⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 164: Tomando la puerta
No fue sino hasta que el sacerdote se derrumbó, que los soldados a su alrededor reaccionaron ante lo que estaba pasando
Entre ellos, había quienes pensaban que el sacerdote seguía vivo y querían salvarlo; algunos ya habían desenvainado sus espadas listos para el combate, mientras que otros se dieron cuenta de lo que sucedían y se dieron la vuelta para correr y avisar a todos los que estaban en la Puerta para que vinieran a ayudar.
Y los magos, fueron quienes respondieron mejor de todos los presentes.
Entre los sacos de comida esparcidos por el suelo, de repente se escuchó el sonido de varios canticos malditos. Quienes antes empujaban las carretas dejaron de fingir, ahora solo casteaban maldiciones. Antes de que los soldados, pudiesen dar un paso más, se formaron cerca de veinte bolas de fuego en el aire. haciendo que la temperatura en el pasillo, subiera abruptamente.
Los magos escondidos entre los sacos de comida, los cortaban de uno en uno y surgían de ellos, como si fueran convocados desde el mas allá.
Descontando el hecho de que parecían cachorritos sacudiéndose después del baño intentando quitarse de encima los granos de comida de su cuerpo, en general tenían un aire imponente.
– ¿Qu–Que?... Ustedes, ustedes son todos magos...
Frente al area abarrotada de magos, las bolas de fuego que flotaban en el aire se veían tan aterradoras como un dragón de fuego, haciendo que los soldados casi se desmayaran de miedo.
– Estuve mucho tiempo esperando por este día. – La Jefa también salió de un saco, con una bola de fuego en su mano, mirando ferozmente a uno de los soldados. – La última vez que estuviste en mi tienda, regateaste por un par de zapatos por casi dos horas, y al final, cuando reduje el precio, este hijo de un carruaje lleno de putas no los compro. Debo de cobrar mi deuda por tal ofensa.
Al oír eso, los soldados se quedaron estupefactos. Como si solo entonces, se hubiesen dado cuenta de que, en realidad los magos, era los residentes de la Ciudad e Crewe.
La jefa de la sastrería, el viejo herrero, los meseros del hotel...ellos no eran más que gente ordinaria y poco remarcable, y ahora, resulto que todos eran magos, con la capacidad de convocar bolas de fuego del tamaño de una cabeza, todas ellas apuntando hacia ellos.
Esto hizo que sintieran lo absurdo y la desesperación al mismo tiempo.
Así que, incluso antes de que tuvieran la oportunidad de hacer sonar la alarma, Varys hizo un gesto con su mano, una señal para que los magos empezaran la lucha. Las bolas de fuego se unieron unas con otras, capa por capa, conviertiendolas verdaderamente en un dragón, y fueron lanzadas hacia los soldados quienes no tenían a donde esconderse.
Las cruces en las manos de los soldados se rompieron una tras de otra, protegiéndolos. Pero al final, solo quedaban ocho, ¿Cómo se suponía que se iban a defender contra veinte bolas de fuego disparadas continuamente? Rápidamente, ante el fuego infernal, los custodios de la puerta, ardieron, dejando nada atrás.
Los diez soldados en servicio, sumados a los otros quienes escucharon la conmoción, fueron obliterados.
Viendo esto, Varys se acercó a la manilla, girándola para abrir la Puerta una vez más.
– ¡Hey! ustedes dos, pasen. El único sacerdote del lugar ya fue erradicado por nosotros. – Dijeron los magos apostados en la Puerta a los holgazanes y despistados de Joanna y Andy.
Los dos magos quedaron asombrados por ello.
– ¡Fueron demasiado rápidos, ni siquiera dejaron nada para mí! – Respondió Joanna con pesar mientras guiaba a Andy adentro
Cuando entraron, Varys cerró la Puerta, al mismo tiempo, los otros magos fueron a la otra puerta y también la cerraron.
Durante este proceso, otros soldados quienes no sabían nada de la conmoción, entraron por curiosidad al pasillo, desde las puertas laterales, dando como resultado sus muertes a manos de los magos.
–Está hecho, ahora que las entradas están selladas, nadie más puede entrar. – Varys le dio una mirada a cada uno de los otros magos, respiro profundamente y prosiguió, – el siguiente paso, es deshacerse de los soldados restantes que están aquí, solo entonces, la Puerta de los Cruzados, ¡Sera nuestra!
Escuchando, cada uno de los presentes asintió con excitación. Estaban ansiosos por llevar a cabo el plan, algunos estaban tan llenos de emoción que les temblaban las manos.
¡Esto era...esto era la Puerta de los Cruzados!
Inclusive hasta al mediodía de hoy, observaban los altos torreones, que solo podían ser descritos como Im–presionantes– Pero jamás habían dado un paso para llegar a acercarse. Habían sido bloqueados demasiado tiempo por esta Puerta, con el tiempo se habían acostumbrado a su existencia, y a tener pensamientos tales como "La Puerta de los Cruzados no se puede cruzar" en sus mentes, grabadas a fuego.
Pero ahora, de hecho, habían cruzado la entrada, y se habían apoderado de esta famosa fortaleza militar. A lo largo de todo el proceso, la oposición en su contra no había sido la gran cosa, de hecho, había sido demasiado fácil, tanto que apenas podían creerlo.
– No importa cuán grandes sean sus puertas, cuan gruesas sus paredes, no son más que cosas inertes, las personas protegidas en su interior son lo más importante. – Ellos no podían evitar recordar esas palabras de cuando hacían sus planes dichas por Benjamín.
Quizás la gente dentro de sus muros había tenido demasiado tiempo de paz, estaban acostumbrados a lo impenetrable de sus murallas, mas ellos mismos no podían igualar el poder de su Puerta.
Esta noche, la ciudadela estará vacía.
Así, bajo el mando de Varys, los magos se dividieron, entrando por las puertas laterales, comenzaron a limpiar con los remanentes de los soldados que quedaban en la Puerta.
Cada uno de ellos iba con una bola de fuego en sus manos, derribaron cada puerta preparados para lanzar las bolas de fuego dentro, Sin embargo, se sorprendieron al ver que muchas de las habitaciones estaban vacías, la desolación en la puerta era peor a la que esperaban
No era de extrañar, que después de todo el alboroto que hicieron, fueran tan pocos los soldados que salieron a revisar que sucedía.
Se las arreglaron para barrer la Puerta de los Cruzados completa, en una hora. Y durante este proceso, no tuvieron que matar ni a una persona.
Podía ser o porque los soldados apenas acababan de salir de su turno de la noche anterior estos seguían durmiendo en sus camas; o que cuando abrieran las puertas, los soldados ya estaban de rodillas con las manos en sus cabezas suplicando por sus vidas. Bueno, los magos que tenían las bolas de fuego en sus manos solo tuvieron que sujetarlas, nunca llegó el momento de lanzarlas.
Ataron a los soldados y los encerraron en unas cuantas habitaciones, convirtiéndolos en sus prisioneros.
Después de barrer el lugar, solo entonces descubrieron que el número total de soldados en la Puerta de los Cruzados ni siquiera llegaba doscientos.
Veinte magos contra doscientos soldados, los magos sintieron que la diversión se había esfumado.
– la gente restante... ¿hay alguien protegiendo a Sir Benjamín? – Dijo uno de los magos preocupado al analizar la situación actual.
El decir eso fue como verter sobre todos, un cubo de agua fría, todos y cada uno de ellos dejo de sentirse eufórico por su victoria.
Ahora ellos pensaban en los miles de soldados que habitaban siempre en la Puerta, en el Obispo y el Sacerdote que siempre custodiaban la puerta. Estaban seguros de que el ataque a la Puerta había sido tan fácil debido a que Benjamín estaba encargándose de esta gente.
viéndolo desde otra perspectiva, ellos no se habían enfrentado al verdadero poder de la Puerta de los Cruzados. Justo ahora, en las montañas de la parte norte del reino, Benjamín se encontraba cara a cara contra todo el poder de la Puerta de los Cruzados.
– Yo... ¡yo tengo que salvar al Maestro Benjamín! – Joanna de repente se levantó y grito: – ¡No he hecho nada, y vosotros sois quienes conquistasteis este lugar!, ¡To también quiero matar a un Sacerdote!
– ¡De acuerdo! ¡Yo también quiero ir!
– El Maestro Benjamín no puede morir...
– ¡Iremos juntos y tomaremos a esos tipos de la iglesia por sorpresa!
"..."
Ahora, la multitud parecía haber tomado un nuevo enfoque y todos se mocionaron.
– ¡Suficiente! – Grito Varys en voz alta. deteniendo las maquinaciones de la multitud, – ¿Qué sentido tiene que vayamos allí? ¿Realmente podemos vencer al Obispo? Es más como si fuéramos a caminar hacia nuestra muerte, Sir Benjamín no querrá que vayamos para allá y le arruinemos las cosas.
– Pero... – Alguien no se dio por vencido y pregunto: – Si el Maestro no regresa... ¿Qué haremos entonces?
Tal vez todavía no sé habían dado cuenta de ello, solo conocen a Benjamín desde hace menos de medio mes, pero debido a la ley de cultivo, que les permitió crear este plan, Benjamín se volvió, poco a poco en alguien irremplazable
Como si... se estuviera convirtiendo en el corazón y alma del gremio.
– El regresara. La voz de Varys sonaba firme.
– ¿Estás seguro...?
Varys agito su cabeza, se detuvo antes de decir arrogantemente: –Te sientes así porque no lo sabes, Sir Benjamín es el legendario Demonio de Agua. Ya se ha escapado una vez de las mismas narices del Papa, ¿cómo puede compararse a eso un insignificante Obispo? ¡Te preocupas mucho por Sir Benjamín cuando deberías de preocuparte por el Obispo en su lugar!
Después de escuchar esto, el murmullo de la gente se volvió un silencio absoluto, era como si un maestro hubiese entrado al salón de clases. La incredulidad se veía en cada uno de sus rostros.
Ahora, en el pasaje no podía escucharse ni un alma.
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