Capítulo 256 - Malentendido (2)

Todos parecían haber olvidado algo. Cuanto más corta sea la distancia entre ellos, más corta será la distancia que las balas de energía de Ye Lang tendrían que viajar. También serían más rápidas y más difíciles de esquivar.

Sin embargo, esto fue diferente. Nada cambió porque Ye Lang disminuyó la velocidad y ajustó la velocidad de disparo. Había diseñado las pistolas para poder ajustar la velocidad y potencia.

Y durante este tiempo, Ye Lang continuó disparando mientras estaba parado en el mismo lugar para que nadie le prestara atención, especialmente cuando ajustaba lentamente su posición de disparo. ¡Solo sabían pronto estaría en problemas!

Sin embargo, cuando Edward estaba a tres metros de Ye Lang, algo sucedió tan repentinamente que sorprendió a todos, incluido Ye Lang.

Esto no fue planeado, fue puramente un accidente ...

Las pistolas de doble empuñadura de Ye Lang se atascaron, no podían disparar. Acciono las pistolas, pero no hubo chispas.

"Uh, creo que está fuera de servicio ... Pero recuerdo haberlas cargado ..." anunció Ye Lang, aturdido.

Esto también parece ser una de las debilidades del uso de armas de alquimia. ¡Sin reponer sus niveles de energía mágica, la energía se agotará y el arma sería inútil!

Si Ye Lang realmente quisiera 'cargarlas', habría tenido sus maneras. Solo necesitaba cambiar algo, era como recargarle una bala.

Sin embargo, sin importar qué método usara, definitivamente necesitaría tiempo para lidiar con eso. Y en este momento, todos pensaban que Ye Lang no tenía forma de resolver su problema porque Edward sería capaz de acercarse a él antes de que pudiera hacerlo.

Todos esperaban que Ye Lang hiciera un truco, pero definitivamente no esperaban esto ...

"Yo ... ¡Me rindo!", Declaró Ye Lang directamente. Dos pequeñas banderas blancas aparecieron del cañón de sus pistolas.

¿De dónde vienen las banderas?

Edward se sorprendió por un momento, luego se dio cuenta de que Ye Lang se había rendido. ¡Simplemente así!

Todos allí estaban como Edward, atónitos. Primero se preguntaban acerca de las dos banderas, luego se dieron cuenta de que Ye Lang se estaba rindiendo.

Sin embargo, como alquimista, debería rendirse en un momento como este porque si continuaba, ¡perdería!

Y el resultado terminaría con él lastimado. Admitir la derrota era el mejor camino a seguir, todos lo entendieron.

Por supuesto, Ye Lang no pensó eso. Como sus pistolas estaban muertas casualmente, fue una buena excusa para que se retirara.

"¿Te rindes?", Preguntó Edward estúpidamente, mirando a Ye Lang.

“¡Sí, has ganado! Tuviste suerte, pero yo soy una persona que acepta la derrota. Incluso si solo ganaste por suerte", Ye Lang, buscando algo al azar que decir. También era bueno para él irse así, y le dio a Edward la oportunidad de insultarlo.

Esto también hizo que Edward se viera como el buen chico. Esta fue la primera vez que se dio cuenta de que Ye Lang a veces también sabía lo que debía decir. Desafortunadamente, la siguiente oración de Ye Lang rompió esa esperanza.

“Pero quiero decir esto, no sé cómo tienes las agallas para venir aquí como un bulto negro. No sé cómo a Lady Kesha le gustaría una cosa fea como tú”.

"..." Edward y Kesha se callaron.

Todos, incluido el propio duque, estuvieron de acuerdo. Sintieron que Edward no debería estar allí, incluso si él ayudó a ahuyentar al desvergonzado idiota Ye Lang.

Por lo tanto, alguien le hizo otra pregunta a Edward. Edward sintió un dolor de cabeza, maldiciendo en privado a Ye Lang. ¿Cómo podrías ayudarme y luego lastimarme así?

Ye Lang parecía haber escuchado sus pensamientos, porque su voz sonó: “Ahora te toca a ti. Tendré que darle la oportunidad de presumir o ¿cómo estarán satisfechos todos? ¡Tú suegro tampoco estaría de acuerdo! ¡Estas personas son herramientas para que te veas bien, muéstrales lo que puedes hacer!”

Edward entendió que ahora dependía de él. Ya había esperado esto de todos modos, estaba mentalmente preparado para esto. Incluso si tuviera que luchar contra todos, ni siquiera frunciría el ceño.

¡Por Kesha, haría cualquier cosa!

¡¡Solo espera!! ¡¡Los venceré a todos!!

Edward juró en voz baja a Ye Lang, pero no esperaba que Ye Lang se fuera de inmediato. No planeaba quedarse para ayudar a Edward en absoluto, ni siquiera para animarlo.

¿De qué serviría eso? Tienes esto, e incluso si pierdes, tu Kesha definitivamente te elegiría.

Ella misma dijo que no importaba si ganabas o perdías. ¡Ella podría elegir al perdedor! Ella le había allanado el camino, así que sin importar el resultado, el derecho a elegir recaía en ella.

“Todos ustedes deberían proceder. ¡Debería irme, tengo prisa!” Ye Lang se excusó, luego se fue. Parecía que él también estaba hablando con Edward. Me voy de esta ciudad a la Ciudad Sheng de inmediato.

Este fue su adiós.

Edward quería detener a Ye Lang, pero se había quedado sin excusas. Además, tuvo que lidiar con los asuntos posteriores, no tenía tiempo.

Todos querían que Ye Lang se fuera, así que nadie lo detuvo. Sin embargo, hubo una excepción. Ella gritó para detenerlo.

Y esa era la señorita Fei ...

"¡Pervertido, no puedes irte!" Gritó Fei.

¿Me llamó pervertido? ¿Qué está pasando? ¿He cometido un error?”

"..."

Ye Lang continuó caminando como si no la escuchara. ¿Pervertido? ¿Hubo un pervertido aquí?

Y así, Ye Lang se fue. La señorita Fei solo gritó una vez, no intentó llamarlo por segunda vez. Tal vez no tuvo el coraje, o tal vez porque no sabía qué decir si detenía a Ye Lang.

Una vez que se fue, se produjeron muchas batallas emocionantes, por lo que las opiniones de todos sobre la estrella cambiaron. La estrella del espectáculo fue Edward, y Edward pagó un costo enorme por esta pelea. Sin embargo, tuvo la oportunidad de abrazar al hermoso amor de su vida, y para él, eso ya era lo mejor del mundo.

Después de que el deseo de Edward y Kesha se hizo realidad, parecieron haberse olvidado temporalmente de Ye Lang, el principal catalizador de este incidente. Estaban tan cerca como dos capas de pintura, siempre juntas como las sombras del otro ...

Y debido a eso, Fei nunca supo que Ye Lang ayudó a Edward, incluso Kesha no lo sabía. ¡Se había olvidado de un hermano por una mujer!