Capítulo 107 – Hacia la Tormenta
La reunión comenzó con una sorprendente declaración, y la historia que siguió fue profunda en muchas maneras. Mientras las preguntas fueron formuladas, el esquema del plan se formó gradualmente. Existían muchos problemas que Theodore no hubiera sido capaz de resolver si hubiese estado pensando por sí mismo.
Después de la discusión que pareció tanto larga como corta, sólo dos altos elfos se quedaron en la sala de reuniones.
Lumia cogió la tetera y le preguntó, "Ellenoa, ¿quieres algo de beber?"
"Ah, claro."
El humeante té se derramó en la copa de Ellenoa. El té se detuvo a dos tercios del camino, y Ellenoa sostuvo el asa de la taza cuidadosamente.
Ambas Lumia y Ellenoa eran altos elfos. Sin embargo, Ellenoa era una joven que apenas había experimentado su ceremonia de mayoría de edad, mientras que el Lumia era vieja. Por lo tanto, era natural para Ellenoa estar un poco incómoda. Como Lumia y otros altos elfos sabían esto, expresaron consideración por ella.
Lumia bebió de su taza de té antes de bromear en una juguetona voz, "Por cierto, ¿no es un gran caballero? Ese Theodore."
"¡Tos!"
Tan pronto como Lumia mencionó su nombre, Ellenoa dejó su copa mientras tosía fuerte. Pensar que no era Alisa sino Lumia sacando este tema. Fue tan sorprendente que Ellenoa olvidó administrar su expresión, y ella volvió su cabeza con un sentimiento de traición, revelando su rostro ruborizado.
Sin embargo, los altos elfos no se detuvieron allí. "Ahh, creo que es un poco triste. He estado aquí por un año y medio ya, pero todavía piensas en él más que en nosotros. ¿No estaría Naia llorando ahora mismo?"
"No, e-eso..."
"¿Qué, lo estoy entendiendo mal? ¡También hubo un tiempo en el que ardí con pasión, así que te animaré desde las gradas!"
"Gracias — ¡no, no es así!" Al final, Ellenoa sacudió la cabeza con una expresión de mal humor.
Como un alto elfo experimentando intensas y extrañas emociones por primera vez, Ellenoa encontró difícil mantener la compostura cuando se enfrentó a este tipo de dificultades, sobre todo en comparación con la antigua Lumia quien lo había experimentado antes. Lumia, que conocía este hecho, sonrió internamente mientras recordaba al joven que había estado en el centro de la mesa hace un momento. El joven, que mostró su juventud y sus habilidades, era indudablemente atractivo.
Es raro que un humano encienda tal pasión en nosotros, pero... él es definitivamente diferente.
A los 20 años de edad, Theo apenas había entrado en la edad adulta, pero él ya estaba expresando su opinión a gente sabia, mucho mayores que él. Él incluso tenía la capacidad de causar admiración de la sabia Naia. Estaba claro que Theo tenía una naturaleza heroica, que haría entrar su nombre en los libros de historia.
Si Lumia fuera cien años más joven, la llama podría estar ardiendo dentro de ella también.
"... Oh mi, realmente tuve ese pensamiento."
"¿Huh?"
"No es nada. Me olvidé de mi edad por un momento."
Ante la confundida Ellenoa, Lumia levantó la tetera de nuevo. Si Ellenoa pudiese ver los pensamientos interiores de Lumia, ella tendría que estar atenta. Sin embargo, la muchacha a su lado era muy distraída. Lumia ya se había terminado de convertir en una hermosa mujer, así que ella podría ser considerada una dura rival para Ellenoa.
Dicho esto, afortunadamente, no había viento frío procedente de Ellenoa en esta sala de reuniones. Después de tomar unos sorbos de té, Lumia pronunció palabras que traspasaron a través del corazón de Ellenoa, "¿Quieres ir a pelear con él?"
"... Sí."
"Lo sabía. Pero en esta situación, la persona adecuada es Alucard, no nosotros."
Las habilidades de los altos elfos dentro del Gran Bosque eran abrumadoras. Además de utilizar maná a voluntad, podrían temporalmente convocar a un gobernante elemental que ya haya desaparecido del mundo material. Había seis personas que podían esto.
Incluso si Andras y Meltor trabajaran juntos, este era un poder al cual era difícil garantizar una victoria. Podría ser llamado un poder que estaba destinado a protegerlos a sí mismos. Sin embargo, los altos elfos no eran los Arv y estaban limitados en cuanto a cómo podrían ejercer esas habilidades.
"No estás familiarizada con Ratatoskr y no puedes convocar a un gobernante elemental. Además, Alisa y Alucard ya se han movido. Nuestro papel es ayudarlos desde aquí."
"... Sí, entiendo."
"Deberías bendecirlos en lugar de preocuparte, Ellenoa." Lumia agarró la mano temblorosa de Ellenoa y le susurró con una voz afectuosa, "Nuestro bosque, nuestros padres, y a aquel en quien estás pensando, deséales suerte."
* * *
Por otro lado, Theodore dividió al personal como estaba previsto y se trasladó junto a Alucard, que mostró la habilidad de orientación que Ellenoa había utilizado. Alucard sabía cómo usarla activamente. Los árboles y la tierra se retiraron, creando un camino recto a través de la densa selva.
Una vez que la magia Grasa de un mago era añadida al camino...
Swiiik-
Seis cuerpos se deslizaron a un ritmo rápido. Ellos no tuvieron que dar ningún paso y se estaban moviendo a una velocidad que superaba a la de un carruaje. El mago de la Torre Blanca quien ideó este método tenía una mortal palidez en el rostro. Tal vez un medio para superar la energía eólica nacería de nuevo.
"Mira", Alucard dijo mientras se deslizaba junto a Theo.
"¿Por qué me llamas?"
"... No tienes que ser respetuoso. No puede ser evitado en público, pero eres el salvador de Ellenoa. No, tu ayuda en esta situación es suficiente para llamarte nuestro amigo."
Theodore se sentía nervioso. Estaba participando en la campaña para suprimir a Laevateinn y para evitar un desastre global, pero también estaba recibiendo algunos beneficios. A diferencia de Adoración de la Muerte que había usado magia negra, esta era un grimorio de rango leyenda que Theo podría ser capaz de absorber. Si lo hacía, iba a aplastar la pared del 6to círculo al instante. Por desgracia, no era filantropía como Alucard lo insinuó.
Como si él conociera el corazón de Theo, Alucard dejó de hablar durante un momento antes de comenzar de nuevo. "Primero, este es un informe sobre la situación actual. Alicia, quien se movió de acuerdo a las instrucciones, se enfrentó a Laevateinn y llamó al gobernante elemental de viento, creando un vacío a su alrededor."
"El resultado... No, ¿cuál es el resultado?"
"No está mal. El incendio forestal se calmó, y los pasos del gigante disminuyeron considerablemente. Es lamentable que no pudimos detenerlo completamente, pero la propagación de las llamas fue obviamente reducida."
El consejo de Gluttony había sido correcto. Theo asintió en su interior mientras escuchaba el informe de Alucard.
Las llamas que ardían del cuerpo de Laevateinn era un poder que trasciende las reglas de este sistema material, pero las llamas estaban sometidas al fenómeno de combustión ordinaria. Si se mantiene un vacío a su alrededor, el daño no será tan grande. Por supuesto, este método por sí solo no era una solución bastante buena.
El vacío sólo ralentizó la velocidad a la que el gigante se comía los alrededores. Tarde o temprano, el fuego quemaría la vegetación, y se transformaría en su tercera forma en cinco días. Luego renacería como el fuego de la destrucción que quemó toda la vida.
El objetivo principal de Theodore sobre el vacío era para detenerlo e interferir con su completa evolución.
Sin embargo, esas no fueron las únicas noticias de Alucard.
"¿Qué? ¿Es en serio?"
"Lo siento, pero así estan las cosas."
La cara de Theodore se puso rígida. Cuando empezó la reunión, él les había dicho que los ents y las dríades debían retirarse. Sin embargo, él acababa de recibir la noticia de que se habían negado. Fue tan inesperado que una absurda expresión apareció en su cara, pero hubo alguien que respondió a su pregunta.
Fue Edwin que se deslizó más cerca de él. "Benefactor, el modo de pensar de los ents y las dríades son diferentes a los de los elfos."
"¿El modo de pensar?"
"Sí, para ellos, el bosque no es un lugar donde viven."
Para los elfos, el bosque era su hogar y el fundamento de sus vidas. El origen de los elfos era vivir en armonía con los animales y las plantas.
Sin embargo, los elfos no se pueden comparar a los ents y a las dríades cuando se trataba de la cercanía con el bosque. Las dríades eran hadas que nacieron a partir de los árboles, mientras que los ents eran árboles que habían acumulado maná durante un largo período de tiempo.
Para ellos, el bosque era su vecino y familiar. Así que, a pesar de saber que sus acciones eran insensatas, no podían dar un paso atrás. Mientras morían en las llamas de Laevateinn, continuaron luchando al lanzar piedras y escupir veneno. A pesar de saber que la resistencia era inútil, las dríades y los ents, se arrojaron a sus muertes.
Crunch. Theodore inconscientemente apretó los dientes.
Maldita sea, si sigue comiendo dríades y ents... La mutación puede ocurrir más rápido de lo esperado. Una vez que eso suceda, será el final.
Las hadas y los árboles llenos de espiritualidad eran como presas ricas en nutrientes para Laevateinn. Un ent valía más que una árbol normal, y las dríades eran ofrendas útiles. Por otra parte, a pesar del hecho de que ellos respetaban la autoridad de los altos elfos, no era una relación de subordinación en la que tenían que escuchar sus comandos.
Mientras la mente de Theo se agitó rápidamente, le preguntó a Alucard, "Alucard, ¿cuánto falta para nuestro destino? ¡Ya nos hemos estado moviendo durante dos horas!"
"¡Muy pronto! ¡Esta preparado!" El momento en que Alucard respondió... Theodore sintió una sensación de ingravidez y recobró su equilibrio. Los seis magos, un alto elfo, y un elfo llegaron a su destino después de dos horas. Nadie tropezó en esta situación inesperada. Era la prueba de que sus nervios estaban tensos.
Luego frunció el ceño y murmuró.
"... Que terrible."
"¿Cuántos árboles...?"
El sol todavía estaba alto en el cielo cuando un horizonte rojo apareció más allá de los árboles. Sólo habían pasado unos pocos días desde que Laevateinn había iniciado sus actividades. Con Alucard y Edwin en la vanguardia, las ocho personas pisaron con cuidado hacia las llamas del horizonte.
Caliente.
No habían ni siquiera caminado 100 pasos, y ya estaban empapados por el sudor. En el momento en que llegaron a los 200 pasos, pudieron ver la devastación repartida a los árboles de los alrededores. Una vez que pasaron los 300 pasos, cenizas cayeron ya que la madera carbonizada se rompía bajo sus zapatos. A los 500 pasos, las ocho personas llegaron a la vanguardia.
En la frontera de la región oriental del bosque, se podía ver que una feroz batalla estaba teniendo lugar.
[Ohhh... ohh...]
[¡Piedras... lancen...!]
Enormes árboles de decenas de metros de altura se estaban moviendo. Como una persona, sus brazos se movieron hacia atrás, y tiraron piedras de la tierra.
La fuerza era equivalente a la de una catapulta. Cualquier gran monstruo se rompería en pedazos si fuesen golpeados por las piedras. Un estruendoso sonido retumbaba de forma continua en sucesión cuando las rocas caían. Este era el poder del guardián de las especies forestales, los ents.
Algunas personas admiraron la vista.
Sin embargo, Theo se acercó y gritó con severidad, "¡Detengan esto y retírense ahora mismo! ¡Ustedes luchando de esta manera no será de ninguna ayuda!"
El líder de los ents gruñó ferozmente.
[... ¡Hu... mano! ¡Tu comando... no... seguir!]
Lo mismo fue cierto para las dríades, que estaban flotando sobre las cabezas de los ents y les informaban de la posición del enemigo. Las pequeñas formas hechas de maná azul miraron a Theo. Podrían mostrar gracia a los altos elfos, pero no pudieron apreciar los seres humanos que principalmente invadían y dañaban los bosques.
Gracias a esta relación, fue una suerte que no lo atacasen, sin hablar de cooperar.
"¡Detente, Viejo Árbol Anciano!"
"¡No hemos venido a pelear contigo!"
Alucard y Edwin trataron de intervenir, pero las dríades y los ents, continuaron la lucha. Ellos no se preocuparon por el calor que se acercaba a ellos, como si fueran a saltar a la boca de Laevateinn. Algunos podían considerar esa virtud como estupidez, pero no Theodore.
... ¿Debo moverlos a la fuerza?
No era una tarea imposible. Quería evitar un consumo de energía innecesario, pero era mejor que darle ofrendas a Laevateinn. Puede causar problemas más adelante, pero su primera prioridad era superar esta crisis.
Cuando Theodore llegó a esta conclusión de una manera tranquila, el poder mágico brilló alrededor de sus manos, mientras que los otros magos que se dieron cuenta de esto rápidamente se tensaron. Fue una tácita prueba de su voluntad de unirse a él.
Sin embargo, Theo no tuvo que hacer nada.
[¡Hoing!] Fue debido a que el sonido de la antigua elemental, Mitra, saliendo de la tierra seca llamó la atención de todos los ojos.
Alucard exclamó a la vista del brote del árbol del mundo, mientras que Edwin se preocupó acerca de si debía inclinarse o no. La curiosidad de los magos aumentó a pesar de esta situación, y Sylvia movió sus dedos en señal de saludo.
Luego, en ese momento...
¡Kuuong! Con un sonido pesado, el líder ent cayó de rodillas.
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