Capítulo 195: La pequeña nota del mago

Hawk abrió la puerta y dio la bienvenida a Benjamín y a los demás en la habitación.

Se sorprendió un poco y dijo: –Sir Benjamín, ¿has cambiado de opinión? Nuestro Maestro de Gremio no es como se ha imaginado. Es un hombre muy amable. Dudo que le cause problemas...

Benjamín levantó la mano para detenerlo. –Gracias por su amabilidad, pero nuestro horario está decidido. Partiremos mañana y nos dirigiremos hacia Carretas. Realmente no tenemos tiempo para pasar por la capital. – Al escuchar esto, la expresión de Hawk mostró que se había dado cuenta de que no había nada más que decir o hacer.

–Sir Benjamín, me acaba de decir que está a punto de salir del país ilegalmente. ¿No temes que me presente ante el Gremio para que os arresten a todos? – sonrió con suficiencia.

Benjamín se encogió de hombros y respondió: –Sólo lo estoy discutiendo. En realidad no hice nada. ¿Discutir algo es un crimen?

"..."

Los magos detrás de Benjamín se taparon la boca y se rieron. Hawk se quedó en silencio.

Como cabildero del Gremio de Magos, tenía un deber. Así, respiró hondo y volvió a tomar compostura de manera tranquila y amistosa. Se enfrentó a Benjamín y le dijo de nuevo: –Si es así, señor Benjamín, ¿para qué me buscó?

Benjamín agitó la cabeza, –No es un asunto serio. Es sólo que... ¿No se desmayó Sir Richard durante el duelo de ayer? Como fui yo quien lo noqueó, estoy bastante preocupado, vine a visitarlo hoy.

Mientras hablaba, señaló a los magos que estaban detrás de él: –Estos son mis amigos. Eran médicos antes de esto. Después de convertirse en magos, se interesaron en la Magia Curativa. Así que los traje aquí para ver si pueden ofrecer algún tipo de ayuda.

Después de escuchar esto, Hawk miró a los magos robustos que estaban detrás de Benjamín, aparentemente algo dudoso de sus palabras. Sin embargo, probablemente no pensó mucho más en ello. Así que se dio la vuelta y abrió el tabique, mostrándoles las camas.

– Richard no ha recuperado la conciencia desde ayer. Tampoco pareciera que el Agua de la Vida tuviese algún efecto. Hawk estaba un poco preocupado. – Se mantiene ahí acostado. No tengo ni idea de por qué.

Al oír esto, Benjamín se sorprendió bastante.

Imposible. ¿Fue el efecto de su gigantesca Bola de Agua tan aterrador? Noqueó a alguien durante un día y una noche, ¿sin forma de saber cuándo se despertará?

Era inevitable que se preguntase  había algo intrínsecamente malo en el cuerpo de Richard.

Pero esta era una buena oportunidad para ellos. Era como si los Cielos los estuvieran ayudando.

De los magos del Gremio de Magos, uno de ellos ya había perdido el conocimiento y estaba acostado en su cama, inconsciente. Debido a esto, sería más fácil para ellos tratar con el otro mago.

Justo cuando Hawk se giró para mirar a Richard, Benjamín hizo una señal a la gente que estaba detrás de él. Los magos que estaban tras él asintieron a cambio. Benjamín se adelantó y le dio una palmadita a Hawk en el hombro.

–Lo siento. ¿Qué te parece esto? Que miren a Sir Richard para ver si está enfermo. Tal vez sepan qué hacer.– Él tranquilizó a Hawk de una manera aparentemente agradable.

Cuando Benjamín llamó la atención de Hawk, el mago más fuerte de todos, el viejo herrero caminó hacia ellos. Actuó como si quisiera tratar a Richard. Y cuando Hawk no estaba mirando, el viejo herrero agarró la cabeza  de Hawk y la golpeó contra la pared a su lado.

¡Bang!

Benjamín no pudo evitar fruncir el ceño.

La antigua pared blanca ahora estaba manchada de sangre. A Hawk lo pillaron con la guardia baja. Sus miembros temblaban como los de una rana que había sido pisoteada. Ni siquiera le dio tiempo a soltar un chillido.

–No morirá por esto, ¿verdad?– preguntó Benjamín.

El viejo herrero se limpió la sangre de Hawk de sus manos. Puso sus manos bajo la nariz de Hawk y busco sentir su aliento. Él agitó la cabeza y dijo: –No te preocupes. No murió. Aún respira.

Benjamín caminó hacia Hawk y comprobó que realmente no murió. Gracias a Dios, simplemente quedó inconsciente. Como mucho, tendría una conmoción cerebral, pero definitivamente no moriría. Su conciencia podía mantenerse limpia.

El proceso de dejar inconsciente a Hawk fue viento en popa. Como Benjamín y los demás eran magos, Hawk no habría pensado nunca en prevenirse de un ataque tan simple y brutal por muy cauteloso que fuera.

Además, la charla y la diversión de Benjamín fueron muy convincentes.

–De acuerdo. Átalo.– Dijo Benjamín después de volver a sus cabales.

En respuesta, los demás magos se adelantaron y usaron la cuerda y la ropa que habían preparado de antemano para atar a Hawk. Incluso su boca fue amordazada. Esto en post para que no tuviera la oportunidad de cantar hechizos después de recuperar el conocimiento. Con absoluto y total detalle. Así es como Benjamín lidia con las cosas.

Planeaba noquear a los dos, atarlos y encerrarlos en la habitación. Cuando el dueño del hotel se diera cuenta de que algo iba mal y viniese a revisar la habitación liberándolos, Benjamín y su pandilla ya estarían lejos. Sería muy difícil encontrarlos. Con eso, los funcionarios de Icor no podrían saber qué parte de la frontera sobrevolarían. No tendrían forma de rastrear al grupo.

–¿Qué, qué estás haciendo?

Sin embargo, cuando los magos estaban ocupados atando a Hawk, Richard, que estaba inconsciente en la cama, apareció de repente. Los miró con temor.

Benjamín estaba horrorizado.

–¿No estuviste inconsciente todo este tiempo?– Preguntó inseguro. Pero muy pronto, como si se le hubiera ocurrido algo, dijo: –No, no es del todo correcto. Ya lo sabía– Dijo él. –  Entonces, ¿estabas fingiendo que te habías desmayado todo este tiempo?

Al oír esto, la expresión de Richard se convirtió en angustia.

–¿Quién, quién es el que fingió desmayarse? ¿Por qué fingiría desmayarme? YO, YO...– No podía hablar correctamente ya que parecía tratar de explicar por qué se había despertado repentinamente. Pero en ese momento, fue como si se hubiera convertido en tartamudo con un espasmo desagradable. Gastó mucha energía, pero no pudo explicar nada.

Benjamín suspiró y volvió a hacer señas al viejo herrero.

El viejo herrero entendió la señal y caminó hacia Richard. Con el mismo método, golpeó la cabeza de Richard contra la pared. Richard probablemente todavía estaba tratando de explicar por qué había fingido que se había desmayado, así que no se resistió en absoluto y dejó que el viejo herrero hiciera su trabajo.

Y así, con un golpe amortiguado, toda la habitación se quedó en silencio. La explicación de Richard, tartamudo pero hablador, se interrumpió de repente.

– De Hecho, estos magos del Gremio de Magos son gente extraña.– Exclamó uno de los magos.

Benjamín no pudo evitar estar de acuerdo. ¿Qué es eso de estar "fingiendo estar desmayado"? No era como si fuera tan joven. ¿Tenía que llegar a ese punto sólo por perder un duelo? Era como un estudiante de primaria quedándose en la cama para intentar verse como un enfermo para no tener que ir a la escuela.

Y pensar que hizo feliz a Benjamín por un momento. Pensó que su Hechizo de Bola de Agua había desarrollado algunos efectos extraordinarios.

Y así como así, usaron una manera extremadamente violenta pero sencilla de tratar con los dos magos del Gremio de Magos. Todo el asunto fue muy bien gracias al hecho de que sus oponentes no estaban preparados, además, ordenar a los magos robustos que ataran a la gente hizo que Benjamín se sintiera como el jefe de una mafia.

Desafortunadamente, no había gafas de sol en este mundo. Si no, definitivamente habría conseguido un par para sí mismo.

Por misericordia, Benjamín no tomó todas sus cosas después de registrar los cuerpos de los magos. De hecho, sólo tomó una pequeña nota arrugada que tenía una frase escrita en ella por Hawk.

Después de eso, salieron de la habitación.

Al caer la noche, el grupo de Magos se encontraba completamente preparado. Trajeron su equipaje y dejaron dinero para el pago de la habitación. Escabulléndose en la oscuridad, dejaron silenciosamente su hotel y la ciudad de Hank.

Una vez más, viajaban de noche, hacia el este. Planeaban eludir a Regina y pensar en una manera de llegar a la frontera entre Icor y Ferelden, la cual sobrevolarían silenciosamente.

Caminaron durante más de cuatro horas.

Para entonces, ya habían abandonado la ciudad de Hank y ahora estaban al pie de una montaña que era casi imposible de escalar. Debido a la difícil travesía y al hecho de que la zona que tenían por delante era una zona activa bastante infame infestado de Bestias Mágicas, decidieron acampar aquí por la noche. Descansarían y continuarían su viaje a la mañana siguiente.

En la estrecha y oscura tienda de campaña, Benjamín bajó la cabeza y sacó la nota de antes.

Era la nota que Benjamín sacó del bolsillo de Hawk antes de salir de la ciudad de Hank. Benjamín la había mantenido en su mano durante mucho tiempo, lanzándola y girándola para leerla una y otra vez.

La nota arrugada escribió un mensaje muy claro:

[Asusta al Diablo de la Bola de Agua. No dejes que se acerque a la capital.]

Empecé a hacer una reedición de la novela, De momento llevo [5/195] por editar.

No lloren por mi, yo ya estoy muerto.