⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 224: Un destino peor que la muerte
"¿Y tu pueblo se encuentra justo enfrente?" Preguntó fríamente un hombre que estaba montando una bestia. Vestía una túnica bordada, mostrando un aire de superioridad.
"¡Sí, príncipe heredero! ¡Está justo adelante!" Contestó rápidamente un hombre que estaba junto al Joven Maestro Zou.
"Muy bien. Si una cosa así existe, entonces te garantizaré una vida llena de riquezas". Los ojos de Zou Sheng brillaron fríamente. Si algo así realmente existiera, sería extremadamente beneficioso para ayudarle a luchar por el trono.
En la Dinastía Qinshen, existían docenas de príncipes herederos. Si uno quería destacarse para obtener el trono, no sólo tenía que ser inteligente, sino que además tenía que tener una gran fuerza de combate.
"Bien, Príncipe Heredero, sobre los términos que le he pedido..." El hombre que conducía el camino se agachó y preguntó con vacilación. Pero el pensar que podría disfrutar de una vida llena de riquezas le hacía babear.
"Hmph. Cuando consiga lo que he venido a buscar, recibirás tu merecida recompensa. Pero si descubro que me estás mintiendo, Si sabes cuáles son las CONSECUENCIAS ¿no?" Zou Sheng era uno de los Príncipes de la Corona que competía por el trono. Este campesino de aquí lo había detenido durante su camino, diciendo que sabía la ubicación de un tesoro, y que esperaba conseguir algo bueno a cambio de ello.
Alguien como Zou Sheng, podía fácilmente dar recompensas y oro. Pero es algo increíble pensar que en este pueblo se escondería un tesoro.
"¡Sí....sí, príncipe! No se preocupe. ¡Cada palabra que he dicho es verdad!" El hombre contestó ansiosamente.
"Más vale que sea así". Zou Sheng asintió con su cabeza y movió sus manos hacia adelante. "Avanza".
Un grupo de aterradores soldados con armaduras negras siguió a Zou Sheng.
En la entrada de la Aldea Yan, un grupo de niños estaba jugando cuando frente a ellos apareció un grupo de soldados. Algunos de los mayores corrieron inmediatamente para informar a los adultos.
Al enterarse de esto, el Jefe de la Aldea, Yan, corrió rápidamente hacia allí. Cuando vio al grupo de gente reunida afuera, la expresión de su rostro cambió. Sobre todo cuando vio quién era el que los estaba guiando.
"¡Hijo no filial! ¿Cómo te atreves a volver?" El Jefe de la Aldea Yan gritó enfadado mientras su rostro se ponía rojo. El hombre que estaba entre los soldados negros bajó su cabeza avergonzado, sin atreverse a mirar a los ojos al Jefe de la aldea.
Zou Sheng se rió fríamente mientras estaba montado sobre su feroz bestia, "Entrégamelo obedientemente..."
...
Lin Fan ya había volado decenas de kilómetros desde la aldea, pero no podía quitarse de encima la sensación de que algo andaba mal. En un lugar tan aislado como ese, ¿Cómo puede haber un grupo tan numeroso de personas? ¿Qué estaban tramando?
¡Además, la dirección a la que parecían estar yendo era la Aldea Yan!
Preocupado, Lin Fan se dio la vuelta y regresó. No importa qué, tenía que comprobar por sí mismo qué era lo que estaba pasando. Aunque no hubiese nada malo, solamente estaría tranquilo si lo veía por sí mismo.
Ya que había estado allí, es mejor que lo compruebe. Si realmente no había algo malo, entonces él también seguiría su camino.
Mientras más se acercaba Lin Fan a la Aldea Yan, se daba cuenta cada vez más de que los cielos se volvían rojos, con un hedor a sangre esparciéndose por el aire.
El corazón de Lin Fan se apretó mientras fruncía el ceño. ¿Realmente algo andaba mal? Entonces avanzó aún más rápido.
En ese momento, oyó llantos de dolor que resonaban por los cielos. Maldiciones, insultos, enojo, todo eso llegó a los oídos de Lin Fan.
Bajando su cabeza, Lin Fan no pudo evitar que su corazón ardiera. Apretó sus dientes con rabia y dijo una sola palabra.
"Bastardo"
...
"¡Anciano! ¡Será mejor que lo entregues! De lo contrario, ¡No podré garantizar la vida de este niño!" Zou Sheng se rió fríamente sosteniendo una larga espada con su mano, cuya punta estaba en el cuello de un niño. Era como si en el momento en que el Jefe de la Aldea Yan dijera la palabra no, este niño dejaría de existir.
¡Ustedes son un montón de idiotas!" El Jefe de la Aldea Yan gritó furiosamente.
"¡Hmph!"
Inmediatamente, una cabeza humana voló por los cielos. Moviendo su muñeca, Zou Sheng cortó la cabeza que volaba en 4 o 5 pedazos con su Voluntad de Espada. La sangre salpicó por el aire en esta horrible escena.
"¡Anciano! ¡Simplemente entrégaselo al Príncipe Heredero! Además, recibirás una gran cantidad de riquezas... a menos que tú también desees morir". El hombre que había guiado el camino también estaba impactado por esta situación. No esperaba que el Príncipe Heredero tuviera un corazón tan frío.
"¡CÁLLATE, HIJO NO FILIAL!" El Jefe de la Aldea Yan miró a Yan Xiong con sus ojos enrojecidos.
"Parece que no vas a ceder entonces, ¿eh? Muy bien, entonces, esta chica parece tener 13 o 14 años como mucho. Qué edad tan tierna y a la vez madura. Puedes quedártela, Hei Shan". Zou Sheng se rió fríamente y sin compasión.
"¡Gracias, príncipe heredero!" En ese mismo momento, un soldado con armadura negra salió sonriendo. Era extremadamente grande, casi del tamaño de un oso. Con una mirada atemorizante, miró a la niña que estaba agachada en el suelo y temblando. Riendo salvajemente, la agarro.
"¡USTEDES SON UNOS DEMONIOS!"
...
"¿Quién es el que tiene corazón de piedra aquí? Parece que aún no estás dispuesto a entregarlo, anciano". Dijo cruelmente Zou Sheng, seguido de un destello de luz.
A la niña que estaba debajo de Hei Xiong se le separó la cabeza de su cuello. Un chorro de sangre salió de donde una vez estuvo su cabeza, salpicando por todo el suelo mientras su cuerpo yacía sin vida en esta desgarradora escena.
"¡LUCHARÉ HASTA LA MUERTE!" El Jefe de la Aldea Yan gritó mientras corría. Pero a los ojos de Zou Sheng, no era más que una hormiga. Cortando diagonalmente de sus hombros hacia abajo, Zou Sheng atacó con violencia al Jefe de la Aldea Yan.
Un grito trágico resonó por los cielos. Incluso Yan Xiong, que estaba mirando esto, empezó a temblar incontrolablemente.
"Príncipe Heredero....ese es mi padre... ¿Podrías....?" Yan Xiong estaba asustado.
"Jeje. A partir de hoy, disfrutarás de una riqueza con la que antes sólo podrías soñar. ¿Para qué te serviría este anciano? A menos que quieras morir en su lugar, ¿eh?" Una mirada mortal apareció en la cara de Zou Sheng mientras se reía maníacamente. Este sentimiento, este era... La sensación de poder controlar la vida y la muerte de todas estas personas de aquí ¡Era lo mejor que había!
"¡Sí....sí...!" Yan Xiong tartamudeó. "¡Tienes....razón, príncipe heredero...!"
Yan Xiong era el hijo del Jefe de la Aldea Yan. Desde hacía mucho tiempo sabía que había un tesoro transmitido de generación en generación por los ancestros de la Aldea Yan, que era protegido sólo por el Jefe de la Aldea. Yan Xiong entonces tuvo un pensamiento corrompido de robar este tesoro para venderlo en las ciudades a cambio de riquezas.
Pero después de varios intentos fallidos, fue descubierto por su padre. Entonces fue exiliado de la aldea. Al llegar a la Dinastía Qinshen, tuvo la idea de vender ese secreto.
Según Yan Xiong, esto debía ser un tesoro invaluable. Por lo tanto, no podía acudir a un hombre común para esto. Pero, no había manera de que le otorgaran una audiencia con el gobernante de la dinastía. Así, pues, luego de acampar durante cierto tiempo, finalmente vio al príncipe heredero Zou Sheng.
"¡Alto ahí mismo!"
En ese mismo instante, una raya de arco iris apareció en el cielo. Lin Fan miró a su alrededor, sintiendo como su sangre se helaba. ¿Quién demonios haría algo así?
Así de fácil, todos los habitantes de la aldea estaban tumbados, masacrados. Además, ningún cuerpo estaba entero. Estaban todos en pedazos. ¿Qué clase de asqueroso bastardo haría algo tan atroz?
Ni siquiera los niños se salvaron. ¡MALDITA SEA!
"Mayor..." Los ojos del Jefe de la Aldea Yan mostraron un brillo de esperanza en el momento en que vio a Lin Fan.
Haciendo todo lo posible con la fuerza que le quedaba, clavó sus uñas en el suelo y se dirigió a Lin Fan. Entonces con sus manos temblorosas, agarró los pantalones de Lin Fan con toda la fuerza que tenía.
"Mayor.... este humilde tiene un tesoro que ha estado guardando durante generaciones para la aldea... Está escondido bajo la cabaña de madera en la que estabas... Estoy dispuesto a dártelo, mayor... Por favor, sólo te ruego... te ruego... te ruego... por favor, véngate de todos los cientos de aldeanos muertos que he fallado... en proteger....". El Jefe de la Aldea Yan se ahogó tristemente, derramando lágrimas por sus ojos. Cuando acabó, todo su cuerpo tembló y respiró por última vez.
De pie allí, Lin Fan estaba temblando con rabia, y sus ojos cerrados fuertemente. En el momento en que abrió sus ojos, el cielo cambió. Un aura nunca antes vista estalló en el cuerpo de Lin Fan.
"Muy bien, te haré saber qué es un destino peor que la muerte...."
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