Capítulo 1213 - No se puede humillar al Soberano de la Espada

"¿¡Fue… fue roto!?"

“¡El Dominio de la Espada Sin Corazón ha sido completamente destrozado! ¿Y Yun Che ni siquiera ha sufrido una pequeña lesión?"

"¿Debe ser... debe ser porque Jun Xilei ya había sufrido lesiones graves?"

A diez kilómetros de distancia, Jun Xilei cayó al suelo dando varias decenas de pasos hacia atrás, las llamas de su cuerpo apenas se habían extinguido cuando el siguiente golpe de la Espada de la Aniquilación Celestial había caído.

¡¡Dang!!

Las Espadas Luz Brumosa y Aniquilación Celestial tuvieron su primer choque físico real. Bajo el efecto del rebote de las fuerzas explosivas del choque de espadas, Yun Che fue expulsado lejos mientras Jun Xilei retrocedió varios pasos más antes de escupir una bocanada de sangre como una flecha directamente de su garganta. Su rostro estaba extremadamente pálido y, antes de que pudiera encontrar tiempo para respirar la imagen del Manifiesto del Cuervo Dorado se elevó desde los cielos y trajo consigo un cielo entero lleno de implacables llamas doradas.

Con el cincuenta por ciento de las fuertes llamas del Cuervo Dorado de Yun Che, originalmente no habrían planteado ninguna amenaza para Jun Xilei, pero ella ya había sufrido heridas graves por el golpe inicial con la espada de Yun Che. La ejecución de su Dominio de la Espada Sin Nombre creó otra grave lesión interna y, al mismo tiempo, el hecho de que su dominio se destruyera creó un fuerte rebote. Ella apenas podía recibir el ataque de Yun Che en su estado de eventual y rápido colapso.

El ataque del Manifestado Cuervo Dorado representó una pesadilla irreprimible para ella en este momento.

En medio de las llamas explosivas, Jun Xilei gritó, una vez más fue enviada volando por el fuego cayendo a una muy larga distancia.

Apagó las llamas en su cuerpo una vez más y luchó por levantarse, pero justo cuando se levantó sintió una oleada de energía incontrolable dentro de ella. Ella comenzó a toser sangre, y cada bocado de sangre contenía grandes volúmenes de sangre roja fresca. Cuando la sangre abandonó su cuerpo, también lo hizo su fuerza y ella cayó al suelo sin poder levantarse durante un período de tiempo.

Su mirada originalmente fría ahora se había vuelto borrosa... No podía, en sus sueños más salvajes, creer que en tan poco tiempo de luchar contra Yun Che, realmente sufriría lesiones a tal medida.

"Ah". Jun Wuming cerró los ojos, dejando escapar un largo suspiro.

Jun Xilei todavía había subestimado al final a su oponente... no, debería ser que su odio por Yun Che era grande, había eliminado toda racionalidad, lo que hacía que Yun Che pudiera aprovechar la situación.

Si solo hubiera sofocado su odio y lo hubiera dado todo, incluso si la fuerza de Yun Che hubiera crecido a pasos agigantados desde hace tres días, esto nunca habría sucedido.

El rebote de la destrucción de su Dominio de la Espada Sin Nombre no fue tan grave y el ataque de la imagen del Manifestado Cuervo Dorado tampoco debería haber sido tan amenazante, pero todo fue gracias a la primera gran lesión que recibió y luego surgió una bola de nieve, a partir de ahí sus heridas solo se hicieron más graves. En este punto era imposible para ella cambiar las cosas.

Si ella perdiera en esta batalla, podría decirse que habría sido un gran desperdicio. Estaba destinada a sacudir a todos los Reinos de Dios con su Dao de la espada. El solo hecho de lanzar un pequeño Dominio de la Espada Sin Nombre y no poder consolidarlo fue una de las lecciones más crueles para ella. A la inversa, este fue el momento de Yun Che, no solo mostró su monstruoso talento del camino profundo para que todos lo vieran, era obvio para todos ver que estaba en una liga diferente a la de Jun Xilei.

Yun Che no aprovechó la situación para enviar a Jun Xilei a volar desde el Escenario del Dios Conferido. En su lugar, arrastró la Espada de la Aniquilación Celestial, caminando hacia adelante, de manera constante y sin prisa. La Imagen del Cuervo Dorado flotaba sobre él, en todo su esplendor ardiente.

Sintiendo la presencia de Yun Che acercándose, Jun Xilei levantó lentamente su brazo, su mirada sostenía un frío odio condescendiente. Sus dientes como jade estaban manchados de sangre. Ella rechino los dientes mientras pronunciaba las palabras "Despreciable... villano..."

"¿Despreciable? Ha..." Yun Che dejó escapar una risa fría" Cuando tu malévolamente golpeaste a Huo Poyun con un ataque de espada, causando que pierda toda forma de cara y arrastre toda su autoestima y dignidad bajo tus pies, ¿por qué no pensaste en la palabra 'Despicable' en ese entonces?”

"Si no fuera por el hecho de que querías hacer lo mismo conmigo, destruir por completo cualquier y toda la fe que tengo en mí mismo, para darme el mayor insulto en una derrota, ¿cómo terminarías así? ¡Este resultado es todo debido a tí!”

"Tú……"

"Oh, cierto." La risa de Yun Che se hizo más fría a medida que el ridículo en su voz se hizo más fuerte "¿No mencionaste en ese momento que las" Llamas del Cuervo Dorado no eran mucho"? Sin embargo, me parece que fuiste derrotado y golpeada bastante mal gracias a las llamas de mi Cuervo Dorado. Entonces, ¿esto significa que tu Dao de la espada, también se puede decir que es peor que ‘no es mucho’ en entonces?”

Sabía que el profundo odio que Jun Xilei sentía contra él, cada vez que lo miraba parecía como si quisiera molerlo en miles de pedazos. Como era así, no debía escatimar pretensiones y simplemente la ofendía hasta lo sumo... además, fue ella quien hirió fuertemente a Huo Poyun e insultó a las llamas del Cuervo Dorado anteriormente.

"..." El cuerpo entero de Jun Xilei se sacudió, su rostro originalmente pálido y blanco de repente se volvió un tono rojo antinatural "Yun... Che..."

¡Ding!

Sonó como si algo se hubiera roto. Después de que el sonido sonó, la Jun Xilei originalmente gravemente herida de repente voló hacia arriba, con la intención de su espada llenando todo el cielo. Todo el cuerpo de Jun Xilei estaba teñido de rojo sangre, el odio en sus ojos parecía que podía perforar mil almas. Apuntó la Luz Bromsa hacia el cielo y se escuchó el suave zumbido de una espada.

"Esto es... ¿Formación de la Espada del Cometa?"

Los ojos de Jun Wuming brillaron cuando gritó "¡Lei’er detente!"

La acción de Jun Xilei significó el inicio de la Formación de la Espada Cometra. Ejecutar la Formación de la Espada Cometa era generalmente tan fácil como levantar el dedo, pero ahora mismo, su activación forzosa solo significaría que sus lesiones fueran más graves.

Yun Che había presenciado personalmente lo temible que era la Formación de la Espada Cometa de Jun Xilei, ya que incluso Luo Changsheng había resultado herido.

Sin embargo, era una pena que ella no estuviera en un estado óptimo y se obligara a ejecutar esta formación de espada. Ni siquiera podía sentir una onza de amenaza, solo se río con frialdad y barrió con la Espada de la Aniquilación Celestial, desatando explosivamente la "Aniquilación Dorada Absoluta".

¡¡Bam!!

Antes de que la Formación de la Espada pudiera terminar de completarse, fue destrozada por la espada de fuego. La reacción provocó que Jun Xilei se sacudiera violentamente. La energía profunda y el aura de la espada que reunió se disipó violentamente y Yun Che siguió con otro ataque de espada, el poder de la Espada de la Aniquilación Celestial golpeó sin piedad directamente a Jun Xilei en su cuerpo.

¡¡Boooom !!

Una miserable voz chillona gritó. Jun Xilei cayó del cielo y se estrelló contra el suelo. La Luz Brumosa voló de sus manos, volando muy lejos dejando un rastro de luz blanca detrás de él.

El choque de Jun Xilei contra el suelo parecía sentirse profundamente dentro de las almas de todos los que observaban.

Jun Xilei había… perdido su espada.

Para un Soberano de la Espada, su espada era tan importante como su vida... no, de hecho era más importante su vida. La espada era la compañera de un Soberano de la Espada, era su vida, su honor y su dignidad, era el núcleo de sus propias creencias.

Una vez que uno perdiera su espada, se consideraría el mayor insulto y la mayor derrota que cualquier Soberano de la Espada podría sufrir.

A pesar de que la batalla de Jun Xilei con Luo Changsheng terminó con una amarga derrota y una fuerte lesión, la Luz Brumosa nunca había abandonado su mano.

El tiempo de Yun Che en el Reino de Dios todavía se consideraba muy breve y él no sabía de este hecho, pero en el momento en que la Luz Brumosa cayó al suelo y cómo el espectador se quedó en silencio, combinado con la mirada sin vida de Jun Xilei en sus ojos, entendió un poco. Sin embargo, a él no le importaba un comino. Se dio la vuelta con frialdad y calmadamente declaró: "Admita la derrota, o simplemente podrías desmayarte en el lugar, tal vez perder de esa forma te hará lucir un poco mejor."

"Oh, cierto, hay un dicho que mi maestra te había enseñado anteriormente, pero es bastante obvio que no has aprendido tu lección. No me importa enseñártelo una vez más."

“¡Si intimidas a otros, espera ser intimidado!”

Jun Xilei “……”

La espalda de Yun Che estaba frente a ella, abrió la boca solo para dar una fría advertencia: "No sientas que has sufrido un gran agravio. Ya sea en el Reino de la Canción de Nieve o en este momento, ¡todo esto es cosa tuya! De aquí en adelante, no vengas a buscarme problemas, o si no... Aunque seas mujer, no te mostraré ninguna misericordia. ¡Tu destino será incluso peor que el de hoy!”

Cuando terminó de hablar, Yun Che se alejó en la distancia.

Detrás de él, el sonido de vomitando sangre se escuchaba. Esta vez no fueron las lesiones de Jun Xilei las causantes, sino por el enojo y el insulto con que fue golpeado su corazón.

La cara de Jun Xilei giró entre blanco pálido, luego rojo y su cuerpo tembló incontrolablemente. La sangre en las comisuras de su boca todavía goteaba. Ella rechinó y apretó los dientes. Se sintió insultada, enojada, llena de odio e instintos asesinos... Era como si las peores pesadillas hubieran invadido su cuerpo y se hubieran alojado en cada fibra de su alma y de su ser.

Ella era la sucesora del Soberano de la Espada. Ella había disfrutado de un estado glorioso. Incluso los Reyes de los Reinos Estelares tuvieron que doblar sus espaldas e inclinarse frente a ella, sin atreverse a mostrar incluso un poco de falta de respeto. Su talento y habilidad le proporcionaron su identidad y fue sin duda una de las indiscutibles "Cuatro Hijos de Dios de la Región Oriental". Nadie más entre la generación más joven en toda la Región Divina Oriental, además de Luo Changsheng podría vencerla.

Ella creía firmemente que algún día superaría a su maestro y se convertiría en la nueva Soberana de la Espada del Reino Divino Oriental, esto era seguro y nadie lo negaría.

Esta batalla divina fue un momento para que ella demostrara sus habilidades, para conmocionar a toda la Región Divina Oriental.

Pero en este momento, esta batalla la había despojado de toda su dignidad ante los ojos de todos. Lo que la manchaba por todo el cuerpo no era sangre, sino una mancha inasible de un insulto.

En el Reino de la Canción de Nieve, fue él, él quien la hizo sufrir el mayor insulto en toda su vida.

Ella podría sufrir la derrota.

¡Pero por qué tenía que ser él, y una derrota así!

"Ah," la cara de Shui Qianheng era de un poco de arrepentimiento "La capacidad de Yun Che ha aumentado a pasos agigantados. Parece que ya ha alcanzado el nivel de Jun Xilei. Esta batalla... Debería haber sido emocionante y extravagante, tal vez como una repetición de la batalla de Yun Che y Lu Lengchuan, pero quién hubiera pensado... Qué pena... Qué pena... "

Shui Yingyue frunció el ceño. "Jun Xilei es una persona orgullosa y arrogante, pone mucho peso en su rostro y dignidad, pero en esta batalla ni siquiera tuvo la oportunidad de mostrar ni una décima parte de su habilidad y sufrió una aplastante derrota. De hecho, fue completa paliza... además, Yun Che la estaba humillando a propósito. Supongo que debe haber algún tipo de animosidad entre los dos."

La voz de Shui Qianheng se hundió un poco "La sucesora del Soberano de la Espada es un poco demasiado joven después de todo. Yingyue, esto significa que tu próximo oponente es Yun Che... y podría ser una batalla realmente difícil."

Shui Yingyue asintió suavemente con la cabeza "No te preocupes, Padre Real, se puede decir que Jun Xilei es mi reconocimiento. ¡Dentro de tres días definitivamente no me voy a contener ni a dejar ningún margen de error!"

"Está bien." Shui Qianheng asintió, pero sus cejas se levantaron de repente mientras giraba sus ojos para mirar en dirección a Jun Xilei murmurando "¿Qué está tratando de hacer ella?"

"¡¡Yun... Che... Detente… Justo… ahi!!"

Detrás de Yun Che, la voz de Jun Xilei sonó lentamente sosteniendo un odio inmenso en su interior.

Yun Che se detuvo y lentamente se dio la vuelta para encontrarse con Jun Xilei directamente a los ojos. Ese torrencial abismo de odio en sus ojos parecía querer tragárselo. Tal vez, todo el enojo y el odio que había experimentado en toda su vida resumidos no podía ser igual a lo que sentía en ese momento.

Pero con respecto a Yun Che, él había visto tales ojos demasiadas veces. No lo desconcertó ni un poco y él respondió: "¿Todavía quieres seguir luchando? ¿No tienes miedo de verte incluso peor que ahora? Si quieres vengarte, solo admite la derrota obedientemente, ve a recuperarte y lamer tus heridas. ¡Te enfrentare en cualquier momento!"

"..." El pecho de Jun Xilei se agitó vigorosamente, una oscuridad aterradora parecía aparecer dentro de sus ojos. Se levantó lentamente, poco a poco a pesar de que era extremadamente difícil.

"Yo... cómo... podría... yo... incluso... perder... contra... ti..."

"¡Heh!" Yun Che se rió cínicamente. Justo cuando estaba a punto de ridiculizarla, él frunció el ceño.

Dentro de su línea de visión, Jun Xilei comenzó a levantar lentamente sus manos. Ella se acercó a su espalda. Desde el comienzo de la batalla divina, esta antigua espada siempre se había quedado detrás de ella. Ahora envolvía sus manos ensangrentadas con fuerza sobre el arcaico mango de bronce de la espada.

Sus acciones dejaron a todos en shock. Aquellos que estaban familiarizados con esa espada de aspecto antiguo, especialmente los expertos de los Reinos Estelares Superiores, la mirada en sus caras cambio.

Al lado de las gradas de espectadores se contaba Jun Wuming, quien estuvo tranquilo todo el tiempo, incluso durante la vergonzosa derrota de Jun Xilei torció su rostro con horror. Gritó con toda su fuerza "¡¡Lei’er, ALTO!!"

El rugido de Jun Wuming fue tan poderoso y aterrador que incluso algunos expertos fuertes entre el público inmediatamente tosieron sangre. Todo el cuerpo de Jun Xilei se sacudió, pero sus manos se sujetaron firmemente a la empuñadura de la espada, negándose a dejarla ir.

Yun Che comenzó a mirarse serio. Una fuerte ola de omnisidad se extendió y golpeó su alma.

"Lei’er! ¿Estás desperdiciando tu vida?". Jun Wuming se dirigió hacia el lado del Escenario del Dios Conferido, enfatizando "No debes usar la Espada sin Nombre... ¡Esta es una orden de tu maestro!"

A todos los espectadores de la Región Divina Oriental les pareció increíble que el mismo Soberano de la Espada tuviera una reacción tan exagerada, mientras que el Honorable Quhui según las reglas se disparó frente al cuerpo de Jun Wuming, temiendo que interfiriera en el combate... Después de todo, era el Soberano de la Espada.

"..." El pecho de Jun Xilei comenzó a hincharse aún más vigorosamente, pero parecía que sus ojos aún estaban tan oscuros como un abismo mientras miraba a Yun Che, sangre goteando de la comisura de la boca mientras verbalizaba cada palabra individualmente

"Yo... no puedo... obedecer... la orden del maestro..."

"La... dignidad del... Soberano de la Espada... no... no... debe... ser... pisoteada!!"

¡¡Jiang!!

Cuando Jun Xilei movió su mano, sonó un silbido metálico y estridente de "Sin Nombre" que dejó su funda.

Un aura de espada incomparable se elevó en el área.

Bajo el poder de esta aura de espada, Yun Che era como una hoja en el viento. Gruñó y retrocedió varios pasos. Sus partes internas se sintieron abrumadas cuando su corazón fue enviado tambaleándose en shock

¡Esta fue el aura de espada de solamente el desenfundamiento de la espada!

Alrededor de Yun Che, sus oídos podían escuchar una marea de chillidos metálicos.