
Monarca Sabio
Autor: Divine DW
SkyNovels
Capítulo 1: Juicio Nublado por el Amor.
La energía es la esencia de la vida.
Las artes energéticas son el método para cultivar la esencia de la vida.
Alcanzar la cumbre del cultivo trae una serie de habilidades fantásticas y asombrosas.
Los expertos en las artes energéticas pueden romper paredes con sus manos desnudas, escuchar los pasos de una hormiga, caminar sobre el agua, exhalar fuego, hacerse invulnerables ante todo tipo de armas, unir su energía con las nubes, subsistir absorbiendo energía en vez de comer, y hasta rastrear a enemigos fijándose en sus almas...
Continente Abundancia Exuberante. Fuerte Yan.[i]
Este era un lugar muy habitado y próspero; a pesar de que era de noche, se podían ver muchos caballos y carruajes sobre las calles, y la ciudad se encontraba repleta por el resplandor de las lámparas.
Era la mitad del verano, y el cielo nocturno estaba cubierto de nubes oscuras. Los apagados y lejanos sonidos de truenos apenas se escuchaban a la distancia, y dada la humedad en el aire, parecía que empezaría a llover pronto.
En una esquina relativamente remota de la ciudad, el suelo tembló repentinamente, y entonces apareció un agujero de la nada.
De ese agujero salió un joven, el cual saltó con la agilidad de un gato. Se veía cómo de diecisiete o dieciocho años, e iba vestido totalmente de negro desde la cabeza hasta los pies, también llevaba en sus manos una pequeña caja tallada de manera exquisita.
Este joven se llamaba Yang Qi[ii], y al igual que muchos otros, era alguien cultivaba las artes energéticas[iii].
Era uno de los jóvenes maestros del Clan Yang, uno de los clanes ricos y aristocráticos de Fuerte Yan. También era relativamente conocido en la ciudad, como un poderoso maestro de las artes energéticas. Aún era muy joven, y no era tan alto o corpulento. Pero cada una de sus acciones y movimientos dejaba en evidencia la misteriosa energía que fluía por su cuerpo, lista para hacer erupción en cualquier momento.
Circuló su energía de pie frente al borde del agujero, y se pudieron escuchar unos estrépitos intensos, extremadamente sorprendentes.
—«Supongo que no falta mucho para que llegue a la quinta etapa de las artes energéticas, el nivel de la Erupción de Energía. Entonces podré canalizar al exterior mi energía verdadera[iv]. ¡Eso me convertirá en un experto de verdad! ¡Mi progreso será increíble!»
Entonces volteó hacia atrás, a darle un vistazo a los imponentes muros de la ciudad, y se veía muy contento consigo mismo por haberlos atravesado del modo en que lo hizo. Entonces se puso en movimiento y desapareció cómo una pantera negra entre los oscuros bosques que rodeaban la ciudad.
Hacía tiempo que Yang Qi había cultivado sus artes energéticas hasta la cuarta etapa, el nivel de la Refinación de Energía.
En el Continente Abundancia Exuberante, los expertos que cultivaban las artes energéticas se dividían en nueve etapas.
Primero estaba la Absorción de Energía, el proceso en el que se aprendía a traer la energía al interior del cuerpo.
La segunda era la Circulación de Energía, en la cual se hacía fluir la energía vital a través de los canales meridianos del cuerpo.
La tercera era la Convergencia de Energía, en la que la energía vital se reunía en un lugar central, el mar de energía.
La cuarta era la Refinación de Energía, en esta se reunía la energía vital para refinarla y purificarla.
De quinto estaba la Erupción de Energía. En esa etapa, se podían usar las artes energéticas de manera externa para herir a los enemigos.
Las primeras cuatro etapas, “Absorción, Circulación, Convergencia y Refinación” eran internas, y aunque se podían usar para fortalecer el cuerpo, no hacían mucho más que esto. Pero después de llegar a la quinta etapa, la de Erupción de Energía, el cuerpo se transformaba por completo, permitiendo así desatar las artes energéticas en combate.
Uno solo se podía considerar como un verdadero experto poderoso después de llegar al nivel de la Erupción de Energía.
Por tanto, la quinta etapa era considerada una de las líneas de demarcación en el cultivo de las artes energéticas.
En ese nivel, se podía desatar el Puño Divino de Cien Pasos, una técnica que podía dañar a un enemigo a cien pasos de distancia, incluso al punto de destrozar árboles enteros. Ese poder de batalla era tan extraordinario que una sola persona capaz de esto podía derrotar a cien individuos que no pudieran.
La sexta etapa se llamaba el nivel del Arma de Energía, en esta se podía usar la energía para formar armas corpóreas.
El séptimo nivel era el de la Manifestación de Energía. En esa fase, se podían usar las artes energéticas para convocar a bestias feroces, o incluso alas para volar por el cielo.
La octava etapa, la Encarnación de Energía, traía consigo una habilidad llamada Encarnación de la Mente, en la que el practicante podía crear una barrera de energía defensiva, con una fuerza casi impenetrable.
La novena etapa, se la conocía como el nivel del Maestro de Energía. Lamentablemente, no era muy probable que Yang Qi pudiera convertirse alguna vez en un gran maestro de las artes energéticas.
Según los rumores, los expertos al nivel de un Maestro de Energía podían eventualmente usurpar la vida de los Cielos, y así llegar al nivel de Usurpador de Vida. Estos expertos experimentaban una transformación completa, incluyendo el adquirir una esperanza de vida mucho más larga que la de practicantes normales de las artes energéticas. Yang Qi ni siquiera había visto jamás a un individuo como ese.
Después de correr un rato por el bosque, Yang Qi alcanzó a ver a una joven frente a él, llevaba unas ropas de color celeste y se veía erguida orgullosamente de espaldas a él.
—¡Lan'er! —la llamó—. ¡Conseguí la Píldora del Dragón Latente! No fue nada fácil, pero logré entrar a la mansión del magistrado de la ciudad gracias a mis conexiones, ¡y me metí en su bóveda de tesoros para robar la píldora!
Entonces se quedó viendo con emoción a la joven y sostuvo esa pequeña caja tallada frente a él.
La joven se volteó y reveló un rostro espectacularmente hermoso.
—Así que finalmente lo logras Yang Qi. —La chica extendió sus dedos tan bellos como el marfil y dijo, —Ven, déjame verla.
—Muy bien. —Yang Qi le entregó la caja a la joven sin siquiera dudar.
Esta la recibió, la abrió y reveló una píldora medicinal de color rojo ardiente. Un aroma medicinal llenó el área al instante, y la píldora hasta parecía titilar como si estuviera en llamas, una luz de color rojo llegó hasta el rostro de la joven, hasta la hacía ver aún más atractiva.
—Muy bien Lan'er, —dijo Yang Qi—. Conseguí la Píldora del Dragón Latente. Ahora podemos escaparnos como prometiste ¿verdad? Vamos, vayamos.
—Lo siento Yang Qi, —respondió ella después de guardar la caja entre sus ropas. Lo observó fríamente y prosiguió, —Tengo un asunto importante que atender, así que no me voy a escapar contigo. De hecho, no vuelvas a mencionar el asunto.
Esas palabras le impactaron como un relámpago...
Retrocedió varios pasos, su rostro palideció totalmente y dijo, —Lan'er, ¡me expuse a gran peligro por ti! Robé la Píldora del Dragón Latente de la mansión del magistrado porque dijiste que escaparíamos juntos. ¿Ahora cambias de opinión? ¿Por qué? ¿Por qué dirías algo así?
Entonces se escuchó repentinamente una voz, —¿Qué tal si lo explico yo? —Luego emergió una figura de entre la oscuridad del bosque. Era un joven apuesto, alto y fornido, con una armadura que cubría su cuerpo. Por el desdén con el que miraba a Yang Qi, era evidente el tipo de persona arrogante y orgullosa que era.
—De verdad crees que a Lan'er, una gran princesa de Yun de Mar[v], ¿le interesaría un pequeño canalla del Clan Yang? Quizás tu clan sea importante en Fuerte Yan, pero déjame decirte esto: Ni siquiera a los príncipes de Fuerte Yan se les ocurriría ir tras Lan'er. ¡Te estaba usando! ¿Me entiendes tonto ingenuo? ¿No conoces el dicho del horrible sapo que anhela al cisne? ¡Ese eres tú!
—¿De verdad Lan'er? —preguntó Yang Qi con el rostro pálido, aún se aferraba a las pizcas de esperanza que existían en su corazón.
Pero la siguiente frase de Lan'er aplastó esas esperanzas.
Le respondió con un rostro incomparablemente frío, —Es la verdad Yang Qi. Te usé para conseguir esta Píldora del Dragón Latente. Dicho esto… no quiero hacerte daño, así que mejor vete y ya.
—Tú... —Yang Qi estaba temblando, sus manos y pies ya estaban tan fríos como el hielo. —¿Cómo puedes actuar así Lan'er? ¿Qué me vaya? ¿A dónde se supone que vaya? ¡Me robé una Píldora del Dragón Latente! No puedo volver a casa, y los guardias de Fuerte Yan ya me deben estar persiguiendo. ¿Por qué al menos no me regresas la Píldora del Dragón Latente y lo dejamos así?
El joven de la armadura le respondió con una risa gélida. —¿Regresársela? Deja de soñar chiquillo. ¿Quién escupiría la carne después de morderla? Largo de aquí. Te arrepentirás si se te ocurre causar problemas...
—Tú... —Yang Qi estalló y entró en acción súbitamente. Se arrojó contra el joven de armadura, con el poder de un tigre y la agilidad de una serpiente, sus manos se movían por el aire con la ferocidad de un hacha.
—¡Tigre Blanco Devora Cadáver! —gritó y recurrió de inmediato un arte energética mortal y única del Clan Yang. En su nivel más alto, esta arte energética se podía usar para convocar a un enorme tigre blanco, extremadamente feroz y lo bastante fuerte como para reducir a sus enemigos a simples cadáveres. Por supuesto, Yang Qi estaba muy lejos de ese nivel.
—¿Te quieres morir? —dijo el joven de la armadura con un resplandor de desdén en sus ojos.
¡Wuuush!
Una onda de energía transparente salió disparada desde su mano e impactó de lleno a Yang Qi. El golpe lo tiró al suelo incluso antes de terminar de ejecutar su Tigre Blanco Devora Cadáver, y allí tosió una gran bocanada de sangre.
Sus ojos se llenaron de asombro, alzó la mirada y dijo, —Estás en la quinta etapa de las artes energéticas, el nivel de la Erupción de Energía...
—Correcto, —respondió el joven de la armadura—. No eres más que una hormiga para mí. El Tigre Blanco Devora Cadáver es un movimiento mortal, pero tú no pareces más que un niño jugando a las peleas con sus amigos cuando lo usas.
Yang Qi se puso difícilmente de pie. Y le preguntó con ojos rebosantes de odio, —¿Quién eres...?
—Me llamo Song Haishan[vi], Lan'er es mi prima menor. Hace apenas unos días, fue aceptada como una discípula avanzada en la organización número uno del Continente Abundancia Exuberante, el Instituto Semi-Inmortal. ¿Tienes idea de lo importante que es eso? ¿De verdad piensas que tienes oportunidad de acercarte a ella? Espera... ¿me preguntas porque crees que vendrás a vengarte luego? Uhm. Como dice el dicho, si cortas la hierba, pero no sacas las raíces, volverán a crecer con la brisa de la primavera. Supongo que dejarte libre no es una opción.
Mientras las palabras aún salían de su boca, la energía de Song Haishan empezó a acumularse en su interior.
—Así que, —rugió Yang Qi—, eres al que llaman el mejor de Yun de mar. Muy bien, de todos modos te mataré. Y tú Yun Hailan[vii], me mentiste, juro que te haré pagar por eso algún día.
—Parece que dejarte vivo no es lo correcto... —dijo Song Haishan con un gruñido, y listo para entrar en acción.
—Suficiente primo, —interrumpió Yun Hailan mientras extendía su brazo para cerrarle el paso. Entonces volteó hacia el Fuerte Yan y continuó—. Los guardias ya están en camino. No hay razón para matarlo. Ven, vámonos... —Dicho eso, se desvaneció en medio de la noche, y solo dejó atrás una frase antes de partir. —Yang Qi, te lo compensaré después de unirme como discípula en el Instituto Semi-Inmortal.
Song Haishan solo le dijo a Yang Qi con un tono burlón. —Jum. Parece que podrás vivir un poco más pequeño bastardo. Lan'er simplemente no quiere tener tu sangre en sus manos. Que así sea. Pero el magistrado de Fuerte Yan no te dejará libre tan fácilmente. Así que de todos modos no vivirás mucho más.
Se rio manera siniestra y se volteó para seguir a Yun Hailan
—Yun Hailan... —murmuró Yang Qi. Tosió un poco de sangre y se quedó mirando el lugar en el que habían desaparecido ella y Song Haishan, sabía bien que ambos poseían artes energéticas muy por encima de él.
Todo lo sucedido hasta ahora pasó repentinamente por su mente... Se había encontrado con Yun Hailan un día mientras ayudaba en los negocios de su clan, y se había enamorado a primera vista. Ella lo trató con mucha compasión y cariño por un tiempo, y eventualmente le pidió su ayuda para conseguir la Píldora del Dragón Latente. Había pensado las cosas un poco, pero terminó por tomar esta decisión. Y aquí estaba ahora...
Se quedó circulando sus artes energéticas e intentando decidir qué hacer ahora. Sabía bien que los guardias de Fuerte Yan venían por él. Había terminado humillando a su propio clan y seguramente lo castigarían duramente si era atrapado.
Mientras intentaba recuperarse, escuchó repentinamente unas voces. Y varias figuras aparecieron detrás de él poco después de eso.
Uno de ellos era un hombre con una armadura de hierro forjado en frío que pesaba más de cien libras, lo hacía ver como una bestia feroz. El corazón de Yang Qi se llenó de desesperanza apenas vio a este hombre de armadura.
Ese era Luo Hun[viii], uno de los guardias especiales de la mansión del magistrado de la ciudad, un hombre brutal y feroz, su cultivo había pasado hacía mucho el nivel de la Erupción de Energía.
—Regresa la Píldora del Dragón Latente que robaste Yang Qi. Te perdonaré la vida si lo haces...
Los ojos de Luo Hun resplandecían como los de un animal, no los de un humano, y su armadura de hierro irradiaba un aura asesina muy poderosa. Ni siquiera se molestó en esperar por una respuesta, simplemente dio un paso adelante y atacó la región del dantian de Yang Qi con una palmada, su blanco era su mar de energía.
Yang Qi terminó tosiendo otra bocanada de sangre nuevamente, y las artes energéticas que había cultivado desde la edad de cinco años... fueron arruinadas.
—Tú... ¿destruiste mis artes energéticas...? —Su rostro se llenó de desesperación total. Ahora que el mar de energía en su dantian estaba destruido, le sería imposible reunir la energía. De ahora en adelante... estaría condenado a ser una simple persona ordinaria.
—Tuviste la audacia de robar una Píldora del Dragón Latente, —le dijo Luo Hun fríamente—. Mermar tus artes energéticas es ser generoso. No te estoy matando de inmediato simplemente porque eres un joven maestro del Clan Yang, y también por tu tía. Hombres, átenlo a ese árbol. Volveré a la ciudad a reportar el asunto al magistrado y recibir nuevas órdenes. Esperad aquí y preservad la escena del crimen. Haré que varias personas del Clan Yang vengan a ver la situación.
—Si señor, —respondieron los demás guardias especiales. Estos ataron sin dudar a Yang Qi en un árbol cercano, y entonces empezaron a patrullar el área.
Por su parte, para Luo Hun no importaba que vistiera una armadura de hierro forjado en frío que pesaba más de cien libras. Se puso en movimiento como un ave en vuelo y se dirigía de vuelta a Fuerte Yan.
Más o menos en ese momento, un gran número de relámpagos empezaron a surcar el oscuro cielo sobre ellos. Las nubes de lluvia que habían estado acumulándose hasta ahora llegaron a su límite, y empezó a caer un torrencial, acompañado de truenos y relámpagos que parecían serpientes plateadas que chocaban contra el suelo.
—Esta lluvia sí que es fuerte, —dijo uno de los guardias mirando hacia arriba un poco nervioso—. ¿Y qué pasa con todos esos rayos?
Repentinamente... un relámpago cayó sobre un árbol distante, el cual se prendió en llamas a pesar de toda esa lluvia. Ver tantos relámpagos entre la lluvia era un escenario aterrador.
El otro guardia quedó aterrado y dijo, —Estos rayos son muy extraños. Jamás había visto nada así. He oído que ni siquiera aquellos Maestros de Energía pueden sobrevivir un impacto de relámpagos celestiales como estos. ¡Vamos a morir si nos quedamos en este bosque! ¡Salgamos de aquí!
—¿Y el pequeño bastardo?
—No te preocupes, ya arruinaron sus artes marciales. Además, está atado. ¿Cómo podría escapar? ¿Volando?
Los guardias temblaban de miedo y terminaron por escapar del área.
Pero justo cuando se fueron entre los árboles, un relámpago particularmente brillante y resplandeciente cayó al bosque, e impactó justamente el árbol en el que Yang Qi estaba atado.
En ese instante, todo el cuerpo de Yang Qi se llenó de electricidad. Y el olor a carne quemada llenó el aire.
[i] Yan significa “Golondrina”. También es el nombre de un clan, por eso no se traduce en el nombre de la ciudad “Fuerte Yan”. Esta traducción seguirá una metodología un poco distinta. En vez de traducir tantas ciudades como simplemente “Ciudad X” para el nombre, vamos a usar términos que se usan comúnmente en ciudades o poblaciones, (como villa, puerto, fuerte, campo, poblado, etc…)
[ii] Yang Qi: Yang es un apellido común, y también significa “Álamo” (el árbol). Qi significa “extraordinario, asombroso, maravilloso, sorprendente, etc…”
[iii] Por “Artes Energéticas” nos referimos a un nivel de cultivo extenso, y también es el término que describen las “artes” que practican en este mundo. Podéis tomar “artes energéticas” y “artes marciales” más o menos como sinónimos, los términos se usan de manera intercambiable.
[iv] Hay una razón por la que se menciona el término “energía verdadera”, aunque la explicación tardará bastantes, bastantes capítulos…
[v] Yun de Mar: Yun significa “Nube” y Hai significa “Mar”.
[vi] Song Haishan: Song es un apellido común. El Hai es el mismo; “Mar” y Shan significa “montaña”.
[vii] Yun Hailan: Igual. Yun “Nube” Hai “Mar” y Lan es “niebla de montaña, neblina de montaña, vapor, etc…”
[viii] Luo Hun: Luo es un carácter bastante complicado que puede significa muchas cosas. Además de ser un apellido, puede significar: “tamiz, velo de seda, recolectar, extender, atrapar, reunir, etc…” El carácter también aparece en muchos términos religiosos al ser transliterados. Hun significa “alma”, el “alma espiritual” para ser específicos. (En el folclore chino hay varios tipos distintos de “almas”).
[su_button url="https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=QXF98F3RUE73E&source=url" target="blank" background="#f09921" wide="yes" icon="icon: handshake-o"]Donación. Frozzy. Sage Monarch[/su_button]
Inicia sesión para reaccionar y/o comentar a este capítulo



Comentarios del capítulo: (0)