Capítulo 298 - Parche de piel de perro (1)

"Chen Pi, trae a tu madre. Llevaré a cabo un examen más exhaustivo para ella", Ye Lang se volvió para entrar en la residencia. Parecía haberse olvidado de presentar a las tres personas entre sí.

Y así fue como los tres se quedaron en silencio incómodo por un tiempo. La Séptima Princesa fue la primera en hablar. Era la princesa de un imperio, estaba acostumbrada a los eventos y se mezclaba con extraños.

“¿Cómo estás, Alvin? Creo que no nos hemos conocido. Soy Zhao Yazhu, prometida de Ye Lang. Ella es la hermana mayor de Ye Lang, Ye Lan Yu”, la Séptima Princesa solo dio una breve introducción pero no reveló su estatus o identidad.

Ahora apenas tenía su título de princesa del imperio, por lo que su identidad en este momento era muy simple: estaba comprometida con Ye Lang, era la futura nuera de la Familia Ye. Eso significaba que ella y Ye Lan Yu pertenecían a la familia Ye.

Hasta que Ye Lan Yu se casara con alguien, ella también era parte de la Familia Ye.

A la Séptima Princesa parecía gustarle identificarse con la Familia Ye; le gustaba mucho más que identificarse como la séptima princesa.

“¡Ah, eres la familia del Señor! Encantado de conocerte”, Alvin no esperaba que estuvieran tan poco disponibles, una era la hermana de Ye Lang, la otra estaba comprometida con él.

“¡No tienes que ser tan formal! ¿Cuánto tiempo llevas trabajando con Ye Lang?” La Séptima Princesa evitó que Alvin se inclinara, haciendo una pregunta sobre este hombre.

Ye Lan Yu también miraba a Alvin de arriba abajo, lo que hacía que Alvin se sintiera muy incómodo.

“He estado trabajando con él por algunos meses. He estado a su lado desde el día en que me dio comida, ayudándolo a lidiar con muchos asuntos. El señor es una persona muy despistada, esto deberían saberlo”, dijo Alvin, quería desviar sus ojos aligerando el tema.

"Esto lo sé. Nunca lo hubiéramos dejado viajar solo, se perdió en alguna parte, por eso terminó solo”, dijo Ye Lan Yu.

“Sí, se pierde muy a menudo. La Pequeña Xin también, los dos”, asintió Alvin con exasperación.

"¿Pequeña Xin? ¿Quién?” Preguntaron al mismo tiempo.

"¿No lo sabes? Ella lo sigue, nunca habla, pero siempre está ahí para protegerlo y servirlo”, se sorprendió Alvin. No esperaba que la hermana de Ye Lang e incluso la futura esposa no supieran de la existencia de la Pequeña Xin.

“¿Crees que es Tai Ya? ¿Ese idiota trajo a Tai Ya de vuelta?” Las chicas se miraron entre sí, sospechando que la Pequeña Xin era Tigresa.

Por lo que podían recordar, Ye Lang solo dejaría que Tai Ya lo siguiera, ayudándolo con los quehaceres. Estaban un poco amargadas por esto porque Ye Lang dijo que quería viajar solo. No quería viajar con ellas.

"¿Tai Ya? El señor la llama Pequeña Xin, pero no sé cuál es su nombre completo. Ella es asombrosa, muy fuerte. Un golpe y ella puede derrotar a un luchador de alto nivel", dijo Alvin. Esto profundizó el malentendido.

"Esa debería ser Tai Ya", asintió Ye Lan Yu. Tigresa era una adolescente fuerte de la raza tigre, ¿quién más podría ser más fuerte que ella?

“Vamos a ignorar eso por ahora. Cuéntanos, ¿cómo gastó todo su dinero ese pequeño hijo pródigo?” Preguntó la séptima princesa.

“Eso es complicado. El señor decía que nada es demasiado, pero es más como todo tampoco es demasiado porque compró todo en cada ciudad que pasamos. Puedo dejar que eche un vistazo a nuestro inventario, lo tengo aquí”. Alvin no quería nombrar cada artículo que compró porque sería demasiado largo.

“¡Esta lista es interminable! ¿Por qué compró todo esto? ¿Son útiles? Y él dijo que estaba bien ... ¿No lo detuviste?", Dijo la Séptima Princesa, pero ella continuó rápidamente, "está bien, incluso nosotras no pudimos detenerlo, ¿cómo podrías detenerlo tu? "

Nunca más le impidieron hacer compras porque no podían. Y si no podían, nadie más podría.

Alvin quería decir algo sobre él deteniendo a Ye Lang, pero se dio cuenta de que la Séptima Princesa había dicho lo que quería decir. Sintió una ola de comprensión y alivio.

Por lo tanto, asintió, "... Sí. No pude detenerlo, pero lo que compró no fue inútil. La mayor parte resultó útil al final".

"¿Útil? Mira esto, ¿cómo es posible? Dime, ¿cómo los usaste?” La Séptima Princesa tenía curiosidad porque la mayor parte de la lista consistía en cosas inútiles, o al menos inútiles para Ye Lang.

"¡Aquí! Debajo de tus pies, y todo lo que ves a tu alrededor”, Alvin señaló al suelo, luego a su alrededor. Esperó, esperó a que sus mandíbulas cayeran.

Cualquiera que escuchara esto se sorprendería.

Por supuesto, ambos estaban sorprendidos, “¿Te refieres a todo aquí? ¿Eso significa que construyó toda esta ciudad?”

El pensamiento de la Séptima Princesa era audaz, pero eso era normal. Ye Lang fue imprudente y audaz en lo que hizo. Cualquier cosa que especules sobre él también debería ser audaz.

Y ella tenía razón. Todo este Distrito Milagro fue construido con los materiales que compró.

“Sí, el señor diseñó todo este distrito, y también usamos sus materiales. Nosotros solo usamos sus materiales para construir el distrito de acuerdo con su plan”, asintió Alvin.

"¿Ye Lang, qué has hecho? ", murmuró la Séptima Princesa para sí misma. Sin embargo, ella lo dijo con orgullo. Estaba orgullosa de Ye Lang.

“¡Él es mi hermanito después de todo! ¡Construyó su propia ciudad al lado de Ciudad de Sheng!” Ye Lanyu estaba más orgullosa, más orgullosa que cuando tuvo sus propios resultados.

“No teníamos otra opción. Si no construimos este distrito, cien mil personas quedarían sin hogar. El Señor no solo nos dio un techo sobre nuestras cabezas, sino que incluso nos dio herramientas para seguir viviendo”, el tono de Alvin cambió mientras hablaba.

Las herramientas que mencionó eran las mismas que dijo que eran inútiles cuando Ye Lang las compró por primera vez.

“Incluso la persona más rica podría no tener la capacidad de construir una ciudad como esta e incluso mantener el sustento de cien mil personas. Es muy normal que haya gastado todo su dinero”, la Séptima Princesa le devolvió la lista a Alvin, mirando a su alrededor.

Lo que ella dijo era verdad. Muchas personas habrían gastado generaciones de herencia y activos para construir un distrito como este y asegurarse de que cien mil personas pudieran continuar sobreviviendo. La quiebra de Ye Lang fue normal.