Capítulo 184 - Aceleración de la parte Norte del Continente
El continente del Norte... Este era un hecho del que las personas que viven allí no eran realmente conscientes, pero la gente de otros reinos pensaban que el Norte estaba cerrado y daba una triste sensación.
Ya habían pasado cientos de años desde que los dos poderes, Andras y Meltor, estaban en guerra. Este era un ambiente que no podía ser comparado a la zona Central, donde muchos reinos convivían, o a el ambigüo sur. El sentido de patriotismo de los ciudadanos, así como la distancia de otros países, tenía que ser fuerte.
Sin embargo, esto no sería un problema si el norte sólo estuviera cerrado.
El problema era que uno de los poderes del norte cerrado era el reino más mágicamente avanzado en el continente, Meltor.
Ellos eran la principal civilización mágica de esta era. En las naciones centrales eran sensibles a la cultura avanzada y dinero, por lo que no podían ignorar a Meltor. Sin embargo, también era difícil unirse al imperio Andras.
"Esta vez, la situación cambiará", el rey actual de Meltor, Kurt III, habló mirando a su alrededor a la multitud.
Habían maestros de torre y magos mayores. También habían 12 personas de la corte, encabezada por el ministro de asuntos domésticos. Además, habían personas que eran influyentes en la ciudad. A diferencia de los nobles de otros reinos, los líderes de Meltor se reunieron en el palacio.
Sólo había una razón por la que este encuentro se producía cada año.
"A partir de hoy al mediodía, el Concurso de Magia de este año comenzará."
Era un lugar donde las nuevas teorías y los temas desarrollados durante el año pasado podrían ser mostrados; era un paraíso para los magos. El Concurso de Magia era un evento anual que se celebraba en el reino mágico de Meltor.
Mientras que el concurso era celebrado, los puntos de control de la ciudad se aflojarían y los residentes de otras zonas no dudarían en venir aquí. Esto quería decir que sería un gran evento, pero también era una oportunidad para que los espías de otros países entraran.
"Maestro de la Torre Roja Verónica."
"Sí, su Majestad", Verónica respondió a la llamada. El manto rojo con escudo dorado, símbolo de un maestro de torre, se agitó a causa de su poder mágico a pesar de que no había viento que soplara en el interior de la habitación.
"Como siempre, la torre roja está encargada de la seguridad de la capital. Gestionen y castiguen a fondo cualquier disturbio que se produzca en la ciudad."
"Como ordene su Majestad."
Kurt asintió con la cabeza y abrió la boca de nuevo, "Maestro de la Torre Blanca Orta."
"Sí, su Majestad." El que dio un paso adelante esta vez era el Maestro de la Torre Blanca Orta, en sus túnicas blancas y máscara blanca. Orta esperó cortésmente sus instrucciones.
"¿Qué pasó con la reconstrucción de la anterior red de vigilancia?"
"Consumimos cinco veces más mano de obra y materiales, y logramos ampliar la esfera de influencia a toda Mana-vil. El consumo de piedras de maná es grande, pero no debería haber ningún problema hasta después de que el Concurso de Magia termine."
"Bien. No te descuides de ser mis ojos y mis oídos."
Como se mencionó anteriormente, el Concurso de Magia era un evento anual importante para Meltor y una buena manera de ocultar a los espías de otros países. Con el fin de romper a través del sistema de vigilancia de Mana-vil, los Caballeros de Sombra de Andras eran enviados, pero era locura humana a fracasar muchas veces.
Según una leyenda, el número de agentes secretos que murieron en manos de Orta ya había superado tres dígitos. Este año, la canción de espías sin suerte continuaría.
"Maestro de la Torre Azul, ¿cuál es el clima de hoy?"
"Va a continuar siendo claro, su Majestad. Las nubes se espesarán tres días después, pero no hay ninguna posibilidad de lluvia."
"¿Hay alguna queja sobre el suministro de agua o cualquier otra cosa?"
"De cualquier manera, no hay ningún problema."
La conversación con el rey fue rápida y concisa. La razón para esto era que Kurt III puso más énfasis en la eficiencia, en lugar de formalidades. Kurt nunca hablaba con una persona por mucho tiempo. No hablaba más de un minuto, y el tiempo más corto fue de 10 segundos. Era suficiente para confirmar las instrucciones.
Por lo tanto, el turno de Theodore fue rápido en llegar.
"Capitán de Quattro."
"Sí, su Majestad." Theodore se adelantó y alzó una mano al pecho del desconocido uniforme.
Esta era la primera misión de Quattro desde la formación de la división mágica, así que los ojos de William y Sylvia se sacudieron ligeramente por detrás de Theodore. Sólo Para podía ser encontrada mostrando ningún interés si alguien la miraba de cerca.
"Voy a poner una pequeña carga pesada en ti y en Quattro."
"Por favor dígame."
Después de escuchar que iba a ser una pesada carga, se preocuparon un poco. Theodore podía sentir a las dos personas detrás de él temblando cuando escuchó la voz del rey.
"Quattro, por favor escuchenme."
"Sí, ¡su Majestad!" Las restantes tres personas dieron un paso al frente y respondieron.
"Recibirán a la delegación de Elvenheim, quien llegará hoy al mediodía, y los llevarán al palacio. Son invitados VIP de Meltor, así que asegúrense de que hayan pocas interrupciones cuando los estén guiando."
¡Recibir a la delegación de Elvenheim!
Dos personas fueron confundidos ante el inesperado comando, a una persona no le importó, y otra persona estaba convencida de ello. Comprensiblemente, la persona convencida era Theodore. Si fuera a Elvenheim, él podría reunirse directamente con los altos elfos y los elfos nobles, por lo que él era la persona indicada para esta misión.
Esta era la razón por la que Theodore alzó la voz sin ninguna vacilación.
"¡En nombre de Quattro, como ordene su Majestad!"
* * *
Los cuatro miembros de la división mágica, Quattro, se fueron de la sala de audiencias después de recibir la orden de Kurt. Ya era casi mediodía, y ellos necesitaban prepararse antes de reunirse con la delegación de Elvenheim.
"¿Era en la puerta norte?"
"Sí", Sylvia respondió al instante.
Mientras caminaban fuera del palacio hacia la puerta norte, William no parecía gustarle la atmósfera muda y se acercó a Theodore.
"Disculpe, Capitán", dijo William.
"¿Sí?"
"¿Usted y la princesa han estado en Elvenheim antes?"
"Sí, nos quedamos por alrededor de dos semanas."
Un par de días después de llegar, Theodore se había visto envuelto en una batalla contra un legendario grimorio. Pensar sobre el terrible dolor ardiente de ese tiempo fue suficiente para estremecer a Theo. Mientras Theodore estaba absorto en sus malos recuerdos, William no paraba de hablar.
En retrospectiva, el siguiente Maestro de la Torre Blanca hubiera sido un buen candidato para la misión de Elvenheim. Sin embargo, él no estaba presente.
Ciertamente, William se quejó mientras se rascaba la cabeza, "¡Ah, estoy tan envidioso! Yo quería ir, pero yo ya estaba en una misión. En ese momento, realmente moví mis pies para intentar llegar, pero ya estaba resuelto."
"¿Había alguna razón por la que querías ir?"
"... ¡El capitán probablemente no lo sabe ya que eres muy popular, pero el sueño de todo hombre es ver a los elfos una vez! ¡Estúpidos normales!"
"¿N-Normales?" ¿Era un nuevo término mágico? Theodore estaba confundido por la palabra que no tenía sentido, cuando su traje de repente fue jalado. "¿Sylvia?"
"No hay que preocuparse demasiado. Ese tipo es un poco raro", Sylvia le dijo a Theodore.
William hubiera sido herido si lo escuchara, pero él estaba ocupado imaginando a un hermoso elfo. Alejándose de William, quien se estaba riendo fuertemente, y Para, que estaba en silencio, Theodore y Sylvia empezaron a hablar.
"Theo, ¿quién crees que vendrá?"
"Vamos a ver..." Theodore pensó por un momento antes de ofrecer una respuesta plausible. "Es bastante importante, así que creo que un guardián va a venir."
"Oh, ¿el que sigue llamando a Theo 'Benefactor'?"
"O tal vez Ellaim podría venir. Podría ser una persona que no conozcamos, pero sería más fácil enviar a alguien familiar. ¿Tal vez Sir Edwin vendrá?"
William de repente interrumpió la conversación, como si estuviera interesado en sus palabras. "¿Guardián? ¿Qué es eso?"
"Es una expresión que se refiere a un elfo guerrero. Los dos que vimos eran ambos elementalistas de nivel maestro."
"¡Oh, eso es impresionante! ¿Hay alguna posibilidad de que un alto elfo venga?"
Theodore frunció el ceño en respuesta a la pregunta de William. No era porque él se sintiera incómodo, sino porque era una posibilidad imprevista, aunque no imposible. Sin embargo, la posibilidad no era alta, por lo que Theodore no dudó sacudir la cabeza.
"Ellos pueden venir, pero es casi inaudito. Los altos elfos son el centro y los pilares de Elvenheim. No aparecerían solo para anunciar una alianza."
"¿Es así? Yo lo estaba esperando..." William suspiró con insatisfacción, pero aceptó las palabras de Theodore.
Luego alrededor de 30 minutos pasaron. Los cuatro magos intercambiaron palabras, y finalmente llegaron a su destino.
La puerta del norte de Mana-vil era un área inconveniente para que los invitados entraran, por lo que el número de guardias era bajo. Sin embargo, el sentido común se había roto el día de hoy, ya que había un gran número de guardias.
"¡Paren! Por favor paren e identifíquense."
Como las cuatro personas se acercaron, un hombre vestido con armadura los detuvo amablemente. La correa colgando del hombro indicó que él era el líder de los guardias de la zona norte.
"Soy Theodore Miller, el capitán de la división mágica, Quattro."
"¡Ah! ¡Es un honor conocer al héroe de nuestro país!" El jefe de los guardias le miró con una feroz alegría y lo saludó.
En el ínterin, el valor del nombre de Theodore había aumentado más allá de su imaginación. Theodore le regresó el saludo al capitán. "¿Recibiste la orden?"
"¡Sí! Se me ordenó que siguiera las instrucciones de Quattro y a ayudarte con tu misión."
"Entonces voy a pedir tu cooperación, Capitán."
"¡Por supuesto! ¡Lo que usted diga!"
Gracias al entusiasta capitán de la guardia y sus subordinados, Theodore fue capaz de organizar el área mucho más rápido de lo esperado.
Los puestos ambulantes se alejaron, dispuestos para que la gente se mantuviera alejada de esta calle. Era imposible que las medidas que estaban poniendo escaparan de los ojos del público, pero luego fue el turno de Quattro para actuar.
Para, que no había dicho una palabra en todo el tiempo, dio un comando, "Construir."
Ella sacó un bastón de algún lugar y golpeó el suelo. Sin embargo, el siguiente fenómeno fue muy diferente.
¡Kukukukukung...!
El aire vibró. Entonces el suelo se levantó de repente y se convirtió en una pared blanca grisácea, creando un borde alrededor de la puerta norte. No era simplemente un trozo de suelo. Los materiales duros en el suelo fueron recogidos y reconstruidos con la forma deseada y la fuerza. Era alquimia en un nivel mucho más alto, así que los magos fueron obligados a sentir admiración.
"A-asombroso."
"Umm."
"¡Ohh...! ¡Eso es genial, niña de la torre amarilla! ¡Todavía eres un poco joven, pero no es de extrañar que seas el candidato a maestro de torre!"
Para el grimorio alquimista, Paragranum, este nivel de alquimia no es difícil en absoluto. Para ignoró a William, alejándose de su voz fuerte. Ella podría estar cooperando con Theodore, pero ella no tenía ningún interés en el Concurso de Magia o Elvenheim.
Sin embargo, en ese momento...
"Hey, ¿por qué me ignoras... eh? ¿Qué es esto?" William estaba refunfuñando al desprecio flagrante de Paragranum cuando de repente, él le hizo una pregunta.
"¿Hmm?" Preguntó como si estuviera hablando con alguien, y luego se volvió a Theodore y dijo: "Capitán, casi están aquí."
"Oh, ¿la Torre Blanca se contactó contigo?"
"Sí. Es un sonido como una flecha, pero no serás capaz de escucharlo si no sabes cómo escuchar. Te diré cómo en un momento posterior, por lo que vamos a hablar sobre el mensaje en primer lugar." William habló como si no se conociera así mismo. "¿No hay necesidad de abrir las puertas?"
"¿Huh? ¿Qué estás diciendo?"
"No lo sé. ¿Hay otra entrada además de la puerta?"
"Eso es imposible. Además, es-" Theodore firmemente sacudió su cabeza cuando él se detuvo ya que sintió una sensación de incomodidad.
Hace un par de días, algo sobre las paredes había cambiado. Theo no sabía lo que había cambiado, pero sus sentidos le advirtieron que tenía que hacer algo. Miró a su alrededor a la pared y a la puerta, y de pronto se dio cuenta de la razón.
La barrera del cielo... ¿Está apagada?
En la época actual, habían varios maestros de espada que saltaban a decenas de metros con un solo paso, así como los magos que sabían cómo utilizar la magia para volar. Ante ellos, las paredes no eran nada más que estructuras inútiles.
Por lo tanto, las paredes de las grandes ciudades en Meltor, incluyendo Mana-vil, estaban equipadas con magia de emboscada para lidiar con la infiltración del enemigo. Sin embargo, los trucos de magia en las paredes de Mana-vil se encontraba actualmente desactivada. No, curiosamente, era sólo la magia cerca de la puerta norte que se había roto.
"Tal vez..." Theodore reconoció el significado y abrió su boca.
Sus ojos azules miraron al cielo. Él se dio cuenta de que algo se estaba acercando en el cielo lleno de nubes, el sol reveló su apariencia.
No pasó mucho tiempo para que los miembros de la división reconocieran el comportamiento anormal de su capitán y miraron en la misma dirección. Theodore no fue capaz de ver los detalles, incluso mientras utilizaba ojo de halcón, pero la vista del homúnculo superaba la de los seres humanos y 'lo' comprendió.
"Eh, ¿una flor de loto?" Cuando Para murmuró, el objeto se amplió. No, se expandió pero se acercó. Parpadeó un par de veces y cruzó un par de kilómetros cada vez. Las caras de los que vieron la escena irrealista lo estaban mirando fijamente como tontos.
Como Paragranum dijo, era una flor de loto. Era lo suficientemente grande como para ser comparada con una casa, y el capullo no floreció sino voló por el cielo.
"¿E-e-está descendiendo?"
"Sí, está descendiendo."
Theodore respondió al tartamudo de William mientras esperaba a que la gran flor de loto bajara. A pesar de su tamaño, el loto aterrizó en silencio, como si no tuviera ningún peso en absoluto. No hubo ningún sonido.
Nadie abrió la boca. Nadie podía hablar. Todo el mundo, incluyendo Quattro, miró en silencio como los pétalos grandes se abrían lentamente.
Finalmente, el loto floreció. Entonces un elfo surgió en medio de los pétalos. Encontró a Theodore en el frente y gritó, "¡Ha pasado un largo tiempo, Benefactor!"
Era como Theo lo había medio esperado. Él sonrió y se intercambiaron los saludos con Edwin, "Sí, es agradable verlo, Sir Edwin."
Esta era una impactante vista, pero él se calmó después de ver una cara familiar. Sí, la primera persona que vio fue a Edwin.
"Um, he oído un montón de historias, Theodore." Ellaim, el guardián del Gran Bosque que había luchado en contra de la 2da etapa Laevateinn, apareció detrás de Edwin.
"... ¿Señor Ellaim?" Theodore saludó a Ellaim con una expresión aturdida.
¿Había dos guardianes? Era una señal de que Elvenheim consideraba la alianza como importante, pero aún era demasiado. Theodore miró y dijo, "Uhh, yo no sabía que dos guardianes iban a venir."
Sin embargo, los dos guardianes se miraron el uno al otro antes de que Edwin se encogiera de hombros y contestó: "Lo siento, pero los dos de nosotros somos sólo acompañantes."
"¿Huh?" Por un momento, la mente de Theodore se puso en blanco.
Sólo había un tipo de persona que tendría que ser escoltado por dos guardianes: los administradores del árbol del mundo, el descendiente de Arv. Ellos eran los únicos que podían invocar a los gobernantes elementales en el Gran Bosque.
Eran los altos elfos. Eran las bendiciones de vida que causaban brotes de flores en tierra muerta, así como la producción de frutas de cultivos marchitos.
"...Mi saludo es tardío." Una voz resonó entre los pétalos, y la gente que los rodeaba todos prestaron atención.
Como el temple de una garganta seca con agua fría, la refrescante voz humedeció sus oídos. Entonces el dueño de la voz salió de los pétalos.
Ella tenía cabello verde claro que parecía similar a la fresca vegetación. Sus ojos desenfocados le dieron una misteriosa atmósfera, mientras que su traje blanco reveló sus simples curvas femeninas. Delgados brazos fueron revelados, así como una curva de su pecho que no había estado allí antes, y una ligeramente curveada cintura que no había sido visto antes.
"¿Cómo has estado?" Su suave sonrisa era como el sol caliente.
Theodore apenas podía decir su nombre, "... ¿Ellenoa?"
"Sí, Theodore", Ellenoa, que se había convertido en una completa mujer, sonrió hermosamente cuando ella felizmente dijo su nombre.
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