Capítulo 125: Alterando el orden

De vuelta en su casa, Lin Fan movió su cabeza impotente. En estos días las personas eran muy tontas. ¿Qué les había pasado a los maestros que hacían píldoras en la Montaña Danding? ¡Dios mío! No tienen nada de inteligencia. Sin ningún motivo, han mandado aquí a unos tontos a hacer un alboroto. ¡Increíble!

Pero, pensándolo detenidamente, Lin Fan se rio. Su posición quedó claramente reconocida con el amoroso respeto de todos los discípulos de la secta externa y una interminable cantidad de ingredientes que le daban para que haga píldoras

No solamente obtuvo una ganancia global de todo esto, sino que además lo idolatraban como a un Dios. Sólo alguien como Este Servidor pudo pensar en tal estrategia.

Pero la Montaña Danding definitivamente no se iba a rendir con sólo eso. ¿Y quién sabe?, hasta podrían traer a algunos ancianos. Los discípulos de la secta externa formaban la base de toda la secta, y la Montaña Danding había controlado durante todo este tiempo la distribución de píldoras. Ahora que habían perdido la mayor parte de su negocio con los discípulos de la secta externa, no sería tan fácil arreglar todo esto.

Pero, tan sólo en el transcurso de este medio mes, Lin Fan también comprendió realmente la aterradora naturaleza de la riqueza de la Montaña Danding.

Basándose en la eficacia del rendimiento de la Montaña Danding, por cada diez sets de ingredientes hacían una ración de píldora, ¡Era una completa mierda! Ellos deben quedarse con una tonelada de ingredientes de los discípulos por esa cantidad.

Después de todo, la tasa de éxito de 10 a 1 era simplemente demasiado baja. ¡Comparado con él, eso es una completa basura!

Pero todo eso eran sólo suposiciones suyas. Sobre si era o no cierto, no lo sabía.

Sin embargo, Lin Fan no podía molestarse en seguir indagando en eso. Sacando todos los ingredientes que le habían dado, los reviso y no encontró nada valioso; sólo lo común. Parece que sólo se puede conseguir algo bueno de Jian Wudi y personas parecidas a él.

Al día siguiente...

En la Montaña Danding no habían tenido un momento de tranquilidad desde el día anterior. Todos lloraron mientras llevaron Li Shun de vuelta, y el alboroto continuó hasta el día siguiente.

Al ver el lamentable estado del Hermano Mayor Li, los discípulos de la Montaña Danding se enfadaron.

"¡Esas personas de la Montaña Sin Nombre son demasiados insolentes!"

"¡Así es! ¡No podemos permitirles que se salgan con la suya! No sólo robaron nuestros clientes, sino que también dejaron al Hermano Mayor Li en este estado".

"¡Hermano mayor Li! ¿Qué piensas que deberíamos hacer? ¿Debemos protestar contra ellos ante el Anciano Mayor?"

...

Li Shun estaba inmóvil sobre su cama. Sus ojos vacíos y sombríos ondeaban incesantemente, como si hubiera perdido la esperanza de vivir.

Su discípulo sirviente estaba llorando junto a él, con todo su corazón roto.

Li Shun abrió su boca y, una voz áspera y llena de dolor se oyó.

"La Montaña Sin Nombre ha abusado mucho de nosotros. Le informaré al Anciano Gu sobre este asunto". Dijo Li Shun con rencor. En sus ojos brillo un fuego intenso. Juro por su vida que la Montaña Sin Nombre pagaría caro por lo que habían hecho.

"¡Así es! ¡Dile al Anciano Gu! ¡Haz que se ponga de nuestro lado!" Todos los que estaban presentes estuvieron de acuerdo.

El Anciano Gu era la persona que estaba encargada de esta área, y también era el discípulo del Anciano Mayor. Cuando uno cultivaba hasta el nivel pericelestial, tenía la opción de ser un discípulo de la secta interna o quedarse una de las montañas para ser un anciano.

Y el Anciano Gu eligió el segundo y permanecer con el Anciano Mayor en esta Montaña. De esta manera, se encargó de todos los asuntos relacionados con la secta externa en la Montaña Danding.

Montaña Danding, Salón Principal, donde se hacían las píldoras de la Secta Externa.

"Discípulo Li Shun solicita una audiencia con el Anciano Gu." Grito Li Shun, que había sido cargado por sus discípulos hasta la sala.

"Hermano Mayor Li, el Anciano en este momento se encuentra haciendo una píldora. Por favor, espera un poco". Le dijo un discípulo que se le acercó corriendo. ...

No mucho tiempo después, una voz se oyó desde adentro de la sala.

"Entra".

Li Shun y su grupo entraron en la Gran Sala. Ahora, ellos deben pedirle al Anciano Gu que haga justicia por ellos.

Cuando entró en la Gran Sala, Li Shun se soltó de los brazos de una persona de su grupo y cayó al suelo gimiendo.

"Anciano, debes ayudarnos en este momento..." Li Shun lloró trágicamente. Al igual que él, los demás discípulos menores de su grupo también lloraron.

El Anciano Gu frunció el ceño al ver eso: "¿Qué pasó?"

Esta era la primera vez que él había visto algo así. Comparado con las otras montañas, la Montaña Danding gozaba de mayor prestigio. Esto se debía a que ellos se encargaban de suministrar las píldoras a la secta. Por lo tanto, todos los discípulos por lo general les mostraban el debido respeto por esta razón.

Pero ver a Li Shun llorando patéticamente era realmente extraño.

"¡Hermano mayor! ¡Esa... esa Montaña Sin Nombre ha ido demasiado lejos!" Li Shun gritó y después de eso, exageró la historia de su trágica derrota en la Montaña Sin Nombre.

La expresión calmada del Anciano Gu se volvió amarga poco a poco. Sobre todo en la parte final de su relato, se enfureció.

"¿Es todo eso verdad?" El rostro del anciano Gu estaba frío por la ira, preguntándose si eso era posible.

¿La Montaña Sin Nombre se las arregló para detener a todos estos discípulos? Si esto era cierto, ¿Qué sería de la Montaña Danding en el futuro?

De hecho, nada de lo que Li Shun le había dicho le importó. Pero cuando escuchó que ya nadie de los discípulos de la secta externa venía a la Montaña Danding por píldoras, su expresión se volvió horrible.

Si a la Montaña Danding ya no venían discípulos de la secta externa, ¿entonces qué función tendría como Anciano a cargo de las cosas relacionadas con la secta externa? ¿No se convertiría eso en un título vacío?

"¡Cada una de mis palabras es cierta! ¡Por favor, haz justicia por nosotros!" Li Shun lloró por fuera, pero en su interior se regocijaba al ver el rostro enfadado del Anciano Gu. Si el Anciano Gu los apoyaba, ¿Qué otros problemas pueden haber?

"¡Hmph! Maldita sea la Montaña Sin Nombre. Es una lástima que nuestro Gran Maestro haya traído una rata. Luego de entregarles la Montaña, ellos, a cambio, decidieron romper la regla que la Secta Gloriosa mantuvo durante miles de años. ¡Imperdonable!" Los ojos del Anciano Gu brillaban con ira, determinado a solucionar este problema.

"Anciano, ¿debemos informárselo al Maestro?"

"No es necesario. El Maestro está en medio de un retiro. Un problema como este puede ser manejado por mí."

Incluso si este asunto se le comunicara al Gran Maestro, ellos todavía tendrían el derecho para actuar. Permitir que se regalara la Montaña Sin Nombre para que crearan su propia secta, nadie podía oponerse a ello, ya que era una decisión que el mismo Gran Maestro había tomado. ¿Pero subir a la cima de la Montaña Danding para abusar de ellos? ¿Quién podría tolerar eso?

"Mañana a primera hora iré a la Montaña Sin Nombre. Quiero ver qué clase de habilidades tiene esa persona". Dijo fríamente el Anciano Gu.

Una sonrisa apareció en la cara de Li Shun y de su grupo, "Anciano, si vas, ese chico definitivamente se va a mear en sus pantalones".

...

Mientras Li Shun y su grupo salían de la sala, todos ellos se regocijaban por la catástrofe que estaba a punto de ocurrir en la Montaña Sin Nombre.

"Mañana el Anciano Gu se vengará por lo que pasó ayer."

"Hmph, ¡A pesar de que es alguien que el Gran Maestro ha favorecido, ha roto una regla oponiéndose a nosotros!"

"¿Intentando desestabilizar el orden hay en la Montaña Danding? ¿Realmente piensa que puede hacer lo que quiera?"

...

Li Shun, quien inicialmente estaba de mal humor, finalmente pudo respirar aliviado. Una vez que el Anciano Gu vaya allí mañana y les haga saber de la fuerza de la Montaña Danding, no se atreverán a ser insolentes de nuevo.

Sobre todo esos discípulos, ¿cómo se atreven a humillarlo de esa forma? Realmente no saben cuál es su límite.

"Hermano mayor, déjame que te ayude. Mañana habrá un gran espectáculo". El sirviente dijo.

"Sí."