Capítulo 311 - Rey Demonio Nastronds

La expresión de Theodore se puso rígida antes de que pudiera sentir placer de que el palacio de Plutón fuese destruido.

Fue porque oyó una palabra que no debía decirse. ¡El malvado dragón, Nídhöggur...!

El nombre de la amatista que Gluttony se tragó era la piedra de sangre de Nídhöggur, y el mensaje que decía que el malvado dragón era consciente de la presencia de Theodore era inquietante. Sobre todo, Nídhöggur era el rey demonio de Nastrond, una dimensión externa adyacente a este mundo material.

Hace mucho tiempo, Theodore leyó una profecía relacionada con él en un libro en la biblioteca.

Alejado del sol,

En la orilla de los cadáveres,

El veneno cae por los agujeros del tejado.

La espina dorsal de la serpiente se teje en el marco.

Los mentirosos, asesinos y adúlteros están reunidos.

Nídhöggur devora sus cuerpos.

Los lobos se rasgan en los restos.

¿Todavía buscas saber?

Eran frases espantosas. La esencia era un infierno que no permitía la entrada de los vivos y mataba a los pecadores. Sin embargo, el infierno era suave en comparación con Nastrond. El infierno era un lugar budista donde, después del castigo, los pecadores recibirían la iluminación y serían reencarnados. Podría ser doloroso, pero era un lugar para rehabilitar a los pecadores y no tenía sentido.

"Pero los pecadores que caen en Nastrond se dice que tienen sus almas capturadas en el abismo y que sufrirían durante mucho tiempo".

Theodore no podía discutir sobre el dualismo del bien y del mal con un mundo de dimensiones infinitas, pero podía decir una cosa. Nastrond era una dimensión basada en el mal, y Nídhöggur era el rey demonio en la cima de tal malevolencia. Theodore ni siquiera podía imaginar que este rey demonio y Jerem estaban en una relación contractual.

- Todas las piezas que faltan del rompecabezas se han recolectado. A diferencia de Theodore, el placer de Gluttony parecía haberse levantado. - La capacidad del brujo, Jerem, era alta, pero no estaba a la altura de escribir un grimorio y restaurar su alma. Es apropiado pensar que alguien lo apoyó.

"¿Ese ayudante era Nídhöggur?"

- Es más como un patrón que un ayudante. En general, un trascendente como Nídhöggur rara vez se preocupa por los mortales en otras dimensiones, pero le gusta comer a la gente.

¿Comer a la gente? Theodore hizo una expresión extraña.

Esto causó que Gluttony respondiera con una voz matizada, - La verdadera naturaleza de Nídhöggur es de necrofilia.

"... ¿¡Que!?" Theodore dejó salir una exclamación horrorizada.

Gluttony añadió en un tono aparentemente burlón, - Por supuesto, ese deseo está limitado por su apetito, pero le gusta coleccionar y comer cadáveres. Es por eso que, desde tiempos inmemoriales, con frecuencia tiene asociaciones con crueles tiranos, esclavistas y nigromantes.

Un demonio que trascendió la vida... Entre los trascendentes, Nídhöggur estaba en la cima y no tenía necesidad de comer ni de criar. Sin embargo, el demonio todavía comía algo. Era puramente por un deseo de comer. Quería hacerlo. A Nídhöggur le gustaban los cadáveres porque eran su comida favorita. Masticaba los cuerpos sin valor de los humanos, que habían disfrutado de alcohol y cigarrillos dañinos, y disfrutaba del sabor.

"Si ayudó a Jerem a escribir la Adoración de la Muerte, ¿es un plan para obtener cuerpos para comer?"

- Bueno, supongo que sí. Para él, las luchas en este mundo son sólo un proceso de cocción. Eligió un brujo que puede llenar su mesa de una manera más grande y más lujosa.

"... Un genocidio para fines gourmet. Me siento enfermo".

El horror se desvaneció, y la rabia llenó los espacios vacíos. Theodore había visto un montón de fealdad en su vida hasta ahora. Robando por el bien de ganar dinero, hombres de poder siendo influenciados por la lujuria... La historia de la humanidad de la guerra y las luchas siempre había sido debido a los corazones codiciosos. Theodore no lo negó. Los seres humanos nacieron con el deseo, y era su opción y responsabilidad de refrenarlo o de manejarlo.

Pero no puedo aceptar esto.

No era suficiente que la gente muriera de la noche a la mañana sin saber por qué, pero después de la muerte, tenían que sufrir para siempre en un mundo peor que el infierno. Esto era lo que el ser comido por Nídhöggur significaba. Nídhöggur era un mal imperdonable que empujaba la vida a los bordes del acantilado. Si descendiera, muchas vidas en el mundo material caerían al infierno.

"Tengo que ir a Elvenheim".

Era demasiado tarde perseguir a Jerem. Los movimientos de Theodore eran demasiado ineficientes comparados con alguien que había estado planeando esto durante mucho tiempo. Preferiría llegar al destino y defender el árbol del mundo. No era la mejor opción, pero era la segunda mejor. Theodore tomó una decisión después de escuchar el consejo de varios grandes hombres.

"Entiendo la situación actual. ¿Theo?"

"¿Huh?"

En ese momento, Verónica, que había estado observando dos cuadros con interés dijo, "Creo que será difícil quedarse aquí más tiempo".

Theodore miró en la dirección que estaba indicando y dio un largo suspiro. Los muertos vivientes avanzaban como un enjambre de hormigas. ¿Era porque el núcleo del palacio de Plutón había desaparecido? Inicialmente, los no-muertos de bajo nivel no habían podido acercarse al círculo mágico. Esto cambió después de que Gluttony se comiera el núcleo.

Los dos magos se miraron entre sí y salieron por el techo.

¡Kwaaaang!

Theodore y Verónica pasaron a través de varias capas de mármol y rápidamente salieron del edificio. El círculo mágico desapareció, así que el edificio ya no podía ser un obstáculo. Theodore miró a los cuerpos en el suelo y se dio cuenta de una diferencia de antes.

... Están cada vez más débiles. No es suficiente para desaparecer en un día o dos, pero podrían autodestruirse dentro de un mes.

El círculo mágico desapareciendo era culpable por eso. Un no-muerto de tipo infección no puede recargar su cuerpo a menos que reciba energía de afuera.

Tenía que comer otras criaturas vivas o conseguir un suministro de poder mágico de algún lugar.

La mayoría de los muertos vivientes en Lairon eran de este último caso. Ahora estaban perdiendo el poder porque su fuente de energía había desaparecido repentinamente. La mayoría de los muertos vivientes habían sido asesinados por los dos magos, y los no-muertos más inferiores se derrumbarían antes de cruzar la frontera.

"Vamos a Soldun". Theodore sacudió sus pensamientos y se movió.

Los dos magos de túnicas rojas se dispararon a través del cielo sobre el palacio del rey divino. La ciudad en ruinas y la iglesia de Lairon estaba por debajo de ellos. Era el último del reino de Lairon.

*     *     *

La capital del reino Soldun, Arundel.

Había pasado un año más o menos desde la guerra civil de Elsid, pero el vigor en el centro de la ciudad era poco común. Esto demostraba que el reino estaba funcionando lo suficientemente bien como para manejar los daños a partir de ese momento. La gente se reía mientras hablaban, mientras los mercaderes estaban ocupados levantando sus voces para solicitar clientes.

Arundel disfrutaba de un boom después de un largo tiempo ya que recibieron invitados de honor.

"Ha pasado un tiempo, sir Theodore". Elsid tenía la cara de un rey mientras hablaba primero. No sabía cómo actuar frente a un principal contribuyente en la guerra civil, que era un personaje importante de la alianza y uno de los principales magos de este continente.

"Has llegado a un nivel más alto desde la última vez que te vi. Es una cosa alegre. Lo siento por mi descuido en no felicitarte antes."

"No es un problema, su Majestad. Sus palabras son suficientes", Theodore aceptó la alabanza y miró a su alrededor a los nobles en la habitación.

Esta era una expresión que dijo que no quería hablar delante de ellos. No fue difícil para Elsid notarlo, quién luego agitó la mano. Sabía que si Theodore intentaba matarlo, no había manera de detenerlo.

"Todos vayanse. Voy a hablar con Sir Theodore."

"P-pero su Majes..."

"No voy a tolerar ninguna objeción. ¿O serás responsable de las consecuencias? Puedes quedarte aquí si dices que estás dispuesto".

Una vez que se mencionó la palabra ' responsabilidad ', ninguno de los nobles quería quedarse. Verónica no lo había acompañado a la sala del trono, así que sólo Theodore y Elsid permanecieron en la habitación una vez que los nobles se habían ido. Elsid miró alrededor de la habitación y se rio. Los nobles se parecían a los conejos mientras huían.

"No sé si son astutos o no tienen agallas".

"¿No es ambos?"

"¡Hahahaha! Las palabras de Sir Theodore son correctas".

Sin embargo, esto no significaba que los asuntos domésticos de Soldun fueran un desastre. Los nobles dignos de confianza estaban muy activos fuera de la capital, mientras que Elsid protegía a los que no podía creer. A diferencia de los reyes de otros reinos, el rey de Soldun estaba en una posición completamente superior. Después del colapso del duque Cornwall y sus secuaces, los nobles fueron casi destruidos. Los que permanecieron eran los leales a la familia real, como el marqués Piris. La situación se había invertido por completo.

Elsid se rio por un tiempo antes de preguntar por qué Theodore había venido al Palacio. "Como recuerdo, no eres alguien a quien le gustan las cortesías vacías. Iré al grano. ¿Qué está pasando?"

"Es una larga historia, pero voy a tratar de cortarlo tanto como sea posible".

A partir de entonces, Elsid no habló mientras Theodore daba una larga explicación. Habló sobre la destrucción del reino de Lairon y la causa presunta. La historia duró más de dos horas. Sin embargo, la concentración de Elsid no se molestó en absoluto mientras escuchaba las palabras de Theodore.

"... Hmm". Elsid dio un fuerte gemido y se echó hacia atrás en su trono. Su corazón estaba pesado por escuchar las noticias. "Yo no sabía que algo tan grande estaba sucediendo. Por el momento, seguiré tu consejo y moveré tropas a las fronteras oeste y norte. ¿Crees que será apropiado estacionarlas durante un mes?"

"Vamos a hacerlo por dos meses por si acaso. Mis cálculos pueden no ser correctos".

Si no podía creer el Consejo de un gran mago, ¿a quién podría creer? Así, Elsid asintió de acuerdo sin vacilar. Él reorganizaría la posición de las tropas de modo que pudieran moverse en cualquier momento al noroeste, donde Lairon estaba localizado. Elsid podría esconder el verdadero propósito y simplemente mover a las tropas bajo el pretexto de entrenamiento.

Después de que Elsid llegara a esta decisión, Theodore salió de la habitación. La situación no era lo suficientemente tranquila para que él disfrutara de una cena.

"Theo". Verónica estaba esperando fuera del palacio y enganchó su brazo en el suyo. "¿Por qué no hablaste de Nídhöggur?"

Era una distancia considerable, pero los oídos de Verónica habían oído la conversación entre Theodore y Elsid. Theodore respondió con calma, "Es difícil obtener cooperación, y probablemente no será de mucha utilidad".

"Oh, Theo es frío".

"No estoy tratando de ignorar a Soldun. El oponente es tan fuerte que sería inútil arrastrar a Austen, Kargas, o incluso toda la parte central del continente".

Era frío, pero cierto. El maestro de la espada de Austen, Mujak, no era rival para uno de los cuatro jinetes. Lo mismo era cierto para el marqués Fergana de Soldun. Si el número de tropas aumentaba, cada uno de ellos sería un cuerpo más para formar parte de los títeres del enemigo.

Al tratar con los nigromantes, no deberían tomar un número excesivo de personas.

Un elementalista que puede soportar desde lejos sin convertirse en un cadáver será menos peligroso. ¿Son los elfos las ' ardillas que repagan el favor ' de la profecía? 

Theodore se movió hacia donde Randolph estaba esperando. Una vez que se reunieran, el grupo volvería a Meltor. Entonces él guiaría a los elfos y reclutaría gente para participar en la defensa de Elvenheim. Las tareas se estaban acumulando, y la situación del enemigo no estaba clara.

"Está bien, vamos a intentarlo", dijo Theodore, formando puños apretados. Entonces él declaró, "Si ese maldito dragón nos ve como comida, ¡le llevaré la peor comida de su vida!"

Theodore declaró la guerra contra el malvado dragón — el rey demonio de Nastrond, Nídhöggur — que hasta los trascendentes de la Edad de la Mitología temían.