamín ha llegado!

• La técnica es extremadamente efectiva, ¿Cómo consiguió una técnica tan buena?

• Señor Benjamín, me he encontrado con un pequeño problema en la meditación, realmente necesito su consejo.

-…

Benjamins se ahogó con tantos sonidos y apelaciones. El rápidamente hizo un gesto con la mano y levando su voz para calmar a los veinte magos entusiastas.

• De poco a poco… uno en uno…Si alguien tiene alguna pregunta pregunte de uno a uno. Mientras este dentro de mi conocimiento responderé. Por favor, no se apresuren…

Después de mucho esfuerzo al final logro que la multitud no se le fuera de las manos.

Luego comenzó la sesión de preguntas y respuestas.

Debía decir ante todo, que el conocimiento e la gente aumento enormemente, incluso si solo han sido tres días, se podía notar ello por las preguntas que hacían. Antes ni siquiera estaban seguro de que eran las partículas mágicas y ahora estaban analizando como las partículas mágicas actuaban con la gente

Por supuesto, ahora, las preguntas eran cada vez más difíciles de responder. Así como el mercader Varys que deliberaba sobre si las partículas mágicas eran una material espiritual o extrínseca. Si en ese caso, fuera extrínseca, ¿Por qué podrían ser usadas espiritualmente entonces?

¿Cómo respondería a Benjamín a ese tipo de preguntas?

Al final, tuvo que encarnar el espíritu ateniense y concluyo que la respuesta debía de obtenerse basado en un debate continuo. Animo a todos a discutir hasta alcanzar una conclusión.

Una vez más se reunieron y entablaron una acalorada discusión.

Benjamín finalmente dio un gran suspiro

Honestamente, la forma que practicaba la magia era diferente al resto. No podía aplicar su experiencia con ellos, Tienen que descubrir su propio camino y dirección.

No podría ser de mucha ayuda para ellos

Justo cuando pensó que esta reunión terminaría en un debate apasionado, de repente hubo una aparición de un olor desagradable. Todo el mundo tuvo que taparse la nariz por tal pestilencia.

• ¿Qué pasa? ¡Eso apesta! – Se quejó alguien de la multitud

Benjamín no se esperaba un giro tan grande en los acontecimientos.

…¿Qué coñ-…?

No me digas que la iglesia libero un arma química.

Todos estaban igual de desconcertados y se giraron hacia la fuente del olor

Apareció un joven arrastrándose por la entrada secreta, sosteniendo un cubo de madera con su mano derecha, el hedor provenía de este cubo.

¡Frank! Grito una joven airada: ¿Qué haces? Llegas tarde a la reunión y ahora apestas todo el lugar, ¡Realmente eres una desgracia andante!

Benjamín se sorprendió por la respuesta. Era uno de los suyos. En realidad pensó que la iglesia los había encontrado.

Bueno, ese joven, “Frank” le parecía familiar

Y… también le sonaba familiar.

¿No era el tipo que tenía demasiado acento sureño y no podía pronunciar la magia?

Frank se sentía avergonzados rascándose la cabeza, y los miro a todos:  - Pol favol, no se enoje no ma´, no lo hice a propósito´. Llegue talde por una razón y se debe también que hice un descubrimiento con esta cosa, Dejen explicarme no má´

Benjamín tenía ganas de reír, por oírle hablar.

Cuando la jefa lo presento, el joven hablo con un acento sureño muy fuerte, por lo que solo pudo entender unas pocas frases. Tuvo que conectar los puntos para adivinar qué mensaje trataba de transmitir.

No era de extrañar que solo pudiera aprender el hechizo de Agua de la Vida, ya que tendría fuertes problemas para castear con su acento.

• ¿Qué descubriste? ¿Qué podías apestar a la iglesia con tu cubo?- Respondio la joven  de forma sarcástica insatisfecha mientras aguantaba la respiración

Frank estaba acostumbrado al sarcasmo y lo ignoraba. Se rio tímidamente.

• No, nosotros ya no tenemos que pasa´ por las pueltas.- Agito la cabeza y dijo: - Podríamos pasal por las montañas sin temer a los grifos, todo gracias a esta cosa en el cubo.