Capítulo 59: ¿Ha terminado la guerra? Un ingenuo pensamiento

Benjamín sabía que lo primero que un mago debía hacer cuando participaba en una batalla era crear distancia entre él y el enemigo.

Definitivamente no debería dejar que los diez Limpiadores se acercaran a su alrededor.

Sin embargo, Benjamín sintió que su fuerza mental estaba casi agotada cuando las oleadas del dolor de cabeza le golpearon porque había usado demasiados hechizos continuamente. Era demasiado tarde para que huyera para distanciarse de los enemigos.

¡Eso fue porque los Limpiadores cargaron hacia él con una velocidad increíble!

Afortunadamente para Benjamín, Michelle no se quedó al margen y no hizo nada cuando estaba bloqueando las espadas de la santa luz.

Mientras cantaba un largo y complicado hechizo, extendió sus manos y apuntó al suelo frente a los limpiadores. El suelo se convirtió en un pantano de la nada y la velocidad del limpiador se redujo a la mitad al entrar en el pantano.

"¿Hechizo De Pantano?"

Benjamín vio este hechizo en la "Introducción a la Magia". Era un hechizo de nivel intermedio que podía convertir un suelo sólido en un pantano. Este hechizo definitivamente tenía su dificultad, ya que también explicaba la falta de respuesta de Michelle cuando fue atacada. Trataba de lanzar el hechizo desde el principio.

Este hechizo funcionó de maravilla cuando se utilizó en este escenario. El ritmo de los limpiadores se redujo y Benjamin finalmente encontró espacio para recuperar el aliento.

Consiguió crear distancia de los Limpiadores corriendo contra su dirección. Al mismo tiempo controlaba también la bola de agua, que aún tenía los fragmentos sagrados de luz encapsulados en ella. Tiró la bola de agua a los limpiadores.

La sagrada luz y la bola de agua no eran una amenaza para los limpiadores. Sin embargo, sí les causaron algunos problemas, ya que los fragmentos de la luz sagrada se rompieron a través del arremolinamiento que lentamente desapareció.

Detuvo completamente su ritmo de carga.

El verdadero potencial del hechizo de pantano comenzó a revelarse en este momento. Los limpiadores se hundían lentamente en el suelo mientras  trataban con la bola de agua y los fragmentos de luz sagrada. Algunos de ellos ya estaban arrodillados profundamente en el suelo.

Michelle entonces lanzó otro hechizo de nivel elemental --- Hechizo congelante.

Aunque se trataba de un hechizo de ataque básico, su potencial era mayor que el del hechizo de nivel intermedio cuando se usaba en esta situación.

El pantano empapado se congeló y se convirtió en roca sólida. Con el agua del hechizo de la bola de agua congelada, las piernas de los Limpiadores estaban atascadas en el suelo, ya que el agua se había deslizado en su armadura antes de que se congelara.

Los limpiadores estaban ahora completamente inmóviles con sólo unos simples hechizos que se complementaban entre sí.

Benjamin suspiró aliviado al ver esto.

Así es como los magos luchan. Una vez que estuvieras bajo el control del hechizo, los siguientes hechizos te frenarían aún más. El enemigo ya no podía luchar.

Por fin, Benjamín consiguió su victoria.

Los Limpiadores se dieron cuenta de la severidad de su situación y trataron de salir lo mejor que pudieron. Sin embargo, no podían liberarse ya que estos hechizos funcionaban bien juntos y tenían pesadas armaduras que les limitaban el movimiento.

"¿Por qué hiciste esto, Christine? ¡No puedo creer que te hayas convertido en el súbdito del diablo!" Uno de los limpiadores le gritó a Michelle desilusionado.

"La Santa Caballero Christine murió hace mucho tiempo" contestó Michelle con frialdad en su corazón. "Ahora, yo soy Michelle la maga."

Aunque los limpiadores se habían encontrado con tantas desgracias hoy en día, no podían ocultar su expresión de conmoción ante la respuesta de Michelle.

"Michelle..." Tú eres el caído. No me sorprende que nos conozcas tan bien". El Limpiador parecía muy disgustado. "Ninguno de nosotros esperaba que el más malvado caído que hemos estado tratando de capturar se haya estado escondiendo entre nosotros todo este tiempo."

Michelle se encorvo y desdeñosamente dijo: “Eso es porque tú y los de tu clase sois demasiado tontos. Nunca prestas atención a tu entorno".

Los limpiadores se quedaron en silencio cuando sintieron la más alta forma de traición al descubrir que su camarada era Michelle.

Benjamín se paró a un lado y no hizo nada. Aunque sentía curiosidad por saber la relación pasada entre Michelle y la Iglesia, no tenían el lujo de conversar, ya que los enemigos aún estaban justo delante de ellos.

Descansó un poco para recuperar su fuerza mental y volvió a lanzar hechizos.

Después de lanzar el Hechizo de Romper el Hielo por ocho veces consecutivas, Benjamín invocó unas cien flechas de hielo. Elevó las flechas y las orientó hacia los Desamparados Limpiadores.

Aunque era reacio a matar a tanta gente, no tenía otra opción que hacerlo, ya que ninguno de los Limpiadores debía seguir con vida.

Esa era la clase de batalla que esta era, donde un lado u otro deben ser completamente aniquilados.

A su vez Michelle lanzó un hechizo de flecha de hielo y convocó a unas diez flechas de hielo para atacar a los limpiadores.

Los Limpiadores no se rindieron ni siquiera bajo su desafortunada circunstancia. Se enfrentaron al cielo lleno de flechas de hielo sosteniendo sus espadas en alto y gritaron juntos con voz profunda.

"Que Dios me bendiga".

La luz sagrada irradiaba de sus cuerpos, y su intensidad no era más débil que la de la espada de la luz sagrada. Su armadura parecía que estaba viva bajo la sagrada luz. Sombras de escudos aparecieron en cada uno de sus cuerpos justo antes de que la flecha de hielo lloviera sobre ellos.

¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!

Se oyeron fuertes choques y hubo una tormenta de neblina blanca generada por los fragmentos de hielo voladores. Todo el alcantarillado fue enfriado en un abrir y cerrar de ojos.

Benjamín se sintió orgulloso de sí mismo por ser capaz de realizar una magia de este calibre. Fue capaz de producir tal ataque a pesar de que sólo aprender de magia recientemente. Aunque su ataque se hizo mucho más fuerte con la ayuda del cristal elemental de agua, ¡sus mejoras fueron el resultado de su propio trabajo duro!

Para ser capaz de matar a un equipo de Limpiadores, ya sea combinando múltiples tipos de tácticas de emboscada y un poco de suerte, Benjamin pensó que sería suficiente para clasificarse como un mago de primera clase.

"Eres muy cruel. ¿Cómo pudiste congelar a estas personas inocentes hasta la muerte?" El Sistema apareció repentinamente desaprobando sus acciones.

Benjamín respondió inesperadamente al Sistema.

"¿Qué sentido tiene mostrar piedad? Es sólo un acto del vencedor. ¿Alguien se levantará contra ellos y protestará su crueldad cuando maten a los magos? Estamos jugando nuestro papel de presa y depredador, eso es todo."

Al principio el sistema no tenía palabras y luego dijo:"¿Por qué no me regañaste apenas te eche el agua fría encima?"(*Que se burló de él, lo escribo porque hay un par de lectores que son cortos de mollera)

"..."

Este sistema definitivamente tenía un virus.

Cuando el polvo se calmó, Benjamin se dio cuenta de que era demasiado pronto para bajar la guardia.

Aunque los Limpiadores parecían un poco rudos con su magnífica armadura llena de agujeros, ninguno de ellos murió en la lluvia de flechas de hielo. De hecho, ninguno de ellos sufrió ninguna lesión grave.

¿Por qué demonios eran tan indestructibles?

Benjamín sintió que había subestimado a los limpiadores, aunque estaban atrapados en el pantano congelado.

Sin embargo, Benjamín no estaba preocupado en absoluto. Aunque tenían una gran defensa, defenderse de forma persistente no serviría de nada. Eran sólo tontos objetivos mientras no pudieran liberarse.

La armadura de los Limpiadores comenzó a congelarse mientras luchaban con el escudo contra la lluvia de flechas heladas. El pantano debajo de su pierna era tan duro como el cemento después de la congelación.

Esto les hacía más difícil luchar.

Michelle los miró como si fueran cadáveres durante este encuentro en la alcantarilla. Después de descansar un poco, volvió a cantar y de inmediato invocó una nueva hornada de flechas de hielo.

Benjamín hizo lo mismo después de que recuperó partículas de agua de su espacio de conciencia. Las flechas de hielo se formaron lote por lote en medio del aire.

Las flechas de hielo fueron lanzadas oleadas tras oleadas.

La temperatura ambiente de la alcantarilla cayó y el agua contaminada comenzó a congelarse por la influencia de estos ataques mágicos consecutivos. Incluso el aliento de Benjamín comenzó a condensarse cuando llego al punto de temblar por la temperatura ambiente.

Uno no podía evitar preguntarse cuántas flechas de hielo fueron invocadas durante este proceso.

"Esta gente se ve miserable. Deberían haber muerto por la emboscada al principio." El Sistema suspiró.

"..." De hecho, esto es muy cruel". Incluso Benjamin estuvo de acuerdo.

Después de unos cinco minutos de recibir una lluvia de miles de flechas de hielo, estos diez limpiadores finalmente murieron en esta oscura y sucia alcantarilla.

"Están......... Todos muertos."

Después de confirmar que no quedaban supervivientes, Benjamín finalmente suspiró aliviado como si por fin hubiera tirado una tonelada de piedra de sus hombros.

Finalmente lo consiguió.

Benjamín se sintió profundamente conmocionado después de todo este incidente. Mató a un equipo de limpiadores. Realmente mató a un equipo de limpiadores.

Nunca en su mente pensó que podría haber hecho esto en el pasado.

Independientemente de si fue intencional o resultado de varios factores...

Se hizo más fuerte.

Por supuesto que aún no era lo suficientemente fuerte. Benjamin podría haber estado en una situación peor o incluso morir aquí si no fuera por la repentina aparición de Michelle.

Michelle... seguía siendo Michelle.

"Nunca en mi mente hubiera pensado que me rescatarías........", pensó mientras miraba a Michelle que estaba en el otro extremo de la alcantarilla.

De repente, extendió su mano derecha de su espalda para revelar su pistola de plata que estaba cargada de balas benditas. Apuntó su arma a Michelle.

Estaba a punto de mostrar su habilidad de tiro rápido.

Michelle miró a Benjamín y sonrió.

Benjamin sintió de repente que su corazón se hundió.

No logró disparar su arma a tiempo antes de que el dolor familiar saliera de su estómago y se extendiera por todo su cuerpo. Benjamín dejó caer su arma y cayó al suelo debido al inmenso dolor.

Maldita sea...

Michelle había anticipado la emboscada de Benjamin y comenzó a cantar la maldición.