⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 110: Encontrándose a una Sierpe de Riada Negra.
—«Este Mar Negro sí que es profundo.»
En el lecho marino se podían ver muchos respiraderos que emanaban un líquido negro, esas eran justamente las aguas de los ríos subterráneos que alimentaban el mar. Yang Qi se sumergía cada vez más en esas aguas negras con su armadura puesta, y se encontraba a muchos engendros demoníacos en su camino.
En un momento pudo ver a una serpiente marina de cinco colores con una base de cultivo de Maestro de Energía. Estaba había creado una gruta mansión para sí misma en los arrecifes bajo la superficie del agua, y en este momento yacía allí absorbiendo la energía aviesa a su alrededor. También había muchos engendros demoníacos en el área que obviamente habían sido subyugados y forzados a servirla.
La serpiente marina era tan ancha como un barril, y de decenas de metros de largo. Claramente había guiado el crecimiento del arrecife a su alrededor para asegurar que fuera una estructura defensiva perfecta en la cual cultivar.
De hecho, el arrecife era tan grande que casi parecía una ciudad, parecida a las que construían los humanos en la superficie.
El Pueblo Demoniaco era innatamente inteligente; y nacían con técnicas legadas por los antiguos Grandes Sabios del Pueblo Demoniaco. Obviamente su cultivo era muy distinto al de los humanos.
De hecho, Yang Qi hasta se dio cuenta de que la serpiente era lo bastante inteligente para dirigir a algunos engendros demoníacos a cultivar unos hongos negros en las tierras fértiles del mar, así como también ginseng y otras plantas medicinales que se podían usar para crear píldoras de convergencia de energía. Algunos engendros demoníacos eran lo bastante inteligentes para confeccionar píldoras para su cultivo, justo como los humanos.
La verdad era que el Pueblo Demoniaco solía tener muchos sendero de cultivo en la antigüedad, al principio los humanos simplemente los imitaban.
En cuanto a esa serpiente marina, en su cabeza descansaba la imagen proyectada de un humano, formada de energía verdadera, y con piel de cinco colores iguales a los de la serpiente.
Esa era Energía Verdadera Humanoide, y en el lugar dónde normalmente estaría el corazón humano, lo que había era un núcleo demoníaco de cinco colores del tamaño de un puño. Sería difícil saber cuántos años de cultivo hicieron falta para desarrollar un núcleo demoníaco de ese tamaño.
La serpiente pudo sentir de inmediato las fluctuaciones que indicaban la presencia de Yang Qi, y volteó hacia él.
—¿¡Quién anda ahí!?
La serpiente repentinamente salió disparada por el agua con una velocidad increíble y sin esperar respuesta, se dirigía directamente hacia Yang Qi como para consumirlo.
Un Maestro de Energía en esta situación probablemente habría sido eliminado por ese engendro demoníaco sin siquiera poder reaccionar.
Pero Yang Qi simplemente movió su mano, envió unas corrientes de energía de espada por el agua y creó una red de espadas monumental que rodeó a la serpiente marina.
—¡Perdóneme, oh, Gran Demonio! ¡Se lo ruego!
La serpiente marina ni siquiera se podía resistir; se dio cuenta de inmediato de que lidiaba con un Usurpador de Vida. Por supuesto, no se comunicaba de manera verbal. Pero las fluctuaciones que emanaba eran comprensibles para quien tuviera una base de cultivo lo suficientemente alta.
De hecho, incluso las personas en la octava etapa ya eran capaces de fusionarse con su propia alma hasta cierto punto. Con un poco de esfuerzo y suficiente tiempo, podían entender prácticamente cualquier lengua.
Y ese poder solo incrementaba al nivel de Maestro de Energía.
Por lo que no hacía falta mencionar a Usurpadores de Vida. Estos podían usar su energía verdadera fácilmente para comunicarse a nivel del alma sin siquiera pronunciar palabra.
—¿Perdonarte? ¡Dime dónde está la Gruta de la Sierpe de Riada Negra! ¿Y en dónde puedo encontrar sierpes de riada negras al nivel de Usurpación de Vida?
Ya que Yang Qi no conocía en lo absoluto el Mar Negro, no quería perder demasiado tiempo buscando a la deriva. Sería mucho más eficiente conseguir a algunos locales que le dieran la información.
—Oh Gran Demonio, ¿busca la Gruta de la Sierpe de Riada Negra? —la serpiente de cinco colores se estremeció por dentro—. Está muy, muy lejos, el este del Mar Negro. Allí hay una hondonada muy profunda en la que han construido una gran ciudad. Allí están todos los expertos de las sierpes de riada negras.
—¿Oh, con qué así es? —Entonces Yang Qi apretó la red e hizo pedazos a la serpiente, su sangre empezó a dar extenderse y llenar toda el área.
Los engendros demoníacos del Mar Negro eran completamente feroces, y solían salir del mar para cazar y comer humanos. Así que Yang Qi no dejaría irse así nada más a una al nivel de Maestro de Energía.
Extendió su mano, agarró el núcleo demoníaco del tamaño de un puño, lo observó y entonces lo aplastó con su energía verdadera.
Poco después apareció el Crisol del Fuego Infernal sobre su cabeza. Colocó el núcleo demoníaco adentro, y la lava burbujeante empezó a fundirlo de inmediato. Después del tiempo de apenas diez respiros, una hebra de energía verdadera empezó a fluir por sus meridianos hacia su mar de energía, y entonces hacia una de las partículas en su interior.
A estas alturas, el Crisol del Fuego Infernal tenía suficiente poder para fundir los núcleos demoníacos casi al instante y para convertirlos en quintaesencia de fuerza vital.
Era algo que la mayoría de las personas considerarían inimaginable.
Ni siquiera había artes energéticas de clase imperial o santa que pudieran hacer tal cosa.
Zas. Zas. ¡Zas! ¡¡Zas!! ¡¡¡ZAS!!!
Con un movimiento de su mano, envió varias ráfagas de energía hacia los demás engendros demoníacos en el área, los hizo explotar y atrajo sus núcleos demoníacos hacia su Crisol del Fuego Infernal.
Arrasar con esta parte del lecho marino le había conseguido más de cien núcleos. Yang Qi simplemente dejó salir un largo suspiro. Esto sí que era mejor que sentarse a meditar para mejorar su cultivo, aunque no era tan asombroso como usar la Energía Inmortal Nueve Yang.
Lamentablemente, en este momento no tenía ningún motivo válido para entrar al Mundo Cosmomenor. Incluso aquellos como la Hija Sagrada Muchasflores podían entrar por muy poco tiempo sin romper las reglas de la secta.
Para él, ver que a Yun Hailan se le permitía entrar era un gran desperdicio. Aunque ella no podía absorber la Energía Inmortal Nueve Yang, así que quizás no importaba mucho.
Yang Qi podía ver que con la Energía Inmortal Nueve Yang, no le tomaría ni un mes pasar más allá de la Usurpación de Vida terciaria, y quizás hasta la quinaria.
Lamentablemente, eso no era más que una fantasía en este momento.
—«Ah, lo que sea. Ya que no puedo entrar al Mundo Cosmomenor, simplemente cazaré algunos engendros demoníacos aquí en el Mar Negro. Los núcleos demoníacos son mejores que nada. Con suerte podré encontrar algunos al nivel de Usurpación de Vida, eso al menos estará un poco más cerca a la efectividad de la Energía Inmortal Nueve Yang.» —Y con eso se puso en movimiento hacia las partes orientales del Mar Negro.
En esa dirección se podían ver cada vez más ciudades y más engendros demoníacos.
Después de algunos cientos de kilómetros, se topó con una bandada de arañas marinas que estaban cazando a otros engendros demoníacos. Era tan grandes como caballos y todas se encontraban al nivel de Maestros de Energía.
En cuanto lo vieron, se arrojaron contra él y enviaron hebras de energía verdadera que parecían seda en forma de una red que les cerró todas las vías de escape.
—¡Bienvenidas! —dijo Yang Qi. Y repentinamente apareció la Lanza de la Deidad Infernal y envió unas corrientes de llamas verdaderas que parecían lava y destruyó todas las hebras de seda.
¡Crac!
La lanza atravesó a una de las arañas marinas, y la energía verdadera tan intensa la hizo explotar. Su núcleo demoníaco simplemente fue absorbido dentro del Corazón del Mar.
¡Swoooosh!
Salió disparado hacia adelante, acabó con el resto de las arañas marinas fácilmente y se llevó sus núcleos demoníacos.
A medida que avanzaba, era como un dios de la muerte que libraba el mundo de diablos y demonios. Acababa con todo engendro demoníaco en su camino. Leones marinos, morsas[i], ciempiés de mar, escorpiones de mar, lobos marinos. Ni un engendro demoníaco podía hacer frente a su Lanza de la Deidad Infernal.
Dos horas después ya había matado a más de cien engendros demoníacos Maestros de Energía, y tenía guardados sus núcleos dentro de su anillo de almacenamiento.
Después de ubicar un valle remoto, se centró de piernas cruzadas y sacó los núcleos. Tras fundirlos con su Crisol del Fuego Infernal para remover la energía demoníaca, envió la quintaesencia de fuerza vital resultante hacia su cuerpo.
A estas alturas, podía ver que la partícula quince en su interior estaba empezando a agitarse.
Pero no podría despertarla de esta manera. Al fin y al cabo, Yang Susu había usado la Pintura del Diablo Sabio para alcanzar la Usurpación de Vida secundaria, y esa había contenido diez mil núcleos demoníacos al nivel de Maestro de Energía, y uno de un Usurpador de Vida. Le haría falta una cantidad descomunal de fuerza para ascender. Usar algunos cientos de núcleos demoníacos de Maestros de Energía sería como arrojar un vaso de agua en una hoguera.
Dicho eso, esta experiencia le estaba brindando una comprensión mucho más práctica del Crisol del Fuego Infernal.
Se puso de pie y volvió a salir disparado a través de las profundidades del mar, era como un dios de la muerte, un bodhisattva de la matanza.
Finalmente se encontró con un nido de serpientes negra en un valle. Casi al instante surgieron varios vórtices alrededor del nido y salieron unas fluctuaciones de energía sorprendentes.
Entonces apareció una sierpe de riada negra desde las profundidades del mismo valle.
Tenía unos cuernos largos, garras feroces y unas escamas que resplandecían de un modo que sobrepasaba vastamente a cualquier serpiente.
Finalmente había encontrado una... lamentablemente, aún no era una Usurpadora de Vida, pero estaba cerca, por lo que valía lo mismo que decenas de engendros demoníacos Maestros de Energía.
Los engendros demoníacos eran distintos a las personas, por lo general poseían una energía verdadera mucho más fuerte.
—«Finalmente me estoy acercando a la Gruta de la Sierpe de Riada Negra.»
Después de encontrar esa sierpe de riada negra, observó las profundidades del valle, y se dio cuenta de que podía sentir auras aún más poderosas en sus profundidades. Apenas lograba distinguir lo que parecía una ciudad submarina.
Era el palacio de las sierpes de riada negras.
La Gruta de la Sierpe de Riada Negra, el hogar de uno de los setenta y dos reyes demoníacos.
[i] Nota: En Chino, a las Moras las llaman "elefantes de mar".
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