⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 163: Plan de Asedio (Parte 2)
El cambio fue de improvisto, sumado al hecho de que la risa de la maga Joanna sonó un poco apagada, los soldados en la entrada no tuvieron el tiempo suficiente de reaccionar, no pudieron hacer más que ver como las bolas de fuego se dirigían hacia ellos a punto de impactar contra su pecho.
Sin embargo, de manera inesperada, justo cuando la bola de fuego estaba a punto de convertir a los soldados en cenizas, las cruces que utilizaban para discernir entre los comunes y los magos, se agrietaron y se rompieron por sí mismas, liberando un haz de luz sagrada protectora, bloqueando así a las bolas de fuego
– Como…
Viendo la escena ante ellos, Joanna quien había lanzado las bolas de fuego, y Andy, se quedaron atónitos olvidándose de que en teoría tenían que correr hacia la entrada.
Originalmente, en su imaginación, las dos bolas de fuego matarían inmediatamente a los soldados. Mas lo que ellos no sabían es que las cruces tenían capacidades polivalentes, sirviendo tanto como un método de detección, como de medio para protegerse de los ataques
Esto los cogió completamente fuera de base.
Es escudo alrededor de los soldados se disipo y como si esto fuera el gatillo, los libero de su estupor. Vieron a los dos magos no muy lejos de si, se miraron entre ellos y se prepararon para salir corriendo hacia dentro de la Puerta para pedir apoyo.
Sin embargo, justo cuanto se preparaban para correr, el mercader Varys corrió repentinamente hacia adelante, aferrándose firmemente a la pierna de uno de los soldados
– ¡Auxilio, ayúdenme! ¡los magos están aquí! ¡socórranme! ¡No dejen que me hieran!¡ No me dejen morir!
El soldado entro en pánico y casi tropieza con el suelo.
– ¿Qué haces? Suéltame.
Puede que no lo parezca, pero Varys tiene unas manos increíblemente fuertes, lo que le permitió aferrarse fácilmente a los muslos del soldado. Los soldados querían librarse de Varys, pero ante el pánico, no pudieron hacerlo correctamente.
De inmediato, los hombres detrás de Varys quienes empujaban los carros, cargaron hacia adelante, apretujándose contra la Entrada de la Puerta de los Cruzados. La Entrada era de por sí bastante ancha, pero no existe campo lo suficientemente grande para tal muchedumbre, definitivamente no podían pasar a la vez de 7 a 8 personas, de cinco a seis carros y varios sacos de comida al mismo tiempo.
Y así, la entrada de la Puerta fue bloqueada, todo el mundo quedo bloqueado, y los dos soldados quedaron inmóviles completamente
– ¡Suéltame! ¡Los magos están viniendo! ¡tenemos que sellar la puerta!
– ¡No, no aprietes más! ¡Mi cintura!¡Mi cintura!
– ¡No nos dejes fuera! ¡moriremos!
– ¿Dónde me estas tocando? Deja de tocarme, ¡Quítame tu mano de encima!
– ¡Ouch! Mi pie, ¿¡Quién me piso el pie!?
“…”
La escena era un despelote.
Parados a diez metros de la Entrada, estaban Joanna y Andy– Los ejecutores del ataque, quedaron estupefactos ante la escena que transcurría ante ellos.
– ¿deberíamos continuar?
– Podríamos herir a alguien accidentalmente; creo que mejor debemos esperar y ver qué sucede.
Rápidamente los otros soldados apostados en la Entrada quienes estaban de servicio se sintieron atraídos por la ruidosa escena. Se acercaron y al ver a los soldados, Varys, la muchedumbre, los carros y los sacos y sacos de comida, además de todo el desorden generado, quedaron boquiabiertos.
Esta podría ser la escena más caótica que jamás hayan visto.
Después de que recobraran el sentido común, caminaron hacia el frente para intentar rescatar a los soldados en la multitud, sin embargo, subestimaron la magnitud del desastre, y fueron incapaces de sacar a nadie, más bien, Ocurrió que incluso quedo un soldado extra atrapado entre la multitud.
– ¿Qué paso? ¿Qué es lo que les pasa? Los soldados no involucrados en el asunto mantuvieron una distancia prudencial antes de realizar la pregunta.
– ¡Es un ataque de los magos! ¡Bloqueen las puertas!
Al oír esto, un soldado fue de inmediato a la palanca para cerrar la puerta de golpe. Pero justo cuando la iba activar, dudo.
– No, Están bloqueando la puerta, si la bajo de golpe, todos morirán.
Después de un pequeño corte de silencio, entre la pila de humanos surgió una voz – ¡Entonces tira de todos nosotros!
Pero en respuesta a ellos, todos los soldados dejaron de hacer lo que estaban haciendo, nadie cerró la puerta ni tampoco intento tirar de nadie en el atasco.
– ¿Por qué? ¿Que estáis esperando para hacer algo?
Los soldados arribados a la escena se miraron, pero nadie dijo nada
Puede que los externos a la situación no pudieran comprender la incompetencia de los soldados, mas como uno de ellos, los soldados en la pila de gente entendieron la situación rápidamente
No podían tirar de la gente hacia adentro – porque esa era su responsabilidad. Aquellos que dejaran que nadie entrase a la Puerta sin la debida revisión, serian severamente castigados si fueran descubiertos por el Obispo o por un líder de pelotón.
Pero, ahora, los magos estaban atacando, si no cerraban el portón rápido, serian traspasados. Entre estas dos contradicciones, no eran más que simples soldados y no podían tomar decisiones.
– ¡Que alguien vaya en busca del sacerdote, los otros que nos ayuden a meter a la gente! ¡Rápido! ¡Los magos vienen en camino! Si ellos logran pasar, ¡Estaremos jodidos! , – Grito Varys, imitando las voces de los soldados.
La situación en la entrada era muy caótica, con ellos formando un montículo de carne, sería imposible que nadie se diese cuenta de quién fue el que dijo eso. Ahora, los soldados quienes estaban en Shock sin poder hacer nada, fueron reactivados al escuchar “¡los magos vienen en camino!”, siguiendo automáticamente la sugerencia.
Durante este tipo de situaciones, todo lo que necesitan los soldados es una simple instrucción.
Y así como así, todos se pusieron en marcha, preparados para empujar a la gente atascada al interior de la Puerta.
Al mismo tiempo, el soldado más cercano a la puerta lateral la abrió y entro raudo a buscar al sacerdote de guardia en la Puerta, para repeler al ataque enemigo.
Después de lugar por cinco minutos, uno de los objetos que bloqueaba la entrada fue liberado, permitiendo que los soldados, la gente, las carretas y los sacos de comida, fuesen finalmente liberados, cayendo dentro del pasaje de la Puerta de los Cruzados
Todos cayeron al suelo, sintiendo tanto dolor que les fue imposible levantarse de inmediato
¡bang!
Un soldado tiro de la palanca, y el portón de acero quien ha resistido incontables hechizos se cerró con un fuerte rugido. Y de esta forma, la Puerta de los Cruzados fue sellada.
Una vez que el sacerdote fue informado, vino a la entrada. AL entrar miro el desorden en el suelo, frunció el ceño para preguntar:
– ¿Quién puede explicarme que pasa aquí?
Inmediatamente un soldado pregunto: ¡Hay un ataque de magos proveniente del exterior! Atacaron usando bolas de juego, ¡destruyendo así dos cruces!
– Eso ya lo sabía. – El sacerdote agito la cabeza en muestra de desaprobación y señalo al desorden en la entrada: – ¡Pregunto por esto! ¿Qué sucede con esta gente? ¿Quiénes son y por qué los dejaron entrar?
– Esto… – el soldado tartamudeo, no podía encontrar las palabras para explicarlo
Fue justo entonces que Varys se quitó el polvo de su cuerpo. Se levantó y camino hacia el sacerdote cargando una expresión de vergüenza en su rostro, Varys se inclinó ante él.
– Déjeme explicarle – Le dio la mano al sacerdote, suspiro y usando una voz con un tono inusualmente sincero dijo: – Permítame presentarme, soy Varys, un mercader de la ciudad. Me han pedido esta comida; vinimos a entregársela. Desafortunadamente la entrega coincidió con el ataque de los magos hacia la Puerta. Todos querían escapar del peligro en el caos que le sucedió se volvió de alguna manera en esto. Me disculpo por todos los presentes.
– ¿Comida? ¿Varys? – El sacerdote no se veía especialmente feliz, quiso rechazar su saludo. De repente su expresión cambio, – Tu eres, tu eres ese…–
Desafortunadamente, no pudo concluir la siguiente mitad de la oración – Varys continuo lo que el sacerdote estaba diciendo, sonriendo sinceramente:
– Tienes razón, Soy ese mago.
El sacerdote fue incapaz de decir nada más.
Nadie supo cuándo, Varys saco una daga de su bolsillo. Mientras el color de la cara del sacerdote se desvanecía y Varys empezaba a sonreír de ojera a ojera, mientras nadie se fijaba en ello, clavó la daga profundamente en el pecho del sacerdote.
El tiempo se detuvo.
– Sir Benjamín no estaba equivocado. – De repente, el sacerdote escucho de manera distorsionada lo que Varys dijo, – Solo usando un arma sin encantar, se puede llevar a cabo un ataque sorpresa sin activar el poder de las cruces.
Al escuchar esto, el sacerdote abrió su boca como intentando responder, pero sin poder hacerlo
Después de finalizar la sentencia, Varys soltó la daga. El sacerdote quedo de pie por unos instantes más, antes de caer al fin, al lamentable suelo del caótico pasaje.
Sus ojos estaban abiertos de par en par, con una expresión de horror grabada a piedra en su rostro; Como si aun en sus últimos momentos, no tuviera la capacidad de comprender lo que estaba sucediendo antes de que su vida le fuera arrebatada de manera, brutal.
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