Capítulo 269 - Tres Días Libres (3)
La cara de Theodore se puso rígida. No había olor restante, pero Verónica precisamente sintió lo que había sucedido entre él y Aquilo.
Esto podría ser la visión de un mago, o quizás los sentidos de un cuarto de dragón.
De lo contrario, tal vez fueron los sentidos de una mujer. Los delgados brazos de Verónica comenzaron a apretar en silencio el cuerpo de Theodore. Entonces su cálida temperatura corporal empezó a subir. Era un testimonio del hecho de que su poderoso poder mágico estaba saliendo de su control.
"E-so." Él no debía mentir. Theodore desesperadamente pensó y logró salir con una excusa convincente. "Pasamos tres, casi cuatro días juntos mientras cruzabamos el mar."
"Hrmm." Algo faltaba. Verónica hizo un expresión de no creerlo antes de suspirar. Era una señal de que ella iba a dejarlo ir, en lugar de estar convencida. "Bueno, esto está bien... No es como si yo hubiese estado allí, y estoy demasiado cansada para hacer un escándalo..."
Era sólo un mes desde que la guerra había comenzado, sin embargo, la cara de Verónica ya había perdido su habitual vitalidad. Ella era un mago del 8vo círculo que había heredado la sangre de un dragón rojo. El humano absolutamente más fuerte estaba haciendo una expresión como esta... Por supuesto, ella sólo lo reveló frente a Theodore, pero le hizo saber cuan duro era el campo de batalla.
Verónica abrazó a Theodore firmemente una vez más antes de dejarlo ir.
"Chico." No había alegría en su voz profundamente hundida. "Ahora, no hay muchas personas que te puedan enseñar. Vince es decente, pero él no puede ver todo porque él confía en ti completamente. Este es mi rol."
Un mestizo no sólo era una mezcla de la sangre de dos especies. Su naturaleza también se obtenía.
Un medio-elfo vivía más de tres veces que los humanos, era amable con naturaleza, y tenía una personalidad gentil. Mientras tanto, un mitad-orco eran más grandes que los seres humanos, carecía de inteligencia, y tenía temperamentos violentos.
En el caso de Verónica, ella había obtenido el desenfreno del clan rojo y la visión de un dragón que había vivido durante miles de años. Así, ella vio una brecha de la que Theodore aún no era consciente.
"Theo, experimentaste una guerra civil en el reino Soldun. Actuaste a tu manera y probablemente pensaste que te adaptaste."
"¿No es el caso?"
"No." Veronica tocó las mejillas de Theodore de una manera amistosa. "La única cosa que hiciste en la guerra Soldun fue enfrentar un par de maestros, Marqués Fergana y Pan Helliones, no el 'enemigo'. No sentiste liderar un grupo, o llevar el odio de los enemigos con tu cuerpo."
"Eso..."
Era una verdad innegable. Theodore había sido tercero en la guerra civil de Soldun. Él había actuado para prevenir que Andras interfiriera en la guerra de Soldun. Sin embargo, su posición en esta guerra de unificación era diferente.
Theodore se pondría de pie en las líneas de frente como el héroe del ejército de Meltor, y él sería el objetivo de cientos de miles de soldados enemigos. Era completamente diferente de derrotar a una persona poderosa. Esta vez, él tendría que pasar por encima de las montañas de los cuerpos y los lagos de sangre.
¿Cuántos jóvenes talentosos se había roto a causa de esto? Era razonable que Verónica estuviera preocupada.
"Bueno, no tengo que tener miedo si eres tú", Verónica siguió hablando con una suave sonrisa. "Tenemos que ser cuidadosos de no permitir que nuestros corazones sean rotos. Mira hacia abajo desde el cielo, y no te emborraches de poder cuando mates a un millar de personas con un solo hechizo. Ten un sentido de temor cuando estés por encima de alguien."
"... Creo que lo entiendo."
Los seres humanos eran naturalmente emocionales. Aquellos con poder naturalmente eran superiores a aquellos sin poder. El imperio de Andras era un lugar que funcionaba basado en la fuerza.
Theodore también se lo preguntaba a veces. Él quería ver a los compañeros de clase que lo habían despreciado en la escuela, inclinarse ante él. Sabiendo que esto no era la respuesta no significa que él podría sacudirlo.
Por otra parte, el campo de batalla era un lugar de cría para que el poder corrompiera. La ley y el orden perdían su significado, mientras que la fuerza era el único valor. Girando la dignidad de la vida en números y recursos, era un infierno en el que muchas personas caían víctimas. Algunas personas se emborrachaban en el sentimiento de superioridad causado por la matanza, mientras que otros se dejaban llevar por sus logros de tiempos de guerra.
No era poco común volverse cruel y participar activamente en el asesinato.
"Pero, al final, ¿no somos magos?"
Así que, como dijo Verónica, Theodore debía tener cuidado de su mente.
"No olvides que mientras puedes utilizar este poder para luchar, no lo puedes usar para matar. ¿Entendido?"
Theodore cerró los ojos por el calor proveniente de su mejilla y asintió con la cabeza. No era sólo debido a la cálida temperatura del cuerpo, sino la voz de Verónica también. Tal vez fue esa la razón por la que Theodore inconscientemente le respondió, "Sí. Voy a tener eso en mente, Hermana."
"... ¡Uh!" La cara de Verónica se enrojeció. Entonces ella aclaró su garganta y presionó firmemente sobre el rostro de Theodore para que dejara de ver su cara. "¡R-realmente me atrapaste con la guardia baja! ¿Dónde aprendiste esta técnica? ¿Realmente eres un casanova?"
"¿C-casanova...?"
"¡No actúes como si no lo supieras!" Verónica retiró su mano de la cabeza de Theodore y dio un paso atrás. "... Es el momento de irme."
El sol había empezado a descender, y el cielo estaba rojo por la puesta de sol. La expresión de Verónica se ensombreció, como si estuviera mirando el lejano campo de batalla que no podía ser visto desde esta torre.
Ella apenas logró calmar su respiración, arregló su pelo revuelto, y se despidió de Theodore. "No voy a ser capaz de venir a verte de nuevo. Descansa durante tres días, y vamos a encontrarnos de nuevo en las llanuras Karul."
"Sí, Hermana también debe tener cuidado."
"Sí. Cuidate, Theo."
Con este intercambio, Verónica finalmente se fue. El sonido de sus pasos se desvaneció hasta que nada podía escucharse desde el pasillo. Después de que ella se fue, Theodore miró a la silla vacía con una expresión en blanco.
Una verdadera guerra... ¿no?
Él podría haber estado pensando en ello superficialmente antes... Theodore reconoció su propia arrogancia.
Hasta ahora, él había peleado principalmente con personas que eran más fuertes que él.
A veces habían sido monstruos, no humanos, así que no había espacio para la conciencia y la moral. ¿Cómo podría considerar las circunstancias del oponente cuando se trataba de una situación de emergencia?
"Tengo que pensar en eso a partir de ahora."
En una guerra, tendría que matar a gente que no era una amenaza, como polillas volando hacia las llamas. Sería una masacre que incluso el héroe de guerra, Alfred, nunca había experimentado. Theodore no podía estar seguro de que su espíritu hubiera estado seguro sin ningún tipo de preparación. Por lo tanto, él tenía que estar listo para este momento.
Era por el bien de sus padres y hermano que vivían en Meltor...
Por sus compañeros de las torres mágicas que estarían derramando su sangre...
Por Verónica que estaba luchando, Orta quien estaba herido, y los compañeros que lo acompañaban.
¿-Um? En este momento, algo brilló a través de la mente de Theodore. ¿Es posible? No, es bastante posible. Si lo espero correctamente, será una oportunidad efectiva...
Después de las negociaciones, tenía 70% de la medicina de los espíritus. Él también tenía el 50% de los materiales obtenidos del laboratorio de Paracelsus. Hubo un brillante destello en la mente de Theodore. Tanto el imperio y Meltor eran conscientes de ello. Con el fin de engañar al enemigo, sería más eficaz engañar a tus amigos en primer lugar.
"Bueno, vamos a intentarlo."
Theodore se olvidó de su fatiga mientras tomaba su decisión.
* * *
En el castillo de Belfort en la capital del imperio Andras:
"―Hoh", el hombre miró hacia abajo al caballero arrodillado e hizo un sonido de admiración. El hombre tenía hermoso cabello rubio y ojos enrojecidos. Tenía una sangrienta espada colgando en su cintura. Este era Fermut, la 3ra Espada que había regresado a Belfort después de defender Rutben.
"¿'Él' está de vuelta?"
"Sí, él llegó al puerto Ribenda. Él entró en el puerto con el dragón del mar, supuestamente Aquilo. El dragón lo dejó y se dirigió de nuevo al mar."
"... El dragón del mar. Debe ser esa mujer que estaba en la reunión." Fermut apretó sus puños, recordando.
Después de escapar del bombardeo de Verónica, Crowd le había explicado por qué había elegido alejarse de la lucha. La belleza de cabello azul, que había acompañado a la bruja, era supuestamente un dragón. Por lo tanto, Fermut no podía reprender a la 1ra Espada. ¿Tal vez ese dragón estaba involucrado en 'su' retorno?
"¡Ese maldito lagarto se atreve a interferir...!"
Aún así, Fermut no podía admitir que tenía miedo. ¿Era debido a su arrogancia que se elevó hacia el cielo? Fermut no tenía realmente miedo de ella, simplemente estaba enojado. Por supuesto, sólo las sombras en este lugar fueron aplastados por su presión.
Poco después, Fermut se calmó y le preguntó, "Eso es suficiente para el informe. ¿Qué dijo el emperador?"
"Él dejará las líneas delanteras a tu mando."
"Ya veo... Él no quiere ir al frente en esta edad."
Fermut había crecido sabiendo la fuerza del presente emperador, su padre. A pesar de ser un anciano maestro de espada, el emperador era lo suficientemente poderoso como para someter a todas las Siete Espadas.
La Bruja del Calor, Sabio del Agua...
Incluso los dos mayores obstáculos en Meltor podrían ser derrotados por el emperador. Fermut estaba seguro de eso, ya que sus recuerdos de su padre eran tan increíbles.
"No puede ser evitado."
Fermut no estaba dispuesto a rendirse. A partir de ahora, su era venía. No era necesario enviar al sol caído de vuelta al campo de batalla para revivir su gloria. Después de esta guerra de unificación, Fermut sería coronado.
Él suprimió su temor del emperador y miró el campo de batalla, que había estado en curso desde hace menos de un mes.
Era un gran logro que había detenido al Maestro de la Torre Blanca en Rutben. Después de todo, Orta era un mago que Andras encontraba difícil de tratar. Fermut fue capaz de predecir cuánto tiempo duraría la lesión del Maestro de la Torre Blanca.
Por lo menos dos, tal vez tres semanas. Él no será capaz de moverse por mucho tiempo.
Fermut había querido matarlo, pero un traidor había aparecido y lo arruinó. Visualizó a la familia Clovis y sonrió sombríamente. Voy a tener que completar esta guerra en un plazo de quince días.
En Meltor, el rol del Maestro de la Torre Blanca no sólo era de asesino y agente secreto. Él era el encargado de todos los flujos de información, que podría determinar la forma del campo de batalla. No era una exageración decir que el ejército de Meltor había perdido 30% de su eficiencia después de perderlo. Si él no tomaba ventaja de este momento, todo el mundo se reiría de Fermut.
"Dile esto a todo el ejército imperial", Fermut se levantó de su asiento y habló en un tono malévolo, "Reúnan todas las tropas, dejando un mínimo de guardias detrás, y diríjanse a las llanuras Karul. ¡Voy a destruir al ejército de Meltor allí!"
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